sábado, 18 de febrero de 2012

Norte del Taillón, AD+ / IV 700 metros

Llevaba muchos años con ganas de hacer esta pared, su forma de pirámide truncada, sus 700 metros de pared y su dificultad moderada hacían que desde hace varios años la tuviera apuntada en el cuaderno de posibles y en el cajón de los sueños.



Tras terminar el invierno pasado tuve claro que este del 2012 iba a ser el elegido para realizarla y sólo me faltaban los compañeros que no tardaron en salir ante tantos atractivos.

Febrero era el mes y Juanjo y Peluka los compañeros, así fijamos un fin de semana que desde la semana anterior ya se preveía como bueno y que mientras se fue acercando no lo parecía ser tanto. Entre el Martes y el Miércoles anterior varias nevadas en el pirineo nos depositaron 10 centímetros en la zona y para el domingo propio de la actividad daban la llegada de una borrasca con nevadas y bastante nubosidad.

¿Qué hacer ahora?, tras varias llamadas y pasar horas frente a partes meteorológicos vimos que las nevadas anteriores habían sido con bastante viento de Norte por lo que lo había depositado en los valles y el nivel de aludes no superaba el "típico 3 moderado" de casi todo el invierno. Lo que si nos asustaba más era el frente que venía el Domingo y que no nos iba permitir hacer la pared ese día con la progresión hasta la misma el Sábado.

De esta manera surgió un nuevo plan; la idea era dirigirnos en lugar de por Bujaruelo, por Francia y por la estación de Gavarnie-Gedré e intentarlo hacer el Sábado en el día, todo esto masticándolo en el propio coche a la altura de Alcalá de Henares.

VIERNES 17 DE FEBRERO

Con el pequeño Renault Clío del Peluka y con algún que otro problema doméstico, que no hacen del momento un problema sino algo recordable tras los años, nos pusimos en marcha hacia el Pirineo, superando "la alcarria", "los puertos ibéricos", "el valle del Ebro", "el prepirineo" y llegando a la hora de la cena al llano francés tras pasar el tunel de Somport.

Nos comimos un bocadillo "español" sentados en una glorieta en las cercanías de Olorón y continuamos pasando por Pau y Lourdes para llegar a Gavarnie a la 01:00 de la noche. Dejamos el pueblo algunos kilómetros más abajo y ascendimos hasta la estación de esquí de "Gavarnie-Gedré, haciendo unos trompos con el hielo del parking y mientras la máquina aplastaba la nieve de las pistas. El cuerpo nos pedía descanso así que sacamos los bártulos y vivaqueamos con -5º al pie de las taquillas de la estación.

SABADO 18 DE FEBRERO

Apenas dormimos unas horas, ya se notaba claridad, Juanjo y Peluka llevaban algunos minutos hablando, me comentaron que ya era la hora y eran las 6:30, me habían parecido 2 horas de sueño.
Desayunamos desde los sacos e hicimos la mochila con todo lo imprescindible para una larga jornada, incluído el material y a sabiendas de que íbamos a caminar algunas horas de noche.


Iniciamos la marcha por una pista que sube regularmente por la parte izquierda de la estación,

 la verdad que se progresaba muy bien debido a que había sido recien aplastada por la máquina y así fuimos tomando una serie de pistas siempre en ascenso moderado para llegar a una loma desde donde se ve totalmente la gran pared Norte del Taillón y desde donde visualizábamos la vía a escalar.


Por delante nuestra iban 3 parejas de vascos a los que tenemos que agradecer que nos abrieran la huella durante parte del itinerario. Desde lo alto de la loma límite de la estación de esquí, perdimos algunos metros de altura para tomar el camino que sube levemente hasta el Puerto de Bujaruelo, dicho camino estaba totalmente nevado por lo que la pendiente era la natural del terreno. Salió el sol por encima de las montañas y cogiendo como lagartos calorías solares fuimos llegando por nieve blanda y venteada hasta el mismo Puerto de Bujaruelo tras 2 horas de aproximación.


Aquí nos encontramos con los vascos que iban a subir al Taillón por la vía normal y se estaban poniendo el material duro, nosotros hicimos lo propio y nos ataviamos con crampones y arnés debido a que en la aproximación hasta la base de la pared el hielo afloraba en las pendientes umbrías, seguro que batidas por el viento del mismo puerto y por su orientación Norte.  Fuimos progresando en ascenso algunos minutos y metros para ir viendo por partes la grandiosidad de la pared.


Una vez avistada la entrada del corredor de la vía, abandonamos la huella de nuestros amigos vascos y nos pusimos a abrir la nuestra propia por nieve blanda, sin duda de las nevadas de días anteriores que habían purgado la pared y la habían acumulado en su base.


Tras 2 horas y media de aproximación llegamos al inicio del corredor, allí nos paramos y nos ataviamos con el resto del "material de guerrilla", casco, piolets y material de escalada, para iniciar el ascenso de 30º de pendiente por la nieve acumulada del cono de deyección de la entrada del mismo.
Estaba bastante blanda y nos costó bastante llegar a la zona donde se inicia el corredor y se estrecha hasta unos 5 metros. Aquí empieza el juego de verdad y sin mucho tardar la pared nos sorprende con un primer resalte sobre nieve dura que supera los 60º de inclinación, (esto no venía en ningún lado).


Alucinamos con la entrada y esperamos que el resto de la pared no tenga estas pendientes. Confiados en las reseñas y concienciados que 50º son 50º continuamos tras superar el resalte incial de nieve dura, el corredor asciende de derecha a izquierda y una zona con nieve blanda sigue al primer paso.


Remontamos todo el corredor inicial para llegar a un tramo con nieve muy dura, los crampones tan sólo clavan las puntas al igual que el piolet y aunque parezca menos seguro es ideal para ir subiendo con rapidez.
Tras salir del corredor y ascender algunos metros por una zona de nieve dura llegamos al primer tramo un tanto confuso, llegamos a una serie de piedras que sobresalían de la nieve y nos dirigimos a un corto resalte de nieve muy dura entre ellas con una inclinación de unos 65º siempre en línea hacia arriba.

Tras superar la franja de rocas nos metimos en una clara y ancha depresión y tras echar un vistazo en el croquis pensamos que la vía iba un poco más a la derecha tras un pequeño espolón (error, ya que estábamos en el corredor principal ya).

Tras nuestra falsa impresión, nos dirigimos en diagonal ascendente hacia la derecha, en busca de un pequeño espolón y por laderas de nieve durísima llegamos a lo alto del mismo.


 Cómo el corredor que pensamos se situaba detrás del espolón no existía volvimos a tirar de croquis y observamos un gran pitón de roca arriba a la izquierda situado a  la misma altura que la primera franja rocosa y principal dificultad de la pared, además ahora sí observamos con claridad que el pequeño espolón que divide la pared en dos estaba más a la izquierda y por lo tanto que nos habíamos ido a la derecha algunos metros, así que continuamos en ascenso hacia la izquierda por palas de nieve dura hasta llegar a una pequeña pared de roca que nos cortó el paso.


Desde la pared de roca podíamos ver arriba a la izquierda la fraja principal de la pared y también el pequeño diedro rocoso de salida del paso clave, así que bordeamos por la izquierda la franja rocosa en una travesía


y ahora sí por el corredor principal nos introducimos en un estrechamiento rocoso para toparnos con un bloque donde había dos clavos, principal seguro del paso y casi único punto de descanso para las piernas de toda la vía, estábamos a 2890 metros y habíamos llegado al paso clave.


Habíamos tardado 2 horas en llegar al paso, mucho si tenemos en cuenta que había crónicas que tardaban tan sólo 1 hora en llegar a este punto, pero la falta de huella de la pared y la calidad de la nieve nos llevaron a ello.

Añadimos un clavo más a los dos existentes (aconsejable llevar pitones planos de fisura pequeña, mejor que friend o fisureros) y montamos un triángulo de fuerzas como reunión principal.


 La verdad es que la reunión es un tanto cómoda y está protegida de posibles caídas de piedras, pero tiene varios inconvenientes que hacen que no esté en el punto ideal para realizar el paso; uno de ellos es que cuando realizas el paso clave los aseguradores no te ven realizarlo y no saben exactamente cuando dar o coger cuerda, otro es que la cuerda al salir del bloque de la reunión hace fricción en el propio bloque, costando algo más tomar cuerda al que realiza el paso.

Como los clavos estaban allí y el tinglado estaba montado en ese punto nosotros aseguramos desde allí, salí por la izquierda del bloque del seguro, por nieve algo blanda, ascendí unos 5 metros verticales y llegué hasta un muro ( hay algún clavo por el camino para chapar). Primero me dirigí hacia la izquierda por una sección extraplomada, allí vi un clavo a la altura de la cabeza pero el paso me pareció casi imposible sin hielo o nieve dura por encima para tirar de piolets. Después me dirigí unos 4 metros hacia la derecha y observé el punto débil de la franja.
   

Me chapé en un nuevo clavo antes del paso y ascendí por terreno mixto y nieve blanda el metro que me quedaba hasta el punto clave desde donde ví el tema. El paso realmente era de un metro y medio vertical, primeramente no vi manera de ascender ya que el diedro que sigue al paso estaba pelado de nieve dura y hielo y tan sólo algunas manchas de nieve blanda lo tapizaban impidiendo ver posibles agarres, luego tras rascar un poco en la nieve ví que había alguna que otra piedra del tamaño de una uña para tirar de piolet y tras seguir rasgando por la nieve en busca de puntos de seguro para menter algo, descubrí a la altura de mi cuello el clavo perfecto para proteger el lance del paso.
Express al canto y tirando del mínimo canto con el piolet izquierdo conseguí subir la pierna derecha lo suficiente como para encontrar un nuevo apoyo más alto con el piolet derecho en el diedro de salida. Ya en el diedro fuí rateando y arañando la roca para salir del mismo los 3 o 4 metros de longitud hasta llegar a nieve sólida por donde ascendí varios metros hasta una zona de nieve dura donde montar la reunión con una estaca, un ancla y el piolet. (La verdad que aunque el resto de la pared la nieve estuviera muy bien para progresar, para realizar el paso eran las peores condiciones posibles de nieve, ya que no había ni hielo, ni nieve dura y la que había blanda te tapaba los posibles agarres en roca).


Subieron mis compañeros por el paso sin muchos problemas y los únicos derivados por los guantes helados del Peluka más que por las complicaciones del punto clave. Tras desmontar todo el tinglado nos introducimos en un marcado corredor de nieve algo blanda por ciertos puntos,


 ascendimos unos 20 minutos por él y cuando teníamos a pocos metros la segunda de las franjas rocosas de la pared, nos desvíamos a la izquierda a los 2990 metros ascendiendo unos metros por nieve blanda para salir a una pequeña arista (en este punto y tras mirar otras vías de ascenso, creo que nos precipitamos al salir del corredor y un poco más arriba sobre los 3020 metros y justo bajo la pared hay otro corredor hacia izquierdas para salir del mismo).


Desde la arista vemos una pequeña cornisa y una serie de corredores que ascienden, realizamos una travesía horizontal hacia la izquierda y tras pasar bajo la cornisa a toda prisa llegamos a un punto desde donde nos surge una nueva duda. Podemos seguir haciendo travesía hacia un corredor amplio más a la izquierda, o tras pasar la cornisa hay un corredor estrecho de un metro de ancho que asciende con unos 60º de inclinación y donde vemos o intuimos alguna que otra huella de ascenso.


Nos decantamos por este segundo y tras luchar un poco con la nieve blanda de la entrada, nos metemos en el mismo superando unos 5 metros hasta llegar al final donde se ciega en parte. Montamos una reunión de emergencia y tratamos de salir por un diedro helado de roca situado un metro más a la izquierda, en donde el paso clave es introducirte en el mismo, allí y cuando nos parecía que estábamos haciendo la Norte por donde nos salía de las narices nos encontramos  un clavo fenomenalmente puesto, que nos sirvió para continuar asegurados y superar el diedro rocoso (III+ / M5), esté con algún agarre más de piolets que el paso anterior.


Tras montar una reunión en las paredes de la derecha tras la salida de la reunión, la cosa pareció mejorar bastante, por encima se ensanchaban las palas de nieve y la pendiente rondaba los 55º. Nos juntamos de nuevo y continuamos hacia arriba llegando a un pequeño mirador de nieve horizontal, !qué disfrute nieve para estar relajado!. Allí descansamos unos momentos e iniciamos el ascenso por tramos de pala de nieve y otros resaltes en roca de nieve blanda que nos ponían en aprietos de nuevo ante la inestabilidad del terreno.


Por fin avistamos la luz del sol dando en algunas rocas con hielo y esto nos extramotivo, la salida estaba cerca por fin. Así por una última pala de 50º y la salida de 60º a los 3090 metros, salimos a lado español y a recibir un poco los rayos del sol que nos había estado privando la grandiosa pared Norte de este montañón.


Tras 9 horas de actividad habíamos salido a terreno fácil, nos sentamos junto a la salida de la Norte y valoramos por unos segundos la idea de tirar a cumbre, finalmente y a pesar de ser casi las 17:00 horas quisimos ponerle la guinda al pastel y tiramos hacia cumbre para llegar en unos 15 minutos a la propia cumbre, lugar donde celebrar nuestro éxito.


El momento era ideal, nos importaba un pimiento la hora que fuese, alucinamos con todos los alrededores de montañas pirenaicas nevadas, ni siquiera teníamos prisa, ni nerviosismo por bajar y tras una sesión de fotos, vídeo y comer y beber algo iniciamos el descenso.


Nos pusimos manos a la obra para el descenso, no nos quitamos nada del material por si las moscas y fuimos descendiendo con los crampones por tramos bastante helados y venteados, en pocos minutos bordeamos el Dedo de Bacillac por terreno francés


y nuevamente pasamos a ladera española para llegar a la brecha (por cierto vaya diferencia de nieves entre estados). La Brecha de Rolando, lugar conocido y anteriormente transitado por los tres nuevamente nos alucinó y caímos en la tentación de sentarnos a disfrutar de los últimos rayos de sol de la jornada y a la postre de todo el fin de semana, aquel lugar merece una parada.


Tras la parada iniciamos el rápido descenso por terreno francés, las laderas de 30º propicias para bajar con velocidad, y la nieve aunque blanda por zonas nos permitía descender con rapidez hasta llegar a las cercanías del Refugio de Serradets, ni tan siquiera paramos a verlo, tan sólo unas fotos con los Picos de la Cascada iluminados por las últimas luces y la brecha de fondo.


Ahora sí que agradecimos la huella de nuestros amigos vascos, además de ser 6 habían pasado de ida y de vuelta por lo que la huella estaba sobradamente marcada en la nieve fresca que portaba la ladera. Desde el refugio de Serradets ascendimos unos minutos hasta el Coll de Serradets, desde aquí ya era todo bajada.


Y como suele pasar, cuando te piensas que todo está hecho, el camino se empieza a alargar, a alargar y a alargar.... Fuimos bordeando toda la pared del Taillón y hasta esos momentos no fuimos conscientes la anchura de dicha pared.


La nieve muy blanda por las laderas e incluso en algunas zonas Juanjo lo pasó mal con tanto agujero bajo la nieve, por fin con -5º en el termómetro y con el frontal ya en la frente avistamos el Collado de Bujaruelo por donde corría un leve "biruji".



Allí nos quitamos todo el material sobrante y nos dirigimos hacia la estación de esquí de Gavarnie-Gedré, donde avistábamos en la oscuridad las luces de las máquinas aplastando las pistas de esquí. Nos fuimos aproximando hasta por un collado pasar a las pistas y estropear todo el trabajo de la máquina para ir haciendo huella pistas abajo y llegar al coche a las 21:30, con 14 horas en el lomo y con un hambre descomunal.

Comer algo en Francia a las 22:00 parecía una quimera, pero tuvimos suerte y en un cálido local de madera disfrutamos de unas pizzas de infarto junto a unas cervezas con las que brindar lo realizado.

DOMINGO 19 DE FEBRERO

Amanecimos bajo un porche de un chalet de las afueras del pueblo de Gavarnie, desde allí pudimos divisar que el tiempo había cambiado, las nubes poblaban el cielo y tras desayunar tuvimos la idea de ir a hacer hielo al Circo de Gavarnie, evidentemente no íbamos a realizar ninguna de las magníficas vías del propio circo, pero por lo menos "pinchar algo" en la meca de esta especialidad de todo el pirineo.




Así que nos dimos un paseo de aproximación de un par de horas hasta el circo de Gavarnie y disfrutamos del hielo en unas cascadas del Gave de Gavarnie, junto al Barranco.

A partir de las 14:00 comenzó a nevar y terminamos de realizar actividad, el frente famoso había llegado y volvimos por el camino al pueblo de Gavarnie, para comer bajo unos toldos, tomar unos crepes, unos cafés y poner rumbo a España para dormir en Canfranc y el Lunes llegar a Madrid para inicial la semana lleno de energías.



miércoles, 8 de febrero de 2012

Nieve en Guadarrama, por fin!


El invierno en Guadarrama está siendo extraño, no ha precipitado casi nada y lo que ha caído las temperaturas altas se han encargado de deshacerlo o que sea en forma de lluvia. De ésta manera da pena ver nuestra sierra en Enero o Febrero en tales condiciones.

A mal tiempo buena cara y por lo menos las últimas semanas la temperatura ha sido baja con lo que el hielo a aflorado más de la cuenta. Tras mi vuelta de Argentina me llegaron noticias que la Cascada de Cabezas estaba en condiciones aceptables por lo que era un dulce bastante apetecible para dejarlo pasar y no aprovecharlo. Debido a que dicha cascada los fines de semana está muy concurrida decidimos quedar un Lunes esta vez Yeyo y yo y probar suerte.

Una vez puesta la fecha, "el famoso frente siberiano" que azota la península nos dejó un fin de semana con bastante nieve y frío, lo pasé de casa rural en Segovia y a mi vuelta por el túnel de Guadarrama las condiciones en la carretera y en vertiente Norte no podían ser peores; varios accidentes en directo coches salidos en la zona del Espinar y a punto de poner cadenas antes del túnel, eso sí la vertiente madrileña totalmente sin nieve. Así que mantuvimos la cita del día siguiente.

El lunes quedamos y partimos hacia Cotos, daban algo de nieve pero no pensamos en ningún momento que la nieve pasara durante la noche a la vertiente madrileña y nos depositara tales grosores en nuestra sierra: 10 centímetros en Cotos, 20 a 2.000 metros y 40 a 2.200 metros.

Llegamos a Navacerrada puerto aún de noche con -4º y nevando, el tramo hasta Cotos nos lo tomamos con tranquilidad casi abriendo huella por la carretera y dejando que la veterana xsara picasso nos llevara como otras veces por el manto blanco (cuantas nevadas tendrá ya en el lomo la pobre).

Llegamos a Cotos, aparcamos los segundos en el aparcamiento y nos pusimos la ropa antes de partir mientras amanecía. El cielo encapotado, hacía un viento moderado de Norte y nevaba a ráfagas. En ese momento fuímos conscientes que el objetivo de hacer la cascada pasaba a segundo plano y el de dar un paseo por nieve fresca al primero.


Partimos caminando por la carretera de Valdesquí, alguna rodada de todo terreno pero la nieve sin quitar de la carretera y practicamente intransitable, a la altura del desvío del Pingarrón dejamos el asfalto y comenzamos a abrir huella entre pinos por la senda que desciende al Río de las Guarramillas, todo muy bonito los pinos hasta arriba de nieve fresca y cayendo más aun.


Cruzamos el Río Guarramillas por el puente de madera y fuímos ascendiendo el primer repecho del día en busca de bordear la loma que desciende del Cerro del Valdemartín, nos turnamos para abrir huella y en algunos minutos estábamos en la parte alta de la loma donde el viento Norte daba de lo lindo y había limpiado la zona de nieve.
Iniciamos el descenso al Arroyo de Cerradillas por lo que intuíamos era la senda y tras caminar algunos minutos recordé que teníamos que tomar un desvío hacia la izquierda que no habíamos visto aún. Para evitar problemas de encontrar la senda o no ( luego a la vuelta vimos que estaba muy bien indicado incluso con un poste), nos tiramos pinar abajo atrochando en línea recta hacia el arroyo de las Navas de Cabezas, tirando de GPS.


No tardamos mucho en llegar al Arroyo de Cerradillas, que cruzamos y pronto encontramos los hitos que ascienden por el Barranco de las Navas de Cabezas. Este tramo fue bastante pesado; la nieve ya se acumulaba en 30 centímetros y la cantidad de piedras que estaban ocultas bajo la misma nos suponía un problema a la hora de progresar.

Poco a poco fuimos ganando altura por el barranco, pasamos las dos horas de marcha que en otras ocasiones te permiten llegar a la cascada, pero esta vez estábamos bastante abajo, nevando y sin poder ver nada por arriba. Por momentos pensamos en dar la vuelta ya que por el horario que llevábamos íbamos a llegar a la cascada y volver hacia abajo sin prácticamente tiempo para disfrutarla. Pero bueno, por esas cosas que uno no sabe porque ocurren, te lías, te lías y quieres llegar a toda costa.


El barranco se comenzó a abrir de pinos, los pinares de los lados comenzaron a desaparecer y el viento era mayor cuanto más altura ganábamos, nos salimos del torrente por la derecha y por allí continuamos abriendo huella hasta en un pequeño claro poder divisar "los pulmones rocosos" que delimitan todo el corredor Norte de Cabeza de Hierro, la cascada se podía ver tambien pero su calidad ya era otra cosa.


Llegamos a unas pequeñas cascadas situadas más abajo, bastante tumbadas y muy aptas para una primera práctica, allí pensamos si quedarnos a aprovechar el tiempo o subir a las de arriba y optamos por la segunda opción. Finalmente vimos que había bastante hielo en la parte baja y pensamos que las de arriba estarían mejor aún así que para arriba de nuevo a abrir huella entre bloques y rocas.

Tras unos minutos ya podíamos verlas entre la niebla y llegamos allí en un último apretón, habíamos tardado casi 3 horas en llegar cuando se hace en dos.

Allí pinchamos de primeras la parte baja, el hielo estaba sorprendentemente en bastante buenas condiciones, ni estalladizo, ni hueco y sacamos toda la cacharrería para abrir la línea principal situada a la izquierda y en donde hay un clavo en su base como primer seguro, también estaba en condiciones la situada más a la derecha que cuenta con un parabolt al final de su línea.


Como no tiene mucha dificultad y pretendíamos bajar por el corredor situado a la izquierda, tiramos con cuerda simple y metimos 3 tornillos y un puente de hielo muy bien instalado con dos cordinos seguramente dejado allí del fin de semana anterior.


Debido al poco tiempo que teníamos subimos para abrirla y Yeyo subió en top hasta la reunión tras 40 metros que montamos en unas rocas un poco a la derecha. Desde allí huída por el corredor a la base de las mismas hacer la mochila y salir pitando hacia abajo empapados por la nieve, el viento y el frío que hacía de la zona un lugar un poco aconsejable para estar.


Durante el descenso aprovechamos para comer un par de veces algo ligero y con cuidado de no meter la pierna en ningún lugar entre rocas fuímos retornando al Puerto de Cotos tras unas cuantas horas de dura actividad por las condiciones, pero que ya apetecía sentir en nuestra sierra.