jueves, 28 de noviembre de 2013

Vía Emilio al Pico la Miel (6a/6a+, 130mts.)

Había ganas de una clásica antes de que el invierno se metiera con ganas en la sierra, ha caído ya una borrasca gorda y ha dejado nieve, pero habrá que esperar a que esta asiente. "El veranillo de San Martín" ha dado una tregua a finales de Noviembre y no podemos desperdiciar estos días sin escalar.

Llevamos unos cuantos meses sin hacer escalada clásica, el himalaya se ha llevado su parte, otra parte la boda de Juanjo y para rematar la construcción de la sala búlder, todo ello no nos ha permitido sacar los cacharros de paseo, pero nos ha aportado otras que seguro que nos dan alas para hacerlo ahora.

Nos dirigimos a la Cabrera un día entre semana a las horas centrales del día, estábamos aparcando a las 11 de la mañana con un día radiante, nada de viento y el sol calentando las paredes Sur. ¡perfecto!.

Con la vista puesta en la Vía Emilio al Pico la Miel nos metimos entre las encinas rumbo a su base, las trepadas te van poniendo a punto y la pendiente te calienta para llegar a pie de vía en condiciones óptimas.



Aproximación: Desde la gasolinera repsol de la Cabrera ascender en dirección al Callejón Soyermo, tras media hora de aproximación y antes de entrar a la umbría del Callejón tomar senda hacia la izquierda primero se asciende y después se destrepa junto a una encina para salir a una gran plataforma de granito inclinada. Desde allí salen la Ezequiel, Jose-Andrés y la Emilio.

Largo 1º (6a+, 30mts.): El largo comienza por el diedro inicial de la Ezequiel, tan sólo comparte con ésta los dos primeros metros ya que desde allí sale una fisura fina de dedos, es bastante corta y pronto se ciega, tenemos una chapa a izquierdas para asegurar el paso de 6a y salir. Unas fisuras horizontales fáciles IVº nos llevan a una nueva placa 6a+ algo lavada, tiene dos chapas para asegurar y tiende un poco a izquierdas. Desde allí nos queda superar un corto muro donde está la primera reunión de la vía Durruti 6a+ y continuar unos metros más fáciles hasta la reunión final que comparte con la Ezequiel, unos 5 metros por debajo de la característica cueva de esta vía.

Con nuestro sofisticado método de la pajita más larga, echamos a suertes quien empieza,... le toca a Juanjo jejeje. Mientras se cuelga todos los cacharros voy estirando las cuerdas. Ejercicios de calentamiento y comienza la escalada, se mete con decisión a la fisura, es una fisura de dedos un pie por cada lado en adherencia y llega al final de la misma, aquí chapa en el seguro fijo y tirando de regleta con mano derecha saca el paso de 6a.


 Continua ascendiendo por la zona fácil hasta llegar a la placa de arriba, ¡esto ya es otra cosa!, intenta primero sin aceramientos pero no puede, luego pone el pie en la chapa de abajo y no llega a la de arriba, le faltan pocos centímetros para chapar, lo intenta pero está algo lavado el granito y cae algunos metros por la placa hacia abajo.


 Lo intenta de nuevo pero imposible, entre sus quejidos comenta que las placas de la Pedriza son más benévolas que las de la Cabrera y nuevamente la montaña nos pone en nuestro sitio, ¡esto de la adherencia es otra cosa y no se entrena en ningún rocódromo!, además de coco vamos justos, 5 meses sin escalar clásica son muchos.
Le descuelgo y me cede el paso para probar, a fin de cuentas con tanta chapa esto es prácticamente deportiva, llego a la famosa placa con la cuerda por arriba, desde allí me toca abrir, a la primera de cambio no veo ningún canto para pies la placa está inclinada y no me parece ni de lejos de Vº+ como pone en algunas reseñas. Acerando en la chapa inferior me equilibrio en ella con el pie e intento varias veces subir, no, no, no me quedo así que voy a intentar con un salto agarrarme de la chapa superior (ya se que el método  dice nunca hacer ésto, pero son tan sólo 10 centímetros) así que a fin de cuentas no está muy lejos.  Me tiro a por ella, logro agarrarme y meto express y cuerda, ya estoy asegurado y salgo por la izquierda de la misma a una terraza con una reunión, donde meto otra express y continuo superando el muro por la parte derecha. Ascendiendo y llego a otra reunión equipada, esta es la correcta, pero como Juanjo me había dicho que tenía que ir hasta la cueva, soy obediente y continuo hasta la entrada a la cueva por terreno fácil.
Pronto me doy cuenta que tenía que haber montado la reunión abajo, así que monto una "a cañón" con 4 friends y subo a Juanjo hasta la reunión buena. Ya él desde allí me descuelga los 4 o 5 metros hasta la terraza donde se encuentra la "oficial". ¡Vaya larguito chapucero que nos ha salido!, pero bueno, la esencia de la escalada clásica es ascender usando diferentes métodos y solucionando los diversos problemas que te vas encontrando.

Largo 2º (Vº, 25mts.): Se sale de la reunión superando un primer murete, hay un gran bloque encima y se supera por la derecha para subirse en el mismo a una cómoda terraza. Desde allí sale una fabulosa fisura (de las imprescindibles de la cabrera), es estética y entra todo tipo de aseguramientos, además tiene diferentes regletas laterales para progresar más cómodamente. Tras la fisura se sale a izquierdas a una nueva terraza cómoda donde comparte reunión con la Ezequiel.

Ya en la reunión comienzo el segundo largo con ganas de meterme en la fisura, pero antes de ello tengo el corto muro que había superado antes, en lugar de pasar el bloque por la derecha, tengo que hacerlo por la izquierda para ir a por los friends de los que me había descolgado Juanjo para volver a la reunión. Con una corta travesía a derechas me monto en el bloque y ya estoy en la base de la fisura, tiene una pinta estupenda y es bastante vertical.


La parte inicial es la más dura y en lugar de entrar por la misma me aúpo por la parte derecha apretando un poco en regletas de dedos para ya montarme en la pared, ahora sí voy en busca de la fisura, se protege perfectamente con fisureros medianos. A unos cuatro metros del inicio hay un paso de empotre de manos en la fisura para progresar, pero tras el mismo la dificultad va descendiendo y van apareciendo buenos agarres que te llevan a una cómoda plataforma a la izquierda donde está la reunión compartida con la vía Ezequiel.

Largo 3º (6a, 30 mts.):  Se trata de un largo poco evidente. Se sale por unas chapas blanquecinas situadas a la derecha de la reunión, hay un paso un tanto atlético de 6a para montarse en un reborde e iniciar la escalada, tras las dos chapas el largo tiende a izquierdas hacia la fisura de la Ezequiel para posteriormente ascender hacia derechas y llegar a un muro vertical protegido por una chapa. Es un paso alto de Vº+ que nos saca de la zona vertical y a pocos metros de la reunión.

Le tocaba a Juanjo, el primer paso se las trae, menos mal que se puede chapar la primera desde abajo y te quita la caída, es un paso de subir el pie muy alto e ir equilibrando el peso para montarte en un pequeño reborde.


Ahora a pesar de que el largo te lleva a izquierdas, es mejor buscar los buenos agarres de la parte derecha y una vez subidos, realizar una travesía de dos metros hacia una fisura invertida situada a la izquierda. Te montas en el bloque de la fisura y continuas a izquierdas hasta la canal de la Ezequiel, allí se puede proteger bien pero cuidado porque nos hemos salida de la vertical del largo y la cuerda puede pesar cuando llevemos unos cuantos metros más, así que conveniente meter un cordino largo.


Ahora hay que salir a derechas, no hay pies buenos, así que la confianza es fundamental para salir Vº de la canal de la Ezequiel, un paso lateral y llegamos a buenas manos que nos permiten ascender más cómodamente hasta situarnos bajo un muro muy vertical.


Hay una chapa alta para proteger el paso, tan alta que casi tienes que hacer el paso delicado para poder chaparla, tiene buenas manos pero muy bajas y tienes que apretar en una regleta de mano superior mientras chapas Vº+. Se sale del muro por la parte derecha y se continúa ya por terreno fácil hasta llegar a la reunión.

Largo 4º ( Vº+/6a, 30 mts.): Para el cuarto largo enlazamos con el último del Espolón Manolín. Es un largo bonito, se ascienden un par de metros con buenos pies y excelente protección con friends medianos. Una fisura ancha a la izquierda y una estrecha a la derecha por las que hay que ascender. Tras salir, se llega a un nuevo paso un tanto raro: un corto muro de poco más de un metro sin agarres, en adherencia o equilibrio se asciende por terreno fácil para llegar a una brecha formada entre dos grandes bloques, hay que subir por su fisura y salir sobre el bloque de la derecha, ascender ya facilmente por sus numerosas setas y llegar a la última reunión con un gran cable de acero.

Me toca a mí, por delante un buen largo, ya lo he hecho en otras ocasiones de primero y de segundo. Voy subiendo pies cómodos lo más alto posible para meter doble seguro en la fisura ancha, lo que me dará la suficiente seguridad como para poder echar el cuerpo a la derecha y en bavaresa ir ganando centímetros a la roca y salir de la fisura, tiene un corto apretón que se hace bien.


Tras salir de la fisura llego al "paso tonto", se trata de un pequeño murete de poco más de un metro, se protege regular con un friend mediano y la caída es mínima, pero en adherencia andará por el 6a+, soy consciente de que las veces anteriores lo he sacado de otra manera, pero no la encuentro por momentos. Casi un minuto me lleva el jugar con los pesos y oposiciones y sacarlo para continuar por terreno fácil hasta dos grandes bloques.
Entre los dos forman una fisura ancha, tan ancha que no vale ni el más grande friend que llevo, con una cinta se asegura la caída en una seta baja que nos servirá además para poner el pie en cuanto nos aupemos al bloque. Sólo me queda ascender por setas fáciles y llegar al cable de acero que forma la última de las reuniones de la vía.

Sube Juanjo y ambos caminamos ya por zona fácil hasta la cumbre del Pico de la Miel, hay que hacerse la típica foto de ascenso. Son las 16:00 horas de un día entre diario de otoño y aunque el leve viento de Norte nos incomoda, estamos contentos, no todo el mundo puede en el mismo día trabajar y practicar escalada clásica.


Tras las fotos, iniciamos el descenso, la luz del día es corta y tenemos que "laborar" así que bajamos a toda prisa por el Callejón Soyermo, donde se encuentra el típico IIIº de destrepe, que aún te hace sudar antes de llegar a tus mochilas.


Junto a las mochilas disfrutamos de los últimos rayos de sol débiles de Noviembre y guardamos todo para bajar al coche, aunque hemos empezado mal, la vía ha sido bonita y muy variada, además nos hemos encontrado bien tras algunos meses de parón clásico, así que no se puede pedir más y contentos en el restaurante donde tenemos el coche planeamos la siguiente y un calendario para el 2014 lleno de ilusiones y escaladas.



domingo, 24 de noviembre de 2013

Por los bosques de Valsaín

Las primeras nieves de la temporada han caído en nuestra sierra, además desde el pasado verano es el decimo quinto Parque Nacional de España, así que hay que ir a apreciarlo en su máximo esplendor invernal.

La ruta propuesta era ascender a Peñalara (la mayor altura) desde la Granja de San Ildefonso, se trata de un itinerario de 20 kilómetros y 1.300 metros de desnivel, idóneo para una buena jornada de montaña. Todo este itinerario recorre los pinares de Pino Silvestre de la vertiente Norte de la Sierra de Guadarrama, bosques explotados y regulados desde años inmemoriales.

El domingo partimos algunos miembros del club a tierras segovianas, había ganas de pisar nieves, sabíamos de la gran nevada pero no éramos conscientes de que ésta había caído en cotas tan bajas en la vertiente Norte por esta zona. Ya bajando del Puerto de Navacerrada hacia Valsaín con el coche, vimos que iba a ser imposible llegar a Peñalara.

Aparcamos junto al muro de los jardines de la Granja y desde allí partimos entre robles por sendas y pistas paralelos al Arroyo de la Chorranca,


como la idea inicial de ascenso se había truncado, pues disfrutamos de una ruta circular, uniendo, pistas, sendas, arroyos y tramos donde atrochamos por donde quisimos abriendo huella.


Tardamos unas tres horas en llegar a las proximidades del Chozo Aranguez, nos quedamos a unos 50 metros de desnivel del mismo pero la cantidad de nieve acumulada, unos 30-40 centímetros, mas la niebla nos quitaron la motivación de llegar a algún lugar.




Con ver la cantidad de nieve caída en la zona ya salimos contentos, así que nos bajamos  por la pista hacia el Cerro del Moño de la Tía Andrea


 y continuamos por el Arroyo de los Neveros y su pista hasta llegar a la zona baja de robledal donde parece que la nieve ya escasea.


Así empleamos algo más de 6 horas en una bonita ruta circular, donde hemos matado un poco la "gusa" de pisar nieve y vamos haciéndonos una idea de lo que nos espera en este invierno.

martes, 5 de noviembre de 2013

Bosque de Zabaleta, Irati

Con un equilibrio mental poco usual a estas alturas de año, tras la recién llegada del Himalaya apetece dar una vuelta esta vez algo más solitario por nuestra geografía. Aprovechamos unas festividades entre semana y marchamos al Norte en familia.

La zona elegida es Navarra, los valles pirenaicos nos habían enamorado casi 10 años atrás y nos apetecía volver por esas tierras y más repitiendo en esta época del año como es el otoño, los bosques mixtos de hayedos y abetos han sido cuidados desde hace muchos años, ya que madera de estos bosques fue empleada para la construcción en el siglo XVI de buques para la armada invencible, y gracias a ello podemos disfrutar en nuestros días de uno de los bosques más bellos de España si no el que más.

Partimos de Madrid con la intención de hacer paradas, la primera fue la Plaza del Pilar de Zaragoza y la segunda el Parque Natural de las Bárdenas Reales, merece una visita este semi-desierto de tonos ocres situado a tan sólo 10 kilómetros de uno de los ríos principales de España, como es el Ebro.


La segunda para tras la comida fue Olite, villa medieval que su castillo conserva aún un ambiente feudal imponente.


Con las luces del atardecer nos dirigimos al área pirenaica navarra, más concretamente al Valle de Salazar y a sus últimos pueblos Ochagavía, Ezcároz y Oronz. Alojamiento rural al canto para disfrutar de la zona.

Tras madrugar nos dirigimos a la selva de Irati desde Ochagavía, su acceso se realiza cruzando la Sierra de Abodi por el Puerto de la Tapla situado a 1360 metros, zona por donde ya no hay ni árboles, desde el puerto un descenso acusado nos va introduciendo en toda la "selva" comenzando a apreciar la belleza del paraje hasta llegar al aparcamiento junto a la Ermita de las Nieves.



SELVA DE IRATI, BOSQUE DE ZABALETA

El sendero elegido fue el 63A, balizado en verde y blanco, y que nos introduce por el bosque de Zabaleta en el interior de la Selva de Irati. No es muy duro y se trata de un paseo de corta duración (3 horas y media) por la parte Este de la selva. Su longitud es de 12 kilómetros y su desnivel de 650 metros. Eso sí pero su belleza es el principal incentivo y más aún en estas fechas cuando las hojas se reparten por igual en el suelo como en los árboles.


puedes pasear entre pequeños arroyos,


agradables sendas,



mucha humedad por todos lados,


bosques de cuento,


tranquilos cauces rocosos, 


bosques mixtos,


grandes extensiones de hayas autóctonas,


siempre siguiendo las marcas del itinerario,


algunos tramos de pista,


Todos estos parajes no tienen que ver nada con los del himalaya, pero te aportan una paz y tranquilidad similar a las de aquellas tierras.

Tras el itinerario nos dedicamos a tareas culinarias por la principal población del valle Ochagavía para degustar el típico "ajorriero", "judías con almejas" y "cuajada con miel", todo ello bañado con un vino de la "ribera baja navarra".


Aún nos quedaba por disfrutar del viaje con los paisajes de los bosques de la Sierra de Abodi,


los bosques de galería del Río Esca,


 los cortados de la "foz de Arbayún"


y el románico soriano.