domingo, 30 de octubre de 2011

Cordal de Peña Remoña, Picos de Europa

Esta vez tocaron los Picos de Europa, aunque no teníamos puente nos dirigimos hacia allí Javi y yo el viernes, para el día siguiente coincidir con Juanfran, Rocío, Peluka y Elena que sí lo tenían.
      Salimos el Viernes un poco tarde de Madrid, con lo que al final un bocadillo rápido en Osorno y a tirar el saco en el típico pórtico de iglesia, esta vez tocó la románica de San Martín de Cantamuda.

Amanecimos un medio de una helada tremenda y con -1,5º en el termómetro del coche, para descansados dirigirnos hacia Fuente De, observando desde el Puerto de Piedrasluengas que había nevado por las cumbres del macizo. Se nos complicaba bastante el objetivo a realizar que no eran otros que el Pico San Carlos y la Arista Madejuno-Tiro Llago.
     Una vez en Fuente De, caminamos con las mochilas pesadísimas y ascendimos caminando por la Canal de la Jenduda hasta Vega Liordes y desde allí observamos lo que intuíamos, que la nieve era bastante copiosa sobre todo en la vertiente Norte y a partir de unos 2000 metros. Aún así ascendimos al Collado de Fuente Escondida donde dejamos los sacos, tienda y material y nos dirigimos hacia el Pico San Carlos, haciéndonos imposible el ascenso la nieve dura y el hielo bajo ésta. Nos quedamos un poco descolocados y no había otra opción repliegue de velas y hacia abajo. A las 18:30 estábamos con nuestros compañeros en el aparcamiento tomando una cerveza tras bajar en el telecabina de Fuente De.
     Juanfran y Rocío llegaron de “capea” y decidimos entre todos un nuevo objetivo: Peña Retoña, visible desde allí mismo sobre nuestras cabezas.
     Con el cambio de hora, aprovechamos y descansamos un poco más vivaqueando bajo las mesas recreativas de Fuente De y antes de que saliera el sol ya estábamos calentando la leche en los cazos. A las 8 partimos del aparcamiento por la pradera introduciéndonos por momentos entre el bosquecillo de avellanos y cogiendo los Tornos de Liordes rumbo a la vega.  
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La verdad que los Tornos nos cundieron bastante entre charlas y debates, fuimos viendo a toda prisa como las instalaciones del telecabina se iban alejando y en algo menos de dos horas llegamos a los primeros restos de las explotaciones mineras típicas de Vega Liordes

Paramos para echar algo a la boca y mientras observamos la traza herbosa en diagonal ascendente de derecha a izquierda característica en la cara Norte de la Cuerda de Peña Remoña. Descendimos a unos prados contiguos, primeros de Vega Liordes, y ascendimos por una canal para montarnos en los primeros tramos rocosos de la falda de Peña Remoña, para encontrar la traza herbosa y así ir ganando altura siguiendo unos hitos


Hacia la mitad del recorrido los hitos nos conducían por una terraza hacia la izquierda, pero en la parte superior de este itinerario habíamos divisado nieve desde Vega Liordes, por lo que continuamos por la zona de hierba intentando evitar la misma. Siguiendo terrazas de hierba y evitando algunos tramos con hielo peligroso pero nunca con un fuerte desnivel llegamos a un último tramo de nieve que nos complicó un poco la subida, pero estaba más blanda calentada por el sol y finalmente llegamos a la divisoria donde el sol ya apretaba y había eliminado toda la nieve.


     Habíamos salido al collado situado entre la Torre del Alcacero Central y la Este y desde allí cogimos la arista hacia el Este, atravesando pequeñas brechas y cotas de caliza con muy buenos agarres


Teníamos que ir siempre por la parte alta, ya que un metro hacia el Norte la nieve era bastante copiosa, así llegamos a la Torre del Alcacero Este, punto más alto de las 6 cotas de toda la cresta que íbamos a realizar con 2.247 metros.


Desde esta cumbre descendimos esta vez por la nieve de su cara Norte hasta una brecha significativa y desde continuamos por la cresta hasta que un murete nos obligó a pasar a la cara Sur para trepar una pequeña canal de II muy fácil que nos dejó en la parte alta de la arista nuevamente. 

 

Desde allí ya caminando por el filo llegamos a la Peña Remoña.


Las vistas eran estupendas del Macizo Central y Oriental, del Valle de Fuente De y de la Montaña Palentina, repleta de nieve por cierto



Nos hicimos unas fotos y volvimos por nuestros pasos para llegar al collado desde el que habíamos iniciado la cresta.
 Allí nos pensamos que recorrido realizar para la vuelta y nos decantamos por descender por Pedabejo pero siguiendo la cresta hacia el Oeste, antes de comentarlo siquiera ya habíamos arrancado y nuestro siguiente objetivo era la Torre del Alcacero Central, bordeamos una primera cota por el Norte, sobre unas terrazas e hitos y salimos a un amplio collado, que tras pasarlo nos llevó a una corta trepada para llegar a la cruz y el buzón de la cumbre, nuevas fotos y continuamos hacia la siguiente cota.
Bajamos por unas calizas tumbadas rumbo hacia el Suroeste hacia unos prados, que tras atravesarlos hacia el Oeste nos situaron en la falda rocosa del siguiente promontorio, la Torre del Alcacero Oeste, trepada fácil casi sin echar las manos y en 5 minutos en la cumbre.


.  Desde esta cumbre, destrepamos por unas canales calizas en busca del siguiente prado donde pastaban algunos rebecos y donde estaba situada la Peña del Regaliz, Peña famosa por sus largas vías de escalada de la Pared Norte. Este pico hacia el Sur formaba un curioso circo de pequeñas dimensiones pero bastante bonito que hacía que la arista no fuera lineal hacia los siguientes picos.
Descendimos a los prados del circo y tras atravesarlos bordeamos por el Sur una de las dos cumbres de la Peña del Regaliz para subir por su ladera Suroeste a la cumbre de 2199 metros según el gps, algo más alta que la que tiene las paredes de escalada


Desde esta cumbre observamos que frente a nosotros bajaban dos amplias canales hacia la derecha para descender a la Vega de Liordes, buenos escapes por si no teníamos salida más allá de la cresta. Pasamos por el collado de la primera canal y bordeamos por el Sur un pequeño promontorio calizo por unas terrazas de hierba para salir al segundo collado tras el promontorio de la segunda de las canales.
Desde dicho collado nos era imposible continuar por la cresta, ya que una pared nos cortaba el paso e iniciamos el ascenso por la vertiente Norte, pronto encontramos unos hitos y por terrazas con algo de nieve fuimos ascendiendo en umbría hasta llegar por la misma arista a la cumbre del Tiro Pedabejo



Las vistas del último bastión de la cresta eran alucinantes hacia la Torre de Salinas y Friero y en seguida nos asomamos para ver si podíamos descender en dirección a la Canal de Pedabejo,


las paredes eran abruptas  hacia el Sur pero por el filo de la arista había un destrepe fácil que nos llevó a una canal de hierba por donde fuimos descendiendo para llegar a unas terrazas cercanas al Collado del Alto de la Canal pero que unas fajas no nos permitían descender.  De esta manera fuimos siguiendo la faja hacia la derecha hasta encontrar el paso clave de descenso, una corta grieta que nos llevó sin más problemas y por terreno agujereado y kárstico a salir a la misma Canal de Pedabejo.


Se notaba que era un camino más transitado, nos cruzamos con un par de decenas de personas mientras admirábamos la pared Sur del Tiro Pedabejo, que nos hacía recordar a un “mini-Urriellu”


Ya por la senda y P.R. incluído fuimos descendiendo primero hasta la Majada de Pedabejo donde hay un pilón y una pequeña cabaña y siguiendo la senda salimos a la pista que nos terminó de llevar a la zona de Fuente De, por unos paisajes típicos, típicos cantábricos, con invernales, vacas, prados, ovejas y la Peña Remoña arriba viéndolo todo


Vistas del atardecer desde el Puerto de Piedrasluengas


sábado, 15 de octubre de 2011

Oeste a la Peña Sirio V/6a+ 120mts.

Íbamos a salir a patear el sábado y el Lunes a escalar, pero aprovechando las temperaturas veraniegas y uno de los últimos findes con buen tiempo del Otoño los planes cambiaron un poco. Decidimos ir a escalar el sábado, como no queríamos "estorbar" a mucha gente decidimos madrugar mucho y nos plantamos en la Pedriza casi amaneciendo. Íbamos una cordada novedosa en estos lares, jamás habíamos hecho clásica juntos pero nos conocíamos de otras disciplinas: Juanjo ya había hecho esta vía, Peluka tenía un grado por encima nuestro y yo "ni fu ni fa".

Elegimos aquel bloque rocoso enamoradizo desde el aparcamiento de Canto Cochino, por una vía más que vistosa, clásica y que desde el propio parking se divisa por completo; el Espolón Oeste de Peña Sirio.
A nosotros se unieron a última hora Juanfran y Rocío,, éstos a diferencia de nosotros llevaban haciendo clásica todo el año como unos salvajes por todos los macizos españoles, así que iban a ser unos compañeros de lujo.


Los 5 partimos del aparcamiento de Canto Cochino, bajamos al Manzanares y tras cruzar por la pasarela de madera giramos a la derecha, tras pasar una pradera cruzamos nuevamente otro arroyo el de la Majadilla esta vez y giramos a la izquierda por una senda bastante marcada observando en todo momento Peña Sirio


Tras unos 10 - 15 minutos de marcha llegamos al Prado Kindelan, desde allí salen múltiples sendas de ascenso hacia la base de la peña girando a la izquierda. Por una senda de ellas, con múltiples hitos fuimos ganando altura, bajo encinas, sobre bloques de granito, y ramajes varios, para llegar a pie de vía en unos 50 minutos desde Canto Cochino.


El inicio de la vía es fácilmente reconocible, ya que cuando se empieza a aclarar de encinas la senda, aparece la peña a la izquierda. Únicamente ascender por una placa hasta situarse al pie de la pared y de la cual te separa una grieta de un par de metros de profundidad. Allí es buen lugar para ponerse todos los cacharros.

 

Tras ponernos los cacharros y esconder la mochila para la bajada estamos listos. Juanfran y Rocío a su rollo; ascienden por la izquierda de la vía y se meten por un V de adherencia sin meter cacharros casi hasta arriba, ni siguiera pone Rocío el seguro cuando Juanfran está casí en la reunión del segundo largo.


PRIMER LARGO IV
Nosotros algo más rústicos y pegados de grado, iniciamos la vía por una grieta de 25 cetímetros de ancha donde hay un tornillo más oxidado que el primer piolet de Reinhold Messner y por donde Juanjo que ya había hecho la vía asciende en libre los 10 metros hasta el Primer químico con forma de U. Luego voy yo por la grieta, es un IV y cuesta un poco introducirte en la misma, pero una vez que metes la pierna derecha, vas para arriba como un tiro, rumbo a un arbustillo y a la reunión. También vimos un friend metido en el fondo de la grieta que puede ayudar a proteger el primer paso, ya que el tornillo está un "poco" deteriorado.


 Aseguramos al Peluka y ya estamos los tres en el primer químico. Allí está el paso que da el grado a la vía, aunque posteriormente dejamos el espolón Oeste para meternos en Maldita Vecindad hasta la cumbre.

                                                     SEGUNDO LARGO V
 En éste paso me toca a mí romper el hielo, se trata de una travesía a izquierdas en adherancia hasta llegar a una serie de setas. Para asegurarlo ya que está a la misma altura de la reunión nos chapamos en el primer químico de Maldita Vecindad y en ligero ascenso a izquierdas fiándote de los gatos vas buscando los garbancillos, restos de magnesio y pequeñas depresiones del granito para llegar en escasos 3 metros a las primeras setas. Por donde se va ascendiendo como por una escalera hasta llegar a la reunión. Conviene lazar alguna de las setas o bien meter un friend en una grieta muy visible horizontal. Hasta allí aseguré a mis compañeros con doble cuerda, viendo que con cuerdas de deportiva era imposible hacer ningún largo con tanta fricción. -de aquí para arriba con una sola cuerda-.


Por aquí, Juanfran en su primer largo en libre , la cuerda está de adorno.

Rocío asegurada en su primer largo por Juanfran, fuera de vía.



Peluka llegando a la segunda reunión.



Para el segundo largo y viendo lo fácil de la vía del Espolón Oeste, decidimos colarnos a Maldita Vecindad, situada unos metros a la izquierda y equipada con químicos.

                                                             TERCER LARGO IV+
Ahora le tocó el turno a Juanjo, por una serie de marcas verticales de la erosion y en completa adherencia fué ascendiendo éste largo bastante divertido y seguro ya que tiene 4 o 5 químicos que protegen los pasos, hasta la siguiente reunión.


El día de lujo, con el solecito ya dándonos en la cara y la roca en umbría aún, día perfecto para escalar.



Tras hacer el largo nos aseguró con cuerda simple a los dos y fuimos ascendiendo quitando las express hasta la siguiente reunión situada en lugar bastante cómodo con forma de repisa.


CUARTO LARGO V-
Ahora es el turno del Peluka, (su primer largo en clásica). Es un largo muy similar al anterior, aunque quizás con un pelín más de inclinación. El inicio es más fácil hasta llegar a un primer químico y desde allí la cosa se empina aunque en adherencia se va ascendiendo sin muchos problemas aprovechando las rugosidades y marcas de la erosión en el granito. Para proteger tiene 3 químicos por el camino que van tendiendo a izquierdas un poco para salir a una nueva repisa igual de cómoda que la anterior.


Si no se ven bien la dirección de la vía, salir por la izquierda de un característico agujero negro en mitad del espolón, que se puede ver en la foto de abajo.


QUINTO LARGO 6a+ / A0

Ahora viene el último largo, aquí tenemos dos opciones, bien continuar por Maldita Vecindad y luchar su 6a+ (en algunos croquis viene como 6a ) o bien dos metros más a la izquierda subir por el Espolón Oeste, donde en su último largo han tallado unos pequeños escalones en el granito para progresar hasta un buril igual de oxidado que el primero de la vía, pero esta vez con una chapa más parecida a la hebilla de un cinturón que a un chapa de las de ahora. Aunque la facilidad de este IV nos tienta, no tiene seguro hasta la hebilla y por el bien de mis tobillos decidimos ir al 6a+ que está muy bien protegido por 3 químicos en 2 metros de distancia.
Eso sí, al frente y con el fusil mandamos a Juanfran que lo saca apretando un poquillo y nos pone las express. Rocío lo supera en artificial y ahora me toca amí :   Huahhhhh,,hhrrrrrr, (la verdad que es dificil tener una express a un palmo de tú nariz y tú intentar apretar sobre garbanzos) me decido por la express finalmente. Peluka sube en top y saca el paso sin caerse, se notan las horas de bulder y Juanjo al que no veo pero noto en la cuerda, me pega los mismos tirones que pescando un atún en alta mar.


Desde allí y caminando por roca no es más que III hasta llegar a la cumbre.


Donde disfrutamos de las vistas de toda la Pedriza y comemos un poco al solecillo.


Foto de cumbre de los 5


Tras la pertinente foto, caminamos escasos 10 metros hacia la parte Norte del bloque donde hay una reunión en condiciones que nos va a valer para rapelar hacia la vertiente Norte.


Un rápel bastante fotogénico y bonito ya que es volado y de escasos 10 metros, bueno o quizás 15.


Tras el primer rápel, no merece la pena guardar la cuerda muy bien, ya que se camina algunos metros por bloques de granito hacia la vertiente Sur. Algunos metros más abajo se aprecia la copa de una encina y hacia allí hay que descender. Tras un destrepe majo se llega a la encina encintada en dos de sus troncos principales, una decena de cintajos y cuerdas nos aseguran junto a un mosquetón de acero con seguro de rosca para rapelar los 30 metros que nos separan de tierra firme.


El rápel es bastante fácil, únicamente vertical en su inicio y con algo de tierra y hojarasca de la encina, que da gusto como te va cayendo por la cabeza mientras continuas bajando


Ahora una vez realizado el rápel sólo nos quedaba descender por el Callejón, pero aún no han acabado las dificultades., Se desciende por la parte izquierda del mismo hasta salir a una gran placa con desnivel descendente en la que te dan ganas de ponerte nuevamente los gatos, si es que no los llevas puestos de la vía. al final de la placa y cuando parece que no hay salida, junto a una encina a la izquierda hay varios destrepes de IIIº. Aunque ayudándonos unos a los otros no presentan mucha dificultad.


Desde allí ya comienzan los hitos que nos llevan en breve a pie de vía y tras coger las cosas hacia abajo por el mismo itinerario hasta Canto Cochino.  Nos mereció la pena tomarnos unas cervezas en el chiringuito antes de volver a casa y en ambiente distendido hablar de proximos proyectos y de..... ropa interior.

sábado, 1 de octubre de 2011

Crabioules por el Valle de Lliterola 3116 mts PD


Una vez más habíamos hecho grupo para ir a pirineos, esta vez el mismo era variopinto; teníamos desde primerizos en la Cordillera, hasta otros preparándose para una inminente expedición, pasando por deportistas y meros disfrutones de la naturaleza.
Nos dirigimos al Valle de Lliterola por varias razones, era desconocido para todos, tenía algunos picos que no habíamos ascendido ninguno y además tenía un ibón alto a 2800 metros lugar donde podíamos dormir y así portear buenas cargas como las que teníamos que cargar en la próxima expedición.
 Nos dirigimos el Viernes a nuestra “discoteca personal” en el piri, llamada la Senarta. Picamos entrada a las 12:00 de la noche y salimos a las 08:00 de la mañana del sábado como buen after, una vez más. Pero sin copa en la mano y más bien con un buen tazón de leche con cereales en el estómago.



Justo desde la carretera que sube a llanos parte la senda junto a un cartel indicativo de la ruta., durante el inicio se adentra en un pinar bastante bonito para caminar, pero pronto y a escasos 10 minutos del inicio los pinos desaparecen y todo el sol del Octubre más cálido de mi vida, ¡qué Octubre! nos cogió de lleno.
 Los 7 en fila de a uno fuimos ganando altura por la senda muy lentamente y por un camino siempre paralelo al cauce del barranco sin trazar apenas zetas.




 Tras una hora de marcha el camino parece que se alegra un poco, junto al barranco aparece la Cabaña de Ubago unos metros más abajo y la senda comienza a ganar altura con más alegría, comienza a trazar alguna que otra zeta mientras el mundo pétreo va ganando terreno a la vegetación con las agujas del Perdigueret de fondo.
Algún pequeño remanso de agua nos alegra la vista y paramos a descansar para remontar la primera de las pedreras con zetas y zetas y salir a un hombro herboso.





Poco más adelante el camino se bifurca, el de la izquierda desciende hacia el Ibonet de LLiterola y hacia la Collada Ubaga y el de la derecha va ganando altura entre bloques en busca del Ibón Superior de Lliterola. Tomamos la segunda opción hacia nuestro destino y por la ladera derecha del Barranco de Lliterola vamos ascendiendo por prados siguiendo hitos hiendo a morir en una zona de bloques y rocas que parece infranqueable.

Como siempre nos adentramos por donde parece que no hay senda y los hitos nos fueron guiando por pedreras, canales, terrazas, placas de granito y demás formaciones rocasas para poder avistar por fin parte de los picos del circo de Lliterola y posteriormente cuando estábamos más cerca el ibón donde íbamos a pasar la noche.



Por unas terrazas bordeamos la morrena rocosa que protege el ibon y descendimos al mismo llegando justo a la altura del desagüe por donde cruzamos a la parte derecha del ibón. Por allí continuaba el itinerario, pero continua siendo un tortuoso camino indicado por hitos pero lleno de pedreras laterales con el ibón de fondo. Ya un poco hartos de tanta piedra decidimos bajar al mismo borde del ibón y recorrer su filo para llegar al fondo donde no encontramos vivac de piedra circulares pero si una playa de arena que muchos ríos de la península ya quisieran.




Allí realizamos  lo que denominamos “el desembarco de Normandía” y vaciamos las mochilas por toda la playa para reorganizarnos, comer y decidir lo que íbamos a hacer por la tarde. Pronto se decidió: 4 para el Perdiguero, 2 para los Crabioules y 1 se queda de vigilante en la playa.




“PA LOS CRABIOULES”
Tras el pertinente descanso y comida, Javi y yo partimos rumbo a los Crabioules., Nos dirigimos en línea recta hacia la base de la pared Sur pasando por unas zonas bastante peculiares con trazos blanquecinos de riachuelos secos, quizás del agua de las lagunas de más arriba.

                                      

Después fuimos superando una primera morrena de piedra que albergaba los Ibones blancos de Lliterola, unos ibones cada uno más blanquecino que su vecino de menos altura y dejándolos a la derecha tomamos una senda bien indicada con hitos y trazada por la ladera, por donde fuimos llegando al mini Glaciar de Lliterola, del que realmente no se aprecian sus dimensiones ya que está parcialmente tapado por piedras.

                                                

Dejándolo también a la derecha el camino se empinó para ganar el Collado Inferior de Lliterola, y la piedra suelta del último tramo fue el único inconveniente de esta parte de la subida. Tras llegar al collado alucinamos con las vistas, hacia el otro lado aparecía el Lac du Portillón y podíamos ver también decenas de tresmiles como el Pico del Portillón de Oo, Gourgs Blancs, Spijeoles, Lezat, etc. Pero sobre todo lo que nos llamó la atención fue el Glaciar colgado de Portillón, similar al del Perdido.
                                 

Desde allí para seguir la ruta a nuestros Crabioules realizamos una corta travesía horizontal por una senda de tierra de unos 40 metros para llegar a una gran chimenea, poco clara desde abajo, pero bien señalizada con hitos. Tras ascender hasta el primer hito, los siguientes van apareciendo, resultando bastante fácil la ascensión con pasos continuos de echar las manos.


Así nos introducimos en la amplia canal, por donde fuimos ascendiendo hasta llegar a la arista procedente del Collado Inferior de Lliterola. Desde allí y en lugar de lo normal que sería continuar por la arista, sale otra canal muy bien protegida por dos espolones y por donde continúan la línea de hitos. Así que ascendimos por ella para salir en pocos minutos al Pico Occidental de los Crabioules, eso sí, antes cruzándonos con una bonita y grande perdiz nival con pelaje estival que nos volvió a recordar lo maravilloso de la montaña.


Desde de la cumbre lo que me llamó la atención fue la espeluznante arista hacia el Pic Lézat, llena de agujas afiladas.
Tras la foto pertinente observamos el resto de arista hacia el pico Oriental, estaba juguetona, pensé que catalogada como PD iba a ser algo más fácil desde nuestra posición, aunque ya se sabe luego metidos en ella todo cambia.






Partimos desde la cumbre Occidental hacia su hermana, la arista era algo descendente y aunque con pasos fáciles de II+ tenía un patio de vértigo con una caída hacia el Norte hacia los mismísimos Glaciares de Crabioules



Por el filo fuimos superando los pasos hasta llegar al punto más bajo de la arista, desde allí y en bavaresa un paso con las piernas en una fisura de centímetros y las manos al filo de la arista nos aceleró las pulsaciones y posteriormente un III nos depositó en las cercanías de la cumbre Oriental.



Nos restaban unos pasos más sencillos para llegar al mayor de los Crabioules, ahora aparecieron en nuestra visión algunos picos más hacia el Este se trataban de los Remuñé y Malpás, y una aguda arista nos separaba de ellos, zona en donde se encuentra la Aguja Jean Garnier


Aunque en la guía ponía que había pasos de III, la cosa parecía estar algo más abrupta que un simple III y probamos a seguir por el filo. Nuevamente superamos dificultados por la vertiente siempre de Lliterola hasta llegar a una zona donde la arista caía a una brecha, allí unos montañeros aseguraban a otro que iba metiendo pitones en la roca pero que no podíamos ver, sólo oir el “tin, tineo” del golpeo de la maza.
Tras acercarnos un poco al filo, vimos algunos cintajos para rapelar y les preguntamos gritando si se podía descender bien, a lo que nos contestaron que no,, que ellos estaban tirando un largo. Así que como no había ningún interés especial en arriesgar mucho el pellejo, sin cuerda, ni casco, media vuelta y de nuevo a recorrer toda la arista.




De vuelta ya conocíamos la zona y más tranquilos fuimos superando metódicamente todo el filo para pasar nuevamente por las dos cumbres y descender la canal hacia el Collado Inferior de Lliterola mientras la luz se iba haciendo más tenue y el sol iba descendiendo casi como nosotros.
Tras el paso por el collado y una última visión de la parte de Arista de Lliterola, que nos esperaba para mañana, nos dirigimos nuevamente al Ibón de Lliterola perdiendo altura con rapidez y llegando al mismo un poco antes que nuestros compañeros del Perdiguero.