lunes, 24 de agosto de 2015

Guirles-Campos al Pico de la Miel. (Vº/Ae/A1, 100 mts.)

Hacía tiempo que no salía a escalar con Juanjo y nuevamente entre semana nos dimos un toque telefónico para quedar durante una jornada fuera de las aglomeraciones de los fines de semana.

Mi idea era más bien hacer una vía de corte clásico y variada como la Julito pero Juanjo más rodado este año que yo le apetecía hacer la Guirles-Campos por el tema de ir metiendo tramos de escalada artificial en sus actividades. Así que pronto me llevó a su terreno.


Salí de currar a las 15 y con la comida aún en el buche, me dirigí hacia la Cabrera madrileña. Una hora después estaba aparcando en la zona de los colegios donde ya estaba Juanjo preparado.

Partimos caminando por la senda habitual, charlando de nuestras cosas, llevábamos más de dos meses sin quedar ni vernos y había vacaciones por medio. Así que la subida hasta pie de vía nos "cundió" bastante y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos ya en el paño central del Pico de la Miel donde se juntan los itinerarios de las Vías Julito, Rivas-Acuña, Harakiri y Guirles-Campos en escasos 10 metros de pared.

El reparto de largos fue fácil, a Juanjo le interesaba hacer el segundo en artificial, así que yo haría 1 y 4 y él 2 y 3.

LARGO 1º (Vº, 35 metros):

Normalmente el ascenso de este primer largo se efectúa por la Casera Atómica pero vemos que la entrada por la normal de la Guirles está sin humedad y el musgo deja algunos lugares libres, justos para poner los pies así que nos metemos por la entrada original. Es mi primera vez por allí.


Voy ganando altura por la placa fácil hasta llegar a una fisura horizontal, son unos 4 metros sin meter nada, así que no me puedo caer. Por la fisura progreso en travesía a izquierdas hasta llegar a la bavaresa que comparte con la Rivas-Acuña.

A partir de aquí la protección es a placer, puedes meter friends donde quieras e ir ascendiendo en bavaresa por la estética fisura hasta llegar por terreno fácil a la reunión de la vía.


La reunión original la comparte con la Rivas-Acuña, pero nos interesa mejor salir a mitad de la placa por donde pasan la Harakiri y la Casera Atómica, desde allí puedo asegurar mejor el segundo de los largos. Así que tras un paso lateral de equilibrio, asciendo por una fisura ciega de difícil protección pero tumbada hasta un clavo que chapo para dirigirme a la reunión definitiva en mitad de la placa y desde donde ya veo el tramo de artificial del segundo de los largos.


LARGO 2º (IVº, Ae, A1, 18 metros):

Le toca a Juanjo. Sale de la reunión con tendencia a derechas en busca de las primeras chapas y el pequeño desplome, el terreno es fácil y se cruza con la vía Rivas-Acuña hasta un pequeño escalón donde comienza el artificial.


Es una placa con poca inclinación donde hay tres chapas situadas bien cerca, nos vendrá bien para calentar el tramo de Ae y aligerar la utilización de los estribos.
Accede hasta debajo del pequeño techo y allí comienza el paso más raro del tramo de artificial. Hay una chapa en el propio techo y otra en la salida del mismo. Hasta allí bien pero la siguiente está bastante lejana.


Tras un par de intentos, al fin logra estirarse y agarrar un cordino que alguien ha colocado sabiamente de la chapa con los justos 10 centímetros que nos faltan.

Continúa con la operación hasta auparse en el estribo de esa chapa, desde allí coloca un primer seguro flotante en una fisura horizontal y después un segundo más a la derecha.


Así en A1 termina de salir del muro hasta la cercana reunión situada un par de metros más allá en una buena terraza.


LARGO 3º (IVº, 20 metros):

Este largo es el más fácil y le toca de nuevo a Juanjo iniciar la escalada.
A la derecha de la reunión sale una fisura con tendencia a izquierdas. Hay algo de vegetación pero no dificulta el ascenso.


Tras un inicio irregular pronto la fisura se ensancha y se progresa a placer por el interior, de igual manera que se proteje.


No tiene mucha historia este largo que te deposita en una amplia terraza desde donde se elige como terminar la escalada.
Nosotros esta vez vamos a salir por la Vía Raquel como último largo, que me repite Juanjo que es de los bonitos de la cabrera. Le haremos caso.


Largo 4º (Vº, 30 metros):
Variante Raquel de salida.
El siguiente largo y último me toca a mí.


Asciendo un par de metros hasta llegar a una primera chapa, un pasito apretado con cantos pequeños sobre placa me lleva a una serie de nervaduras paralelas que ascienden en leve diagonal hacia la derecha. La formación rocosa es extraña pero tanta fisura te va dejando donde agarrar y donde proteger a pesar de que muchas de ellas son ciegas.


Voy ganando altura con rapidez y llego a una posible bifurcación; de frente puedo ir a una chapa y salir de la calidez de las nervaduras para meterme en una placa, hacia la derecha continúo por la secuencia rocosa. Prefiero tirar hacia la derecha y seguir disfrutando de numerosos pasos de pinza, apoyos de pie pequeño y buena protección para friends pequeños y medianos.

El largo es mantenido y el Vº no lo regalan, es el grado perfecto para el disfrute de esta disciplina.
Salgo de la parte más inclinada y llego a una placa tumbada surcada por una sola fisura, esto llega a su fin y algunos metros más arriba veo los párabolt que me confirman que he llegado a la última de las reuniones.


Con las últimas luces de una tarde de Agosto llegamos al vértice geodésico, son las 21:00 y nos tendremos que dar prisa para llegar abajo con luz.


Una nueva foto de recuerdo y partimos hacia la cruda realidad cotidiana.

sábado, 15 de agosto de 2015

Ameal de Pablo, Travesía integral W-E de todas sus puntas.

Desde el Almanzor ya vislumbramos nuestro próximo objetivo.

El Ameal es un pico tan esbelto que emerge con fuerza, como si una erupción vertical de roca se hubiera quedado petrificada justo antes de saltar por los aires.

Si su avistamiento desde la zona del refugio y desde los Barrerones es brutal, pues desde su flanco suroeste aún más, si bien ya no es tan esbelto toda su pared SW de 200 metros alberga numerosos itinerarios de escalada de grado elevado y aptos sólo para unos pocos.


Tras comer algo en la base del Espolón de los López, nos pusimos en marcha entre pedreras rumbo al Lagunillo del Ameal. Nuestra intención inicial era mantener altura para salir allí, pero las numerosas canales que surcan la ladera desde el Cuchillar de Ballesteros, nos obligaron a tener que subir y bajar en numerosas ocasiones, quizás demasiadas.


El objetivo de dirigirnos hacia el lagunillo no era para otro fin que para subir al Ameal por su filo Oeste y para llegar a alcanzar su punto más alto, el Yunque.
Un terreno de aventura total, sólo reseñado en la Guía Circo de Gredos de Raúl Lora y que por cierto no teníamos encima, por lo cual nos iba a ayudar bien poco.
-¡Bueno, pues a ver que nos encontramos!-


A las 16:30 llegamos al Lagunillo del Ameal, desde allí el pico tiene una vista más afilada y podemos divisar el posible itinerario de ascenso; una placa fisurada como primer largo y una canal profunda como segundo. Pero habrá que ver todo esto sobre la marcha.


ESCALADA.
Convencemos a Juankar para que inicie la escalada, aunque ya viene convencido desde más atrás. Mientras tanto el cielo se ha ido cubriendo de nubes e incluso está comenzando a hacer algo de fresco.

Ascendemos caminando a la base de la placa que ya tenemos cerca y en el lugar exacto, donde el terreno comienza a ser rocoso continuo, paramos para organizarnos las cuerdas y material.

Son casi las 17 h. y tenemos cuatro horas para realizar toda la actividad, bajada al vivac incluida.

LARGO 1: ( IIIº+, 25 metros ):
Comienza Juankar, las placas que parecían ser más verticales desde la lejanía no lo son tanto desde abajo.
Además están totalmente fisuradas, por lo que sin ser un grado elevado lo que se meta para proteger encima queda bien.


Va ganando terreno por las mismas y cada vez le vemos más lejos, Hay un bloque más grande que lo supera por encima y posteriormente realiza una pequeña travesía a izquierdas para progresar por el mejor terreno y perderle de vista.


Ha llegado a una pequeña brecha en el final de las placas y es el lugar idóneo para montar una reunión, bien en bloques o usando seguros flotantes.

Cuando está listo nos recupera en paralelo, Gayu y yo vamos progresando a la par, uno tras otro para así no perder mucho tiempo y llegar a la reunión en unos minutos.


LARGO 2, ( IVº+, 40 metros ):
Desde la brecha observamos la continuación de la vía, hacia arriba, sólo se ve un corto diedro y un paredón incluso extraplomado, quizás el diedro tenga salida por la derecha pero ni lo vemos y lo desconocemos.
Por la parte derecha del filo de la zona de placas, transcurre una profunda canal con algo de vegetación, nos asomamos ante la posibilidad de tirar un rápel y progresar por allí, pero también parece que se corta más arriba en unos bloques que cierran el paso.
-¡Uufff!, ¿qué hacemos?-

En ese punto justo hay unos cordinos que alguien ha dejado para rapelar hacia la vertiente SW, y que probablemente se haya quedado con nuestra misma duda.

Me toca a mí, y voy a subir por el diedro a ver que me encuentro, si tuviera que bajar pues ya veríamos como hacerlo.
Tras empotrar la mano en el interior subo pies y en X me aúpo, observando que más arriba hay una pequeña placa hacia no se donde. Progreso por la misma y observo que tenemos salida.


Se lo comento a los compañeros y continúo la escalada realizando una travesía horizontal de unos 5 metros por la cara SW en busca de una sucesión de canales descompuestas.

Antes de llegar a la canal más amplia y principal, veo un diedro irregular que parte hacia arriba y tiro por ahí.


La roca está descompuesta y voy palpando con cuidado, incluso las fisuras para proteger no son del todo fiables, ya que esta todo muy roto.

A medida que voy ganando metros, el diedro se convierte en una canal más amplia y va apareciendo roca de mejor calidad, además de menos verticalidad.

Continúo una decena de metros más hasta llegar al final de la canal, donde un buen bloque me va a servir para montar la reunión y recuperar a mis compañeros.

Juankar en plena travesía


Estamos los tres en la reunión y vemos que por delante aun queda "tela que cortar". Son ya las 18h. y no hemos llegado precisamente ni siquiera a la primera cumbre del Ameal.

Caminamos unos metros horizontalmente en busca de la continuación de la cresta y vemos unos cordinos como instalación de rápel, parece que el rápel baja a la derecha de nuevo a la canal de la cara SW, no sabemos si se tratan de un escape así que decidimos continuar por el filo.
Lo haremos en ensamble y ahora tira Gayu delante.

Sin saber muy bien si tiene continuación la arista, Gayu se asoma al final de un bloque, parece que se puede continuar pero tiene un destrepe un tanto delicado, a partir de aquí el itinerario va por el filo de una estrecha cresta compuesta por dos colmillos de granito que tenemos que superar.


Para bajar del primer colmillo tenemos que destrepar un pequeño paso aéreo (IIIº+), lo hacemos asegurándolo en estático y con los propios seguros del ensamble que vamos poniendo.


Desde la brecha entre ambos colmillos, se ve una placa para ascender al segundo, tiene una fisura en la parte derecha que nos vendrá fenomenal para proteger y ascender por ahí. Son 4 metros bastante aéreos que finalizan con una placa con líquenes verdosos (IVº).



Tras la corta escalada, se llega a la punta del segundo colmillo que se bordea por el norte, por una estrecha terraza para llegar a una brecha, situada bajo el muro de la primera cumbre y punta del Ameal.


El muro nos corta el paso y tenemos que buscar alternativa.
Por la vertiente norte mediante unas estrechas fisuras horizontales puede haber paso hasta una terraza cómoda. Se trata de un paso aéreo pero vamos a probar, ni tiene buenos pies, ni buenas manos, la roca no tiene vértices y está erosionada por los fríos de inviernos, pero se va dejando hacer y poco a poco Gayu va progresando hasta llegar a la terraza por unos pasos con ambiente (IVº/IVº+).


Cuando estamos los tres en la terraza observamos la Cara norte del Ameal, pero nuestra intención es subir a la primera de las puntas primero, para ello continuamos en ensamble y ascendemos en la vertical por una serie de bloques fáciles, IIIº.


Somos conscientes de que estamos casi arriba y contorneamos por el W la cumbre para salir en corta trepada y entre dos bloques a la parte superior del Ameal, a la cumbre situada más al Oeste y que llamaremos Punta Oeste.


Son ya las 19:00 horas y desde allí arriba el plan no es muy halagüeño, cuando parecía que por arriba sólo era caminar, vemos que aún nos queda bastante para llegar al Yunque.


Además para llegar a la siguiente cumbre, la arista tiene pasos delicados y no sabemos si seremos capaces de superarlos.

Comienzo a rapelar para descender de la Punta Oeste, con la idea de encontrar alguna canal por la que ascender a la siguiente cumbre.
Cuando he perdido altura progreso caminando por algunas terrazas situándome justo en unas plataformas al sur de la cumbre principal.


La búsqueda de una canal para ascender es fallida y no lo veo factible, así que voy a intentar por el mismo filo de la arista llegar a la cumbre.

Los pasos son aéreos pero parece que va habiendo pequeñas repisas para llegar al bloque cimero y tocarlo con las manos, sólo me queda subirme al mismo con un pequeño paso de bloque.


He llegado arriba y desde allí aseguro a mis compañeros que van progresando tras destrepar la cumbre Oeste hacia mi posición. El destrepe además de ser aéreo tiene unos pasos de IIIº curiosos y la posterior trepada te hace sentir que estás vivo mientras vas solucionando con firmeza y tensión los pasos.


Por fin nos juntamos en la cumbre principal, la he apodado así porque el la típica que se hace cuando se sube por la normal como si fuera la más alta. "Pero no lo es y lo sabes", frase de J.I.


Más hacia el Este se encuentra el Yunque, es una piedra con esa forma evidentemente, y que se trata de la mayor altura de todas las puntas del Ameal de Pablo. En mis anteriores incursiones por el circo nunca he subido al propio Yunque y debe estar imantado porque esa fabulosa piedra es la que me ha traído aquí. A pesar de que son las 19:40 ya y la falta de luz se esta haciendo patente, no pienso bajarme de aquí sin intentarlo y hacia allá vamos.

Continuamos hacia el Este dejando atrás la cumbre principal. Tiene también unos pasitos delicados en los que hay que templar los nervios, una zancada y un par de destrepes curiosos.


Llegamos a la base del propio Yunque, por su cara norte no tiene pinta ni lugar por donde meterle mano y tras pasar a la cara sur, observamos su punto débil situado en su extremo este.
Débil por decir algo, ya que se tratan de unos 4 metros verticales sin protección alguna.

Nos subimos a la cercana Punta Este y desde allí valoramos su escalada, esta visión nos pone más aun los pelos de punta, por lo menos vemos que tiene un cordino para rapelar y un clavo, cosa que nos reconforta. Así que como estoy loco por subir lo voy a intentar al menos.

El famoso Yunque
El paso lo veo claro, se trata de subir los pies en equilibrio a una pequeña plataforma a la izquierda y desde ahí con la mano derecha por la arista del bloque, pasarte en adherencia a la cara sur y buscar la mano arriba que te de la salida de pies.
Está visualizado pero ahora hay que darle, y sin pensarlo mucho, tiro hacia arriba sin protección alguna ya que no hay nada y resultando algo más fácil de los esperado tras los 4 movimientos.


Chapo el clavo y monto la reunión en el propio cordino del rápel, más algo que meto yo y aseguro a mis compañeros que suben raudos y veloces.

doble foto por delante y por detrás en el momento justo.

Los tres llegamos al punto más álgido del Ameal de Pablo, no estamos muy cómodos pero sí contentos. No se puede pedir más a la jornada, nos hacemos varios "selfies" por que no hay sitio alguno donde poner la cámara y a las 20:10 iniciamos el descenso final a sabiendas de que posiblemente nos toque sacar los frontales para llegar al vivac.


Rapelamos los 6 metros hacia el Sur y tras cambiarnos las zapatillas por los gatos, comemos cuatro frutos secos e iniciamos el descenso a las fauces del circo.

Para ello, bordeamos de nuevo el Yunque hacia la cara norte, por allí habitan unos hitos que pronto encontramos en dirección más bien este. Éstos nos van llevando mediante canales y terrazas a perder altura rumbo a la Portilla situada entre el Risco Moreno y Ameal de Pablo. Ojo con las piedras sueltas.

No tienen mucha pérdida y los hitos muy bien puestos nos van señalizando bien las viras y los pequeños destrepes que nos depositan ya en las pedreras inferiores.

Una vez en la pedrera pensamos en dos opciones para bajar al refugio, pero nos convence más la de dirigirnos al sur en busca de una profunda canal (la Canal Negra), la cual tenemos su comienzo bastante cerca, alberga algunos destrepes raros de IIIº, pero ya se sabe esto es Gredos, el paraíso de la fisura y el granito.


Dicha canal nos deposita en un gran prado, ya se han terminado los destrepes de 4 apoyos y sólo nos queda caminar un poco más para llegar a nuestra humilde morada.


Dejando atrás a aquel coloso que tanto se resistió pero que al fin en una bella jornada de alpinismo clásico se dejó subir, el AMEAL DE PABLO

Por cierto algo sobre la etimología de este pico:

Super croquis de Gayu

Fotos: Sergio Moyanus, Juankar Fernández y Daniel Pelegrina.