domingo, 24 de marzo de 2013

Despoblados del Alto Gállego; Susín y Bernielle

Tras la buena paliza del sábado el domingo amanecimos en una campa de Biescas, había sonado el despertador hace tiempo pero lo apagamos y disfrutamos del apacible sueño. Serían sobre las 9 de la mañana y el sol reflejaba la chapa de la picaso.
Como un cuento de hadas el azul del cielo y el verde de los prados era más intenso que nunca, no teníamos ganas ni de desayunar en el coche a pesar de llevar desayuno, nos fuimos al mismo bar de la cena y por el camino charlamos con un lugareño que nos explicó amablemente la riada del 96 y posteriormente el lugar donde se encuentran una serie de pueblos abandonados ideal para estirar las piernas después de la pasada jornada.

Valle del Gállego con la cara Sur de la Sierra de la Partacua
Tras el desayuno nos dirigimos al pueblo de Oliván, situado a escasos kilómetros de Biescas y tras cruzarlo por sus estrechas callejas descendimos al margen del Río Oliván, allí y junto al río dejamos el coche aparcado y al sol vaciamos las mochilas para separar el material y ropas del día anterior que aún teníamos en las mochilas húmeda, todo esto en manga corta.
El lugar era ideal y en el cielo ni una nube que nos quitara ni un milímetro de rayo de sol, tras las tareas organizativas partimos con una mochila ligera por la pista hacia arriba en busca de los pueblos abandonados. Pronto cruzamos por un puente el Barranco de Oliván en donde sus aguas bajaban revueltas de las lluvias de días atrás y una barrera donde prohibía el paso a vehículos no autorizados


desde allí nos adentramos por un bonito pinar en donde los pajarillos cantaban y yo disfrutaba de un domingo de paseo como pocas veces. Nuestro primer pueblo abandonado era Susín, de él nos separaban un par de kilómetros y aunque un cartel inicial nos indicara un atroche, preferimos continuar por la pista más tranquila y en una bifurcación de pistas tomar la de la derecha en una curva cerrada que nos llevaba directos a la aldea cruzándonos con algún roble centenario por el camino.

 
El camino se va cerrando y continua por umbría mientras los robles y los matorrales de boj pueblan sus laterales, de pronto se clarea y salimos del bosque ya se ven vallas de piedra, estamos llegando al despoblado de Susín.

 
El paraje alucinante y la naturaleza se entremezcla con las edificaciones humanas de manera muy armoniosa,


Situado a un poco más de 1.000 de altitud llegamos a la Iglesia Santa Eulalia de Susín, desde lejos vemos que se trata de románico por su ábside circular y cuando llegamos y leemos el cartel nos sorprendemos ya que se trata de una iglesia del s.XI románico-mozárabe de Serrablo. Preciosa.


Entramos por las Callejas del pueblo y pronto vemos la casa de Angelines, hasta sólo hace un mes la única habitante de Susín como nos contó el abuelo en Biescas, las callejas tienen misterio, aún cuelgan candelabros con velas por algunas calles y en su casa una prenda se quedó colgada en la cuerda de tender para siempre, curiosamente hace dos años en la salida donde conocí a Juanjo que ahora me acompaña, Juan Guerra me habló de Susín y de su única habitante los últimos 20 años, de Angelines, ¿coincidencias?.

Atravesamos el despoblado y salimos a la era por un arco, desde allí vimos parte de la Sierra de la Partacua, incluso pudimos diferenciar el Peña Telera y la Punta del Capullo que bordeamos ayer.


Antes de irnos de Susín echamos el último vistazo a su iglesia encontrando algunos signos cristianos y otros no tanto en las piedras de su ábside.



Desde el despoblado tomamos el PR.-HU3, que nos llevó a una nueva pista hacia el fondo del valle, perdimos altura hacia otros dos nuevos despoblados; Berbusa y Ainielle.

 
Una pista entre pinos que nos llevó a una senda por umbría, desde la senda ya vimos el pueblo abandonado al otro lado del Río Oliván, se trataba de Berbusa


Descendimos por el húmedo sendero entre matorrales de boj y musgo hasta el propio río, en donde no encontramos paso alguno para el otro margen

 
El río Oliván descendía con buen cauce y lo curioso de todo era que al otro lado del río las marcas del PR. amarillas y blancas continuaban. Nos tuvimos que contentar con sentarnos en la orilla y meter un poco los pies en las gélidas aguas.


Hasta que el hormigueo estomacal nos avisó que ayer habíamos perdido muchas calorías y emprendimos el camino de vuelta un tramo por pista y otro por una bonita senda llena de humedad.

 
Que nos llevó en poco más de media hora al coche nuevamente.
 
Así da gusto pasar un domingo en Pirineos, descanso activo.

sábado, 23 de marzo de 2013

Corredor Maribel al Peña Telera ( MD- 350mts.)

Esta zona tan admirada y cercana del Pirineo nos ofrece infinidad de itinerarios alpinos de diferentes dificultades para todos los públicos. Esta vez elegimos el Corredor Maribel que durante este invierno está ofreciendo caro su ascenso debido a las condiciones de nieve y a la mala meteorología reinante en la zona.
Se trata de un bonito corredor donde su dificultad puede variar dependiendo la temporada, la innivación y la temperatura, habitualmente su dificultad es de D+, pero se puede presentar desde AD+ hasta MD- dependiendo las condiciones reinantes.
En nuestro caso nos enseñó los dientes desde el inicio, debido a la gran cantidad de nieve acumulada en la aproximación (casi 5 horas), en el primer resalte con mucho hielo y vertical, (90º, 5metros WI3+), y en el penúltimo resalte repleto de nieve fresca sin agarre que hubo que limpiar y hacer su paso en artificial (Vº en A2).

MARIBEL AL TELERA MD- 350mts. ( WI3+/III, Vº, A2)

 
 

Tras un invierno de los de antes, la primavera se presentaba de igual manera inestable, una nueva borrasca se adentraba en la península por el Suroeste y nos creaba inseguridad a la hora de elegir un lugar para realizar una buena escalada. El mal tiempo reinante en casi la totalidad de la península nos hizo afinar muy mucho el lugar y nos quedamos finalmente con la Sierra de la Partacua, zona repleta de corredores de "fácil aproximación" y de las más cercanas a casa del Pirineo.
 
Lo de buscar el buen tiempo era algo efímero, ya que el viernes daban lluvias, y el sábado a partir del medio día nieves débiles al igual que el domingo, "era la más guapa entre las feas".
 
Partimos el Viernes de Madrid, Juanjo y yo en mi primogénita picasso con matrícula M de Madrid, en un viaje más para ella a tierras oscenses, tierras que nos recibieron con lluvia como vaticinamos, cenamos en Biescas y nos subimos a Piedrafita de Jaca a dormir, bueno más bien al aparcamiento del Parque faunístico Cuniacha, donde ya había otras furgonetas de apellidos más oeste americanos. Con los asientos quitados dormimos unas cuantas horas contadas con los dedos de una mano y nos levantamos al sonido del móvil a las 5:00 de la madrugada.
 
Nos incorporamos y ya había luz en dos de las furguis, -no íbamos a ser los únicos en intentar algún corredor-, pensamos. Mientras desayunamos dentro y organizábamos todo, a las 5:30 salían los primeros y a las 6:00 los segundos. Nosotros partimos como tercer grupo a las 6:15 de la mañana aún de noche y siguiendo la pista que se adentra en las faldas de la sierra. La nieve poblaba toda la pista desde el mismo aparcamiento y unos pocos centímetros en el inicio se transformaron en más de 20 en las proximidades del Refugio libre de Telera, la progresión era buena ya que había huella abierta de más grupos y fuimos progresando viendo los paredones Norte del Telera.
 
 
Tras pasar el refugio la huella se salía de la pista y continuaba rumbo Suroeste hacia las paredes por el Barranco Cuasta, la huella aquí ya era profunda, tramos de 40 centímetros mientras dejábamos el Ibón de Piedrafita a la izquierda y nos dirigíamos en línea recta rumbo a nuestro destino, un gran cono de deyección situado a la derecha de la pared Norte del Telera, por donde ya comenzaban a aparecer las nubes esperadas.
 
 
Llevábamos una hora y media y estábamos bajo la entrada de la Gran Diagonal del Telera, ya podíamos ver las entradas del Maria Jose Aller y del Maribel, además teníamos por delante las dos cordadas de dos que habían salido antes y que íbamos cogiendo. Pronto supimos el por qué?
 

 Toda la nieve caída de las Paredes se había acumulado en los conos de deyección y la progresión era penosa, tramos por encima de la rodilla que nos hicieron sufrir desde los 1.800 metros a los 2.050 metros en exceso, tardamos en subir esa pala más de una hora al igual que los compañeros que iban por delante y que "olé sus narices que iban abriendo huella".

Bajo la pared que separa los corredores Maria Jose Aller y Maribel paramos, vimos como las otras dos cordadas se dirigían al Maria Jose Aller y nosotros aquí nos teníamos que desviar a la derecha, por un momento se me pasó por la cabeza continuar con ellos, para aprovecharnos de la huella pero no teníamos reseña alguna del corredor, así que comenzó nuestra penitencia particular mientras observábamos que el sol se había instalado en el valle y no así en las cumbres de la Partacua.


Giramos a la derecha de la pared para introducirnos en el corredor de la Y (descenso de la vía) y desde donde un poco más adelante sale el Maribel a la izquierda. La nieve nos llegaba casi a la ingle y para progresar 10 metros tardábamos más de un minuto, nos fuimos turnando en las labores pero el desgaste era matador, poco a poco fuimos girando y viendo la entrada del Maribel, había algunas coladas de pequeños aludes pero la nieve estaba igual de blanda, mismo de lo mismo. Llevábamos más de 4 horas de aproximación y aún tan siquiera habíamos llegado a los 2300 metros donde comienza el corredor.


 Por la cabeza se nos pasó la idea de tirar la toalla y volver hacia abajo, Juanjo hacía una trinchera en lugar de hacer huellas y pensó incluso sacar el piolet para ir quitando nieve desesperado por no poder progresar, y yo no era menos levantando la pierna hasta donde podía para hacer ocho huellas y tener que parar exhausto.
 
 
Cada vez turnábamos menos y cada vez parábamos más mientras el tiempo pasaba, hasta que vino nuestro ángel de la guarda, un grupo de 6 franceses se aproximaban siguiendo nuestras huellas. Los esperamos ansiadamente para que pasaran y colaboraran en las labores. El primero fue Bertrand, un típico francés de Burdeos de pierna fina y larga, no como nosotros españoles percherones más bien, pronto lo apodamos "el quitanieves", imaginaros. Llegó fresco de abajo y se puso el primero a abrir huella dejándonos incluso atrás. La verdad que le debemos en parte la realización del corredor.


En 30 minutos más estábamos entrando por el corredor entre paredones de roca, además ya pudimos coger algo de aire y relevar a Bertrand en cuanto podíamos para que respirara también.


el Arriel y el Pallas sobre la rocosa Peña Foratata
 La introducción en el corredor nos había dado alas, la cantidad de nieve acumulada era menor y ya no pasaba por encima de la rodilla, además ya podíamos ver cerrando el paso del corredor la cascada del primer largo con bastante hielo y bien formada.


Tras los primeros 75 metros de desnivel del corredor con una pendiente de 50º llegamos a los pies de la cascada. Aquí comienza la escalada que consta de 5 a 7 largos dependiendo de su longitud y aseguramiento, nosotros realizamos 7 largos de cuerda.
 
LARGO 1, 50 metros (cascada de hielo a 90º WI3+/III):
 
Descripción: En condiciones óptimas es el largo más duro y la llave de todo el corredor, suele presentar de 6 a 4 metros verticales con pendiente de 70º a 90º y un tramo inicial que a veces se forma de otros 6 metros con 60º. También tiene a su derecha una posibilidad de escaqueo de la cascada por una chimenea un tanto descompuesta pero fácil de asegurar IVº. También leí que con este resalte te puedes hacer una idea como estará el resto de la vía pero en nuestro caso esta teoría fue errónea ya que era lo único que estaba medianamente limpio de nieve fresca y con hielo abundante.
Equipamiento: Antes de entrar en el resalte inicial tiene una instalación con cordinos a la derecha donde se puede poner uno cómodamente el arnés y demás material, posteriormente y tras el primer tramo de hielo bajo la cascada a la derecha tiene otro par de cordinos para asegurar el tramo más vertical de toda la vía.
Material empleado: Dos tornillos de hielo y cordino para la reunión.

Nuestro amigo francés se quedó en la primera reunión de cordinos a la derecha, nosotros vimos un poco el panorama y decidimos seguir ascendiendo un poco hasta llegar al inicio del resalte, allí nos encontramos con un escaso metro de hielo y el resto de nieve profunda por lo que subimos a la siguiente reunión bajo la cascada a la derecha sin apenas tocar hielo. Allí más incómodos tras desenterrar los cordinos de la reunión fuimos sacando el material, cuerdas y aprovechando para comer algo tras la buena paliza inicial de más de 5 horas.
 
Cuando estábamos preparados vimos como Bertrand ascendía como primero de cordada y le cedimos el paso para abrir el tramo de hielo, tras los dos primeros metros metió un tornillo y otros dos más arriba el segundo para preparar la salida.
 

Salida que con la acumulación de hielo en el reborde tiraba un tanto hacia atrás, además la nieve blanda poblaba la zona de salida y había que realizar un raro paso a izquierdas.

 
 Tras Bertrand y con las cuerdas por medio ascendió el segundo de los franceses con otras dos cuerdas en doble usando los mismos seguros que el primero, ésto me rompió los esquemas ya que pensaba que iban a subir por cordadas y mientras montaban respectivas reuniones decidí meterme yo ya que llevaba casi una hora parado, "viva la pepa, todo lleno de cuerdas". Ascendí los primeros metros, el hielo estaba bien además había algunos pequeños huecos donde poder meter la punta del pie izquierdo sobre todo, ascendí los dos siguientes sin muchos problemas, por un momento intenté meter un tornillo pero viendo su seguro a un palmo de donde quería meter el mío, lo aproveché -"ya rendiríamos cuentas luego"- y me dispuse a salir de la cascada, de frente había roca y había que realizar un paso a izquierdas, golpeé varias veces con el piolet y éste no anclaba muy bien la salida estaba tontorrona, así que clavándolos de aquella manera me dispuse a elevar la pierna izquierda a terreno más cómodo, cuando flasshhh!!! me fui. La verdad que una caída muy cómoda y limpia, me había quedado del tornillo de arriba que había soportado perfectamente el peso de algo menos de dos metros, todo había hecho su función a la perfección, sin llegar a bajarme nuevamente ascendí hasta el paso, miré el tornillo por si había sufrido algo o se movía y estaba impoluto, así que lo intenté de nuevo, está vez no realicé el paso hasta que no encontré alojamiento mega seguro para el piolet izquierdo y así salir del tramo vertical y más delicado.
Tras la cascada unos tres metros más de hielo y una amplia pala de nieve a 45º, ascendí los 40 metros de cuerda estaban los dos franceses a ambos lados por lo que tenían ocupadas las zonas de reunión, así que continué ascendiendo para 10 metros más arriba a la izquierda meter un puente de roca en una laja horizontal algo alta.
 
Tras mi ascenso, vino una chica francesa que jadeo de lo lindo en su escalada a parte de tardar una eternidad, después el otro segundo de cordada francés que según Juanjo tuvo que desistir colgado a 3 metros cediéndole el paso a Juanjo, que en pocos segundos salió de la reunión y realizó la escalada limpiamente y me imagino que rodeado de cuerdas por todos lados, llegando a la reunión en poco tiempo y preparado para abrir el segundo de los largos y así no estorbarnos mucho entre las cordadas.
 
LARGO 2, 45 metros (resalte 3 mts. IVº):
 
Descripción: Se trata de un resalte a mitad del largo con palas fáciles antes y después. El corredor se estrecha y un bloque cierra el paso formando un muro de tres metros, la salida normal es a la izquierda y se trata de un diedro helado de unos 3 metros con agarres mixtos y una fisura alta ideal para proteger con fisureros medianos.
Equipamiento: Justo en la base del diedro hay un clavo rojo a la izquierda a la altura de la cabeza.
Material empleado: Un clavo, un friend mediano y friends medianos para la reunión.
 
Tras cambiarnos el material salió rápido Juanjo, ascendió por la pala de 50º de inclinación y le perdí de vista.
 

Llegó al muro y vio el diedro helado, estaba repleto de nieve fresca, por lo que estuvo limpiándolo un poco, metió un clavo a la izquierda del paso para asegurarse el primer aupe y pronto se vio una clara fisura de unos tres dedos vertical especial para friend, allí se aseguró la salida y ya estaba fuera, después ascendió por una pala de unos 50º en busca de la reunión que según los croquis estaba en el espolón que separa las vías Maribel y la directa a la arista (otro corredor que sale a izquierdas), como no encontró la reunión continuó por el principal a derechas y 8 metros más arriba montó reunión con friends en un buen aseguramiento. Nuevamente nos entrelazamos con los franceses y tras pasar los dos primeros de sus cordadas me tocaba a mí ascender el diedro, repleto de cuerdas y llegando a la reunión también en poco tiempo y dispuesto a continuar para ya no cruzarnos más con los compañeros franceses.
 
tres cordadas a la vez en el segundo resalte
Aunque esto no iba a suceder porque nos comentaron que debido a la lentitud de su cordada no disponían de tiempo para completar la vía e iban a montar un rápel para descender. 
 
LARGO 3, 40 metros ( resaltes 2 metros IVº):
 
Descripción: Este largo es uno de los más mantenidos y disfrutones, no presenta ningún resalte superior a un par de metros y lo componen tres resaltes separados regularmente entre sí en unos 6 metros. El primero de ellos es el de mayor dificultad ya que son casi dos metros sin pies posibles pero si el hielo es bueno por encima se sale bien, luego viene uno muy corto en hielo de 60º y el último que se hace por la izquierda pegado a la pared en un estrechamiento mantenido a 65º de unos 4 metros. Tras los resaltes se asciende una decena de metros a la pared contraria para montar reunión a la derecha en la base del siguiente resalte.
Equipamiento: Los resaltes están limpios de material y sólo en la reunión hay un cordino blanco anudado a un clavo.
Material empleado: Friends medianos, fisurero y clavos en la reunión.
 
Tras separarnos de los franceses tiré hacia arriba para abrir el siguiente largo, desde abajo no se veía muy difícil y abrí huella unos 10 - 15 metros hasta llegar al primer resalte desde donde no podía ver a Juanjo, limpié un poco de nieve la base del resalte y vi una fisura estupenda, friend al canto y a buscar un poco de hielo que me permitiera traccionar para superar el paso, costó porque este escaseaba pero cuando clavé bien los piolet un apretón y salí por encima.
 
en pleno resalte
Continúe unos cuantos metros por nieve blanda y llegué al segundo resalte, este era de un metro de longitud y había algo más de hielo, sin muchos problemas continué hasta el siguiente que ya podía ver desde abajo. Por la derecha tenía una zona más empinada y sucia, así que me tiré a la pared de la izquierda donde afloraba bien el hielo y un estrecho diedro de varios metros me permitió superar el último problema del largo asegurando con un friend en la pared. Tras el diedro unos cuantos metros más de hielo a 60º terminaban de dificultar la tercera tirada para salir nuevamente a nieve blanda y recorrer otra decena de metros hasta un nuevo resalte, pero antes del resalte un cordino blanco a la derecha me hacía indicar que allí estaba la reunión de este largo. Así que con el cordino clavos y friend monté la reunión para asegurar a Juanjo.
 
No tardó en aparecer por los resaltes entre copos de nieve y niebla que nos comenzaban a acompañar en el corredor.
 
 
 
 
No íbamos muy bien de tiempo pero estábamos disfrutando tan sólo nos quedaban dos largos y pensamos que con la misma dificultad que estos últimos. -"error"- no sabíamos lo que nos esperaba.
 
LARGO 4, 20 metros ( resalte 3 metros IVº):
 
Descripción: Realmente es medio largo debido al problema que nos encontramos en el resalte del bloque empotrado, pero normalmente con la nieve en condiciones se realiza uno entero de 40 metros en donde superas los dos resaltes próximos. La dificultad de este mini-largo se trataba de superar un resalte vertical situado en la parte izquierda del corredor junto a la reunión de unos tres metros. Posteriormente se encuentra el segundo resalte con el bloque empotrado y más difícil que nos encontramos que describimos en el quinto largo.
Equipamiento: el cordino de la reunión se utiliza para asegurar de inicio y al final de los 20 metros bajo el bloque empotrado hay dos clavos.
Material empleado: nada hasta la reunión.
 
Nuevamente nos cambiamos el material y salió Juanjo, buscó la parte más débil del corredor para superar el resalte, estaba todo tupido de nieve y no se veía nada ni para proteger ni para progresar, clavó piolets altos y se quedaron bien en el hielo bajo la nieve, así que tiró de brazos y los pies los subió donde pudo, tras el resalte inicial de unos tres metros, perdía inclinación y progresó hasta desaparecer de mi vista por el estrecho corredor.
 

las siguientes palabras no fueron muy halagüeñas, me dijo que estaba chunga la cosa y que iba a quitar nieve, desde la reunión esperando veía bajar nieve corredor abajo, trozos más grandes, más pequeños, trataba de mirar hacia abajo ya que saltaban trozos de hielo y piedras. Y tras un buen rato me dijo que habíamos topado con un problema y que había mucha nieve. Le propuse subir hasta su posición y montó reunión para recuperarme, llegando al bloque empotrado y viendo el panorama.
 
LARGO 5, 15 metros ( Vº, A2 ):
 
Descripción: Es la segunda parte del largo 4 habitual y que debido a la mala nieve tuvimos que improvisar. Se trata de un resalte en donde el corredor se estrecha hasta tener metro y medio de ancho lo cierra un bloque empotrado por arriba que se supera normalmente por el hielo de la izquierda o cuando la nieve esta muy acumulada por encima sin tan siquiera ver la cueva que hay bajo el bloque empotrado.
Equipamiento: Tiene dos clavos en la pared de la izquierda del resalte que en nuestro caso con las condiciones de nieve teníamos a desmano.
Material empleado: friends, microfriends, tornillo de hielo, cintas planas de estribos, clavos y fisureros para la reunión.
 
Tras ver el bloque empotrado y la cueva me aseguró Juanjo para probar, ya había limpiado una parte de nieve y metido un fisurero para llegar a la cueva situada un par de metros encima de la reunión y bajo el bloque empotrado. Subí a la propia cueva y estuve terminando de limpiar la parte derecha de la misma y tirando nieve hacia abajo, trozos de nieve en la que estaba subido también se desmoronaban y metí otro fisurero más alto para poder llegar más arriba asegurado de cerca. Pronto vi que por la parte derecha no había nada que hacer, una pared bastante plana imposibilitaba la salida y me centré en la de la izquierda, igualmente estuve limpiando esta parte y comenzó a nevar bruscamente tanto que sobre el resalte comenzó a caer una cascada de nieve que duró segundos y minutos mientras Juanjo se cubría por completo de nieve y la cuerda se enterraba sobre el manto blanco.
Durante dos minutos no cesó de caer nieve sobre Juanjo y la reunión, y yo metido en la cueva como la Virgen de Covadonga viendo el panorama. Por momentos Juanjo se puso algo nervioso previendo que pudiera caer algo más de cantidad y me comentó la idea de rapelar y salir del lugar, pero pensé que quizás nos iba a suponer más trabajo salir por abajo que por arriba ya que realmente nos quedaba un largo y el presente. La verdad que eran ya las 16:00 horas y la noche nos iba a engullir sí o sí, ahora bien nuestra habilidad iba a decidir donde.
 
La nieve dejó de caer y me dispuse a quitar toda la nieve de la pared de la izquierda, descubriendo que por allí había arañazos de crampones, ya sabíamos donde estaba la salida pero intenté clavar los piolets varias veces y no había hielo para asegurar una salida digna, así que lo intentamos en artificial; metí el friend del 2 a la izquierda y de este colgué un cordino de 40ctms a donde me subí, estaba a la altura del bloque empotrado pero no tenía pies para salir por encima, así que probé meter un tornillo de hielo por encima del bloque empotrado, éste entró 5 centímetros hasta topar con roca y lo estrangulé con un cordino para poder meter el pie que me faltaba, no era un seguro muy fiable pero llevaba ya subido en la cueva más de 30 minutos y estaba empezando a cansarme, así que decidí probar, a pesar de todo tenía la cueva poblada de friends por lo que no iba a ir muy lejos.
 
Un apretón y ¡uahhh! por encima del bloque, -"bien"- y continué por nieve blanda mientras Juanjo me decía que no me fuera muy lejos por lo de asegurar de cerca el paso, así que 10 metros más arriba monté reunión a la izquierda con un fisurero y dos clavos. 

 No tardó nada Juanjo en aparecer por encima del bloque, tras desmontar toda la instalación de la cueva dándoselo en libre y llegando pronto a la propia reunión.
 

LARGO 6, 40 metros (resalte 3 metros IV+):

Descripción: En este largo está el último resalte a mitad del mismo, se puede hacer bien por la izquierda o por la derecha, por la izquierda está más descarnado y la pendiente es más mantenida, por la derecha más protegible ya que te introduces en un estrechamiento en forma de chimenea de unos 2 metros y medio verticales que tienes que superar.
Equipamiento: En el resalte en la pared derecha hay un clavo muy bien puesto.
Material empleado: friends

Por la muesca del corredor ya podíamos ver otro tono de blanco, era el color del cielo con niebla, intuíamos la salida y ésto nos motivo para realizar el último largo a pesar de ser ya casi las 17:00 horas. Salió Juanjo hacia arriba en busca del último resalte y pronto llegó a él.

 
Lo protegió desde la izquierda antes de meterse en la estrechez del paso y después en el clavo de la derecha, ahora todo iba a ser encontrar un buen agarre de piolets por encima del mismo, no le costó mucho ir avanzando más bien llevado por la inercia de la inminente salida que por las fuerzas que nos quedaran.
 
 
y se perdió entre la niebla, desapareciendo de mi vista. Tras unos minutos escuché el "reunión" y desmonte la mía mientras Juanjo pasaba la cuerda por el seguro y recuperaba la cuerda sobrante. Comencé a subir por la pala y en breve me situé en el paso, vi que era un poco más alto que los anteriores con la ventaja de que ésta vez tenías paredes para poner los pies, el hielo en la salida tampoco estaba del todo mal y desde la visión de un 2º de cordada hice el paso bastante bien.

Habíamos superado el último escollo del corredor, pude ver a mi compañero en la reunión a la derecha y más arriba la salida del mismo con unas pequeñas cornisas, hasta allí 45º de pendiente.


LARGO 7, 50 metros ( 45º ):
Descripción: Se trata de una simple pala de nieve a 45º de pendiente, dependiendo de la cornisa saliente y el estado de la nieve conviene ir encordado o no.
Equipamiento: nada
Material empleado: friend y fisurero.
 
Tras llegar a la altura de mi compañero, ni siquiera fui a la reunión a mitad del corredor me cambió el aseguramiento y tiré hacia arriba con el material que tenía colgado con la idea de ir ascendiendo, me pareció bien ya que esta última pala estaba bastante cargada de nieve, podía haber alguna placa de viento y las cornisas estaban cercanas, así que continuamos un nuevo largo más dinámico.
Un friend por el camino y un fisurero antes de llegar a la salida a la derecha en una fisura de libro fueron los aseguramientos antes de llegar a la salida del corredor que no presentaba mayores dificultades.
Pero sí un viento leve de Sur un tanto molesto, aseguré a "la española" a mi compañero y llegó a mi altura en poco tiempo, por fin habíamos salido del corredor Maribel que tanta guerra nos había dado.

 
Una sensación de seguridad me invadió el cuerpo, quedaba el descenso pero el GPS nos iba a llevar hasta el rápel de bajada y la aproximación con nieve blanda y la huella abierta nos iba a facilitar las cosas a pesar de que eran casi las 18:00 de la tarde y la noche la teníamos asegurada.
Usamos la cabeza y estuvimos bebiendo y comiendo lo que no habíamos hecho durante la escalada a pesar de la nevada, la niebla y el viento.
 
 
-"La montaña me encanta, te hace sentir vivo, te transporta a otra dimensión durante unas horas, en esos momentos no importan los problemas, sólo estás tu y ella, que es la que pone las reglas del juego. En ocasiones estás arriba rozando el éxito y en otras te hace tocar suelo, esa línea que delimita una cosa y otra es tan fina y efímera que nos hace sentir los verdaderos matices de la vida"-
 
Estando de rodillas sobre la cuerda nos disponíamos a iniciar el descenso, pero antes quise cambiar las pilas del GPS que se habían terminado en el corredor, había que tener cuidado que no entrara nieve y con los guantes pues ya se sabe, abrí la tapa y quité las pilas gastadas, cuando la tarjeta de memoria saltó de la ranura y cayó entre la madeja de cuerda, mientras la tarjeta caía vi caer las posibilidades de encontrar el tubo de la Y, y volví a cruzar esa delgada línea hacia el lado de la inseguridad. Con la teoría de la aguja y el pajar en la cabeza, no moví ni un ápice del cuerpo, ni cuerda y estuve hurgando entre ella minuciosamente para por fin encontrar la pequeña microsd, ¡que alivio!.
 
Partimos hacia el Oeste manteniendo altura, nos separaban del corredor de la Y unos 300 metros lineales, la pendiente Sur era más tendida pero a pesar de ello la nieve estaba bastante más dura, habiendo incluso hielo en algunos lugares. Bordeamos la cima del Capullo y perdimos altura en algún momento para evitar unos cortados hasta encontrar unas huellas recientes, pronto pensé que se trataban de los compañeros del Maria Jose Aller o de alguno más que había ascendido por el de la Y, pero no tardamos mucho en llegar al collado donde sale el tubo de la Y y ver a los vascos del María Jose Aller rapelando, nos saludamos y desde la otra instalación de rapel equipada con parabolt iniciamos las maniobras de descenso por la cuerda.
 

Con un primer rápel de 50 metros en doble llegamos a la cueva, donde aún estaban los vascos (Guipuzcoanos y de Osasuna para más señas) que se disponían a abandonarla para el segundo rápel y nosotros les seguimos montando la segunda instalación en dos nuevos parabolt con argolla.


Aprovechamos los 60 metros de cuerda en doble para bajar lo máximo posible del corredor, y por rampas de 40º con nieve blanda fuimos descendiendo con rapidez viendo como la luz iba menguando durante todo el corredor de la Y.

 
Descendimos hasta los 2.300 metros la bifurcación hacia el corredor Maribel, ya habíamos pasado por allí esta mañana y aunque la huella nos llegara igualmente por encima de la rodilla, de bajada era otra cosa, perdimos más altura hasta la bifurcación del Aller y del Maribel y junto a los vascos charlando recogimos todo el material y nos quitamos los crampones, además aprovechamos para sacar los frontales que nos iban a hacer falta inminentemente ya que ya eran las 19:30 horas.
 
Ellos partieron antes y nosotros aprovechamos para comernos "una pulguita" hecha dos días antes en ciudad y que en estos momentos nos supo como la mejor tapa, bebimos agua y emprendimos las casi dos horas de bajada hasta el coche.
 
En estas horas y con este nivel de cansancio, sólo estás la luz de tu frontal y tu, la cabeza gacha, la mente comienza a dar vueltas, comienzas a sentir las partes del cuerpo doloridas, piensas que hacemos aquí, pero intentas no pensar mucho en estas cosas y sin embargo te acuerdas de las tostas de queso y anchoas de Biescas, los cocidos maragatos de León y te auto mentalizas viendo jarras de cervezas con limón fresquitas.
 
Hablas forzadamente con el compañero más por salir de tu letargo y olvidarte del esfuerzo que por entablar una conversación y vas repasando de memoria los lugares por los que debieras pasar, ahora esta loma, este pino, la valla, el refugio libre, la pista, te das cuenta que la mente lo es todo y miras cada 30 segundos el reloj para ver la hora.
 
Por fin la pista principal va perdiendo tomo de nieve, ya ves incluso algunas zonas de tierra, la barrera, el asfalto, el coche está al llegar y por fin te alegras de ver la picasso de nuevo.
El guipuzcoano nos viene a recibir y nos pregunta:
-"¿estais cansados?"
yo -"hombre después de 15 horas y pico......como vosotros imagino...."-
-"por que me bebí ayer las tres cervezas que me quedaban que si no os invito"
yo -"risas"
-"bueno chicos aupa Rayo"
yo -"gora Osasuna". 
 
Recientemente vi en TVE la película: Pura vida "the ridge", ansiosamente la quise ver hace unos meses en el matadero de Legazpi pero los horarios no cuadraron, ahora por fin disfruté de ella, aunque se trata de la muerte de Iñaqui Ochoa de Olza la película se basa en los lazos de amistad y el compañerismo al límite que puede surgir en una montaña., cosas que pude apreciar y palpar con los dedos en las faldas y paredes del Peña Telera y que aún perviven en montañas de menos entidad.
 
y me quedo con unas palabras de Horia Colibasanu en el audio:
 
"si no tuviera la montaña no encontraría la vida tan interesante"
 


 

domingo, 17 de marzo de 2013

"homenaje a una mochila"

¿Quién me lo iba a decir?
Sí, quién me iba a decir a mí hace 10 años cuando te vi por primera vez que juntos haríamos tantas cosas.
Apareciste en mi vida en el lugar de trabajo, curioso detalle, te bajaste de un camión junto a tu hermana mayor de 15 kilos más y caíste en las manos equivocadas. Manos que no tardaron en aprovecharse de ti, intercambiándote por un puñado de recién estrenados euros.
Mis primeras sensaciones al verte no fueron muy buenas, me atraían más tus amigas más famosas, de más nombre, ya sabes los 21 años son muy de aparentar, pero la cantidad de euros fue tan baja y mis ganas por descubrir tan grandes que no te podía dejar en manos equivocadas.
La verdad es que aunque no fueras famosa, tus echuras eran tremendas, tus calidades excelentes y pronto fui descubriendo que juntos podíamos hacer grandes cosas.
En España no eras muy conocida pero se dedicaron a comercializarte y pronto fuiste un buen negocio haciendo emigrar a miles de ejemplares germánicas a la península, ahora me dí cuenta que aunque no eras famosa, tenía la mejor y pronto ibas a llegar a la élite.

Pasaron los años y llegaron techos de España juntos, primeros tresmiles, grandes trekkings pegados como uña y carne, tanto que incluso mi sudor era el tuyo.

Unos años después decidimos ir juntos de la mano a conocer territorios extranjeros, si a veces usaba tu hermana mayor para labores más duras y pesadas, pero cuando te cogía sabíamos los dos que ese día era especial, que era el clave y que no podíamos fallar, cuando las temperaturas y alturas eran extremas sufríamos de lo lindo, yo con gore y tu con raincover, la verdad que nunca hemos sido muy conjuntados yo de rojo y tu de azul, pero al final la alegría era compartida.

Llegaron años buenos; compartimos Alpes, Caúcaso y Andes, y tras unos cuantos años de invernales ibéricas vi como mis buenos momentos eran malos tuyos, ya sufrías más de la cuenta, partías piezas, rompías costuras y e ibas perdiendo progresivamente el color de tu tez. Ésto a mi no me importó y a pesar de que me dijeran decenas de veces que te cambiara por otra más joven, nos íbamos de vacaciones juntos, facturábamos y siempre hasta el último momento te mantenías en forma cumpliendo tus pesos y medidas, aunque eso sí a veces sufría miradas extrañas por tu avanzada edad.

Hemos sufrido accidentes juntos, a veces yo te he salvado a ti, otras tu a mí y siempre hemos sabido recuperarnos con el tiempo. Me pareciste desde el primer día tan noble que no te puse nada decorativo nunca, ni un triste parche para ti, a pesar de que ni tan siquiera se viera ya tu nombre ni apellidos.

Pero ya he tenido que curarte muchas veces con repuestos, llega a un punto que las jóvenes más modernas te sobrepasan y tienes que ceder, he intentado aguantar un año más contigo pero 10 años me parecen muchos y quería que tuvieras un final feliz y que tu fuerza se repartiera por todos lados, así que te he cedido a uno de los artesanos más geniales de Madrid, me dijo que contigo tendrá para más reparaciones e incluso partes tuyas las he empleado en arreglar piezas mías.

Así que compañera, siempre estarás conmigo

PD: Ya tengo otra más joven, más colorida y más polivalente, pero escucha "nunca llegará a ser mi vieja deuter".


el día de tu estreno allá por el 2002


sábado, 9 de marzo de 2013

Corredor de la Aguja al Peña Ubiña (400mts. AD+ III/3)

Para este fin de semana tocaba salida con el club de montaña, nos dirigíamos 13 personas hacia la Cordillera Cantábrica, era una actividad planeada para Febrero pero el mal tiempo en tierras leonesas nos había llevado a post ponerla entonces y retomarla para este mes de Marzo.
A pesar de la corrección de fechas el tiempo tampoco era muy bueno para este nuevo periodo, ya que daban 50 Km/h de viento y cota de nieve a partir de 1.500 metros, aunque la posibilidad de que ésta cayera era menor que la vez anterior y por lo meno ésta nos iba a dejar llegar al pueblo de San Emiliano.
San Emiliano de Babia se trata de la mayor población de esta comarca leonesa olvidada para muchos y que te hace desconectar como ya lo hacían los Reyes leoneses en la Edad Media, de ahí viene el dicho "estar en Babia": (Durante la Edad Media, abundaba la caza en ese lugar y los reyes de León lo eligieron como punto de reposo, particularmente para alejarse de los problemas de la corte, complicada con las intrigas palaciegas de los nobles, estas ausencias del rey motivaban a menudo la inquietud de los súbditos a quienes, cuando preguntaban por él, se les respondía evasívamente que el rey estaba en Babia).
Nos alojamos en la Casona de Babia, ni casa rural, ni casona, ni albergue, hotel con todas las letras, lo mejor del valle a un precio asequible, mención aparte la comida y que había visto pasar hacía tan sólo una semana atrás a Jesús Calleja y su equipo dejándolo así patente en el libro de visitas. (www.casonadebabia.com).
Con todo el grupo hospedado en la casona en la cena del Viernes determinamos el plan, 7 por el Corredor de la Aguja y 6 por la normal del corredor-arista Sur, el cielo estrellado y una temperatura buena para hacer montaña.

El sábado arrancó..., tras los despertadores una mirada por la ventana al cielo esta vez cubierto, bajamos todos a desayunar y el animado grupo fue haciendo la mochila para partir con los coches los escasos tres kilómetros que separan San Emiliano de Torrebarrio, mientras el cielo nos avisaba dejando caer las primeras gotas del día y las montañas cubiertas totalmente a partir de los 1600 metros.

En Torrebarrio nos cambiamos en una pequeña placita y partimos bajo los gores y ponchos rumbo a la montaña por una pista encajonada entre vallas de piedra y con restos orgánicos de las vacas que formaban un buen barrizal, mezclado con la nieve residual de las brutales nevadas de hace unas semanas. Fuimos dejando a la derecha el alto donde se sitúa la ermita de Torrebarrio (lugar propicio para la estancia veraniega) y nos dirigimos en línea recta hacia la base de la Arista Oeste de la gran peña.


Cuanto salimos de los campos de labor el camino mejoró y nos dirigimos hacia la Collada de Llandanay observando como sobre Peña Ubiña se estaba montando una buena formación nubosa que la cubría por completo.

 
Tras casi una hora de marcha a 1.550 metros de altura donde la precipitación era ya en forma de nieve los dos grupos se separaron, una parte se dirigió hacia el Sureste en busca del Collado del Ronzón y nosotros hacia el Noreste rumbo a los Llanos del Fontán.
 

Había comenzado a nevar copiosamente e incluso las paredes que dan al Oeste ya se estaban tiñendo del color blanco al igual que el suelo. Continuamos por la pista, que en algunos tramos se escondía bajo la nieve hasta llegar a la altura de una faja rocosa donde ya el manto blanco era continuo, aquí la pendiente rondaba los 35º y optamos por continuar sin los crampones hasta una loma formada por depósitos rocosos donde pegaba el viento de lo lindo, aquí comenzamos a ver lo que nos esperaba para el resto de la jornada y además nuestro compañero Yayo se encontró indispuesto y con ganas de vomitar teniendo que volver hacia abajo por sus mismos pasos.

 
Nos pusimos encima el material duro y nos adentramos en la niebla, siguiendo dicha loma rumbo a la peculiar aguja que indica la entrada al corredor del mismo nombre, antes de llegar a la aguja, aún nos toco meternos hasta la rodilla en nieve blanda durante varios tramos. 
 

Ya bajo la aguja sacamos los dos piolets técnicos y iniciamos el corredor sobre la cota 1.950, -"había empezado el juego"-. Dejamos la aguja a la derecha y nos fuimos adentrando por rampas de 35º-40º como si de un embudo se tratara en un corredor que al inicio no veíamos con la niebla pero que una vez que nos acercábamos se iba encajonando.


"Las puertas de mordor se abrían ante nosotros", dos grandes paredes a ambos lados nos invitaban a entrar y admirar un bonito corredor, que sin estar muy empinado aún nos hacía disfrutar de esos 40º iniciales.

 
Tramos de nieve blanda se alternaban con tramos más duros y el primer tramo del corredor se hizo bonito, disfrutón y bastante ameno.
 
 
Tras los primeros 200 metros de desnivel el corredor se encajonó más y más, hasta que vimos que estábamos llegando al estrechamiento definitivo, lugar donde se ubica la mayor dificultad de la escalada: "el embudo helado".

 
Alberto fue primero y llegó al primer resalte justo en el encajonamiento, había hielo así que reculamos un poco y vimos a la izquierda la primera reunión equipada con un clavos y cordinos donde nos aseguramos para sacar las cuerdas y el todo el material para abrir.
 

LARGO 1, (30 mts. 75º):
Tiré yo hacia arriba, un primer resalte con hielo de poco más de un metro me introdujo en un pasillo estrecho de inclinación moderada 55º con nieve, allí metí un fisurero en la pared izquierda donde pude ya que la roca estaba tapizada de "verglace" y giré a la derecha 90º siguiendo el tubo.


un diedro helado completamente ascendía más de 10 metros hacia arriba, la visión era terrorífica pero a la vez preciosa, éste continuaba ascendiendo en línea recta por una zona mixta bastante técnica, pero tenía la sensación de que la vía salía a izquierdas antes, ya que la parte superior me parecía muy complicada.

 
Me arrimé lo que pude a las paredes del "guas" y metí un tornillo alto para progresar, entro de lujo y continué por el tramo más vertical de la escalada donde coje la pared helada 75º facilmente. Tres, cuatro metros más verticales y ya vi el escape a izquierdas, además de la reunión justo en la la pared de en frente. Ascendí algún metro más por nieve algo inestable hasta llegar a la reunión, por momentos pensé en meter una express y continuar pero vi que había montado algo más para la travesía y ésta tampoco tenía pinta de ser nada fácil así que me aseguré a los tres clavos un tanto oxidados con cordinos y monté reu para los compañeros.


Las caídas de nieve fresca en forma de cascada procedente de arriba eran constantes y nos embadurnaban de nieve a menudo.


Subieron Alberto y Jacobo y cuando ascendía el cuarto que era Carlos por la otra cuerda, me aseguraron para continuar el segundo largo de la travesía.
 
segunda reunión
 
LARGO 2, (40mts 45º):
Este largo realmente la dificultad se reduce a los primeros 3-4 metros de la travesía el resto es ascender por un amplio corredor de nieve en busca donde instalar la reunión.
Ayudados por el semiequipamiento de la vía, salí por la izquierda de la reunión, ascendí un par de metros por el diedro terrorífico hasta meter una express en un cordino alargado que hay abandonado y que te quita el miedo en la travesía, desde allí una zona de roca descompuesta, en nuestro caso cubierta de hielo y nieve blanda, donde ni los piolets te dan seguridad, ni las manos te valen para nada, la clave es colocar bien los pies e ir avanzando poco a poco a izquierdas.
 
 
Justo en el momento de la mitad de la travesía y donde parece que un bloque a la altura de la cara te va a tirar hacia fuera, vi el clavo mejor puesto de la historia, es difícil de ver, pero está en un lugar donde vas buscando algo para meter. Este clavo ya te da la suficiente seguridad como para terminar los últimos metros y salir al amplio corredor de nieve blanda.
 
 
En el corredor conviene meter algo pronto a derechas, para que el último que recoja el material no haga mucho péndulo si sufre una caída en la travesía y desde allí ya el objetivo es buscar algún lugar bueno para montar reunión, yo me fui unos 30 metros a la izquierda, algo lejos pero el único lugar donde vi algo decente, para meter tres clavos, que en esta escalada caliza son casi lo más útil, antes que friend y fisureros.
 
aéreo emplazamiento de segunda reunión
 
 Poco a poco fui asegurando a los dos compañeros de mi cuerda, que a su vez aseguraban el primero de la otra cordada, utilizando los mismos seguros ambas cordadas.

 
Cuando la reunión ya estaba poblada nos soltábamos y continuábamos sin encordar, ya que el corredor no sobrepasaba los 45º de inclinación y así el primero iniciaba las tareas de apertura de huella, ya que no cejaba de nevar y la acumulación estaba siendo grande.

 
Tiraron hacia arriba Alberto y Jacobo abriendo huella, hasta que se pararon, habían llegado al último resalte de la jornada, este dependiendo de las condiciones de innivación puede ser más o menos dificultoso, en este caso tenía un par de metros en hielo que aseguramos montando una nueva reunión ya equipada y situada unos 5 metros antes de llegar a la izquierda un tanto alta en un bloque.

 
LARGO 3, (25metros, 60º):
Esta vez nuevamente manos a la obra, tras unos 5 metros por nieve muy blanda que nos llegaba por encima de la rodilla, llegamos al hielo, este difícil de proteger por su poca capa, me permitió meter medio tornillo que lacé y así superar los primeros dos metros de hielo para salir a un corto tramo de nieve blanda, donde más cómodo me dejó meter un cordinillo en un puente de roca a la derecha para salir de otro corto resalte a una campa de nieve bastante más ancha que todo lo anterior.


Tras salir se ve claramente una roca sobresalir en la vertical unos 8 metros por encima de la salida del tramo de hielo, allí con un buen cordino la lacé y formé la última reunión, más rápida y segura de todas. Ésta vez y como el resalte no suponía mucho problema decidimos ascender todos en una misma cuerda y separados en 4 o 5 metros y así evitar el perder mucho tiempo, ya que habíamos estado escalando casi 6 horas y la noche se nos echaba encima.
 
Nos quedaban tan sólo unos 30 metros de desnivel para salir a un collado donde Alberto que subió primero nos avisó que por fin había un tramo llano en donde poder comer y descansar un poco, el viento pegaba fuerte de Suroeste y teníamos que recorrer un largo tramo de arista hasta la cumbre, sabíamos que las condiciones iban a ser duras pero lo íbamos a intentar.
 
Salimos del collado y el viento era muy fuerte, venía cargado de nieve que incluso te hacía daño en la cara, por lo que poco a poco y con paciencia, fuimos progresando por las cercanías de la arista, ya que ni la visibilidad era buena y las gafas estaban cubiertas de hielo, que nos imposibilitaban ver muy bien.


Como en estos casos es habitual el GPS es el que manda y fuimos siguiendo sus pasos por el filo de la arista hasta llegar a la salida de la vía Elixir de la suerte y la Canal Suroeste, allí pensamos por unos momentos el qué hacer?. Teníamos dos compañeros que iban un poco más cansados y se quedaban atrás, nos quedaban dos horas de luz y el fuerte viento nos imposibilitaba disfrutar por un momento de nada, así que iniciamos el descenso por el canalón Suroeste en lugar de ir a cumbre 200 metros lineales mas allá. El viento huracanado subía por el canalón imposibilitando descender de cara a él, la nieve venteada nos hacía daño y tuvimos que bajar los más de 300 metros de canal de cara a la pendiente y con la nieve por encima de las rodillas acumulada.
Sólo en el tramo final el viento era más leve y nos permitió descender como es debido,


para poder llegar a la entrada de la canal perdidos de nieve, cansados y con el tiempo justo para poder llegar a Torrebarrio.


Nos quitamos el material arneses y comimos algo antes de reanudar el descenso hacia la población leonesa, pronto nos cruzamos con la huella de nuestros compañeros que habían subido por la normal y que hicieron cumbre, ¡ole sus narices también! y ya más relajados fuimos perdiendo altura por las palas de nieve con la vista puesta en Torrebarrio.

 
 El descenso fue agradable la nieve blanda nos hacía que las rodillas no sufrieran mucho y la huella abierta por nuestro compañeros nos permitió seguir el itinerario hasta la Collada de Llandanay donde tomamos la pista que nos depositó de nuevo en Torrebarrio, allí estaban nuestros compañeros Juan Carlos y Yayo que nos vinieron a buscar en coche desde San Emiliano y ya todos en el hotel nos felicitamos por la buena jornada de montaña salvaje realizada, disfrutando al fuego de la chimenea con unas cervezas y los "replays" sucedidos durante la jornada.

horario: 2-4 horas dependiendo de las cordadas, nosotros casi 6.
dificultad: III/3
material: piolets, crampones, 3 tornillos de hielo, clavos de roca, mejor que fisureros o friends, aunque se puede llevar alguno.
track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4126210