domingo, 17 de enero de 2016

Hielo andaluz, Chorrera de la Mosca (WI3, 190mts.)

"En la vida hace falta: paciencia para aceptar las cosas que no podemos cambiar, fuerza para cambiarlas e inteligencia para distinguirlas".

Esto rezaba en el dorso de un azucarillo que echamos al café en el bar Montoya de Güejar Sierra y que tomamos tras bajar de un par de días de paliza física. ¿el destino, el azar?, no se pero justamente tuvo que ver con lo acontecido, lo que relato a continuación.

Finalmente el viernes cenamos en Granada, llegamos pronto y huíamos del mal tiempo del norte peninsular, como casi siempre que vamos al sur. La cosa se alargó lo justo y es que la zona de tapas cercana a la plaza de toros tiene su rollo.
Nuestra morada esa primera noche fue la furgoneta en el bonito pueblo de Güejar Sierra.

El sábado nació frío y concurrido en la calle principal de Güejar, allí suelo desayunar unas tostas con tomate en "el Montoya", el típico bar de pueblo donde pronto entras en conversación con los lugareños.
Tras la ingesta nos dirigimos al "Charcón", lugar donde nace la Vereda de la Estrella, itinerario que teníamos que tomar como aproximación a "las Nortes", aunque nuestro objetivo era la Oeste de la Alcazaba.

La primera sorpresa nos la llevamos cuando por derrumbamiento nos habían cortado la carretera que se dirigía al Charcón 1,5 kilómetros antes. Así que aparcamos el coche en la cuneta y con vistas a que aquello se podía convertir en una ratonera si accedía algún coche más.


Preparamos la mochila cercana a los 20 kilos de peso con todos los abalorios y caminamos por la senda paralela a la carretera y al otro lado del Genil, en poco más de 15 minutos nos habíamos quitado el tramo extra.

Caminamos por la vereda con los hombros aún sin acostumbrarse a tal peso, y en poco más de una hora llegamos a la curva del "coño".  Decepción total, nada de nieve en "las nortes", nos quedamos un poco aplastados por tal acontecimiento y valoramos la situación.

-"paciencia para aceptar las cosas que no podemos cambiar"-


Surgieron planes alternativos, todos de menor envergadura y tras mucho darle vueltas decidimos esconder las mochilas tras arbustos de "berberis" y hacer la Vereda de la Estrella de manera circular y sin peso para volver en el día a Güejar, con la intención de conocer la jornada del domingo la zona de los Cahorros.


Cogimos lo necesario de las mochilas y volvimos hacia atrás para tomar la senda que desciende al Genil y al antiguo Refugio de Vadillo, tras el puente comenzamos a ascender la Cuesta de los Presidiarios entre arizónicas y entre dos de ellas asomó la pared norte del Mulhacén, Gayu miró, yo miré y nos paramos ambos.
Algo había surgido tras esa rápida visión y con la libertad mental que te da no tener 20 kilos en la espalda replanteamos de nuevo la actividad.
-¿Y nos vamos a rendir tan fácilmente?-
Quizás tras el espolón rocoso de la arista NE se esconde un gran canalón lleno de nieve que no divisamos desde aquí. Pobres ingenuos nosotros.

Lo dejamos en manos del destino y tiramos una piedra al aire con las caras marcadas. Salió cara, así que a volver a coger las mochilas con 2 kms y 200 metros de desnivel gratuitos.

Cruzamos nuevamente el Genil y cogimos las mochilas para volver al camino del sufrimiento o del triunfo, según se mire. De esta manera recorrimos toda la Vereda de la Estrella, haciendo especial parada en el Barranco del Guarnón donde se veía que en la zona del Veleta había más nieve que en el resto y continuamos con la penitencia nevadensi.


Llegamos al final del la vereda, desde allí se accede al nivel 2, se pasa de pantalla y uno se adentra en otra dimensión, en la dimensión de la alta montaña.
Tomamos el Barranco de Valdeinfiernos, los espinos nacen en los márgenes del agua y te acompañan hasta llegar a los prados de Cueva Secreta, lugar de pernocta y parada de la mayoría que se adentran en estas tierras. Nosotros continuamos.

Barranco de Valdeinfiernos y Loma de Casillas
Cruzamos el Río de Valdeinfiernos y comenzamos a subir por la ladera opuesta que llevábamos, ladera que te lleva a la Loma de Casillas. Todo el desnivel que no has subido en 12 kilómetros, lo haces ahora, y es que en esta dimensión todo parece más pequeño de lo que realmente es.

Las piernas comienzan a quejarse, los hombros, la sed, incluso el sol que nos está mandando sus últimos rayos del día nos queman levemente.
Al fin y tras un buen esfuerzo coronamos la Loma de Casillas y nos cambiamos al Barranco de Valdecasillas, pocos metros nos quedan hasta nuestro escondido refugio del Prado de las Víboras.

-"fuerza para cambiarlas"-


 Nos quitamos las mochilas y confirmamos la decepción de "las nortes" sin nieve, Quizás la única posibilidad que tengamos es hacer la clásica Norte del Mulhacén que alberga un hilillo helado por el que se pueda ascender. Muy muy justo pero la única esperanza de hacer algo que nos salve la pateada.
hielo en el barranco de Valdecasillas

Nos instalamos y dormimos a 2.000 metros plácidamente. A las 5:30 suena el despertador del móvil, intentamos no molestar a unos compañeros granadinos que subieron después y con los que nos hacinamos en la estrechez. A las 6:30 partimos hacia arriba.

Caminamos de noche una hora y media hasta llegar bajo las primeros resaltes del barranco. Desde allí observamos la Oeste de la Alcazaba sin nieve y continuamos un poco más. Como la mañana del viernes ha nevado algo, hay un pequeño polvo blanquecino que no hace más que molestar en la progresión, ha cubierto débilmente las lajas de micaesquisto a partir de los 2500 metros. Esto no hace más que retrasarnos y dificultar nuestra progresión. Tardamos dos horas y media hasta situarnos bajo las Chorreras de la Mosca a 2650.


Nuevamente valoramos la situación y vemos que ascender por la Norte del Mulhacén nos va a suponer bastante tiempo, aún nos queda una hora hasta la base y eso sin saber las condiciones que encontraremos arriba.
Frente a nosotros tenemos tres magníficas formaciones de hielo y vemos que en la de la derecha ya hay una cordada escalando, así que decidimos meternos en la central de las tres y denominada Chorrera izquierda de la Mosca.

-"inteligencia para distinguirlas"-

 A una altitud de 2650 metros nos quitamos las mochilas y calzamos los crampones y piolet técnicos. Hemos metido lo necesario en una de las mochilas que nos subiremos para la escalada, en la otra dejamos el resto en el punto inicial de la escalada.
A partir de aquí a disfrutar.


Quizás podríamos haber buscado las debilidades y haber "escaqueado" los dos primeros largos pero nos parece mejor idea ir ascendiendo por el hielo para ir haciendo los gemelos a este tipo de escalada.

LARGO 1: (40º/50º, 55 metros.)
Se trata de una rampa inicial de 30º, pronto se pone más inclinada para bordear una gran piedra por la izquierda (60º) y salir por el resalte a una diáfana y continua pala helada a 50º.


Tras 45 metros de largo buscamos las rocas de la izquierda para montar la reunión por terreno más tendido y a 40º.
Reunión con friends en roca.

LARGO 2: (40º, 45 metros.)
Es el largo más fácil, es de transición para llegar bajo los primeros resaltes verticales y el más regular. Una rampa continua de 40º nos deposita en el inicio de "la manteca".


Por el camino sólo ponemos dos tornillos de hielo que entran perfectamente en un hielo bastante duro.
La reunión la montamos en dos carámbanos de hielo reforzados con un piolet.


LARGO 3: (65º/90º, 25 metros).
Conscientes de que sólo disponemos de 5 tornillos de hielo vamos a hacer las tiradas cortas y buscaremos la roca como protección en las reuniones.


El resalte de la reunión se bordea por la izquierda (70º), después se accede unos metros más a 65º hasta los pies de un buen resale de casi 2,5 metros a 90º, situado en la parte izquierda de la cascada.


Un tornillo como protección y una serie de movimientos explosivos para superarlo y continuar por rampas a 60º que nos llevan hasta la zona más estrecha de la cascada, un buen lugar para montar reunión con un carámbano y un tornillo de hielo.


LARGO 4: (70º, 40 metros).
El siguiente largo es el más continuado en cuanto a verticalidad, si bien no tiene ningún resalte a 90º, todo él es mantenido.


Se sale por la derecha de la reunión, ascendiendo por tramos inclinados de 70º, un tramo muy vertical te obliga a girar un poco a la izquierda para continuar por la parte más apta, asegurando con tornillos, los primeros 30 metros con 3 de ellos. -"Sólo me queda 1 y aún hay un tramo bastante inclinado.


En una pequeña cueva veo una fisura ideal para un camalot de los pequeños"-. Perfecto para proteger el tramo más inclinado. con cortos resaltes de 1 metro 80 y pequeñas terrazas inclinadas.


Así los últimos 4 metros hasta llegar a una pared situada a la izquierda buen lugar para montar la reunión con un friend, el último tornillo y el piolet. Triangulación buena.

LARGO 5: (70º, 25 metros). o (90º 3,5 metros).
Se sale a derechas en diagonal, hielo a 65º en el inicio para llegar a una pequeña depresión más inclinada a 70º y topar con la pared final que se bordea por la derecha. Nosotros protegimos en carámbano antes de salir a zona de hielo fácil.



Otra posibilidad de salida es una columna vertical de entre 3 y 4 metros situada sobre nuestra reunión. Como la reunión 5 estaba justo montada en su vertical probé en top de segundo la salida. Fabulosa.

A las 14:00 horas estábamos fuera de la cascada. Se nos habían pasado las horas volando y el hambre y la sed nos inundaba.
Primero salimos de la zona helada, otros 50 metros en diagonal para salir de los resaltes helados a 30º que protegen la parte superior y llegamos a nieve blanda en las cercanías de la Laguna de la Mosca.


Desde allí observamos que el Corredor Norte clásico del Mulhacén estaba en condiciones justas pero factible y nos centramos en encontrar la canal para bajar de los Tajos de la Mosca.

Encontramos la huella de los compañeros que habían estado haciendo la chorrera derecha y evidentemente las seguimos, bueno primero paramos a comer algo y beber, ya que llevábamos 5 horas continuas de actividad sin parar.


Tras la parada descendimos por tramos de nieve dura, blanda, roca y hielo. Un "pupurrí" mixto de alpinismo con la intención de llegar a la base de nuestra cascada, lugar donde teníamos la otra mochila. Todo ello corriendo más riesgos que la anterior escalada completa.

destrepes

parte más inclinada de la Cascada escalada

Casi a las 16 horas iniciamos el descenso valle abajo, comenzamos a entender que si nuestro objetivo era llegar hoy mismo a Güejar, la jornada iba a ser muuuuuuyyyy extensa.

Tras buscar exhaustivamente por donde bajar para no dañar mucho los crampones, sólo nos duraron 15 minutos más puestos, sobre los 2450 nos los quitamos y reiniciamos la ardua bajada.
A las 17 estábamos de nuevo en el Prado de las Víboras, decidimos tomárnoslo con tranquilidad; Descansamos mientras comimos caliente; unos noodles y frutos secos, para rehacer la mochila y ponernos en marcha casi a las 18.


En la dura y empinada bajada de la Loma de Casillas tratamos de guardar los meniscos; pasos cortos y seguidos para cruzar el Guarnón y dejar atrás Cueva Secreta, esta vez sin gente.

Aún nos restaban los más de 12 kilómetros de la  Vereda, famosa vereda, dichosa vereda. Yo creo que la he hecho de vuelta unas 6 veces y en 4 de ellas se me hizo de noche por el camino.

Nos lo tomamos con tranquilidad pero sin parar. Antes de llegar a las Minas de la Justicia nos pusimos los frontales, paramos cada hora para echar algo a la boca y la larga vereda fue haciendo mella en nuestros cansados cuerpos. Más si cabe, si el final no estaba en el Charcón, sino 1,5 kilómetros después debido al derrumbe.
Este último tramo lo hicimos por carretera hasta llegar a ver la refracción de la matrícula ante los frontales, habíamos llegado al fin tras 15 horas de actividad y más de 20 kilómetros.

Entonces aún no sabíamos nada del sobrecito de azúcar.....




5 comentarios:

  1. Muy buena actividad Dani. Si el hielo está lejos, hay que ir a buscarlo!
    Un saludo

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  2. Muy bueno, Daniel. Pero pienso que deberías abrir una entrada nueva en el foro porque si no mucha gente se lo va a perder y es una lástima. Enhorabuena. Saludos.

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  4. Muy buen relato, excepcional experiencia

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  5. Espectacular.
    Solo conozco esa zona en verano, y desde luego, es un mérito increíble subir hasta arriba cargados con media tienda de material de montaña.
    La escalada es preciosa, y está muy bien descrito todo. A mi, personalmente, me da bastante miedo de ese tipo de actividades, sobre todo, no confío nada en el hielo, y menos, de asegurarme a un carámbano.
    Gracias por este reportaje. Un saludo desde Cádiz.

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