sábado, 31 de octubre de 2015

La romántica idea de vivaquear en un glaciar. Objetivo Maldito.

La temporada de escalada clásica había sido prolífica y nos apetecía cerrar la etapa de roca con una buena cresta como la de Tiro Llago-Madejuno en el Macizo Central de Picos de Europa.

De nuevo, esta vez la nieve nos lo impidió. Como todos los años ya había ganas de que cayera la primera nevada de la temporada y ésta vino a finales de Octubre.
Ya se sabe... sólo vale para enfriar el suelo, que si no transforma, que si tal, que si cual, pero a los que como a mí nos sentimos mas alpinistas que otra cosa, pisar nieve nos motiva de sobremanera.

Había hablado con Javi para salir y tras la negativa para Picos de Europa otro plan alternativo que sé que le apetecía era la Cresta del Maldito o también conocida como la Cresta del Medio. A pesar de la nieve caída, nos organizamos y trazamos un plan un tanto atrevido:
El Viernes nos dirigiríamos al Plan de la Besurta a dormir ya a 1920. El sábado remontaríamos todo el Barranco de la Maladeta y cruzaríamos el Portillón Superior para dormir a 3.000 metros justo en la entrada del glaciar, con el objetivo del domingo realizar la cresta integral, el descenso y volver a Madrid.
De otra manera sería imposible hacerlo en dos días, un plan bien cogido con pinzas.
Llamemos romántica la idea de dormir en el Glaciar del Aneto en un agujero sobre la nieve.

Durante la jornada del viernes todo transcurrió sobre lo organizado; bocadillo en Graus y llegada a la Besurta a las 23:00 horas. Bueno, se nos olvidó la cámara de fotos y tuvimos que rehacer unos kilómetros y nos multaron por exceso de velocidad, pero por lo demás.....

Sábado 31


Nos levantamos a las 8, hacía frío y había caído una buena pelona en la Besurta, a 2ºC, -"buff, no quiero pensar mañana arriba la temperatura que puede hacer en pleno glaciar"-. Llegaron dos o tres coches más y a las 9 nos pusimos a caminar, cuando aún el sol no había asomado por el Este, ni creo que lo hiciera durante todo el día.

Comenzamos a subir por el GR11 en dirección al Refugio de Renclusa, pronto tras pasar el cauce del río y dejar atrás las vallas de madera características giramos hacia al Barranco de Renclusa, dejando también las marcas rojas y blancas del GR. que se dirigen al Forau de Aigualluts. Así ganamos altura más bruscamente por la senda que da acceso al refugio.
Una primera subida que nos vino bien para calentar el cuerpo e ir quitando los topes a los músculos que llevábamos entumecidos, sorteando pinos y poco a poco saliendo a la plataforma donde se ubica el refugio.
En 40 minutos llegamos al refugio y entramos para hablar con Antonio, el guarda. Pero en esos momentos no pasaba por buenos momentos de salud y se encontraba abajo en la población.


Tras ver como la luna asomaba sobre el Pico Paderna reiniciamos la marcha rumbo al Portillón Superior, para llegar a él, preferimos utilizar el camino que asciende sobre la gran faja negra y por ello, tras salir del refugio pronto comenzamos a ganar altura hacia el Portillón Inferior.

Como preveíamos el sol no remontaba sobre la Cresta de los Portillones y el frío del Otoño era notable, ésto hacía que tras la nevada la poca nieve caída, hubiera mojado las rocas y el abrupto camino estuviera cuanto menos peligroso.


En poco más de una hora habíamos llegado a los 2600 metros, a las cercanías del Portillón Inferior y las nubes se estaban metiendo por todo el fondo del Valle de Benasque, una prueba más del frío en altura. Realizamos una parada para repostar y nuevamente continuamos rumbo al portillón deseado.


La nieve ya hacía acto de presencia y las rocas estaban salpicadas por trozos blancos que nos obligaban a tener cuidado donde pisar y sobre todo donde no meter la pierna. Era un tramo lento y costoso, un auténtico pedregal cubierto de nieve otoñal.

Fuimos ganando altura lentamente, tardamos otra hora en llegar a los 2800, donde la nieve ya era más continua y se trataba de un manto más homogéneo.


Además el sol ya nos dio por fin a nuestros entumecidos cuerpos y tras una breve canal llegamos al Portillon Superior, situado a casi 2900 metros de altitud.


El Aneto se veía esplendoroso al fondo, y nuestra cresta en condiciones bastante mixtas, así que realizamos otra parada antes de continuar descendiendo por el portillón. Realizamos perfectamente la fotosíntesis, aprovechando y ganando calorías de cada gramo de rayo de sol recibido y partimos hacia abajo.

En un principio el descenso estaba bien, pero pronto los bloques fueron un pequeño laberinto para nuestra paciencia, uno por aquí, otro por allá, por arriba, por el lado, y así meticulosamente, siguiendo un rastro de huella, de algunos osados pireneistas de contratemporada.


La verdad que tampoco teníamos excesiva prisa, así que nos lo tomamos con calma y sobre las 15:30 llegamos a una zona que podía ser la buena para dormir esa noche.

Zona de vivac y en verde el itinerario a realizar para la siguiente jornada.


A 3000 metros justo dejamos las mochilas y buscamos un lugar llano entre tanto bloque, la verdad es que no fue fácil encontrarlo y finalmente optamos por unos pocos metros cuadrados, acompañados de una pequeña plataforma rocosa sin nieve, lugar que podía ser nuestra cocina, nuestro comedor, nuestro salón de estar y nuestra terraza de atardecer a escasos 20 metros del inicio del hielo glaciar.


Por delante 3 horas de luz que nos dieron pie a disfrutar de todos los movimientos naturales de las nubes, desde un lugar particularmente hermoso.


Por encima nuestra, la Cresta del Maldito teñida de nieve y que nos creaba ciertas dudas sobre la posibilidad y viabilidad del plan del día 2. Y más si pensamos en que los días de otoño son muy cortos y sólo contábamos con 10 horas y poco de luz.


Las nubes se iban moviendo tanto arriba en la cresta, como abajo en el valle, mientras el sol cada vez iba perdiendo fuerza e iba coloreando de diversas tonalidades el horizonte.


Antes de las 17 el sol desapareció tras la Cresta del Maldito y la temperatura se desplomó, el termómetro bajó hasta los -5º y no nos quedó otra que meternos en los sacos y aguantar el tirón.

Finalmente nos echamos a dormir a las 19, poniendo el despertador a las 6:30 y rezando para que el sol el día siguiente saliera por el lugar indicado y despejado para nuestro beneficio.

domingo, 25 de octubre de 2015

La vía y su aperturista. Vía Milhojas 6b+/A0

Pocas veces tiene uno la suerte de poder escalar una vía determinada con su aperturista y equipador.

En el marco de finales de un cálido y seco octubre, un domingo cualquiera me propuso Juanjo escalar en la pedriza. A pesar de que mi bono de escaladas estaba llegando a su fin para dar paso a las actividades de invierno, acepté atraído por la idea de que Wimbor, su profesor de escalada, nos iba a llevar a enseñarnos una de sus "creaciones" del otro siglo; la Vía Milhojas, situada en el Hueco de las Hoces.

Era una zona un tanto desconocida para mí; sí, arriba está el Yelmo y al principio el Cancho de los Brezos y de los Principiantes, ¿pero en medio?. Pues vamos a verlo.

Llegué a Canto Cochino a las 9 de la mañana, allí ya me esperaban Wimbor y Juanjo junto a Nika. De mala manera aparqué y salí del coche con los 5 sentidos activados; olor a humedad, árboles amarillentos, y un poco de fresco en el ambiente.

Nos presentamos y acto seguido nos organizamos el material para arrancar a buen ritmo, -"aquí hemos venido a escalar"-.

Aproximación:
Bajamos por la carretera hasta el margen del Manzanares y por el puentecillo de madera lo cruzamos para tomar a mano derecha la senda (a izquierda no, a derecha, ya es la costumbre). Cruzamos un verde prado con restos de helada y desde donde ya se podía distinguir las rocosas moles del Yelmo y Peña Sirio entre otros, iluminados con los primeros rayos de sol de la jornada pedricera.


Pusimos rumbo al Norte por la cómoda senda paralelos al Arroyo de la Majadilla, pero sólo fue un relejo, ya que bruscamente parte una nueva senda abrupta por el Barranco de los Huertos arriba.         -"Ésta es la nuestra"-

Muchos grandes escaladores madrileños habrá visto subir esta senda. Cancho de los Brezos, Risco de los Principiantes, Pan de Kilo y Yelmo entre otros son zonas representativas de nuestra pedriza y que se accede por aquí.
Dejamos el Cancho de los Brezos a la izquierda y continuamos hacia la base del Risco de los Principiantes,


aquí hay que tener cuidado ya que se bifurcan los caminos; uno tira para los Collados de la Encina y de la Pedriza y el nuestro hace un par de regateos a bloques para adentrarse definitivamente en el Callejón del Hueco de las Hoces.


El que llevamos nosotros está marcado con puntos rojos, un tanto antinaturales.

Este Callejón es todo un oasis, el Arroyo de los Huertos lo nutre de humedad y la mejor prueba de ello son los numerosos árboles de clima mediterráneo que crecen, algunos de ellos ya con la hoja amarillenta, llenando de colorido el barranco.


Ahora los brezos se empeñan en no dejarnos avanzar con rapidez y luego son los bloques los que nos lo impiden. -"Mientras sean elementos naturales vamos bien"-.


El Elefantito y Pan de Kilo están cerca, el callejón se abre y salimos a las cercanías de un gran prado de hierba amarillenta. Giramos la cabeza a la izquierda y observamos la vía en cuestión.


El cancho tiene buena pinta y está encumbrado por un curioso bloque erosionado, el resto de la vía se ve un tanto escalonada con un primer largo de curiosa formación laminada y la que da nombre a la vía.

Nos dirigimos a la base del Risco del Hueco de las Hoces, un sitio ideal para admirar la vía; zona de prado, salpicada con encinas y rodeada de riscos prominentes a modo de anfiteatro.


Sacamos material, las cuerdas y le tocó a Wimbor hacer los honores como debe de ser, tanto por veteranía, como por unión personal con la vía.

LARGO 1º, (6a, 35mts.):
Se trata de una diagonal a izquierdas por unas particulares formaciones escamosas Hasta llegar al primer "spit" hay que autoproteger con friends ya que no hay nada y después se puede ir metiendo algo también entre seguro y seguro fijo.


La tendencia tras la travesía a izquierdas es ascendente, es más de equilibrio que de fuerza y se van alternando pasos sobre sucesivas repisas hasta llegar a una placa (6a).


Esta protegida por dos "spits" y tiene su aquel, será el último escollo para llegar a la cómoda plataforma. Eso sí la reunión con dos spitz está en el muro que continúa por lo que un tanto incómoda tendremos que montarla en frente.



LARGO 2º, (6b+/A0, 15mts.):
El segundo largo se lo pide Juanjo, yo vengo de invitado y por lo tanto me conformo con las migajas.
La vía cambia de morfología y se acaban las "escamas". Se sale por la izquierda de la reunión por una estrecha terraza hasta situarse bajo un corto diedro irregular, un paso en X o de fuerza y se asciende hasta el paso más duro de la vía.
Se tratan de dos pancitas bien protegidas con sendos "spits" y con dos pequeñas repisitas de pies incómodas.
Subirte a la primera te costará por tener que agrupar en exceso (paso de la rana), y salir de la segunda será cuestión de fé, equilibrio e ir ganando metros al granito en busca de unos garbancillos sin olla y endurecidos.
La reunión esta a pocos metros de la placa de salida.

Secuencia de pasos:





LARGO 3º, (Vº, Ae, 30mts.):
Desde la segunda reunión se continua con tendencia a izquierdas, el terreno es fácil e incluso se va caminando un trecho. Un pequeño murete de IVº/IVº+ según se coja se nos cruza en el camino para dirigirnos caminando de nuevo a la parte jugosa del largo.
Situado a la derecha de una encina se inicia la parte de Ae. Dos primeros "spits" superables con estribos, un paso intermedio de Vº y una nueva sección de Artificial Equipado con otro par de seguros fijos.
Tramo asequible teniendo clara la secuencia del artificial y paso de salida Vº/Vº+, típico de esta disciplina quedándose un poco abajo el seguro.
La reunión se puede montar en cualquiera de los bloques desperdigados de la amplia plataforma cimera.

Aunque es opcional subir al bloque contiguo, es recomendable. Un pasito de IVº nos separa del punto más alto, ojo porque la inercia nos pedirá subir sin cuerda y destreparlo tiene su miga.


DESCENSO:
Tras unas fotos y admirar los riscos cercanos de Pan de kilo, Elefantito y Bola de San Antonio, comenzamos el descenso.
Tras el bloque característico y hacia la vertiente Norte se van destrepando terrazas de granito, para ir girando a derechas en busca de una pequeña brecha que nos da de nuevo a la vertiente Sur y con vistas al Hueco de las Hoces.


Desde allí bastará con ir destrepando secuencias rocosas a derecha e izquierda para llegar nuevamente al prado de la base y a su pie de vía.

Desde allí y tras guardar los aperos, disfrutamos de una bajada soleada y por el mismo itinerario de subida.


Arces de Montpellier

Personalmente pienso que es de agradecer a las personas que invirtieron su tiempo, sus horas y sus días además de su material para sumar a la comunidad escaladora. Más en estos días donde nuestro tiempo es muy valioso y la economía está para pocos excesos.

Hace unos días pedí a Wimbor unos datos de la vía, y me mando ésto.

Cuaderno de escaladas y aperturas de Wimbor.
Risco del Hueco de las Hoces – Vía Milhojas.

"Fue en Septiembre del 93, cuando un día subiendo al Yelmo por el camino del Hueco de las Hoces, paramos como tantas otras veces a admirar el Pan de Kilo, nunca nos cansábamos, y en ello estábamos cuando apartando un poco la vista hacia la izquierda vi el risco y me llamo la atención.

Nos acercarmos y vimos una línea atractiva, por lo menos en su primer largo, calcule que habría dos más hasta la cumbre, no muy largos, no creo que llegaran a los 100 mts., así que una vez que se me metió en la cabeza y como tantas otras veces, decidí que volveríamos a abrir la vía.

La vía comenzaba por una travesía a izquierdas donde los primeros metros se aseguraban bien con friends luego entramos en un terreno menos protegible y ya empecé a meter "spits", cuando estaba incomodo metía uno del 8 y si estaba mas cómodo me entretenía y ponía uno del 10, así hasta que monte la primera reunión, de ahí nos bajamos con un rápel, dejando para otro día la continuación.
Una última mirada y me vino a la cabeza el que iba a ser el nombre de la vía, se llamará Milhojas, el motivo es la estratificación del granito en este primer largo, me recuerda a las capas de hojaldre de las milhojas.

Pasó algo de tiempo hasta que volvimos con la intención de seguir abriendo.
El segundo largo se veía muy distinto al primero; vertical, con fisuras anchas. Como había posibilidad de asegurarse con friends y el largo es corto, tiene menos "spits" , enseguida llegamos a una gran repisa donde montamos la segunda reunión.
Hacia arriba ya no se veía tan bonito, pero para llegar a la cumbre quedaba otro largo, de momento ese día decidimos bajarnos.

Esta vez sí paso mucho más tiempo hasta que decidí ir un día y acabar la vía para llegar a la cumbre.
2009…si que han pasado años, pero nunca es tarde.
Una travesía fácil,  unos "spits"  muy incómodos de poner y una salida en libre curiosilla, nos depositaban en otra gran repisa, de ahí sólo quedaba culminar el gran pedrusco que hace de cima.

Posiblemente desde que abrimos el primer largo hasta el día de cima hayan pasado unos 12 o 13 años……pero ahí está.

Estuve haciendo averiguaciones para ver si el risco tenia nombre y no encontraba nada al respecto, así que me puse en contacto con "Via clásica", para a través de su foro llegar a más gente a ver si alguien lo sabía, y resultó que estábamos casi seguros de que no tenia nombre, así que decidimos que le llamaríamos el Risco del Hueco de las Hoces, muy adecuado, dado que se encontraba en la zona del mismo nombre.

Y aquí termina esta pequeña historia de la apertura de esta vía….

La Milhojas………que poco a poco se va convirtiendo en clásica".

GRACIAS WIM

jueves, 15 de octubre de 2015

Vía Julito al Pico de la Miel (6a+, 140 mts.)

Las dos últimas veces que intenté esta vía, la cosa no fructificó, las lluvias nos habían humedecido la placa del inicio y nos habían llenado la fisura de agua, teniendo que marchar a sus vía vecinas. En esta ocasión nos cercioramos que la roca estuviera seca y un día entre semana nos dirigimos al Pico de la Miel en busca de nuestra oportunidad.

Tras salir de trabajar, un bocadillo y puse rumbo a la Cabrera, allí me esperaba Juanjo que junto a su colega Fino, habían estado escalando la Vía Emilio por la mañana y esperaban mi llegada para terminar la jornada.

A las 16:00 en punto estaba aparcando en la zona de los colegios de la Cabrera, la temperatura buena y el cielo totalmente despejado. Partí por la pista que pronto abandoné para tomar la senda que se pierde entre encinas rumbo al Pico de la Miel.


Pronto salí a la senda principal que recorre la base de la sierra y desde allí tomando unos hitos como referencia volví a coger una senda que ahora sí asciende bruscamente hacia la parte occidental del pico. Mi objetivo llegar al sector que comprenden los espolones de las Vías Manolín y del Cabrero Capri.

Me perdí, entre tanta senda recorrida por enésima vez, me perdí sí, y al poco me volví a encontrar como de costumbre. Con la mirada puesta en la vía Julito y campo a través, pisando algún rosal silvestre y volviendo a tomar alguna que otra senda llegué a avistar a mis dos compañeros que me esperaban a pie de vía.

-"ehhhyyy"-
-"ehhhh, qué pasa"-
-¿donde vienes por ahí?-
-¡jejeje, me he liado!-

En 25 minutos llegué al pie de vía, donde saludé a Juanjo y conocí a su amiguete. Los tres íbamos a escalar la vía, de la cual me dejaron el primer largo, el mismo del que me había bajado hace algo menos de un mes.


Comentario general de la vía:
Se trata de una vía muy completa de grado asequible; placas, bavaresas, muro de agarres, fisuras. Buena vía para pasarlo bien con múltiples posibilidades de salida.
Conviene llevar el juego habitual de friends y con 8 express iremos sobrados.
Reuniones equipadas, (excepto la última, en bloques de cumbre).

Largo 1º, Vº+, 20mts.:
Primer largo corto pero intenso. Tomo "los archiperres" e inicio la escalada: asciendo 3 o 4 metros por una placa sin protección pero con regletillas. Esta finaliza y paso a la izquierda a una fisura horizontal muy buena a la que me tengo que subir.


Desde allí ya llego a la primera y única chapa del largo (ojo está a 5 metros del suelo). Con la mencionada protección asciendo hasta el pequeño techito que forma la parte baja del diedro lugar idóneo para un friend grande, única protección flotante del largo ya que pararte a proteger a mitad del diedro no es muy aconsejable.


Tras el seguro voy subiendo el diedro en bavaresa y en oposición, preparado para tirar rápido pero observo que es más de colocarte que de gorileo. Incluso es factible meter algo por el camino para proteger pero la fisura es ancha y solo entrarían piezas del nº3 para arriba.

Pronto llego a la  R1, situada encima de la laja adosada que forma el diedro.


Largo 2º, 6a+, 25mts.:
Se trata del largo más duro de la vía, pero a la vez un largo de disfrute; bonita fisura y placa de adherencia bien protegida con chapas.

Se asciende por la parte izquierda de la reunión, la fisura es ideal para meter lo que se quiera para proteger y se va subiendo fácil. Recomendable no meter mucho, tanto por no perder fuerza para la posterior placa como por temas de fricción de cuerda.


Casi 10 metros de fisura y ésta se termina. Por delante una placa graciosa: en el comienzo hay algún garbancillo grande y alguna regleta que ayuda, pero tras chapar la primera chapa la cosa cambia.


Adherencia de la buena con tendencia a izquierdas en busca de las debilidades del zócalo.
Tras otras dos chapas se sale hacia la izquierda en busca de otra fisura ciega que forma una depresión, buen lugar por donde ascender ya más fácil hasta la terraza de la reunión segunda.

Largo 3º, Vº+, 35mts.:
Este largo ya me es conocido, no en vano es la tercera vez que lo subo de primero.
Comienzo por el muro situado sobre la reunión, una chapa alta y bonitas regletas fáciles para salir a terreno más fácil que me lleva a los pies de un pequeño espolón. Subo por la derecha y pronto me paso a la izquierda del mismo para tratar de evitar un techito y llegar al punto fuerte del largo. Un nuevo muro con buena seta y chapa para proteger, tira un poco hacia atrás pero sólo es subirse a la seta y realizar el movimiento atlético para salir del paso.
Desde allí vía libre hasta la siguiente reunión por terreno evidente y fácil.



Largo 4º, Vº, 25mts.; (Harakiri)
En este punto nos cambiamos de vía. El estético bloque fisurado de la Harakiri tira mucho.

Juanjo sale por la derecha de la reunión con un paso largo para introducirse en la amplia chimenea de la Rivas-Acuña.
No asciende mucho por la chimenea y se sale por la derecha para superar el cúbico regular, otras veces lo hemos hecho por la fisura derecha pero esta vez lo asciende por la placa izquierda del bloque característico.


 Ambos te llevan al mismo lugar, una repisa cómoda sobre el bloque desde donde tomar la siguiente fisura ascendente y perfecta para proteger hasta las amplias terrazas superiores donde hay bloques y encinas para montar reunión. Ésta vez Juanjo la monta en el gran bloque porque vamos a hacer un largo de más que tengo por ahí medio estudiado.

Largo 5º, Vº, 35mts.: (Casera Atómica)
Lo lógico en este punto sería salir caminando tras la encina por la evidente canal hasta cumbre, pero vamos a hacer un largo curioso. Realmente no es integral de la Casera Atómica, ya que tiene varios tramos diferentes.
Desde la Reunión montada en el gran bloque con la propia cuerda. Salgo en travesía hacia la derecha por una placa, incluso hay que bajar un metro para llegar a la base de dos fisuras paralelas normalmente con vegetación. La protección es mala ya que lo único bueno está muy abajo y una caída sería bastante fea.


Asciendo por la fisura superior y por momentos uso la inferior para los pies, son paralelas y por ellas voy progresando hasta su parte alta. Desde allí salgo por encima a terreno muy fácil para pasar entre dos encinas algo separadas. La cumbre está próxima y en diagonal a derechas se puede ir fácilmente hasta los bloques de cumbre, pero prefiero girar a la izquierda hasta una fisura ancha de bordes redondeados, sobre la misma he visto un murete bien chapado y voy hacia allí.
Se trata de un muro con regletas, un poco de equilibrio y a tirar para montarme sobre él para llegar a situarme junto al vértice geodésico. Reunión con seguros flotantes y estamos todos arriba.


La tarde de otoño está bonita, las luces ya son tenues y la temperatura es perfecta.


Una foto y hacia abajo de nuevo, esta vez por el Callejón izquierdo, zona que nos lleva a pie de vía. Desde allí sólo nos quedará la sinuosa senda que nos llevará a nuestros coches con el objetivo realizado; la Vía Julito una de las pendientes.


sábado, 3 de octubre de 2015

Circular al Pico Zapatero, Sierra Paramera

Llegó el Otoño a nuestras tierras, los días comenzaban a ser más oscuros, las hojas a caer y la lluvia hacía acto de presencia.

La verdad sea dicha; septiembre había sido un tanto inestable con borrascas constantes, incidentes sobre todo durante los fines de semana, pero aún no había caído nada de nieve.
El primer fin de semana de octubre pensamos en realizar uno de esos proyectos pendientes; La Tiro Llago - Madejuno, arista del Macizo central de Picos de Europa y me acordé de Javi con el que la intenté cuatro años antes, corriendo mala suerte al tener que bajarnos por la nieve caída. Esta vez parecía que el fin de semana estaría estable. Perfecto.

En teoría éramos los tres los que formábamos el grupo pero a mediados de semana Gayu se borró por motivos laborales, así que nos quedamos Javi y yo, como aquel intento del 2011, además en fechas aproximadas.

Con la mochila hecha, el mismo Jueves veo que ha caído algo de nevada por arriba, rápido busco el facebook de Cabaña Verónica y confirmo lo inexplicable; a pesar de hacer buen fin de semana, parece que dos días antes ha caído algo por arriba... puff!!! plan chafado. Así que el viernes re dirigimos el destino y nos vamos a Gredos a pasar el sábado.
Echamos un vistazo al mapa y nada nos motiva en exceso,.,.. y por apetencias hay un pico que no hemos subido ninguno de los dos, se trata del Zapatero, situado en la Sierra Paramera, -puede ser buen destino para echar el sábado y quitarnos el mono-.

Bien madrugados, cogemos la denominada de toda la vida: Carretera de los Pantanos, dejamos atrás San Martín de Valdeiglesias y continuamos por toda la Vega del Alberche en dirección a Barco de Ávila. Parando antes en la comarca de la Nava, digo yo que se llamará así porque todos los pueblos comienzan por Nava; Navalacruz, Navaquesera, Navarredondilla, Navatalgordo, Navalosa, Navalmoral y nuestro destino; Navandrinal.


Entramos al pequeño pueblo y observamos que está en cuesta, cruzamos cuatro calles siempre hacia arriba y junto a la iglesia aparcamos el coche desde allí sale una pista forestal entre dos naves, que puede ser la buena.

Nos equipamos para lo que parece un día cubierto de nubes y con alguna probabilidad de precipitación. Partimos por la pista a las 8:20 rumbo al Norte ascendiendo hasta un pequeño collado desde donde divisamos por completo toda la sierra de la Paramera, el Pico Zapatero y su valle interior denominado la Garganta del Zapatero.


Como nuestra intención es realizar una ruta para toda la jornada pensamos en dirigirnos hacia la parte derecha de la sierra en busca de alguno de sus collados y recorrerla integralmente hasta el Pico Zapatero, para ver después desde arriba por donde volver. Así que perdemos altura rumbo al fondo del valle, primero por una pista y después atrochando algún tramo por matorral bajo y restos de sendas. Que nos llevan finalmente al fondo del barranco a introducirnos en un pequeño bosque de árboles de ribera; chopos, alisos y fresnos.

El GPS nos ayuda a salir de la garganta y decidimos tomar un camino indicado que pronto desaparece del mapa, pasa por fincas valladas y termina ascendiendo por la ladera entre helechos amarillentos y piornos de poco tamaño.


La dirección que llevamos es la idónea para acceder al Collado de Piedracanal que divisamos a la derecha de la cumbre de Peña Cabrera (1.998 mts.) que en su ladera sur presenta unas placas de granito bastante importantes.


La senda se va escondiendo entre los matorrales que van creciendo en tamaño y a la derecha podemos ver que asciende el Arroyo de Piedracanal, quizás un mejor lugar por donde ascender hasta el collado al que nos dirigimos.


Dejamos a la izquierda las paredes oscuras de Peña Cabrera y por una rampas más inclinadas llegamos al Portacho de Pedracanal, collado donde hacemos una parada en el camino con las vistas hacia la meseta norte. (1750 mts., 1h 40m.).

El cielo continúa cubierto, pero las nubes son altas y no tendremos problemas de niebla con ellas. Nos ponemos en marcha de nuevo, en lugar de continuar por la vertiente norte donde el itinerario es más regular, decidimos ir por arriba, por donde no tardan en aparecer las dificultades en forma de bloques de granito.


Buscamos la dificultad, vamos cogiendo un par de chimeneas y algunas terrazas que dan acceso a otras con la idea de llegar a la cumbre de Peña Cabrera. Poco a poco vamos saliendo a la parte superior del risco con una buena caída hacia la vertiente sur. (1998 mts., 2h 30m., 5km.).


Tras llegar al punto más alto, observamos que la cuerda se ve bastante irregular, todo lo contrario a lo que podíamos prever desde abajo.



En lugar de continuar por la zona rocosa, mediante una canal destrepamos a la vertiente norte y caminamos en busca de una pista que hemos observado desde arriba.

A mitad del descenso Javi, se acuerda que se ha dejado los bastones en la cumbre, así que le espero sentado entre piornos a que el vuelva a por los bastones. En 10 minutos está nuevamente allí y continuamos dirección norte de nuevo.
No nos interesa coger la pista que da más rodeo y marchamos por la línea de vertientes girando hasta salir al Collado del Cuchillo (1830 mts., 3h.). En estos momentos desconocemos el nombre del collado pero vemos hacia la vertiente sur una aguja muy estética unos metros más abajo.
Nos dirigimos hacia allí descendiendo y comprobamos que se trata de una aguja en la que Gayu, un amigo nuestro se había hecho una foto muy guapa, el año anterior. El famoso Cuchillo de Navandrinal.


Ante tal forma granítica, no tuvimos más remedio que bajar a su base, echamos de menos las cuerdas y los gatos, pero nos prometimos el volver para tal propósito y tras unas fotos volvimos a coger la cuerda hacia el Oeste, ahora por terreno más tranquilo.

El siguiente objetivo es llegar al Risco del Sol y en cuanto vemos tramo rocoso nos dirigimos a a la parte alta en busca de trepar y segregar algo de adrenalina. Resulta ser tan solo un pequeño promontorio, pero en frente tenemos el verdadero risco.



En pocos minutos estamos en su base y comenzamos a coger unas canales hacia arriba. Una de ellas nos corta el paso y tomamos una serie de estrechamientos rocosos con algún paso delicado IIIº, vamos enlazando viras y trepando hacia la parte alta.


Una vez en la parte alta observamos que unos grandes bloques nos imposibilitan continuar, así que destrepamos hacia el norte por terreno complicado IIIº. Desde esa vertiente intentamos observar el punto débil, ascendemos unos metros por unas lisas placas y nos volvemos a bajar para continuar y buscar más las debilidades.
Mas adelante aparecen unas nuevas placas más fisuradas y lo intentamos.


Ganamos metros por las mismas y por terrazas de hierba, son pasos un tanto atléticos pero cortos, IIIº para llegar por fin al punto más alto del Risco del Sol, risco que nos ha costado lo suyo. (2098 mts., 4h 20m.).

Para descender no tiene muy buena pinta tampoco, continuamos hacia el Oeste, allí la arista se afila por momentos y pensamos perder altura hacia el norte, pero no lo vemos claro, así que continuamos hacia una cumbre secundaria formada por diversos bloques.


Por arriba está difícil pasar así que bordeamos por terrazas de granito por el norte los bloques cimeros para continuar por una serie de escalones y comenzar a descender.


El destrepe tiene patio, pero te va dejando bajar, algunos pasos son de estar concentrado y aunque Javi de un inicio es reticente poco a poco va destrepando hasta llegar a terreno de piorno tras algún paso de IIIº+. -¿Quién dijo que sería fácil?-


Por delante sólo nos quedan dos picos; Cancha Morena y el Pico Zapatero, son los dos últimos escollos de la jornada y desde nuestra posición se ven factibles, bueno el Cancha Morena no tanto.


Tomamos rumbo noroeste caminando, la vegetación está más crecida pero se puede caminar entre ella, además el cielo parece que ha levantado algo, y la claridad es mayor que hace un rato.
Pronto llegamos al collado que nos separaba de Cancha Morena, está situado a unos 2020 metros y allí pastan tranquilamente unas vacas que aunque están al otro lado del vallado de vertientes se incomodan al vernos (-No serán muchos los senderistas de otoño que caminen por aquí-).


Desde nuestra posición el Cancha Moreno se ve altivo, un tanto afilado, así que no sabemos muy bien si podremos ascenderlo. Como no vamos muy bien de hora y tampoco tenemos ya muchas ganas de andar trepando por rocas, decidimos ir bordeándolo por su ladera sur. La cosa se va dando bien y en el momento que estamos a su altura por la mencionada vertiente vemos que es posible acceder a su cumbre. Vamos a ascender por sus numerosos bloques de grueso granito serrano.


Por trepadas de IIº-IIº+ llegamos arriba, las vistas son espectaculares y aún nos queda un último bloque para trepar, lo intento pero desisto, ya que es un tanto aéreo y el descenso será peor, tiene arriba unos restos de banderitas de oración por lo que es factible su ascenso pero es menos de 1 metro más alto que donde estamos y no merece la pena en estos momentos.
Cancha Morena (2021 mts., 5h, 9kms.).


Aprovechamos para comer algo ya que hay un poco de hambre y observamos desde allí que la jornada de cumbres se pondrá fin con el siguiente pico, el Zapatero.

Descendemos por donde hemos subido hasta llegar a una senda que continuamos hacia el oeste, ésta transcurre por el límite de vertientes y cómodamente nos permite progresar para ir acercándonos al Zapatero, el objetivo inicial de la jornada.

Ahora el terreno es fácil, la progresión rápida y sin tan siquiera tener que echar las manos a la roca llegamos al punto más alto de toda la Sierra Paramera, el Pico Zapatero, situado a 2155mts. y tras 6 horas de trayecto.


El itinerario hasta aquí nos ha dejado satisfechos, el cielo nos ha respetado y tan sólo un poco de viento frío de norte nos ha molestado en ciertos momentos. Podemos divisar decenas de pueblos hacia ambas vertientes, entre ellos Navandrinal, desde donde hemos salido y a donde vamos.





Aprovechamos los últimos momentos para tomar unas fotos y observar que más hacia el Oeste existe un amplio collado, denominado el Portacho del Zapatero hasta donde se aproximan sendas pistas desde las poblaciones de ambas vertientes. Ésto es una buena señal ya que probablemente la de la vertiente sur nos lleve al pueblo directamente.

Iniciamos el descenso final en dirección suroeste por la cuerda, se trata de una senda bastante más marcada y con hitos, de hecho se trata de la vía normal y más utilizada. Sin dejarla vamos perdiendo altura por la divisoria de vertientes y nos acercamos a un último risco, se trata del Risco Redondo, un bonito risco que vamos a bordear por el norte, tenemos la vista puesta ya en la vuelta y no vamos a subir al casi insignificante aunque bonito Risco Redondo.

Tras el bordeo, la senda llega entre matorrales al Portacho del Zapatero, está situado a una altitud de 1950 mts. y hasta aquí hemos empleado 6h 40m.

El itinerario a seguir está claro, desde el Portacho desciende una pista ancha, casi ciclable hacia Navandrinal y la tomamos sin dudarlo. Vamos perdiendo altura cómodamente y aunque la pista traza varios zig-zags, nosotros atrochamos en varias ocasiones para acortar camino, dejando siempre la Garganta del Zapatero con sus prados a la izquierda.



Llega un momento que la pista nos lleva a la parte alta de la cuerda que cierra el valle por el sur, la zona está bastante deforestada por el ganado pensamos, además hay alguna edificación y está bastante poblado todo de grandes hitos casi decorativos.
Ahora dejamos la parte alta de la cuerda a la izquierda y la pista comienza a perder altura más bruscamente, mientras podemos observar ya los tejados de las casas de Navandrinal.


Ya no pararemos hasta llegar al coche, la pista comienza a trazar zetas, algunas de las cuales podemos atrochar de nuevo, por los canales que ha creado el agua en la ladera terrosa.

Finalmente observamos que la pista nos lleva al collado por el que esta mañana habíamos pasado, cercano al pueblo pero antes de llegar al mismo, tomamos la tangente y realizamos los últimos metros en línea recta a las primeras casas del pueblo. Sólo nos queda callejear para llegar a nuestro coche y poder sentarnos junto a él para cambiarnos de ropa y descansar.

Un lugareño se paró a charlar con nosotros, nos recordó que antes la sierra se usaba para el aprovechamiento y no para el ocio, a la vez que la lluvia comenzaba a hacer acto de presencia, sin ninguna duda habíamos bajado justo a tiempo y disfrutado de una mañana serrana por una zona desconocida.

Tiempo: 7h. 57m.
Desnivel positivo: 1280 mts.
Distancia: 17,6 kms.

Ruta en wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11832984