sábado, 10 de junio de 2017

Diedro Sur al Balaitous D+ (Vº+, 240 mts.).

El inicio de la primavera nos había tenido atareados, necesitábamos de una actividad completa que nos llenara y la planificamos para inicios de Junio. Los días fueron pasando y el fin de semana comenzaba a dilucidar que las temperaturas del Pirineo iban a ser cálidas, así que todo iba sobre ruedas para el fin de semana con el objetivo de escalar la Cresta del Diablo, conocida como la cresta más difícil del Pirineo y además portada de mi blog desde varios años atrás.

A Gayu le apetecía también subir al Balaitous y sí la enlazábamos con la Costerillou sería un plan ideal, pero.......... escalar ambos con la mochila llena y con vistas de vivaquear en plena Cresta del Diablo?
Yo era partidario de dividir las jornadas sobre todo para disfrutar más de ambas jornadas sin necesidad de ir extremadamente pesados así que le propuse hacer el domingo la del Diablo y el sábado subir al Balaitous por la vía normal desde abajo dejando las cosas en el Refugio de Respomuso, le pareció buen plan y con esas vino a buscarme a casa para salir el viernes.

Bajé con la guía de Roca, nieve y hielo en Pirineos de Desnivel y tenía ojeados varios itinerarios de roca para subir al Balaitous, en cuanto se lo dije a Gayu me dijo que subiera a casa a por la segunda cuerda de escalada clásica que le parecía una idea fenomenal, Así que tomé el ascensor de nuevo y con las 2 cuerdas de 60 pusimos rumbo al Pirineo Aragonés.

Entre esos itinerarios había uno lógico y bastante marcado no muy alejado de la vía normal de la Brecha Latour, se trataba del Diedro Sur, Vº+ y 5 largos de escalada, perfecto aunque la duda que nos perseguía en los debates de la furgui era si el domingo íbamos a estar en condiciones para hacer la del Diablo, con 1700 metros de desnivel, 14 kilómetros y unos cuantos largos de cuerda en el cuerpo del día anterior. Pero la única manera de saberlo era probando.


Entre episodios de montaña llegamos al Valle de Tena, más concretamente a Escarrilla, allí tomamos un bocadillo y una cerveza y partimos arriba al Aparcamiento de la Sarra pasando previamente por Sallent de Gállego.

El aparcamiento estaba lleno de coches, se notaba la previsión de buen tiempo para el Pirineo y bajo el cielo estrellado de los albores del verano nos aposentamos en la parte trasera de la furgui.

Sábado 10

Nos levantamos a las 6:30 junto a la salida del sol, el día era frío en La Sarra para ser Junio y es que la humedad del embalse hacía más estragos que la temperatura. Desayunamos un buen cazo con leche y cereales y con lo imprescindible en las mochilas nos pusimos rumbo a Respomuso cerca de las 7:30 de la mañana y con una buena jornada por delante.

Caminamos paralelos al Barranco de Aguas Limpias en todo momento, los saltos de agua de los barrancos adyacentes nos hacían parar cada poco para tomar alguna foto, para beber agua o simplemente para disfrutar de la libertad con la que estas aguas caen montaña abajo.


En poco más de 30 minutos nos adentramos en la umbría de los primeros hayedos, senderos de silencio en estos bosques de cuento. 



Llegamos al desvío hacia los Ibones de Arriel en la primera hora de camino y realizamos una parada para no cargar mucho el organismo.

Tras tomar una barrita energética iniciamos de nuevo el camino, "los pinos uncinata" y los rododendros eran la vegetación principal que veíamos al caminar a la vez que el sol comenzaba a salir por encima del Circo de Piedrafita y a calentarnos de sobremanera.


Ya podíamos ver la presa, pero hasta llegar a ella aún nos quedaban unos 200 metros de desnivel, que intentábamos recorrer a ritmo lento por un sendero por el que el agua discurría, dificultándonos la progresión. 



Asomar a la parte alta de la presa, te lleva a otra dimensión, allí los bosques de árboles desaparecen y las zonas escavadas por la cantera de roca se contrapone en sobremanera al paisaje de fondo que nos rodea, el magnífico a la par que famoso y fotografiado Circo de Piedrafita. 


Los Picos "acolmillados" del fondo del paisaje crean líneas demasiado perfectas para un lugar tan natural en el que la nieve residual que puebla las laderas y el azulado del embalse se mezclan en una proporción idea.
Aunque el sol no estuviera en el lugar ideal, tomamos varias fotos, el Refugio de Respomuso ya lo tenemos a tiro y hasta aquí hemos tardado 1 hora y 45 minutos pero nos hemos quitado un desnivel gordo, ni mas ni menos que de 650 metros.

Por la senda que sale de la presa caminamos al refugio, en lugar de tomar la superior, cogemos la inferior y nos lleva a caminar por unas terrazas herbosas por las que no había pasado antes y no muy aptas para desequilibrados físicos, claro.


Al poco llegamos al camino principal, el refugio que parecía pequeño desde lejos, se va agigantando y parece que nunca llega, hasta que al fin, ese tejado grana de chapa lo tenemos a tiro. Accedemos hacia la terraza "enrejillada" subiendo las escaleras y nos quitamos las mochilas con ansia de descansar las lumbares. El refugio está cerrado, llamamos y allí nadie abre, decidimos darle la vuelta en busca de algún resquicio por donde acceder o avisar que estamos allí, y "zasca" la afilada visera del tejado metálico me hace un corte en la cabeza, sangro algo y me duele bastante el golpe, se me está hinchando a modo de chichón y pienso que no comenzamos muy bien la aventura.


Entre el golpe fortuito ha salido una mujer de rasgos nepalies y nos dice que nos va a abrir en breve, así que esperamos en la puerta, yo relamiéndome la herida cual "perrico chico"


No tarda mucho la mujer en aparecer y también su marido, otra persona de raza nepalí bastante simpático, nos toman los datos, dejamos todo el peso extra a buen recaudo en la taquilla y tras una cerveza nos disponemos a continuar la marcha hacia el Balaitous, que ya son las 11:00 de la mañana y "no hemos vendido ni una escoba".


Los días son largos y las escobas baratas, así que en nuestros planes vamos en hora. (2 de subida, 3 de escalada y 3 de bajada laboriosa, a las 19 abajo, justo para la cena.)


Nos ponemos el arnés, nos colgamos el material, cogemos la cuerda y una mochila pequeña de escalada y salimos tras el refugio tomando el torrente de Respomuso, el camino pronto se pone vertical, el primer tramo es doloroso para los cuádriceps, vamos serpenteando por terrazas herbosas a veces embarradas pero lo importante es que vamos ganando altura poco a poco a ritmo constante.


Salimos del refugio a las 11:15 y una hora después estamos a 2500 metros, ya hemos atravesado algún nevero y la Cresta del Diablo la vamos divisando completamente al otro lado del valle, la vista se nos va allí, intentando encontrar el punto de acceso a la cresta para la jornada de mañana, pero eso será otra historia, vamos a centrarnos en hoy.


Los neveros ya son continuos y a pesar de las horas que son aún aguantan con dureza nuestro peso y nuestros pasos, marcando tan sólo algún centímetro de huella al caminar, lo justo para no caer ladera abajo.


Atravesamos alguna zona rocosa, alguna pedrera y nos metemos en alguna que otra rimaya antes de ya poder ver el final del Circo de Respomuso, su zona de Vuelta Barrada y toda la Cresta de Costerillou al completo. No nos queda mucho para poder ver el muro por donde transcurre la vía que queremos escalar.



Entre tanto nevero hemos seguido ganando altura con fluidez, estamos por encima de los 2800 y aunque estamos cruzando zonas con la nieve más dura la progresión es rápida.

Tras una loma comenzamos a ver la vía aunque muy difusamente, no avistamos el diedro exactamente que queremos escalar, aunque intuimos que pueden ser uno de las tres líneas verticales que salen desde la parte alta de la nieve del circo. 



No saldremos de dudas hasta que no nos aproximemos al pie de vía, así que sobre los 2850 descendemos a la vaguada que forma el glaciar y dejando la Brecha Latour del Balaitous a la izquierda.

Parece que sólo nos queda subir una última ladera de nieve, la ladera está dura y aunque llevamos los crampones no nos decidimos a ponerlos, se va inclinando y roza los 30º, por momentos lo pasamos mal intentando cantear y casi sin respirar llegamos al borde de la rimaya. El agujero es profundo, la roca ha calentado la nieve  y desciende unos 4 o 5 metros hacia el fondo oscuro, ahora habrá que pensar como saltar y llegar al pie de vía rocoso. Parece que por la izquierda se puede.


Nos encontramos a 2900 metros de altitud, observamos que parece ser el diedro que buscamos uno muy marcado y escalonado que sube por la parte izquierda de donde nos encontramos, sólo nos queda saltar la rimaya y vemos que mas o menos hay una zona accesible con un paso largo que nos ayuda a encaramarnos a la roca, ahora por la roca nos resulta más fácil llegar a una terraza situada al pie de vía, este será nuestro comienzo de la escalada. yeah!!



La vía la abrieron en 1994 U. Abajo, M. Aldeguer, F. Gómez y S. López, precisamente con el hijo del primero hemos estado hablando en el refugio antes de subir, actualmente es la persona que lo gestiona.


Son las 13:50 horas, vamos en tiempo y comienza la escalada, la pajita más larga manda y me toca a mi salir de primero así que me coloco todos los "archiperres" y miro hacia arriba.


LARGO 1.

Desde mi posición observo una serie de terrazas que me llevan al inicio de un diedro bastante fisurado pero no veo mas allá.
Comienzo a escalar, el granito es compacto y hay bastantes fisuras verticales tendidas, van apareciendo terrazas por las que voy progresando y más arriba veo unos techos anaranjados hacia los que me dirijo. Tras los primeros metros IVº, la dirección es clara y me adentro en un diedro bastante marcado.


Tras salir del diedro, éste se abre pero por encima hay uno bastante más continuo y perfecto, éste debe ser el itinerario lógico y comienzo a subir por él protegiendo en la fisura del interior del diedro y escalando por la placa de la derecha que va comenzando a ser interesante IVº+.
Por encima el diedro continúa y aprovecho una pequeña cueva con fisuras para montar la primera reunió con seguros flotantes y recuperar a mi compañero.


LARGO 2.

Este largo parece que continúa la tendencia del anterior. Por encima el diedro es mantenido y permite proteger a la perfección mientras se utiliza la placa para subir.
Pronto gana verticalidad y en X Gayu va ascendiendo por una zona un tanto negruzca por el paso del agua, un diedro bastante regular. 


Llega hasta debajo del techo, donde hay un descanso pero ahora tiene que salir del techo por la derecha, las manos son malas y sólo vale empotrar en la fisura para salir o aprovecharla para subir algo en bavaresa y salir del tramo más vertical, Vº+.


Tras el paso de la vía unas terrazas dejan a Gayu en una zona de bloques donde lazar alguno de ellos y recuperarme hasta su posición.


LARGO 3.
La reunión está situada en una plataforma herbosa muy cómoda. Nos comemos una barrita energética y observamos en el reloj que son las 15:00 horas, vamos bien y si todo sale bien en otra hora estaremos arriba en la ladera final del Balaitous.

Ahora el itinerario parece fácil, sale hacia arriba una estrecha canal con tramos de hierba bastante asequibles, así que me dirijo por allí hacia arriba. Parece que todo es evidente pero ésto es alta montaña y no hay nada sobado como para ver que por allí pasa gente, o quizás la vía no sea muy repetida que puede ser el caso también.
De cualquier manera voy ganando metros y la cosa se va complicando, la roca es buena y la canal finaliza en un murete, no se muy bien si tirar hacia la izquierda, hacia la derecha o de frente, así que opto por salir por la izquierda a en dirección a un hombro donde hay un bloque característico pero una vez metido en el fregado y tras algún pasito de Vº, observo que está este último tramo bastante suelto y roto, cosa que me da que pensar de que por allí no es.
El objetivo de salir al hombro era tener más visión de donde estamos y por lo menos ésto último lo he conseguido, puedo asegurar que ahora la vía tiraba de frente y no por donde yo he subido, por lo tanto, el siguiente largo hay que reedirigir hacia la derecha el itinerario de escalada.


LARGO 4.
Tras subir Gayu confirmamos mi pensamiento y le paso los cacharros para escalar el siguiente largo.
La dirección es inequívoca y veremos si podemos salir a buen puerto, ya que la cosa coge ambiente. Sale sobre la reunión por un diedro irregular bastante sucio Vº/Vº+,


pero tras un par de metros afloja y continua por unas terrazas con bastante mejor roca y tendencia a derechas para salir a la entrada de un nuevo diedro más regular que le deposita en una terraza herbosa con dos diedros de salida. Allí monta reunión con flotantes y me asegura hasta juntarnos de nuevo.


LARGO 5.
Efectivamente parece que hemos retomado la vía original, dudamos cual diedro coger como quinto largo y aunque parece más regular el de la derecha, te lleva a un pequeño techo que no mola nada. Así que opto por el de la izquierda, a sabiendas de que no debe andar muy lejos la salida.
Gano altura unos 5 metros fáciles IVº y salgo a una zona de bloques desde donde puedo ver la cumbre del Balaitous, -¡estamos fuera!- le grito a Gayu y le aseguro con el cuerpo para unos escasos metros de cuerda. Pronto aparece tras los bloques y juntos observamos que sólo nos queda terreno nevado para llegar arriba.
Desde allí las vistas hacia la Cresta de Costerillou y Diablo son fantásticas.

Son ya las 16:00 horas pasadas, así que hay que aligerar, dejamos las cuerdas sobre una roca y continuamos con la mochila ligera hacia cumbre, este tramo parece corto, pero la cumbre aún está lejana y a más de 100 metros de desnivel, la ladera nevada ya a estas horas está un poco blanda para progresar así que aprovechamos al máximo la zona rocosa que asciende hasta la Cresta de Costerillou, pero ya arriba no nos quedan mas narices que mantener altura levemente por la loma cimera dejando el lado francés a la derecha y llegando a la pirámide metálica de la cumbre del Balaitous.



Nos alegramos de sobremanera, ha sido una cumbre especial, y es que nos ha llevado casi 10 horas llegar desde el aparcamiento de La Sarra a cumbre para superar los 1750 metros de desnivel y además escalar una vía de 5 largos, ¡Jornada de las guapas!

El descenso es lento por la Brecha Latour, intento trasmitírselo a Gayu desde el primer momento para mantenerlo en guardia, pero la verdad que el tiempo y el lugar es tan fantástico que no tenemos prisa por bajar de allí, ni nos preocupa lo más mínimo llegar antes o después al Refugio de Respomuso, hemos llegado a un punto que normalizamos actividades de cierta envergadura y ésto no se si tomármelo como una ventaja o desventaja.

A las 17:30 comenzamos a descender de cumbre, volvemos sobre nuestros pasos de la ida y llegamos al lugar donde teníamos nuestras cuerdas en poco tiempo. Allí las doblamos y guardamos en forma de mochila para acometer la bajada, el filo rocoso se hace abrupto así que nos obliga a bajar al nevero para seguir perdiendo altura hacia la Brecha Latour.
En un principio la nieve está blanda pero hay zonas en donde ésta está venteada y bastante dura, no llevamos los crampones así que descendemos con cuidado con la fe de que en caso de caída más abajo está mas blanda (ya que vemos huella de subida profunda), y así es, tras el tramo duro cogemos la huella de la vía normal de subida y ya más cómodamente llegamos a la zona rocosa de la brecha.

Ascendemos hasta el promontorio situado junto a la brecha en busca de instalaciones de párabolt y allí encontramos las primeras de color naranja, no las vamos a usar pero por lo menos nos guiaran por donde hacerlo siguiendo las zonas más sobadas por el paso de los montañeros, no es difícil poder seguir el camino, ni tampoco los pasos pero a éstas alturas de actividad un IIIº continuado y de bajada puede suponer un problema.
Nos lo tomamos con tranquilidad, primero un paso y luego otro, así vamos perdiendo altura hacia el fondo de la Brecha Latour, comenzamos a coger clavijas, clavijas alejadas diría yo, para gente flexible y bastante deportiva.


Éstas nos depositan en la pedrera descompuesta de la canal de la brecha, por allí en condiciones normales habría que tirar una cuerda por lo roto que está pero intentamos con cuidado no tirar nada hacia abajo y poco a poco perdemos altura hasta destrepar el bloque empotrado del inicio de la canal. Hemos llegado a nieve de nuevo, aquí tuve yo un susto hace muchos años y se lo cuento a Gayu, la ladera de acceso a la brecha se pone a 40º y tenemos fortuna de que hay huella abierta, la aprovechamos y con cuidado y despacito vamos descendiendo en forma de escalera los escasos 15 metros que nos llevan al nevero más tendido, ya estamos prácticamente en la zona desde donde nos habíamos dirigido al Diedro Sur del Balaitous y hemos perdido los últimos rayos de sol.


Con la relajación que nos da el final de toda dificultad técnica, tenemos por delante casi 1000 metros de desnivel de descenso son las 18 horas pasadas y llegaremos justo para la hora de la cena si todo transcurre bien. La nieve se está endureciendo por la bajada de temperatura y se progresa muy bien para descender, se pierde altura de manera rápida y pronto salimos de la cabecera del circo de Vuelta Barrada, frente a nosotros la Cresta del Diablo, sus dientes nos miran y mañana la intentaremos, parece que andamos bien de fuerzas, por lo menos de momento, ya veremos mañana.

Antes de salir del circo echamos la mirada atrás, intentamos divisar la línea que hemos trazado escalando en el murallón de la vertiente Sur, hay multitud de diedros que lo surcan y parece que intuimos el nuestro.

En el descenso, aprovechamos los neveros al máximo, se baja muy bien y nos hemos quitado más de 300 metros en poco menos de media hora, cuando éstos terminan aprovechamos una serie de bloques que nos llevan al camino normal de subida. Sólo nos queda descender por terrazas de hierba con inclinación a la vez que vamos disfrutando con las vistas del Circo de Piedrafita, todo un lujo y aún iluminado por el sol.


Sobre los 2500 nos cruzamos con otra cordada que suben hacia arriba a estas horas, se trata de dos escaladores catalanes que van a dormir por allí cerca para subir a hacer mañana la cresta, así que coincidiremos con ellos, siempre está bien tener referencias con otra cordada, aunque ellos madrugarán una hora más, así que los llevaremos delante.

Tras intercambiar impresiones continuamos y ya podemos ver el refugio, nos quedan los últimos metros que nos tomamos con tranquilidad aunque sin parar, se nota que no llevamos mochila grande y tan sólo una cuerda y algo de material, las piernas lo agradecen.


Así a las 19:45 y tras más de 12 horas llegamos al refugio al fin tras una jornada intensa. Nos cambiamos, lavamos y cenamos al calor del gentío. Habrá que acostarse pronto ya que mañana toca jornada plena.







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