domingo, 26 de mayo de 2013

La Galana por la Muesca con Bajocero (PD, 50ºmáx)

Sonó el despertador en los nichos del Élola, comenzó la agitación, unos con los pantalones, otros buscando sus zapatillas de goma, otros destrepando de la litera de arriba y los últimos remoloneando apurando los segundos.

Bajamos al desayuno, todos bastante coordinados y cuando quisimos desperezarnos estábamos en la terraza del refugio poniéndonos las botas, esta vez teníamos cuatro compañeros más que habían subido la tarde anterior y una baja que se quedaría en el refugio, en total 14 para arriba.

Hacía bastante fresco la temperatura no superaba los 5 grados y el sol aún no asomaba por las murallas del circo, tras abrigarnos partimos por el mismo itinerario que el día anterior, estaba helada la huella y esto nos facilitaba la progresión por la nieve. Tardamos poco en llegar a la Hoya Antón, allí giramos hacia la derecha y tomamos rumbo al Ameal de Pablo siempre altivo en el circo.


Tras salir de la hoya tomamos una canal estrecha y encajonada cubierta de nieve, por la que debajo fluía un buen torrente de agua que podíamos escuchar e incluso a veces ver, siempre con el Ameal de fondo.



Salimos de la canal y nos encontramos un nuevo rellano, desde allí partían dos corredores ya con más inclinación (unos 35º/40º) pensamos en meternos por el de la derecha más encajonado pero finalmente optamos por el de la izquierda que más amplio y abierto nos depositó tras un buen esfuerzo bajo las paredes del Ameal de Pablo, siempre referencia de la aproximación.


Realizamos una parada tras salir del corredor, ya podíamos ver como las nubes entraban por el Norte, nos mosquearon un poco ya que por la tarde daban tormentas y no esperábamos que tan pronto comenzaran a entrar de Norte, tras el descanso continuamos bordeando toda la pared Oeste del Ameal en dirección al Aventadero que podíamos ver desde nuestra posición.


Desde el Rellano del Ameal y cuando íbamos a ascender hacia el Aventadero, vimos que la Canal de la Muesca a la Galana aún estaba en condiciones aceptables para subir por ella, así que no lo pensamos mucho y tras ponernos arneses y sacar piolets nos dirigimos hacia su base, zona donde se quedaron tres de los compañeros.


En principio pensamos en sacar la cuerda, pero la subida estaba bastante bien, nos repartimos los piolets entre los más necesitados y comenzamos el ascenso por la canal, en un inicio pronto se pone a 40º de inclinación.



Tras el primer tramo una pequeña grieta en el lugar más estrecho nos forma un resalte de algo más de 50º, que se supera bien, desde ese punto la nieve está bastante dura y los crampones sólo clavan un par de centímetros.


Un poco más arriba nos acercamos a la Muesca de la Galana, el corredor se ensancha y la inclinación desciende para terminar a 35º y llegar a dicho lugar, que tiene esta vez un aspecto irreconocible.


La cantidad de nieve caída a cubierto por completo la muesca, habrá unos 4 metros de nieve acumulados, es más en Diciembre pasamos por aquí y a duras penas podíamos estar tres personas en la muesca, ahora los 11 más otros tres que descendían de la cumbre y muchos más que podían entrar.


Es increíble como puede cambiar una zona debido a la precipitación, la habitual placa rocosa que hay para salir de la muesca, desaparecida en combate bajo la nieve. Nos quitamos los crampones y continuamos trepando por las continuas terrazas fáciles de IIº/II+º hasta que llegamos bajo la cumbre.


Aquí hay una fisura vertical por donde se puede subir, aunque también se puede emplear una terracita lateral situada hacia la vertiente de Cinco Lagunas, alguno pasó por la terraza sin asegurar pero para la mayoría pusimos una cuerda a modo de quita miedos en donde meter la línea de vida y así llegar los 11 a la cumbre!!!.


Sí, sí, hasta la misma cumbre,, dudo mucho que antes hubiera habido 11 personas en dicha cumbre y mucho menos 7 de ellos montados en el bloque cimero y colocados como sardinas en lata.

El cielo aún aguantaba, las nubes aunque numerosas eran un tanto altas por lo que nos dejaron de preocupar una vez hecha la cumbre, y así disfrutamos unos pocos de minutos mientras ideábamos un plan de descenso.

Almanzor desde Galana
Mientras montábamos el rápel de bajada, ya habían bajado la mitad por el quitamiedos de la terraza, los últimos decidimos rapelar y así bajar hasta casi la muesca de un tirón.
Hacía bastante frío para ser casi Junio, la temperatura no superaba los 5ºC y la sensación era por debajo de 0ºC, por lo que parte del grupo para no estar mucho tiempo parado, ascendía trepando a la antecumbre e iniciaba el descenso Venteadero abajo.



En el Venteadero aún había bastane nieve acumulada y nos permitió descender con rapidez y enlazar con el itinerario de subida.



Con el Ameal de testigo nuevamente de nuestro itinerario.


Como durante la ida lo bordeamos bajo sus paredes en una pequeña travesía



para llegar a la parte alta de las canales y descender a toda prisa en busca del refugio, ya casi todos los miembros de Bajocero caminabamos desperdigados por toda la longitud del itinerario.


Tras llegar al refugio, comimos algo en la puerta y rehicimos las mochilas con todas las cosas para partir rumbo a la plataforma ya pensando en los bocadillos de la Bodeguita y observando que incluso el tiempo nos iba a permitir llegar a la Plataforma sin mojarnos y con algo de sol.


Tiempo invertido: 7h 20min.
Desnivel de ascenso: 780 metros
Desnivel de descenso: 1000 metros
Longitud: 14 kilómetros

fotos de: Jose Luis Malillos y Carlos CHC reporteros






sábado, 25 de mayo de 2013

Almanzor con Bajocero

Calendario de Bajocero, esta vez tocaba ir a la Sierra de Gredos, era mi primer finde de una trilogía de tres findes seguidos a esta sierra, una por club, otra de escalada y la última de curro.
El pico elegido era el Almanzor, sí, el más alto de todo el sistema central y todo un clásico dentro de mi calendario anual de ascensiones, desde la primera vez en Agosto del 2002 no he faltado ninguna temporada a la llamada del "más grande del centro" y en este 2013 no iba a ser menos.

Cuando los objetivos personales te llevan a realizar otro tipo de ascensiones donde el terreno es más vertical y el uso de cuerda es habitual, la motivaciones que encuentras en salidas de este tipo es ver como amigos y compañeros te hacen revivir tus inicios en sus propias ilusiones, como aquel 2002.

12 de Bajocero partimos el Viernes para tierras abulenses, a los del primer coche aún nos dio tiempo de disfrutar de una tarde de primavera en Hoyos del Espino, donde comenzamos a respirar libertad por sus alrededores. Más tarde llegaron el resto en otros dos coches y el día se termino entre la bodeguita y nuestro alojamiento gratuito de Gredos.


Por la mañana amanecimos con dos grados en el termómetro, Gredos es una sierra que no perdona y aún en Agosto las temperaturas pueden descender incluso bajocero en la laguna. Nosotros como es costumbre en los grupos grandes, tardamos en movilizarnos, tras desayunar nos dirigimos a la Plataforma de Gredos, allí unos 20 coches más y tras los preparativos partimos rumbo a la Laguna Grande de Gredos a las 8 de la mañana.

El camino empedrado nos sirvió para coger el ritmo y encontrarnos de nuevo con nuestro corazón, perdido en la cotidianía de la ciudad. Es lo que tiene esta sierra; tan pronto estás a 2º que dos horas después te pones la manga corta para caminar y disfrutar de los Prados de las Pozas, la postal relajante de Gredos.


Por la zona del Morezón aún se veía nieve, pero ya veníamos avisados que en el interior del circo la nevera que forma mantiene el manto de mejor manera y esta vez no iba a ser menos que en otras ocasiones.

Iniciamos la subida a los Barrerones, el grupo se parte, cada uno coje su ritmo y cada uno fotografía lo que le gusta, unos son más de culos, otros de lagartos y los últimos de flores. Poco a poco va a pareciendo la nieve, que a cada paso te enseña un poco más.


Llegamos al punto álgido de los Barrerones, la subida se ha llevado bien y el grupo finalmente ha llegado casi en un pañuelo, disfrutamos con la vista y nombramos todos los picos mientras observamos que desde el refugio hay nieve hasta el Almanzor, ¡bien!.


Iniciamos el camino de descenso a la laguna, pasamos por la Fuente de Barrerones y zeteamos la ladera rumbo al refugio, las únicas que descansan al sol son las lagartijas serranas. Pasamos varios arroyos y canales que descienden del Morezón para enfilar definitivamente la laguna mientras pisamos los primeros tramos de nieve.



Llegamos al borde de la laguna, esta vez esta crecidita, se nota el año de nieves que llevamos, de mis internadas por Gredos sólo en una ocasión tuve que usar el cable plastificado que evita el agua cuando la laguna sube su volumen, pues esta vez va a ser la segunda.


Con cuidado destrepamos el final del cable y continuamos por el margen de la laguna y llegar a las cercanías del refugio donde vamos a dejar todas las cosas para tirar hacia arriba, el Almanzor nos espera.


Una hora más tarde iniciamos nuevamente la marcha. Desde el refugio tomamos la senda habitual que pronto desaparece bajo la nieve y nos introduce en un mundo de roca lamido por los glaciares del cuaternario.


En poco tiempo llegamos a Hoya Antón donde paramos para ponernos los crampones ya que el manto es continuo y comienzan las rampas inclinadas. Desde la hoya salen dos posibles itinerarios más marcados el que se dirige hacia la Portilla Bermeja y el que va a el Aventadero (hacia la Galana). Tomamos el primero de ellos y comenzamos a ascender por rampas de unos 35º, la nieve esta un poco blanda pero tampoco se hace muy pesadas ya que hay huellas endurecidas por algunas zonas.


Tras una media hora de ascenso llegamos a un pequeño rellano de donde sale a derechas la Canal de la Portilla del Crampón, aquí nuevamente la pendiente es mantenida y ronda los 35º. El grupo que marchaba muy junto se estira y cada uno coge su ritmo para llegar a la Portilla del Crampón, donde llegamos con algún otro grupo y algún guía con clientes. El último tramo antes de llegar a la portilla se pone a 50º por lo que hay que tener cuidado a pesar que el estado de la nieve y la huella ya abierta nos facilita las cosas.


La cantidad de nieve acumulada en la portilla es increíble  no se ven las argollas de rápel y tiene una anchura de cerca de 5 metros, allí esperamos todos los grupos y cerca de 20 personas nos juntamos cómodamente, como siempre en estos casos hay un momento de reflexión; unos que no saben si suben, otros que se bajan, el guía que quiere tirar el primero y otros que esperan para chupar la cuerda de los grupos grandes (me puedo imaginar lo que ocurre los días de cumbre en un 8.000, algo parecido pero con el 60% menos de oxígeno).

Nuestro plan es el mismo, debido a que nos imponen las canales oscuras y aún queda nieve durante toda la travesía y canal final, vamos a montar dos cuerdas fijas una para toda la travesía y la segunda para la canal final, eso hacemos y vamos ascendiendo tras el guía al que alcanzamos bajo la canal, donde nos cede el paso.


Eso que tanto criticamos cuando vamos en cordada de dos, lo tenemos que hacer, hemos copado todo el último tramo de ascenso, pero a cambio hemos fijado una cuerda para que se agarre todo el que quiera, asegurar a 11 personas no se puede hacer de otra manera para que sea algo dinámico.


Poco a poco vamos ascendiendo hasta la última trepada y en grupos llegamos a la cumbre del Almanzor, imposible todos juntos.


Incluso hay sala de espera bajo la cumbre, unos entran, otros salen, fotos desde arriba, desde abajo e iniciamos las maniobras para ir despejando la parte de arriba.


Ya que hemos atascado la parte superior de la montaña, intentamos ayudar a los grupos pequeños cediendo el paso y dejando las cuerdas para que rapelen, total no llevamos prisa son las 15:00 horas y el refugio está cerca. La alegría inunda al grupo hemos hecho pleno 11 de 11 en cumbre.

Miguelón rapelando
 Todo el grupo usando las cuerdas fijas va descendiendo hasta la Portilla del Crampón que se ve bastante concurrida desde arriba, mientras los últimos vamos retirando la cuerda fija.


Aprovechando la espera, Javi asciende al Cuerno del Almanzor, menuda foto tiene.



Iniciamos el descenso desde la portilla, la nieve está más blanda y los primeros metros los hacemos con la cara a la pendiente para asegurar.


Posteriormente la pendiente se suaviza y con rapidez vamos descendiendo toda la canal para llegar a la Hoya Antón en un "pis pas".


En la misma zona donde nos pusimos los crampones nos los vamos a quitar y así rehacemos todo el grupo, todos descienden muy contentos, cosa que me alegra, algunos más cansados y otros menos, pero la sonrisa es la norma común.

El coche A, nuevamente se adelanta pero esta vez caminando, el plan es homogéneo sentir nuevamente la naturaleza y libertad de las montañas, pero esta vez más a flor de piel, ¡y tanto!. Nos pegamos un baño en una de las pozas de por encima del refugio.


Tras la llegada al refugio ya todos más relajados esperamos la cena y aun nos esperan un par de sorpresas, la primera es encontrarnos con César Pérez de Tudela en el refugio, con el cual charlamos un rato, la mitad de sus frases son dignas de apuntar en un cuaderno para guardar. Y la segunda es también encontrarnos con Paquito en el refugio tras dos meses de estancia fuera de España, la persona con la que hice mi primera escalada clásica.


Mañana a por la Galana.



Fotografías por: Jose Luis Malillos, Carlos CHC y Daniel Pelegrina.

lunes, 6 de mayo de 2013

Espolón Manolín de primeros ( Vº+, 210 metros )

Tras venir dos días atrás de escalar en Alicante, nos encontrábamos bastante bien y decidimos ir un nuevo lunes a escalar a la Cabrera, teníamos en mente desde hacía algún tiempo el superclásico Espolón Manolín, ya lo habíamos realizado los dos pero de segundos y siendo una de nuestras primeras clásicas hace un par de años.

Tras realizarlo entonces coincidimos ahora que se trata de la mejor escalada de Madrid, tanto por su longitud como por su variedad de largos y grado aceptable, entonces guiados por Paco y Juanfran alucinamos con la vía y le dedicamos nuestra escalada actual ya que entonces aceptaron perder un poquito de su tiempo para ascender esta vía con novatos.

Ahora con más experiencia y más palos dados por nuestra geografía nos dirigimos dicho lunes a la ladera sur de la Sierra de la Cabrera, las ilusiones no han cambiado desde entonces y continuaban las mariposas en el estómago antes de iniciar la escalada.


Cuando llego a la gasolinera de la Cabrera ya me espera Juanjo como siempre, se ha tomado un café para subir a tono y tiene todos los cacharros preparados, desde que llego hasta que nos escondemos entre las encinas camino arriba no pasan ni 5 minutos. El material ya está organizado como siempre cada uno lleva su parte y echamos las primeras gotas de sudor a pesar de ser temprano en este día de Mayo, porque el sol en vertiente Sur ya calienta de lo lindo.

Llegamos a pie de vía y ya hay una pareja de italianos de cierta edad, rondan los 50 y tanto él como ella se ven morenos de llevar ya unos cuantos días calentando la piel por España, además él le está pegando a la directa del Espolón, el primer largo de la Salamandra que quiero recordar que supera el 6a en adherencia, escala muy despacio pero se nota la veteranía, palpa cada centímetro de roca en busca de garbancillos.

Mientras, nosotros nos hemos equipado con todo el material y nos disponemos a iniciar la escalada:

LARGO 1: 35 metros de IVº.
Juanjo parte por la izquierda de los italianos por una placa fácil que se puede asegurar a izquierdas en donde quieras x una fisura lateral, no merece la pena meter mucho porque la vía tira a derechas y rozaría mucho la cuerda. Se llega al final de la placa hacia arriba continua una chimenea rara pero hay que salirse a la derecha.


La vía gira en diagonal a derechas, se realiza una corta travesía de derechas donde se protege y donde nos cruzamos con la cuerda de los italianos, se puede chapar una chapa de la salamandra pero la tienen ocupada por lo que nos da un poco igual para seguir hacia la fisura que forma una laja pegada, un pasito de IVº de adherencia de confianza y nos introducimos en una fisura un tanto rara pero fácil que no sabes muy bien si dar por dentro, por fuera, por lo alto o a mitad, para llegar a la reunión.


Tras abrir Juanjo subo yo y llego hasta su posición, un primer largo para calentar.

LARGO 2: 35 metros de IVº:
Este segundo abro yo, no admite ninguna duda el itinerario, una fisura que sale a derechas y que asciende bastante lineal hacia arriba, también se puede hacer el segundo largo de la salamandra para llegar al mismo lugar, (eso sí esta última es 6a+ de adherencia).

Optamos por la opción fácil, una fisura muy disfrutona en donde entra de todo, se asciende por ella empotrando casi siempre el pie y mano izquierda y las extremidades derechas en adherencia, hasta una repisa donde esta la reunión con párabolt


El largo perfecto para calentar e ir subiendo de grado progresivo durante la vía.

LARGO 3: 25 metros de Vº:
Aquí comienzan los soplidos, se sitúa uno en la parte izquierda de la plataforma de la reunión y ya se puede divisar una fisura a derechas que forma en el inicio un pequeño diedro, se asciende en bavaresa con buenos emplazamientos para asegurar durante toda la fisura Vº.


El diedro se va cegando y ya sólo nos queda la fisura para ascender en bavaresa hasta que ésta termina, si o sí hay que salir por una placa de adherencia que en sus primeros metros te hacen sudar un poco Vº/ Vº+ y poco a poco va perdiendo dificultad hasta llegar a la siguiente reunión situada un poco a la derecha de la placa y a la que se llega bien por unas últimas rugosidades en la roca.


LARGO 4: 35 metros de Vº+:
Sin duda el largo estrella por el ambiente, se trata de un murete que se puede dar por tres fisuras diferentes, yo elegí la del medio y desde abajo la verdad que impone, es bastante aéreo aunque parece más difícil de lo que luego resulta.

Presenta un primer paso atlético pero tiene una chapa alta para protegerlo, una vez superado ascendí por la fisura aprovechando las regletas laterales y protegiendo en la misma fisura.



Tras la primera mitad se sale a la izquierda hacia una zona poblada de setas muy buenas para progresar, también hay alguna chapa más para proteger o lazando las mismas setas hasta llegar a un pequeño saliente. Un bloque situado bajo la reunión se cruza en el camino, en bavaresa e invirtiendo las manos sale muy bien y ya te puedes montar en la terraza donde se encuentra la siguiente reunión.


LARGO 5: 40 metros de Vº:
Desde la reunión se alcanza una fisura un tanto irregular que se protege y sube bien para alcanzar justo el filo del propio espolón, allí un tramo más vertical surcado por una fisura esta vez más perfecta divide el espolón en dos.



Se asciende por la fisura, tiene algunos apoyos laterales pero cuanto más arriba más escasos y el empotramiento de la mano izquierda por la fisura nos va a ayudar a subir por ella Vº.
Tras superar el paso duro la fisura se va tumbando para salir a una terracita a la derecha, donde la vía se junta con la Ezequiel en la 5ª de las reuniones.


En este punto se puede escaquear el último de los largos y más duro del espolón manolín por la vía ezequiel, pero hemos venido a hacer la vía por lo tanto tiramos para arriba por la original.

LARGO 6: 40 metros de Vº+ / 6a:
El último de los largos presenta el paso duro de la vía, me toca a mí y lo cojo con muchas ganas, subir de primero no es lo mismo que de segundo pero viene bien para mis características.

Asciendo un primer muro para llegar a situarme bajo el paso, se trata de un bloque saliente que hay que superar por una fina fisura de dedos a la izquierda, la verdad que si colocas bien los pies puedes hacer el paso ascendiendo con las piernas cambiando de apoyo y ganando centímetro a centímetro, la protección es total por la fisura de la izquierda entra de todo de tamaño más bien pequeño. Es un paso que algunos dan de 6a, pero más bien es un Vº+ durillo, según mi opinión.

Un pequeño apriete y unos pasos dinámicos y estas fuera donde la fisura tiene mejores agarres.


Tras salir de la fisura se llega a una cómoda terraza donde hay un paso tonto, no hay mucho para proteger pero el metro y poco de muro te hace pensar que empezaste a escalar ayer.


Tras superarlo se asciende por una placa hasta situarte en una fisura entre dos bloques, lazando una seta a la derecha aseguras el paso un tanto atlético y empotrando manos para salir por encima y llegar a la mega reunión de la cabrera con un cable de acero bajo la cumbre.

Hasta allí llegó mi compañero y tras liar las cuerdas nos las echamos a la espalda para trepar y llegar al Pico de la Miel.


Como siempre, unos minutos de reposo, de digerir la vía, una barrita energética y vamos para abajo que esta tarde trabajo.
Poco a poco vamos perdiendo de vista el magnífico Pico de la Miel, más grande cuanto más subes por él. !hasta otra!.