lunes, 30 de marzo de 2015

Pupurrí de Wimbor (6a, 120mts.)

Comienza la temporada de escalada clásica.
Si bien en nuestra comunidad se puede escalar durante todo el año y los más puros buscan microventanas de buen tiempo para hacerlo en invierno. Para nosotros no ocurre lo mismo, la nieve, el hielo y la temporada invernal nos tira mucho y las primeras semanas de la primavera las utilizamos para retomar sensaciones perdidas en la roca.

Mi compañero de cordada no las ha perdido mucho ya que su paternidad le ha limitado las salidas de fin de semana aprovechando este invierno para sacar más los gatos a pasear que los crampones, y sobre todo aquí en la Cabrera.

Después de unos cuantos meses sin escalar juntos volvemos al redil y proponemos un "lunes al sol" lejos de las aglomeraciones. En un principio nuestra idea es dirigirnos al Risco de la Pirámide pero tras llegar a la Cabrera observamos dos manchas blancas en la mitad de la pared. Se trata de la época de anidación del buitre leonado y este risco es uno de sus preferidos.
Sobre la marcha cambiamos de planes y nos dirigimos a la parte izquierda del Pico de la Miel, el sector Wimbor, zona que Juanjo conoce muy bien, no en vano Wimbor es su entrenador en el rocódromo y empezó a equipar estas vías desde hace ya unos años hasta la actualidad.


Se trata de una zona semiequipada, de formas variadas, muy bonita y poco conocida en la comunidad escaladora.


Mediante mi compañero de cordada me parece interesante conocer más acerca de la zona y su creador Jose Luis Arias, alias Wimbor, por ello contactamos y sale lo siguiente:

Jose Luis Arias nació en Madrid, Julio 1960, durante los años del colegio los profesores organizaban excursiones a la Pedriza y allí es donde por primera vez vio la figura del escalador y las fabulosas paredes graníticas de caprichosas formas.


En el 74 comenzó como buen adolescente a buscar su propia aventura con las chirucas  y poco más. Vivió de pleno la transición de los bávaros y la bota dura al pañuelo en la cabeza y pies de gato. 
-"En los años 80 estaba ya absorbido por la escalada en todos los sentidos"-. A partir de ahí siguió evolucionando hasta conseguir el titulo de Profesor de Escalada, actualmente técnico deportivo y guía de escalada AEGM.

Vinieron viajes y más viajes por paredes de toda  España, Alpes, Dolomitas, Yosemite…etc,
Aperturista y equipador de vías, asi fue como en 2005 se fija en la parte izquierda del Pico de la Miel, donde se encuentra con  algo nuevo,  un pequeño mundo con grandes  posibilidades.

-"Siempre miro las paredes con ojos de encontrar algo nuevo"-.

Wimbor y sus amigos, desde ese 2005 comenzaron a equipar vías, mientras abrían una línea ya se iban fijando en la próxima y así todo el zócalo, bien dividido en la parte superior e inferior. Ilusionados y alucinando con lo que iba saliendo.
Buenas vías, variadas, con libre y artificial, asequibles y algunas con pasos duros, equipadas al estilo cabrera, las fisuras limpias y las placas con chapas.

El proyecto sigue vivo en la actualidad, aunque queda poco por descubrir, tal vez alguna variante. Su gusto es que queden las vías bien definidas y se distingan bien.

-"Anécdotas hay unas cuantas, pero si tengo que hablar de algo es de la panzá a limpiar que nos hemos metido jajaja, eso sí, ha merecido la pena totalmente.
Tal vez cuando se conozcan más contribuirán a que se descongestionen un poco las vías de siempre, 
que falta las hace".  

wimbor1960.blogspot.com


CRÓNICA:
Cogemos los bártulos del coche y nos dirigimos como otras tantas veces a la zona central del pico acompañados por Nika, nuestra acompañante de cuatro patas.
Vamos charlando durante la subida, para salir casi a la base de la zona de la Altieri y sus diedros vecinos, desde allí tomamos la senda a la izquierda para llegar a este sector un tanto secundario, tanto por el color de su granito, como por su vegetación y su poca visión desde la gasolinera.

A priori y desde abajo no me parece que vayan a salir vías de más de 100 metros pero vaya que si las hay y además de bonitas líneas.
A la sombra de una encina y con el primer objetivo la línea de Pacto con el Diablo nos vamos equipando. Comenzará Juanjo la escalada, le tiene ganas a este primer largo que ya ha repetido pero de segundo.

Largo 1, (6a, 45 mts.):
El inicio es explosivo, se comienza por un paso de bloque protegido por una chapa (tónica que es la habitual de este sector con vías semi-equipadas.
Dos fisuras oblícuas ascendentes que desde abajo parecen fáciles te hacen encender pronto el corazón, es un paso más bien de colocar pies. Con un pequeño cuerno sales hacia una superposición de fisuras horizontales donde se encuentra la segunda de las chapas.



Una terraza grande te da el respiro para bajar las pulsaciones y continuar con tiento por terreno de Vº chapado, movimientos elegantes para llegar a una fisura ascendente a derechas.

Hacia la izquierda va la chupacabras, miras para allá, pero no, tu vía es la de la derecha y tienes que tirar por la fisura. Prepara los puños para empotrar (aquí vienen bastante bien unos guantes de fisura).
Los dos primeros pasos de la fisura encuentras garbancillos para pies lo suficientemente grandes como para proteger a gusto con friends grandes, después no, no hay pies.



Debes confiar en tus empotramientos con los puños y tus pies en adherencia, aún faltan dos o tres metros donde proteger se vuelve una tarea "realmente divertida".



La fisura termina y el último paso también es interesante, el granito se inclina para los pies y te subes en el labio de la propia fisura para con tacto y equilibrio comenzar a buscar los primero cantos buenos, que serán la tónica de este último tercio del largo.

Ya se han pasado los sudores y se sube hasta una terraza cómoda donde hay dos fabulosos párabolt. Un primer largo precioso para calentar.



Largo 2, (Vº+, 40 mts.):
Me toca a mí, ya han pasado muchos meses desde la última, así que voy para arriba con confianza. Es más el inicio parece una senda.
Se asciende por una fácil terraza ascendente a izquierdas, se ven las dos chapas que dan acceso a la derecha al siguiente zócalo granítico, la primera y más cercana de ellas es la nuestra "pacto con el diablo", la siguiente y situada en una zona más vertical la "chupacabras", vía que va transcurriendo paralela a la nuestra, y tan paralela que en este mismo largo lo termino por ella.

Me paro en la primera chapa, se queda alta, para subir hay que hacer un paso a derechas con buenos pies y
meter la primera cinta express, yo por si acaso he metido un friend justo debajo para proteger el paso a derechas.



Con la chapa por las rodillas viene el único paso de adherencia de toda la vía Vº, buscas manos y más manos y ahí no hay nada, cambias pies, por aquí, por allí y nada. La lógica te dice lo que no quieres creer; que para llegar a aquella regleta tienes que tirar de técnica de adherencia, bueno al fin y al cabo la chapa está cerca.

Con confianza se llega a la regleta y se continúa el camino por la parte alta de un espolon bastante fácil en donde no hace falta ni aseguramiento hasta llegar a dos chapas una de ellas con argolla.



Se puede montar aquí la reunión, pero prefiero continuar y montarla en la base del siguiente largo que realizaremos.
Lo lógico es pasar por un estrechamiento de roca, pero a la izquierda hay un bloque vertical con dos chapas como dos soles, el paso es atlético pero tiene muy buen canto, Vº+, así que nos cruzamos a la "Chupacabras".
Con unos pasos de bloque nos montamos en la roca y desde allí caminando a una gran terraza desde donde nacen los siguientes largos.



Largo 3, (Vº+/6a, 20 mts.):
Desde la gran terraza que separa la parte superior de la pared de la inferior, nos podemos cambiar de vía tranquilamente, Juanjo tiene los ojos puestos en la "placa maniaca" del tercer largo y tras cambiarnos de argollas cómodamente comienza a escalar.



Por terreno fácil asciende hasta los pies de la extraña placa, no es una placa como tal, sino un zócalo de 10 metros de alto por 3-4 de ancho con pequeños agarres que te obligan a mover el cuerpo cambiando de peso continuamente, precioso el largo!

Evitamos pisar el agua que cae en un canalizo de su base y por un buen canto se mete Juanjo de lleno en el ajo, chapando una primera chapa junto al inicio.



Va ganando altura, los cantos van apareciendo al igual que las chapas, perfectamente puestas. Hasta 6 de ellas en un terreno vertical y lleno de pequeños agarres para pies y manos.



Un largo corto pero bonito nos deposita en una nueva terraza hasta donde llego tras disfrutar de la "placa maniaca".

Largo 4, (Vº+, 15 mts.):
Me toca a mí, a la izquierda nos queda la Punta Lucifer, un pequeño bloque cimero donde finaliza alguna vía más y a la derecha parten los últimos largos de la "Embrujo y Chupacabras".
Juanjo me aconseja la "Embrujo", así que tiraré por allí, tienen un grado similar ambas.

Se trata de un pequeño espolón fisurado y bien protegido.
Comienzo el largo por la derecha de la reunión, pasando a un pequeño callejón por una encina. La primera chapa está un poco alta y empotrando manos y pies se llega a ella.



Van apareciendo manos y buenos apoyos por las fisuras hasta una segunda chapa que protege otro paso.
La última parte es más vertical, un último paso chapado y salimos por arriba al punto final de las vías.




Final y descenso:
Ahora empiezo a estar caliente y propongo a Juanjo hacer algún largo suelto, pero es día laboral y tenemos quehaceres en la ciudad, así que tras respirar el aire de norte de la sierra y contemplar el Valle de Lozoya iniciamos el descenso por el Callejón del Cancho Blanco rumbo a pie de vía.




En pocos minutos nos situamos a los pies, allí nos espera Nika impacientemente. Así que guardamos los aperos de escalada y bajamos a los coches tranquilamente.

Otro día más disfrutando de La Cabrera, paraje sin igual.






sábado, 21 de marzo de 2015

Cuerda Larga terapeútica. Últimos coletazos el invierno.

Se aproximaba fin de semana largo. Objetivos establecidos desde hace tiempo pero se veía venir...
Una borrasca entraba por el Sur en la península ibérica y prometía quedarse a vivir durante unos días.

El primer destino pirenaico lo tuvimos que desestimar a las primeras de cambio y sólo había una zona que se podía librar del mal tiempo. Dicha zona era la zona cantábrico-leonesa, por allí varios planes de escaladas apetecibles.

Los integrantes del grupo inicial fueron desapareciendo al igual que la buena meteorología en la comarca leonesa y a pesar de esperar hasta el mismo viernes para decidir el destino final la mala previsión nos terminó de echar para atrás.

De bajón anímico y con la mentalidad de que la vida se me escapa entre los dedos de las manos bajé al búlder a quemar la adrenalina almacenada durante la semana para el fin chafado.
Me llega un washapp:
-oye sales mañana??, nosotros queremos hacer la cuerda larga en medio del borrascón-

Justo lo que necesitaba, actividad con un punto de locura, nada técnico pero muy mal tiempo desde el portal de casa.

A las 7 estábamos en el lugar de quedada habitual, 4 perdidos de la vida con un suegro que se pudiera volver con la trafic. Lloviendo por su puesto.

Partimos rumbo a Miraflores de la Sierra y desde allí al Puerto de Morcuera. Los dos últimos kilómetros de puerto nevando.





Nos cambiamos de ropa, nos pusimos los gores y bajo la nevada con 0º en el termómetro iniciamos la marcha con 10 centímetros de nieve en el piso.

Toco abrir huella por supuesto, de eso se encargó Abel durante el primer y largo rato inicial.





Desechamos la idea de subir a la Najarra y nos dirigimos directamente hacia el Collado de la Najarra donde en sus cercanías soplaba el viento de Este.
Enganchamos con el G.R. 10 que atraviesa la península de Este a Oeste y por el flanco Sur de la cuerda continuamos la marcha, ahora por zonas más rocosas y con menos arbustos bajo la nieve.



Antes de llegar a la parte alta de la Loma de Bailanderos aprovechamos los pinos que pueblan la vertiente sur para cobijarnos en uno de ellos y aprovechar para realizar una primera parada.


Pronto continuamos la marcha, no está el día para muchas paradas y salimos de nuevo a la cuerda, pasando por la parte alta de la Loma de Bailanderos e iniciando un leve descenso hacia el Collado de Pedro de los Lobos, al que pronto llegamos.

Desde este punto la nieve ocupa un manto más contínuo debido a la menor presencia de matorral, son algo más de 150 metros de desnivel entre la niebla hasta llegar de nuevo a la parte alta.

Éste es un lugar propenso para perderse, ya que el itinerario da un doble giro de 90º cambiando la dirección. Llevamos dos GPS y otro más apagado así que no tenemos problemas para seguir el G.R.



Tras pasar por la cumbre principal de Asómate de Hoyos tomamos dirección Oeste perdiendo altura. El Collado de las Zorras sólo está 50 metros por debajo, así que cuando nos queremos dar cuenta estamos subiendo de nuevo por la Loma de Pandasco.

Llevamos 8 kilómetros y la zona está más venteada por lo que la acumulación de nieve es menor, eso nos permite progresar mejor rumbo a Cabezas de Hierro.

Paramos en la vertiente Sur bajo unas rocas, comemos algo y continuamos de nuevo hacia el punto más alto de la cuerda. Esta subida a mi se me atraganta, voy arrastrando un resfriado desde hace días y tengo la tráquea inflamada. La subida me parece que la hago a 5.000 metros de altura teniendo que coger aire cada menos tiempo del habitual, por lo tanto aumentando la frecuencia cardíaca.

A ritmo se sube a todos los lados, por lo que voy al mío, siempre veo a algún compañero entre la niebla que me espera y cuando aminora la pendiente es buena señal, ya que estamos llegando a cumbre.
Aparece el vértice en el lado derecho casi sin esperarlo, hemos llegado al punto mas alto, Cabeza de Hierro Mayor y vamos a hacer una nueva parada a pesar del fuerte viento y la nieve.





Hacemos algunas fotos, más bien rollo selfies, ya que ni hay vistas, ni la cámara se puede mantener sobre ninguna roca. Además el café con leche de termo de Abel aún caliente me calma de sobremanera el dolor de garganta que no me permite ni hablar.

Continuamos el camino. Perdemos altura hacia el Oeste, la nieve es más copiosa y el manto continuo. Ademas en el collado entre cabezas el viento es inexistente, nos protege del Este.



La cabeza menor la bordeamos por la ladera del Sur, la pendiente se inclina a 30º, pero hay trazas de esquís de travesía que nos ayudan a mantener el equilibrio y dejar la pequeña de las cabezas de hierro atrás.

Por delante un descenso más prolongado y además protegidos del viento, vamos sumando metros al cuentakilómetros y pasamos por el Collado de Valdemartín tras más de 200 metros de bajada.



De seguido iniciamos el ascenso a Cerro de Valdemartín, la penúltima subida de la jornada. La niebla es más densa aún, el sudor me empaña las gafas de ventisca y no veo "ni papa". Me las pongo en la frente y entre la niebla voy siguiendo los pasos de mis compañeros. De nuevo me he vuelto a quedar el último, pero prefiero subir a mi ritmo de enfermo.

Los 130 metros de ascenso hasta la parte alta del cerro se me hacen largos, pero ya veo la antena y la pequeña caseta además de la silueta de mis tres compañeros, que me están esperando. Sin parar y con las instalaciones de la estación de esquí a la derecha vamos perdiendo altura de nuevo.

Hay una capa de nieve blanda de 10 centímetros perfecta para caminar y el descenso se hace cómodo hasta llegar al Collado de Guarramillas, donde iniciamos los últimos 100 metros de subida del día.
Ya hay alguna persona que nos cruzamos por el camino, la huella está abierta y en poco tiempo nos situamos junto a las antenas de TVE que aparecen y desaparecen entre la niebla.





La nieve se ha convertido en lluvia y dejamos las antenas a la izquierda para seguir las balizas rojas y blancas que marcan la parte asfaltada de subida y que esta vez vamos descendiendo.

Llegamos a la parte superior del telesilla, allí han montado una pista para todo terrenos y conducción sobre nieve. Han modificado el camino habitual y los tres vehículos están aparcados junto a la edificación.

Bajamos directamente por las pistas y tras pasar por la Virgen de las Nieves, nos metemos en las pistas de esquí que en estas fechas están cerradas por falta de nieve, claro.

El último descenso es rápido, lo hacemos en línea recta y ya podemos ver el puerto más abajo. Parece que ha abierto algo la nubosidad, pero la lluvia está siendo la protagonista en el Puerto de Navacerrada.



Puerto al que llegamos poco después. Nos dirigimos directamente a la Residencia de Navacerrada, sabemos de un buen menú para comer y no tardamos en sentarnos en el amplio comedor y montar allí el campamento base.

Nos cambiamos de ropa, ponemos la seca y degustamos buenas judías, callos con la respectiva botella de vino, esta vez nos la hemos merecido.



El tren desde el puerto parte a las 17, así que bajamos a menos poco hacia la estación. En el camino tenemos que parar a sacar a un francés que se ha quedado bloqueado por el hielo en una de las calles y es poco hábil con el volante. Y al final nos toca correr para coger el tren que parte hacia Cercedilla y desde allí a Madrid y Parla.


3 horas de trayecto total y 8,7 euros por cabeza cuesta el viaje. Luego quieren fomentar el transporte público.

-Nuestro trayecto fueron 18 kilómetros, en 6:54 horas y con un desnivel acumulado de 2.200 metros.

Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9167737

Fotos de: Sergio Moyano, Alfredo Lopera y Daniel Pelegrina.


























domingo, 1 de marzo de 2015

Baca-Pinilla a la Norte del Mulhacén (AD 625 metros). Parte 2.

Jornada anterior, aproximación:

Yo llevo un rato dando vueltas, he escuchado los ronquidos de alguno e incluso ya ha salido una cordada al Corredor Central.
La hora de "tocata" es a las 5:30 pero son y 15 y ya me empieza a recorrer una cosa por el cuerpo. 
Nos levantamos, llamo a Gayu que también se pone operativo conmigo y tras vestirnos nos dirigimos al único metro libre del refugio donde vamos a calentar el agua para el desayuno.
Nos lo tomamos con paciencia y tras desayunar nos ponemos todo en el refugio, es decir; arnés, casco, frontal, piolet y crampones, menos las cuerdas y cacharros que llevamos en la mochila el resto va fuera.

A las 6:30 partimos rumbo a la Cara Norte del Mulhacén, aún es de noche pero la luna casi llena nos alumbrará el camino.


En unos minutos hemos llegado a las proximidades del Collado del Ciervo, y digo proximidades porque tengo que sacar el GPS para confirmar que nos lo hemos dejado atrás. Descendemos unos metros por las cercanías del cortado y llegamos ahora sí a una zona más accesible por donde bajar a la citada laguna.
El organismo está bastante adecuado al medio y "la llamada de la naturaleza" nos llega a la vez en el collado. Una primera parada y ya estamos listos, hemos echado............los nervios fuera.

Desde el collado una ladera de unos 30º de inclinación con variaciones de manto: a veces hielo, otras nieve dura y algunas otras nieve blanda, que nos deposita a los pies de la Cara Norte, la cordada que salió por delante ya está metida en la Canal Central y nosotros vamos a atravesar toda la base de la pared en busca de la entrada de la Baca-Pinilla, situada al final de la misma.


Pasamos por la entrada de la Canal Central y no cesan de caer cristales de hielo, de igual manera que bajo la entrada de la Lorente-Monleón. A veces caen unas cortinas de nieve polvo mezclada con cristales que no hacen entender que la jornada va a estar entretenida con la subida brusca de temperaturas, debido a que toda la roca de la pared está cubierta por "verglace".

Nos situamos en la entrada, la pendiente ya se pone a unos 30º y en un tramo de nieve blanda paramos a sacar los cacharros, observamos los dos corredores paralelos y similares, el de más a la izquierda el corredor que sube a la Arista Noreste y el nuestro es el situado por encima.


Hacia atrás la claridad ya comienza a tornar el horizonte a colores violáceos, mientras divisamos el collado de donde venimos.


Estamos listos para afrontar la escalada de la vía.

croquis mitad inferior
Sin cuerdas aún, vamos ascendiendo por el corredor que al poco del inicio se va inclinando a 40º y la nieve se va poniendo dura.
Tan dura que hay tramos de placas de hielo donde vamos con precaución.


El corredor se estrecha estamos llegando a su final y el hielo aparece por todos lados.


Estamos subiendo literalmente por placas de hielo de 45º que nos dejan tras un paso más estrecho en el inicio de un amplio nevero esta vez si de nieve blanda donde se unen los dos corredores.

Nuestra vía se dirige a derechas, hemos superado la primera franja rocosa de la pared, el primer vasar y tenemos que ir a derechas.
Por nieve blanda continuamos en travesía a derechas, la reseña marca que hay una estrecha canal entre dos espolones y vamos en su búsqueda.


Tras realizar la travesía me paro y saco el croquis, veo claramente que la vía no realiza tanta travesía y creo que nos hemos pasado la canal, pero más a la derecha asciende una amplio corredor por el que cae hielo, por lo tanto tiene que ser la canal de deyección de la parte superior.
-Vamos a probar por ahí-.
Por nieve blanda vamos ascendiendo, la ladera tiene unos 35º y se asciende con bastante comodidad hasta los pies de la siguiente franja rocosa de la pared, el segundo vasar que está totalmente recubierto por hielo.



A la izquierda de la canal hay un pequeño ventisquero, lugar ideal para montar la primera reunión de la jornada y sacar las cuerdas. Aquí comienza la escalada de verdad, aquí comienza lo bueno.

LARGO 1, 55 metros:
Le pregunto a Gayu: -¿Quién abre tu o yo?
y me responde: -Venga yo-.
Así que ante tal confianza no me queda nada más que ceder los cacharros.

Monto reunión con un clavo y un friend y le aseguro tras pasar ambas cuerdas.
Parte en travesía hacia derechas, mete un clavo en el único ápice que hay de roca visible e inicia la maniobra sobre el hielo. El pasaje está a 70º de inclinación y es un tanto raro, pero los piolets le dan confianza y va completándola hasta llegar al inicio de la estrecha canal.


Canal que la componen unos inicios de hielo a 50º y posteriormente nieve polvo a la misma inclinación.
Aprovecha toda la longitud de cuerda que puede y se marcha hasta los 55 metros. Hay poca cosa para montar reunión, por lo que un friend, piolet y ancla la componen.


Me toca a mi ascender y me va recuperando mi compañero, observo que el hielo es bueno pero los pasos laterales son un tanto raros. Por la canal ya todo es más fácil y asciendo a placer hasta el lugar de la reunión.


Lugar que creo que es donde se sitúa el paso más duro de la vía, un diedro de IVº que esta vez está tapado totalmente por la nieve.

LARGO 2, 60 metros:
Me toca a mi tirar este largo. Parece sencillo pero como hay bastante hielo seguiremos a largos de cuerda por seguridad.
Salgo por una placa de hielo a 50º de inclinación, en el primer hueco que veo de micaesquisto rocoso meto un friend y continúo hacia arriba,


ahora hay tramos de nieve blanda que se intercalan con afloramientos de hielo que vienen muy bien para proteger con tornillos de hielo, meto dos de ellos como 2º y 3er seguro y continúo ahora por nieve blanda.


Parece que el corredor tiende a abrirse y el gran nevero superior está cerca, además Gayu ya me ha gritado el límite de cuerda por lo que voy buscando reunión.
Finalmente veo otra zona rocosa donde meter dos fisureros como reunión un tanto precarios pero que pruebo colgándome por si acaso.

Aseguro a Gayu y comienza el ascenso hasta mi posición, aprovecho para comer algo y beber, mientras intento divisar la continuación de la vía.



LARGO 3, 100 metros en ensamble:
Por encima tenemos el gran nevero, zona que tenemos que atravesar para llegar al tercer vasar, desde nuestra posición comprobamos que no nos va a llegar la cuerda, hasta la franja rocosa, por lo que tiraremos asegurando el largo de cuerda (60 metros) y después ascenderemos en ensamble.


Inicia Gayu el largo, intenta subir por la zona de nieve polvo, va progresando con rapidez y mete un tornillo tras los primeros 10 metros, aprovechando los afloramientos rocosos.


Continua y tras otros tantos metros, otro tornillo de hielo.
La verdad que el estado helado de la pared nos está favoreciendo a la hora de proteger, ya que en otras condiciones este tipo de roca es bastante descompuesta y te las deseas para encontrar emplazamientos seguros.

Cuando tenemos toda la cuerda tensa, salgo yo y continuamos a la vez, siempre vamos dejando dos o tres seguros intermedios y nuestro objetivo es una canal que asciende por la parte derecha.


Por el camino nos encontramos bastantes tramos con hielo, la pendiente es continua de unos 40º y al final antes de llegar a un ventisquero donde Gayu a montado la reunión a "la española", por fin aparece la nieve polvo que relaja nuestros gemelos. Ya estamos en un lugar cómodo.


 Aprovechamos para comer algo, llevamos unas 3 horas de escalada que se nos han pasado volando y nos vamos a tomar un respiro de 10 minutos mientras buscamos un lugar seguro donde montar la reunión porque desde aquí la vía toma otro cariz.

segunda parte de la vía
Tenemos delante el tercer vasar, es el más ancho y largo, de hecho trazaremos tres tiradas de cuerda para superarlo.

LARGO 4, 55 metros:
Como seguro de la reunión hemos podido meter un clavo escarbando entre la escarcha, el otro anclaje va a ser el piolet clavado sobre el mogote de hielo de nuestras cabezas.

Para iniciar el largo, realizo una travesía a izquierdas por nieve blanda hasta llegar a la parte vertical, se tratan de dos resaltes de hielo de un par de metros cada uno a 90º.


El primero lo supero por la izquierda asegurando con un tornillo de hielo y el segundo, veo la parte débil por la derecha, allí encuentro un corto diedro un tanto mixto, sobre todo para salir.

En su mitad a la derecha hay una fisura donde proteger bien y la salida rascando roca y buscando grietas para meter el piolet y salir a una zona de nieve blanda.

Por delante la secuencia que me encuentro es mantenida, la pendiente aminora y se pone a 60º, hay nieve blanda pero cada pocos metros van apareciendo cortos resaltes de un metro en hielo que hacen las delicias de todo alpinista. Progreso con comodidad y aseguro con tornillos sobre hielo, así hasta que intuyo que no me tienen que quedar muchos metros y busco un buen lugar para montar la reunión.

Tengo que rascar "verglace", van apareciendo fisuras donde meter un microfriend y un clavo, más los dos piolet como seguros auxiliares ya tengo todo el tinglado para asegurar a mi compañero.

Tras el protocolo de aseguramiento comienza a ascender, voy chupando cuerda poco a poco, una y otra, otra y una. Tras un rato ya le veo asomar la cabeza, con un patio brutal de fondo.


Imagino: la peña tomando cañas en las terrazas de los bares en manga corta por aquellos pueblos y nosotros aquí entre hielo brillante bien abrigados. Maravillas del planeta tierra.


Tras una decena de fotos que hago ya tengo al compañero allí mismo, le hago hueco en la reunión y ya estamos con la mente en el próximo largo. Observamos un buen resalte vertical en hielo de dos a tres metros y un diedro en la parte derecha. Veremos a ver.

LARGO 5, 40 metros: 
Le paso todos los cacharros a Gayu y sin premura va a tirar el siguiente largo. Vamos un poco justos de hora y hoy tenemos que llegar a la Hoya de la Mora.

Comienza por nieve blanda y tras unos 5 metros llega al muro de hielo, tira directo a la derecha a la zona adiedrada, por allí parece más accesible. 


Mete un tornillo de hielo al inicio, y va progresando, el diedro es largo, tiene unos 4 metros y está inclinado.
En su mitad mira para meter algo, pero el hielo escasea y se convierte en un pasaje mixto, tira alguna piedra y los piolets chirrían en la roca en busca de agarres que parece que encuentra.
Cuando asegura las manos, sube pies, que al igual manera no encuentran posicionamiento en hielo, así que por roca sale por arriba sin asegurar el paso y es que a veces es más conveniente y seguro tirar de primeras que pensárselo mucho.


Tras el diedro continúa y desaparece tras un gran bloque, donde pone un friend como último seguro.
Pasan los minutos y la cuerda no corre, llego un momento en el que me preocupo, le grito si ha llegado a la reunión, y me contesta pero no se muy bien qué.
No me queda otra que esperar, si no quiere cuerda es que no la necesita y estará buscando o montando algo.
Tras media hora veo que las cuerdas corren regularmente, está recuperando y sólo tiene una explicación; que ya ha montado todo y quiere que suba a pesar de no haber oído ni el "reunión", ni el "sube".
Cuando las cuerdas se van a tensar, ya he desmontado mi reunión y me dispongo a subir para no perder mucho tiempo. Primero por la nieve blanda y después me encaramo al diedro, diedro que tiene su miga, el hielo te deja vendido en su mitad y hay que ganchear de lo que se pueda, los pies tampoco son nada seguros y más vale ser mañoso para buscar emplazamientos para las puntas.
Tras salir del diedro, poca historia más, giro tras el bloque y veo a Gayu más arriba.


Sólo queda una pala de nieve blanda  con 35º de inclinación. Pronto estoy junto a Gayu, que ha montado la reunión sobre nieve tras varias opciones desechadas.

LARGO 6, 45 metros:

Sin perder tiempo tomo todo el material, por la parte izquierda hay una canal rocosa algo accesible, pero por encima quedan unas gradas verticales de hielo a partir de las cuales se puede ver la luz del sol radiando sobre la nieve. Creo que el largo sale más limpio hacia arriba y calculo que tras 10 metros podré llegar a buen terreno pero para ello tengo que superar el murete helado.

Inicio la escalada sobre la reunión, hay un primer resalte a 90º de un par de metros y después otro algo más corto. 


Lo protejo con un tornillo de hielo y asciendo el primer escalón, entre los resaltes hay nieve blanda y cuesta un poco encontrar nieve que te asegure salir del resalte. Después, el segundo escalón por encima y ya puedo ver hacia la derecha una terraza nevada.
Me dirijo hacia allí y veo que el terreno que me resta es fácil. Son pendientes a 30º e intento trazar una diagonal a derechas hacia una buen bloque con ventisquero, donde veo la posibilidad de montar una reunión. 
Quizás lo lógico sería tirar en la vertical hacia arriba por una zona de roca helada, pero me voy a quedar vendido con los 60 metros y habría que tirar quizás un último largo. Así que prefiero dirigirme a derechas hasta el citado bloque con una situación cómoda y una fisura perfecta para dos friend grandes.

En poco tiempo nos hemos comido el largo y aseguro a Gayu que al poco veo aparecer sobre los resaltes de hielo. En un minuto ya está a mi lado en el ventisquero y en terreno seguro, además de cálido ya que ya nos da el sol.


Me asomo hacia el Oeste unos metros hasta una pequeña arista de nieve, veo que da acceso a la vía normal de la norte, la Canal Central y entonces lo veo claro, esta zona ya la conozco de haber subido por allí. 
Nos desencordamos y guardamos las cuerdas en la mochila, no volveremos a usarlas. Nos ponemos en marcha y salimos a la arista, desde allí hacemos una pequeña travesía por placas de hielo a 40º a derechas que nos llevan hasta la misma huella de la Canal Central. Por allí ya han pasado 3 o 4 cordadas en un par de días y la huella está hecha.


Ascendemos unos pocos metros y comenzamos a caminar hacia la izquierda por neveros a 20º. Vamos en busca de la salida a la arista y el viento ya es notable en estas alturas.


En cuanto terminan las rocas llenas de "verglace" hay un pequeño acceso a la arista y por allí nos colamos en busca de la vertiente opuesta.
A pesar de no haber pasado mucho frío durante la escalada, el sol es vida y sólo el hecho de recibir en el cuerpo sus rayos nos reconforta de gran manera. Si además de eso le sumas que ya podemos oler la cumbre, pues la satisfacción es mucho mayor.

Cerca de la parte alta pero por la vertiente sur vamos progresando hacia el Oeste, son zonas de grandes bloques con nieve, pero afortunadamente la nieve está dura y se sortean bien con rapidez.


Detrás de uno de ellos, podemos ver el vértice geodésico de cumbre. -¡bien, ya estamos arriba!-.
Espero a mi compañero y nos fundimos en un abrazo, para Gayu es su primer Mulhacén y seguro que hay pocas personas que lo hayan hecho de esta manera, para mí ya son más de la decena pero me ilusiona como la primera o incluso más. Esta cumbre tiene algo especial.
Debido a las horas que son (las 14:00), no tenemos mucho tiempo para recrearnos, tenemos que volver a la Hoya de la Mora hoy en el día y tenemos 5 horas de vuelta, más la bajada del Mulhacén, más rehacer la mochila en el refugio, vamos que tenemos la noche asegurada.
Intentamos llamar a casa, aunque al final nos sale mejor mandar unos mensajes, lo hacemos avisando de que la jornada será larga y que nos esperen dormidas.
Con unas fotos de cumbre nos despedimos del lugar rumbo al Refugio de la Caldera.


El itinerario de bajada está bien, la nieve esta algo dura, pero lo suficientemente blanda como para no cargar las rodillas, tan sólo en la parte media de la bajada hay algo de hielo, el resto se hace de maravilla y en poco más de 30 minutos estamos en el refugio donde nos encontramos nuevamente con los amigos vasco-cántabros.


Tenemos hambre, hay que aprovechar muy bien la parada para reponer fuerzas, comemos, intentamos beber pero no tenemos agua, así que hay que derretir nieve o hielo. Mientras estoy yo con dichas tareas Gayu está separando al material y guardando sacos y esterillas en sus bolsas.

Con un litro de agua por cabeza creo que tendremos, echamos polvos hidratantes y a guardar el resto del equipo para terminar de rehacer la mochila.

Nos calzamos los crampones de nuevo y a las 15:30 partimos del Refugio de la Caldera rumbo a la Hoya de la Mora. La noche es nuestra. Por lo menos esperamos llegar con luz al Collado de la Carigüela.

Partimos por la pista siguiendo el itinerario del día anterior, a estas alturas no estamos para subir muchas lomas. Parece que las zonas heladas ya lo están menos, los crampones clavan mejor y por lo tanto los apoyos del pie son más estables.
Hacia atrás la Norte del Mulhacén nos despide con sus formidables hielos.


Vamos rumbo al Sur, nuestro primer objetivo es la curva del Refugio Pillavientos, que se hace de rogar. Lo que parecía era llano ahora parece cuesta arriba y por fin llegamos a dicho punto desde donde observamos el siguiente circo a superar con sus Crestones de Ríoseco. Son las 16:15.


Este tramo en dirección norte es el más helado, la pendiente lateral me hace sufrir con los pies y poco a poco vamos recorriendo la ladera que incluso tiende a descender. Por fin llegamos a nieve blanda donde decido quitarme los crampones, parece una locura pero la huella es bastante profunda y no hay peligro como tal.


Me agrada de gran manera el cambio de pisada, voy bastante mejor y así voy a aprovechar lo que pueda. Nos vamos acercando al paso de la "puerta", cada vez queda menos y justo antes me tengo que poner los crampones, hay hielo así que no me queda otra.

A las 17:00 horas llegamos a "la puerta", hacemos una parada para comer algo, me tomo un powergel y bebemos agua, hay que darlo todo, cada vez nos queda menos.

Emprendemos la marcha de nuevo, ahora la huella es profunda pero prefiero continuar con los crampones. Por momentos nos da el viento de Norte y es que en esta zona la vertiente opuesta está cerca. Sobre todo lo sentimos en el Collado del Lobo donde casi te tira.
Desde allí hasta el Paso de los Machos es en leve ascenso, vamos tranquilos y poco a poco nos aproximamos hasta llegar al mismo.
Son las 18:00 y la visión de "las Nortes" es fabulosa desde allí, unas fotos y continuamos, sólo nos queda bordear el Veleta.


El primer tramo es agradable, es en descenso. Pasamos por los Lagunillos del Veleta y hacemos una nueva parada, necesitamos descansar, por delante tenemos la subida al Collado de Carigüela siempre exigente.

Cuando tomamos el aire suficiente continuamos. A Gayu se le cae el móvil ladera abajo y tiene que bajar por él, mientras aprovecho para lentamente ir ganando terreno al dichoso collado. Un paso, otro paso y otro.


De esta manera, a las 18:50 asomamos a la vertiente sur, el atardecer merece ser recordado durante tiempo.
Sólo nos queda descender 700 metros hasta la Hoya de la Mora, aunque eso aparentemente, en realidad tenemos que trazar una pesada travesía manteniendo altura hacia Las Posiciones del Veleta, -¡qué pesadez!-


Nos ponemos en marcha hacia Las Posiciones, hay tramos con pista de esquí, otros si nada, por momentos cruzamos un par de pistas, mientras aparece el helicóptero de la Guardia Civil, revolotea por allí y nos pega una pasada bastante cerca.


Levantamos una mano y saludamos, mientras se aleja hacia el Collado de Carigüela pero nuevamente se aproxima de vuelta.
Da otro vuelo un tanto rasante y nos deja sorprendidos, nos indican que nos paremos y ante nuestras miradas atónitas, desciende con templanza hasta apoyar un patín en la pendiente. Se abre la puerta lateral y baja un funcionario que se dirige hacia nosotros. Nos pregunta si somos los dos de un grupo de 4, lo cual negamos y nos añade si hemos visto a una pareja por la zona del Cerro de los Machos.
Ante nuestra negativa, el Guardia Civil se aleja, se monta en el helicóptero de nuevo y marchan hacia la zona de la estación. Nunca más supimos de ellos.

La verdad que nunca me había dado el alto un helicóptero. La anécdota nos dura un rato de comentarios y nos ameniza un pesado descenso por pistas de esquí cuando podemos y por huella blanda cuando no.

La noche se nos echa encima como intuíamos desde bien pronto, pero tampoco nos importa mucho, con la luz frontal terminamos de perder altura por la serranía mientras llamamos a los pertinentes jefes y jefas para asegurar que esa noche de domingo la pasaremos soñando en Andalucía.

Y así es, los negocios de la estación nos dan de cenar y la furgui cobijo a una altitud prudencial.

Mañana será lunes.