domingo, 31 de julio de 2011

Vía Cepeda al Naranjo de Bulnes, V+\6a A0 350 metros.

  
  Me dicen mis amigos que tenga cuidado, que acostumbrarse a hacer realidad los sueños puede ser peligroso. Yo no sé si me estaré mal acostumbrando pero lo cierto es que cuando los haces realidad te encuentras la siguiente semana en un estado zen, y sobre todo pletórico de salud mental.
    Ahora mismo me encuentro en este estado tras volver del magnífico Naranjo de Bulnes. Quizás haya personas a las que ascender esta montaña les parezca una tontería o una ascensión más de tantas que hay en la geografía española pero lo cierto que para mí no lo es.
    Quizás sean varias las circunstancias que hagan del Urriellu la montaña de las montañas en España y para mí son muchas;
·        En esta montaña se inició la historia de la escalada en nuestro país, en 1904 con la ascensión de Pedro Pidal y el Cainejo por su Cara Norte.
·        La montaña que más gente atrae de fuera de nuestras fronteras.
·        Su cara Oeste ha traído a los mejores escaladores del mundo.
·        Su estética es por todos los costados mil veces reproducida en Asturias.
·        Pero sobre todo en mi relación personal con esta montaña estaba la añoranza de estar en su cumbre.
    Desde muy pequeño recuerdo las vacaciones por Asturias, si bien los Lagos de Covadonga o la Ruta del Cares eran lugares visibles, el Naranjo de Bulnes, aquella montaña super fotografiada en las postales, marcos y fotos de todas las tiendas de souvenirs no era visible. Como todo niño que siente curiosidad por algo tan famoso pero que no había visto, sentí una atracción hacia el Naranjo descomunal. Posteriormente en mis viajes a Asturias conocí varios miradores desde donde poder ver la montaña y esto no me llevó a saciar mi sed sino a incrementarla.  Desde los 18 años comencé a hacer montaña más activamente y en mis viajes a los Picos de Europa, siempre desde otras cumbres (Horcados Rojos, Tesorero, Llambrión, Peña Vieja) no faltaba la foto de cumbre con la cabecita del Naranjo de Bulnes de fondo, eso sí con una cierta certeza que no subiría nunca a la cumbre, inaccesible entonces para mí.
     Es entonces desde hace 2 o 3 años, cuando comienzo a practicar la escalada pero a un nivel nada técnico, llegando a un grado en el que algunas vías del Naranjo podían ser factibles, además en invierno había realizado bastantes corredores metiendo cacharros y utilizando técnicas de escalada. De esta manera no sé si fui yo el que me dirigí hacia el Naranjo y fue al revés sin darme casi ni cuenta.
     Así hace medio año casi, programamos una salida con la idea de ascender al Naranjo de Bulnes por la Sur, entre los integrantes se encontraban compañeros que practicaban la escalada clásica y que podían servirnos de gran ayuda a los que no habíamos practicado esta disciplina. Con la fecha puesta en el calendario y las típicas bajas de última hora sólo quedábamos 4 personas dispuestas a dirigirnos a Asturias, una cordada estaba clara (Juanfran y Rocío) y la otra la componíamos Alberto y yo, ¡Vaya cordada!  Físicamente estábamos bien pero no habíamos escalado clásica ninguno de los dos en la vida. Aunque parecía algo inaudito y con pocas probabilidades de triunfo teníamos confianza mutua., nos conocíamos bien, habíamos estado muy alto juntos de expedición, Alberto se peleaba con el 7b en deportiva y yo con el 6b, y muchas revistas de desnivel y libros de montaña habían pasados por nuestras manos. Así nos dirigimos hacia la Cordillera Cantábrica sin pensarlo dos veces, más con el corazón que con la cabeza y con una estrategia simple: “tú abres los largos pares y yo los impares”.
     El Viernes nos dirigimos a Asturias, paramos en Unquera a comprar un mechero y unas pilas y ya aprovechamos para cenar en un parque. Continuamos con la noche echada y en Sotres nos aprovisionamos del agua de una manguera rota para subir al aparcamiento del Collado de Pandévano y dejar en coche en llano para poder dormir en su interior.
     Las primeras luces del día no hicieron más que acomodarnos más en los tupidos sacos, escuchábamos gente salir de sus vehículos y partir de ruta, pero nosotros aprovechamos al máximo la mañana para dormir y levantarnos sobre las 8. Aquello era maravilloso,-“los queridos picos”- esa caliza grisácea sobre verdes prados y con penachos de niebla por las laderas.
     Nos levantamos, desayunamos y tranquilamente hicimos la mochila con todo lo imprescindible donde realizamos la segunda criba de material de escalada (aún así me pareció que echamos demasiado).  Partimos por el camino original hacia el propio Collado de Pandévano, desde donde tuvimos la primera visión del Urriellu, continuamos por la senda hacia el Refugio de la Tenerosa y más allá ascendimos cómodamente por la misma pasando la Canal del Vallejo hasta el mirador del Urriellu, desde donde ya lo pudimos observar totalmente .
     Hicimos una parada en el mirador y tras repostar continuamos por la senda cortada a máquina por los prados. Dirección Norte y por los tramos más empinados comenzaron a aparecer las pedreras de la Canal de la Celada, por donde tras varias zetas llegamos al Refugio de Delgado Úbeda.

     Allí tras cotillear la zona, nos hicimos fuertes en un vivac depositando todo el material sobrante y nos dirigimos por la Canal de la Celada a supervisar la Vía Cepeda para el día siguiente. La verdad que esto nos vino muy bien, ya que desde las cercanías del Collado de la Celada estuvimos viendo la progresión de 4 cordadas, observando por donde trazaban los largos y donde estaban las reuniones con el croquis en mano.
     Aprovechamos para subir un poco más, ver el Jou Tras el Picu, la Collada Bonita,  los rápeles de la Cara Sur y ascender incluso a una pequeña aguja situada en la zona del hombro de la Cara Oeste situada a 2389. Tras el paseo volvimos a la zona del refugio donde nos tenían que estar esperando nuestros compañeros Juanfran y Rocío. Tras la vuelta, allí estaban y juntos organizamos las mochilas para el día siguiente y tras la cena nos metimos en los sacos para aprovechar las máximas horas de sueño y madrugar bastante. 

Sonó el móvil de Alberto, como acostumbro me levante de un respingo bajo las estrellas, Alberto que remoloneó un poco se levantó mientras terminaba de vestirme, y pronto vi luz en la tienda de Juanfran y Rocío. Eran las 5:30 y todo el mecanismo estaba en marcha, el quemador calentando el desayuno y yo metiendo las cosas sobrantes en el interior del saco.
     Con un pequeño tono anaranjado en el horizonte y bajo la luz de los frontales pasamos por la puerta del refugio, donde paramos a coger agua en su fuente, e iniciamos el descenso hacia la Canal de la Celada. Pronto llegamos a la extensa canal y comenzamos a ganar altura por la parte izquierda de la misma, siguiendo la senda y con la claridad en aumento,-“éramos los primeros”- éste detalle era muy importante ya que no queríamos atascos en la vía, ni tener que esperar para realizar los largos de cuerda.

En una hora estábamos a pie de vía con el sol radiando en la parte alta de la Cara Este del Naranjo, allí nos pusimos los cacharros y para arriba, el primero yo.



LARGO 1. III+, es un largo ideal para calentar, se trata de una fisura ascendente con muchos tubos de órgano, en su mitad había un cordino como seguro, cuando la fisura llega a su fin hay que hacer un par de metros de travesía a la derecha (se asegura bien con un friend) para llegar a la reunión, estando aquí el paso que acota el largo. Reunión con dos clavos en fisura vertical.

LARGO 2. IV+: para salir de la reunión hay que caminar un par de metros por una terraza hacia la derecha, una vez allí ascender por  una pequeña fisura y bordear por la izquierda un resalte (se protege con un clavo), todo esto sin llegar a meterse en el diedro que se forma con la característica “Y”.  Se continúa hacia arriba por terreno bueno hasta llegar al final del diedro de la “Y”. Allí con la reunión a 1 metro hay que hacer un paso largo en oposición (IV+)  y meterse en el diedro, lugar donde está la reunión. Esta reunión es muy incómoda, o se está colgado o con la espalda apoyada en el diedro para asegurar.
Durante este largo hay pocos lugares donde poder asegurar y si esto era un IV como será el resto, pensamos.



LARGO 3. IV: Directamente desde la reunión ascender por el diedro en oposición, teniendo cuidado con la mochila debido a su estrechez, hay algún clavo me comentó Alberto que no vi, aunque se puede asegurar con friends medianos y grandes. Progresivamente el diedro se va abriendo hasta resultar una fácil trepada de III, donde está la reunión en una cómoda terraza nuevamente con dos clavos. También como en otras reseñas, a mitad de diedro se puede salir a la derecha por el lomo de la “Y”, resultando igual de fácil la progresión hasta la reunión.
El ascenso por el diedro nos resultó especialmente dificultoso con mochila, y en la reunión rezamos para que no hubiera más zonas de éste tipo.    


LARGO 4. V: Era el primer largo disfrutón y de escalada como la conocemos nosotros, es decir vertical. Se sale desde la reunión verticalmente por una placa hasta llegar a un clavo, desde ahí se toma una fisura un poco a izquierdas y tras llegar a un pequeño techo con un puente de roca con cordino, se monta a la derecha en el lomo de una laja para llegar a la reunión, siendo este paso el más complicado (V). La reunión es bastante cómoda y está formada por un clavo y un cordino.
A pesar de ser un V, es muy fácil el ascenso con buenos agarres, adherencia y fácil de proteger, en le reunión nos tomamos un respiro quitándonos los gatos y comiendo algo.


LARGO 5. IV: Desde la reunión se sale un metro por la derecha por una repisa, se supera un primer paso de IV, por  unos tubos de órgano y se asciende verticalmente hasta un pequeño techo que nos corta la progresión. Bajo el techo buscar el paso a la derecha para montarse en una característica cuña en forma de V que está un metro elevada y progresar por terreno fácil (III) diagonalmente hacia la izquierda para llegar a una nueva reunión de las más cómodas y equipada con dos clavos.
En esta reunión incluso tienes una buena terraza a la derecha para hacer tus necesidades o descansar más cómodamente si se quiere. En otros croquis que me descargué de internet no especifica bien el paso lateral para montarse en la cuña, y estuvimos un tiempo intentando un paso de 6b hasta que dimos con los restos de magnesio.




LARGO 6. III: Se sale por la izquierda, por una fisura diagonal a izquierdas que va ascendiendo hasta salir a gran terraza donde hay una instalación de parabolt para rapelar, nosotros continuamos por la terraza hacia la izquierda hasta llegar a un buen puente de roca situado bajo la parte accesible de la pared. El puente de roca está equipado con 2 cordinos, aunque se puede asegurar mejor.
Este largo es un poco de relax, habiendo pasado el ecuador de la escalada y llegando a la parte de más emoción.
Por los croquis, la gente que vimos haciendo la vía el día anterior y nosotros in situ., observamos que esta zona es la que más variantes ofrece de la escalada, ya que hay cordadas que desde la reunión de ràpel con parabolts tiran el siguiente largo, otras que continúan la travesía hasta casi los 60 metros de cuerda para llegar a un nicho cercano a un diedro. Pero la nuestra nos pareció la más evidente ya que se sitúa completamente bajo el siguiente largo.


LARGO 7. IV+: Un poco confundidos por la mezcla entre croquis, reseñas y la observación del día anterior, y habiendo colocado la reunión en el lugar perfecto. Salí por encima de la reunión, por una placa de fácil adherencia hasta un gran bloque, en lugar de superar el bloque por la izquierda hacia el diedro superior, me metí a la derecha del mismo por un paso aéreo y lateral, que me llevó a pasar algunas dificultades para progresar, aunque metí varios seguros cada pocos metros. Tras el paso y por una zona bastante vertical de tubos de órganos fui ascendiendo hasta divisar un clavo sobre el bloque superado, ya me fue imposible llegar a dicho clavo situado a mi altura, por lo que fúi ascendiendo por los tubos diagonalmente hacia la izquierda hasta llegar a la base del diedro. Debido a los múltiples seguros y al zeteo de la cuerda, ésta no corría bien por lo que decidí montar una reunión al inicio del diedro sobre tres friends en una fisura vertical.
Lo ideal es ascender por la vertical del puente de roca hasta el diedro, nuestro compañero de cordada con cuerda de 60 hizo esto y llego hasta el paso del rompetobillos, ahorrándose así un largo de la escalada.



LARGO 8. IV+: Desde una repisita pequeña, Alberto salió en lugar de por el diedro algo más lavado, por un metro más a la derecha, una zona con agarres y con un paso de brazos, llegó hasta una banda que le cortaba el paso 3 metros más arriba y mediante una travesía hacia izquierdas de 2 metros se introdujo en el diedro. Terminó de ascenderlo y un clavo en la salida era el único seguro posible hasta el final del largo. Aquí en el largo original hay que destrepar un par de metros a una reunión, a nosotros nos llegaba hasta arriba la cuerda. Ahora una placa muy vertical con tubos de órgano y sin posibilidad de meter nada era lo que nos encontramos, así que progresando por los agarres de los tubos hasta casi la horizontal de la reunión y posteriormente a derechas algunos metros hasta la reunión del rompetobillos formada por dos clavos y uno más un metro más a la izquierda.
Al fin y al cabo, no nos salió mal la reunión accidental, ya que nos permitió llegar a la base del último largo. Este largo es un IV+ pero que muy mantenido y en la parte superior de la placa no hay ninguna posibilidad de seguro durante los últimos 12 metros. Estábamos contentos hasta donde habíamos llegado, aunque con un calor de infierno sin una nube ni gota de viento.






LARGO 9. V+/6a A0: Estábamos bajo el paso que gradúa toda la vía, en teoría me tocaba a mí al ser impar, pero habíamos hablado abajo que Alberto debido a su mayor grado en escalada deportiva lo iba a hacer él.
Tras llegar a la reunión y con la cuerda ya para ir de primero, decidí porque no probar el paso, total siempre había tiempo para que lo probara Alberto y decidí tirar hacia arriba. La reunión estaba situada un par de metros por debajo del paso. Y salí por la izquierda de la misma, había un clavo cercano pero lo desestimé porque si no iba a hacer mucha zeta la cuerda, así me situé en el paso; se trataba de una pequeña placa a un metro de altura sin agarres de manos, la placa formaba una pequeña fisura con un bloque empotrado a izquierdas, dicha fisura estaba bien para irse bloqueando con la mano izquierda. Apreté un poco los dientes y me aupé en el primer paso, la clave era estirar piernas pero no podía por los ínfimos de los agarres de manos, así que metí una express en los cordinos que colgaban de la chapa que asegura el paso (pero no los tobillos) y tiré de la express con mano izquierda (A0), ya con piernas estiradas, cambié la express metiéndola en la propia chapa y con la mano izquierda en un agarre del bloque empotrado subí pie derecho en adherencia e izquierdo a saliente del propio bloque. Ahora estaba más cómodo y fui metiendo la mano izquierda en la fisura para como una lagartija superar el paso y salir a una chimenea un tanto irregular pero con algún clavo para proteger la salida hasta el agujero que da al anfiteatro Sur.
Tras pasar el agujero hay dos chapas para montar la última reunión de la jornada, en un lugar malo ya que la cuerda fricciona en las rocas del agujero. Para pasar el agujero, recordé la reseña que dice los pies por delante y así hice, pero ojo me quedé pillado por los friends que colgaban del arnés, y ni  para adelante, ni para atrás, tuve que abrir el mosquetón y dejarlo allí enganchado para recuperarlo después.
El paso clave de la vía, aunque mucha gente dice que está lavado, para nosotros no nos resultó así, es un 6a \ 6a+ en toda regla, con dos agarres claves y mínimos (el primer pie, y la primera mano), aunque si se ve alguna roca brillar, pensamos que hace 50 años la dificultad del paso sería la misma por sus pequeños agarres.

rompetobillos

Juanfran llegando a la reunión del L9


ANFITEATRO SUR: Tras el último largo, desde la última reunión esperamos unos 20 minutos a nuestros compañeros. Cuando vimos que Juanfran había superado el paso clave recogimos los “bártulos” y descendimos unas piedras hasta el anfiteatro Sur. Allí en unas rocas dejamos las mochilas y continuamos hacia la cumbre, primero haciendo alguna travesía hacia la izquierda sobre tubos de órgano y llegando a una canal-depresión más marcada que el resto, por allí descendían un grupo de americanos con los que nos cruzamos y tras trepar la canal (III) llegar a la cresta del Naranjo. Todo olía a historia, pasamos junto a la salida de la Pidal-Cainejo de la Norte, y llegamos por fin a la cumbre!

Nos quedamos alucinando con las vistas hacia todas direcciones y tras el subidón inicial y las fotos, reposamos buscando la sombra como perros, para disfrutar cada uno de su ascensión y esperar a nuestros compañeros.

Tardaron un poco pero llegaron con una sonrisa de oreja a oreja, allí todos felices nos abrazamos y disfrutamos del momento, eso sí con la cabeza ya pensando en descender debido a lo tarde que era. 
Iniciamos el descenso, tras la cresta destrepamos la canal con cuidado para llegar a la zona de los tubos donde realizamos una travesía descendente a izquierdas en busca de las mochilas y la primera línea de rápeles.
 Allí tomamos las dos cuerdas de 60 metros prestadas por gentileza de Juanfran (ya que nosotros llevábamos una de 70), y montamos el primer rápel. Tras rapelar los primeros 20 metros observamos otra instalación de rápel, por lo que rapelamos hasta allí, luego vino otro más largo con un tramo volado más interesante, y así rapelábamos de toda reunión que encontrábamos a nuestro paso.
Fueron 6 los rápeles que realizamos. Posteriormente nos dijeron en el refugio que con 3 de 60 vale., pero nosotros como no sabíamos la longitud total preferíamos amarrar asegurando del siguiente más cercano. 

 Entre la desesperación de las esperas, el amontonamiento como racimos de uva en la reuniones y el calor, se nos hicieron largos los rápeles, hasta por fin tocar suelo firme y terreno horizontal.
pared Sur del Naranjo, zona de rápeles
Eran las 15:00 de la tarde y teníamos que volver al refugio, desmontar, descender a Sotres y volver para Madrid, por lo que no podíamos perder mucho tiempo. Nos despedimos de Juanfran y Rocío en el último rápel y mientras rapelaban ellos nosotros iniciamos el descenso hasta el pie de la “Cepeda” lugar donde habíamos dejado algunas cosas.
Las recogimos y volvimos por las pedreras de la Canal de la Celada (en sombra si! ), hasta la salida de la misma donde por praderas llegamos al refugio.


Lo primero que hicimos fue coger alimento y ponernos a la sombra de la pared del refugio para repostar energía y beber mucho agua., mientras otros compañeros del refugio divisaban como Nico Favresse, piolet d´oro de este año y que andaba por allí intentaba liberar la vía “Orbayu” de los Hermano Pou, abierta en el 2009.
Tras comer, nuestros compañeros Juanfran y Rocío llegaron al refugio y con ellos nos dirigimos a la zona de vivac para recoger todos los bártulos, rehicimos la mochila e iniciamos el descenso “tumba abierta” rumbo:…..las nubes. La verdad que a pesar de la tostada que llevábamos en el cuerpo y a más de 12 horas de actividad, el paisaje no nos dejaba de maravillar; hacia el Norte mar de nubes, hacia el Sur el Urriellu al que como E.T. señalábamos con el dedo pensando –“si hace unas horas estábamos allí arriba”-.
 Durante el descenso fotos y más fotos disfrutando de una geografía tan maravillosa y deseando por todos los medios el introducirnos ya por fin entre el mar de nubes para evitar así los calores de la jornada.



13 horas tuvieron que pasar para llegar al coche, eran las 19 horas y teníamos que volver a Parla, al contrario de lo que pudiéramos pensar, nos tomamos el día con tranquilidad; nos aseamos en un riachuelo cercano, paramos en Arenas de Cabrales a comprar queso, sidra y cenamos en una plácida terraza de camareras tardonas.
Con el estómago lleno y más anchos que largos,, de felicidad nos fuimos pa Madriddddd! Que mañana curramos, a las 3 de la madrugada dieron nuestros huesos con el colchón.

jueves, 21 de julio de 2011

Espolón Manolín V+ 210 mts. Pico la Miel, La Cabrera



 ESPOLÓN MANOLÍN, V+ 210 mts.
PICO DE LA MIEL, LA CABRERA

Como antesala al Urriellu de la semana próximo engañé a Paco para dirigirnos a hacer alguna clásica escalada de la sierra, y elegimos la clásica de las clásicas, el Espolón Manolín del Pico de la Miel en la Cabrera.
     Así a bote pronto es la vía de escalada más larga de Madrid y posiblemente la más repetida de nuestra comunidad, ¿quién no ha pasado con el coche por la A1 y a levantado la vista hacia el pico de la Miel, viendo siempre gente en la comentada vía.
    Pues ahora nos tocaba a nosotros, por mi parte era la primera vez que me metía en una escalada clásica de tal longitud y como buen discípulo dejé a Paco que desarrollara su sabiduría.
     Llegamos a la Cabrera y tras aparcar en la gasolinera caminamos entre encinas hasta la base del espolón 30´. Allí y a la sombra de una encina nos pusimos todo el material para empezar la vía con el sol en todo lo alto.
L1. A la izquierda de una línea de chapas (vía salamandra), nace el espolón, se asciende en adherencia III, asegurando en un diedro tumbado a izquierdas con friends grandes hasta llegar a una repisa bajo una canal, se hace una travesía de un par de metros a derecha con seguro en chapa y se asciende IV hasta unos bloques que te permiten meter el cuerpo a modo de brecha para progresar hasta la primera reunión.
L2. Desde aquí, continúa una fisura ascendente un poco a derechas, pero nosotros decidimos continuar por una placa de adherencia (segundo largo de salamandra) con chapas cada 2 metros, para mí el largo más complicado de toda la vía que hicimos, 6a. La entrada y la salida al largo suponen el mayor problema.
L3. Este tercer largo es más corto con unos 25 metros. Desde la reunión nos situamos un par de metros a la izquierda en busca de la vertical de una fisura, allí se asciende un metro para subir en babaresa V- (buena para proteger con friends) algunos metros hasta que la misma se ciega, se continua por la izquierda o sobre la babaresa hasta parabolt para proteger la siguiente placa de adherencia hasta la reunión V+.
L4. Estamos ante el largo más bonito de toda la vía, gana verticalidad y 3 fisuras surcan los 4 metros de anchura del espolón, las de la izquierda tienen algunos parabolt y nosotros decidimos meternos en la que sale sobre la reunión. Desde la reunión ascendemos un par de metros para llegar a una chapa y proteger el primer paso de V, tras pasarlo ascendemos por fisura buena para asegurar algunos metros, al llegar a una zona con algo de vegetación sobre la fisura, nos salimos a la izquierda por una serie de setas bastante fácil y vertical V, para llegar a la salida en donde la fisura termina y con unos agarres invertidos salir de la misma a la reunión.
L5. En el siguiente largo la dificultad desciende, aunque esta todo limpio de seguros IV+. Desde la reunión salimos por un diedro con buenos agarres, tras unos metros el espolón se estrecha y por un diedro evidente bueno para meter cacharros salimos hacia arriba para llegar a una buena repisa donde poder descansar.
Tras beber agua y tomar alguna barrita continuamos con la vía, parece que una nube nos protege de los rayos del sol y estamos ante el último largo, que se puede escaquear por bloques de la izquierda.
L6. Tiene el paso más complicado de la vía original V+, aunque está nada más salir de la reunión hay que apretar de lo lindo. Se trata de una fisura de manos estrecha que hay que proteger con seguros pequeños, situada a izquierdas pilla un poco a desmano para proteger pero con apoyo en pie izquierdo y unas regletas verticales en el derecho se asciende hasta que la fisura se va agrandando con buenos apoyos, tras un descanso se llega a un diedro con pequeños techos de salida, con un apoyo de pie derecho y una mano derecha en buen agarre que no se ve desde abajo, se asciende hasta salir a la repisa de final de vía donde se encuentra un cable de acero como última reunión.
Desde allí hasta la cumbre escasos 3 minutos entre bloques fáciles.
Para descender por el Callejón Soyermo con paso inlcuído de III en destrepe en libre hasta los coches. Refresco en el bareto de la gasolinera y vuelta para la ciudad.   


nueva crónica con fotos aquí.