viernes, 19 de abril de 2013

La Maladeta con Bajocero 3.308 metros

Esta actividad estaba enmarcada en el calendario anual de la Asociación Parleña de Montaña y como organizador tenía la responsabilidad de que saliera bien, 15 personas de todos los niveles eran las inscritas y quería que saliera una actividad bastante redonda y disfrutona para todos.

Las previsiones eran regulares, el Viernes daban precipitaciones por la zona de nieve, el sábado cubierto y precipitaciones débiles y para el domingo la jornada era soleada aunque las temperaturas descendían más de 10º respecto a la semana anterior.

En cuatro vehículos nos dirigimos a las "tierras del Norte", tres de ellos tras cenar en Benasque nos dirigimos a la zona de acampada libre del Plan de la Senarta. Con una soledad muy anormal en estas fechas nos acostamos bajo el tejadillo del área y con un fuerte viento y algunos copos de nieve cayendo nos metimos dentro de nuestra propia inconsciencia.


Amaneció el día mejor que dejamos el anterior, el viento había desaparecido y no precipitaba, así que tras desayunar fuimos a Llanos del Hospital, observando la gran cantidad de nieve que había por las laderas.
La verdad que las vistas hacia el Salvaguardia me recordaron a años atrás cuando casi no salimos del valle.

Partimos caminando por la carretera dejando el fabuloso hotel de Llanos del Hospital a la izquierda con su aparcamiento lleno de coches y pisamos por primera vez la nieve tomando dirección a la Besurta. Con el grupo bastante estirado y charlando ascendimos por la pista de esquí de fondo que había cerrado una semana atrás y no será por falta de nieve.


El valle estaba fabuloso, en su máximo apogeo invernal, cruzamos el Plan de Están con el cielo encapotado, algunos copos caían de las oscuras nubes y la nieve perfecta en cuanto a dureza y espesor.


Llegamos a la Besurta y sus instalaciones, zona en donde las pistas de esquí de fondo desaparecen, ahora por un pequeño puente repleto de nieve cruzamos el Esera y continuamos dirección sur entre pinos negros en busca de la bifurcación que separa los caminos de la Renclusa y el que va al Forau de Aigualluts, la zona es bastante localizable porque aparte de estar pintadas las marcas del G.R., existe una valla de madera.


Tras la bifurcación comienzan las primeras pendientes de nieve, aunque estas no son muy acusadas y al poco se vuelve a descender, el Forau se divisa al fondo en el estrechamiento del valle y llegamos a él en unas 2 horas y media desde nuestra salida del aparcamiento.

 
Allí realizamos una nueva parada, total no tenemos prisa, observamos el Forau cargado de nieve y debatimos sobre la vertiente de aguas (que en este caso las del glaciar del Aneto se introducen por el Forau de Aigualluts, saliendo en Val de Arán en Artiga de Lin, desembocando al Garona que a su vez desemboca en el Atlántico).
Por el Pico de Aigualluts al fondo parece que se están abriendo algunos claros y comenzamos a ver algo de cielo azul, tras la parada continuamos la marcha bordeando el forau y junto a una bonita cascada llegamos al Plan de Aigualluts.
Nuestro objetivo es llegar al Coll de la Renclusa por lo que tenemos que cruzar en varias ocasiones los arroyos que forma el plan no sin pocos problemas y pasando un rato divertido de saltos, vadeos y meteduras de pierna.


Tras los pertinentes cruces salimos a la ladera descendente del coll de Renclusa, ahora incluso nos da el sol y ascendemos rumbo al Oeste a ritmo y abriendo huella para superar los 250 metros que nos separan del collado. Es la parte más continua de toda la jornada y por lo menos una sudada antes de llegar al refugio viene bien.


En unos 40 minutos superamos el desnivel y llegamos al Coll de Renclusa, desde allí ya podemos ver el Refugio más abajo y sólo nos queda tirarnos hacia abajo a tumba abierta y con la nieve muy profunda para llegar a la calidez de cuatro paredes.


Hemos tardado cuatro horas en realizar la circular con mucha tranquilidad por lo que vamos a comer algo y viendo que ha salido el sol realizaremos algunas prácticas de rápel y aseguramiento en las paredes frente al refugio,, así empleamos la tarde aprovechando al máximo las horas en el Pirineo.


Y a acostarnos pronto que mañana será un día duro.

DOMINGO 21 de Abril

Hemos aprendido la lección y esta vez no hemos reservado desayuno, ya que nos parece que es muy tarde y no nos daría tiempo a realizar la ascensión, descenso y vuelta en coche, por lo que a las 4 ponemos el despertador para salir a las 5 a caminar.
Desayunamos en la cocina libre y a las 5 como estaba establecido el grupo parte del refugio rumbo Sur hacia las "Maladetas".


Sólo hay un par de personas por delante y pronto se desvían hacia el Barranco del Alba, así que hemos conseguido lo que pretendíamos ir en cabeza para no estorbar mucho al resto de personas sobre todo en el corredor del Collado de la Rimaya, todo marcha bien vamos a ritmo en fila y nadie se descuelga durante la primera hora, hemos subido 400 metros de desnivel que está muy bien.


A partir de las 6 y algo de la mañana se comienza a ver algo de claridad, tenemos a la izquierda la característica pared negra que señala en su parte final el Portillón Superior y continuamos bastante bien.


Hacia el Norte la luz del amanecer comienza a teñir de tonos violáceos todo el horizonte, hemos superado los 2.700 metros y se pueden distinguir, Perdiguero, Salvaguardia y más cerca los tres Padernas.


Completamos la segunda hora de ascenso hemos superado en total algo más de 700 metros por lo que estamos rozando los 3.000 metros, las pendientes han menguado y hemos pasado el desvío del Portillón Superior al Aneto, estamos a punto de pisar el Glaciar de la Maladeta el más profundo de los Pirineos españoles.


Tras un pequeño parón para comer algo, el frío es intenso el reloj me marca -9ºC, y en general el grupo no quiere parar más de 5 minutos, algunos se quejan de las manos así que continuamos rumbo a la Maladeta deseando cuanto antes salir al sol que ya inunda el glaciar.


A toda prisa llegamos a los primeros rayos de sol, -¡ el sol es vida !-, y ya más cómodos si cabe, continuamos rumbo a la rimaya del glaciar. Hemos llegado a la tercera hora de marcha y la altitud ha hecho mella en alguno que ha perdido un poco la rueda del grupo pero en 10 minutos más está con nosotros.
Situados bajo el Corredor de la Rimaya valoramos ¿qué hacer? para asegurar el ascenso al grupo, tenemos dos cuerdas de 30 metros y no parece muy inclinado ( unos 50º máximo ). Eso si el corredor tiene 80 metros por lo que ni uniendo las dos cuerdas podemos montar nada excesivamente seguro en el primer tramo, además con estas temperaturas la huella del corredor está completamente helada.

En el grupo se crea una pequeña duda de la manera de subir y para no estar todo el día liados en el corredor, optamos por tirar la cuerda unida en simple desde arriba, al final no queda muy claro como hacerlo, por lo que algunos miembros deciden ascender sin cuerda cosa que con dos piolets no resulta muy costoso ni arriesgado. Ahora bien, ¿los que sólo tienen un piolet?, pues gracias a la solidaridad de algunos integrantes que deciden no subir, le dejan sus "armas" a otros que si lo hacen y consiguen superar el corredor, bien con cuerda o sin ella. 


Cuerda que hemos asegurado a una seta de nieve justo en la salida del corredor.


Llegados todos  al Collado de la Rimaya nos ha alcanzado un grupo, que la verdad no nos mira con muy buenos ojos tras el embotellamiento, pero hemos visto como alguno de ellos se ha agarrado a nuestra cuerda que les ha venido de perlas. 

Y ya sólo nos queda terminar de ascender los últimos 70 metros de desnivel por terreno fácil para llegar a cumbre y disfrutar de las vistas del Pirineo. Cumbre de la Maladeta, una cumbre de todo el grupo.


Aneto y Maldito desde la Maladeta
 No podemos enumerar todos los picos que se ven desde ahí arriba, hacia todas las vertientes hay bastiones ascendidos o por ascender, así que unas fotos de rigor, algún vídeo de alegría y hacia abajo que el día es corto y la ruta larga.

 Descendemos hasta el Collado de la Rimaya y ahora con las ideas más claras rapelamos los primeros 30 metros en doble hasta una reunión intermedia, sí 11 personas en la reunión es una utopía, pero hacemos una formidable repisa ancha y en tres o cuatro cordinos nos ubicamos en racimos en un puente de roca con a su vez varios cordinos. -"¡e un mundo dificile!"-. cantamos y nos agitamos para entrar en calor.


Hay que mirar por la seguridad del grupo por lo que a pesar de las miradas de algunos grupos desde abajo,  nosotros montamos un segundo rápel que nos libra de la parte más inclinada y estrecha para llegar uno a uno al calor y comodidad de la rimaya.


Allí comemos y esperamos a que el resto del grupo realice las tareas de descenso, la verdad que se agradece un rato de relax a más de 3.000 metros con el piri a los pies, mientras algunos del grupo ya van marchando hacia el Refugio de Renclusa.


El frío de la noche y los 10 centímetros que cayeron dos días atrás hacen del descenso algo maravilloso en esta época que en otros años ya la nieve te llega por encima de la rodilla, esta vez tan sólo hay unos centímetros los justos para sujetar los crampones y bajar con rapidez.
Nos quitamos los 1000 metros de desnivel en hora y media y en el refugio rehacemos las mochilas para bajar al Valle de Benasque, hemos hecho varios grupos según vamos descendiendo y quedamos todos en el aparcamiento.


El valle está en su máximo esplendor y a pesar de llevar unas cuantas horas en el cuerpo, el disfrute es máximo por el Esera abajo.


A las tres de la tarde llegamos a los coches, tras cambiarnos nos dirigimos rumbo a Benasque, la comida espera, eso sí antes tenemos un pequeño problema automovilístico, un pinchazo que no tardamos en reparar, para finalmente dirigirnos a Castejón de Sos a comer y tomar calorías.


Durante la vuelta a Madrid, aun nos quedaría por ver un atardecer espléndido por la Muela con el Moncayo de fondo. 


En un fin de semana exprimido al máximo.
















lunes, 15 de abril de 2013

Ezequiel al Pico la Miel ( IVº+ / Vº 150 metros)

Después de un invierno de los más crudos que se recuerdan "o por lo menos mi gore", salió el sol por fin, automáticamente cuando mis ansias de nieve y hielo desaparecieron y los días se iban haciendo más largos el cuerpo me pedía volver a ponerme los gatos y comenzar con la escalada clásica esta temporada.
Más al Este de Madrid en el interior de otro organismo vivo estaba ocurriendo exactamente lo mismo y en la primera semana anticiclónica del año el teléfono sonó nuevamente para volver a quedar un Lunes al sol como solíamos durante el año anterior.
No todo iba a ser química, uno que a Pedriza y el otro que a Cabrera, finalmente nos dirigimos a la Cabrera a secar de una vez los cacharros que tanta humedad habían cogido este invierno cubiertos de nieve, esta vez no íbamos solos nos acompañaba Yeyo, amigo del club y que quería probar de estas mieles.
Para comenzar el año elegimos según mis compañeros la primer vía de escalada al Pico de la Miel, la Ezequiel, una de las más asequibles del pico, pero que para ser la primera del año podía estar bien.


Tras trabajar llegué con Yeyo a las 16:30 a la gasolinera de La Cabrera, allí estaba Juanjo a la sombra de una encina esperándonos y tras coger las mochilas nos pusimos rumbo a la base del Pico de la Miel.

Aproximación:
Partimos junto a la valla de alambre que alberga unos perros encerrados que no dejaron de soltarnos ladridos, la senda se adentra entre ramajes de encinas y bloques de granito hasta la vía principal que transcurre paralela a todas las agujas y picos de la sierra de la Cabrera. Tomamos la senda hacia la izquierda  dirección Oeste y cuando vimos el desvío hacia el Callejón Soyermo nos dirigimos rumbo a Norte nuevamente a ganar altura (junto a un vivac bajo un bloque).


La senda serpentea, algunos rosales te enganchan y las jaras te pringan un poco, el calor a estas alturas de año ya aprieta y una subida brusca así de repente te hace recordar que tienes gemelos. Estamos llegando al Callejón Soyermo y vemos la vía a la izquierda, no vemos ninguna senda que vaya directa por lo que cuando llegamos a la entrada del callejón tomamos a la izquierda la senda que surca la base de las vías para tras un destrepe llegar a una gran terraza de granito, lugar ideal para a la sombre ponernos todo el material.

Explicamos a Yeyo un poco la mecánica de ascenso y vemos que la vía transcurre totalmente por la sombra, además el itinerario el lógico y se puede ver en su totalidad desde la base. Tras colocarnos todos los cacharros estamos listos y Juanjo se dispone a abrir el primer largo que empieza bonito.

Largo 1: IVº 45 metros:
La vía se inicia por un diedro tumbado a izquierdas de unos 4 metros, que a Juanjo no le presenta muchos problemas, se puede agarrar bien por la parte exterior con la mano izquierda y los pies y manos entran muy bien en la fisura interior del mismo.


Tras superarlo hay que hacer una pequeña travesía a izquierdas para montarse en una gran laja, se puede hacer en adherencia el paso de un metro o bajar medio metro y por una repisa montarte en la laja y continuar hasta unos parabolt con argollas que señalan la primera reunión,

paso de un metro en travesía

 como van unos 15 metros de cuerda Juanjo decide continuar y empalmar los dos primeros así que se dirige más a la izquierda descendiendo un poco hasta una terraza cómoda, desde allí por delante hay un muro vertical (IVº) pero hay tallados algunos pequeños peldaños que te ayudan los suficiente para alcanzar una veta de cuarzo blanquecino que asciende vertical. El mismo mineral forma especie de escalones por los que se asciende muy bien y además se puede proteger por las diferentes fisuras laterales llegando a una repisa a la derecha donde se encuentra la reunión.

en la veta de cuarzo
no nos dará el sol en toda la jornada.
Largo 2: IVº+ / Vº 30 metros:
Es el largo de la cueva, único en su especie y mis ojos sólo han visto algo parecido en la Hermosilla de la Sur del Yelmo. El largo se inicia a la izquierda de la reunión, se supera un murete con buenos pies


 y se introduce con facilidad en el interior de la cueva vertical,




 allí se va progresando por una laja interior para llegar al paso clave donde hay un clavo muy bien puesto, el paso es raro por que te obliga a ascender en e X y bloqueándote y los agarres para salir te pillan a la izquierda bastante atrás. Se sale del paso mas bien rastrero y se continua por el interior de la cueva ya por terreno con buenos agarres y todo muy protegible para salir por el hueco más grande cercano a una terraza donde se encuentra la instalación de la reunión.

Juanjo saliendo de la cueva
Largo 3: IVº+ 35 metros:
Desde la reunión se aprecia una fisura hacia arriba, esta es bastante imperfecta cosa que nos favorece y se ven buenos agarres y apoyos, se ve vertical y sabemos que tras los primeros 10 metros la vía se sale de la misma para coger un muro de setas a la izquierda de la fisura para poder seguir.
Le pega esta vez Juanjo y con facilidad va ascendiendo por la chimenea-fisura, los seguros abundan y se le ve que va disfrutando cacharreando.


Tras esos primeros metros la chimenea-fisura se estrecha y la lógica te lleva a la izquierda por unas buenas setas que se disfrutan un montón,, es un rocódromo natural


Y pronto el largo va perdiendo verticalidad para adentrarse en un amplio y sencillo diedro donde al final del mismo se encuentra la reunión tras 35 metros. con muy buenas vistas a la carretera de Burgos y La Cabrera


Largo 4: IV+ 35 metros:
Este largo lo dan de IV- pero debido a que tienes múltiples variantes puedes elegir: desde tirarte a izquierdas al último largo del Espolón Manolín, como una fisura un poco más cercana o el diedro normal de salida que sale lineal desde la reunión.
Me tocó a mi nuevamente, salí directo por las fisuras normales, que pronto se estrechan, hay algún paso de empotramiento de pie y con no muy buenos agarres pero al ser poco vertical se va ascendiendo bien y protegiendo mejor,


 el objetivo es una encina para montar la última reunión que ya asoma sus ramas por encima de las fisuras, un nuevo paso y se sale fácil a la repisa de la encina, desde aquí ya podemos dar por concluida la escalada bordeando por la derecha la cumbre, pero en la encina monto un cordino largo y continuo por unas fisuras a la izquierda que parece que llevan a una zona bajo la cumbre, algún paso de adherencia y luego una fisura en un bloque, bajo el bloque la fisura se estrecha y es difícil pasar entre medias, así que lo haremos por fuera IVº+ y buscando un buen agarre de mano se bordea casi por encima para salir a una terraza con un par de bloques derrumbados donde monto la última reunión.
Sólo nos queda caminar pocos metros y una corta trepada con las cuerdas en la espalda para llegar a la cumbre, aunque el sol ya no aparece porque se ha metido tras las nubes la temperatura ronda los 18ºC y se puede estar incluso relajado un momento en la cumbre.


Tras unos momentos de disfrute comenzamos el descenso por el Callejón Soyermo, que está justo al lado del pico, no tardamos en perder altura por el mismo y llegar al famoso destrepe, III+ y sobado, que nos hace pasarlo peor a los que tenemos zapatillas demasiado blandas. Luego el inicio de la vía donde tenemos las mochilas está muy muy cerca y pronto estamos cambiándonos para iniciar el descenso a la gasolinera donde está el coche.
Como otras veces, empezamos bien la semana laboral.