viernes, 10 de junio de 2011

Supercircular de la Pedriza

Muchas rutas circulares se pueden hacer en la Pedriza, G.R., P.R., más cortas, más largas, las zetas por pista, otras por senda, pero como integral de la Pedriza se conoce al P.R.1, integral realmente es pero del circo posterior, para mí algo integral es cuando coge la totalidad de su extensión, por ello llevaba un tiempo mirando la idea de realizar un recorrido que fuera por las cuerdas exteriores de toda la Pedriza con llegada y salida en Manzanares el Real pueblo considerado como la verdadera puerta de la Pedriza.

Me puse con el mapa delante a echar cálculos y las cosa salía dura; 36 kilómetros (que han sido 39 finalmente), 4600 metros de desnivel acumulado y unas 16 horas (que han sido 14, 15).

La idea les sedujo a 3 compañeros, Javi Calleja, Javi Cordeiro y Juanjo, así que nos pusimos manos a la obra y quedamos un domingo para realizarla.

Partimos del mismo castillo de Manzanares con casi 4 litros de agua por cabeza y con ropa ligera hacia arriba. Atravesamos la población siguiendo las marcas del G.R. y pronto nos plantamos en unas urbanizaciones exteriores.

Tomamos una senda que nos introdujo entre jaras en la verdadera pedriza, ganaba altitud con rapidez y serpenteando atravesaba algunos arroyos que no esperábamos por la zona. Comenzamos a dejar Manzanares abajo y algunos penachos de nubes nos hacían pensar que el día no iba a ser tan soleado como esperábamos, mejor para nosotros.


Ahora seguíamos las marcas del P.R.M1 de la Pedriza, itinerario que íbamos a llevar durante algunas horas denominado como la Rinconada. La roca pronto hizo acto de presencia y los primeros bloques de formas pintorescas fueron apareciendo hacia ambos lados a igual proporción que las cabras sobre ellos.


Continuamos la marcha, haciendo paradas de 5 minutos cada hora para comer una barrita y echar un trago de agua. Llegamos a la Pradera del Yelmo, zona que dejamos un poco a la izquierda de nuestro paso y continuamos con especial atención siguiendo las marcas amarillas y blancas para no perdernos por el camino, aunque la verdad que se encontraba muy balizado por hitos también.


Tras unas zonas menos transitadas llegamos a una zona menos tupida de vegetación y con más roca, cumbreamos una especie de resalte y divisamos el Collado de la Dehesilla más abajo, descendimos hasta allí por una senda que serpenteaba y en unos 30 minutos estábamos atravesando el collado y saludando a algunas personas que se encontraban por allí.


Ahora comenzaba la zona más entretenida, ya había pasado por aquí varias veces y siempre me había liado, embarcado o perdido el camino, a ver esta vez de subida como se nos iba a dar.

Fuimos muy pendientes de las marcas y algunas veces ayudándonos de árboles, otras veces trepando sobre rocas, y algunas otras pasando por pequeñas cuevas ganamos altura, siempre con las marcas a vista. En este tramo la senda hacía muchas curvas y nos llevó bastante tiempo presentarnos en la Pared de Santillana. Tras pasar dicha pared el camino parecía que ya continuaba lineal y llaneando llegamos al Collado de la Ventana donde hicimos una nueva parada, llevábamos 4 horas y sobre 1.000 metros de desnivel, un tercio de la ruta.



Tras la parada de nuevo en marcha, para este tramo y hasta las Torres de Pedriza teníamos que superar varios Callejones pedriceros, como el de Abejas, La Esfinge y los Hermanitos y ganar y perder altura cada poco tiempo entre nuevas torres y paredes de granito, descendiendo al interior de la pedriza entre pinos y volviendo a salir de ellos nuevamente hacia los collados.

Con 5 horas y 30 minutos acumulados llegamos al collado cercano a las torres, desde allí divisamos las Peñas Linderas y el Asómate de Hoyos ya integrado en la Cuerda Larga y nos dirigimos entre matorrales de brezo y piorno a intentar bordear por la izquierda las Peñas Linderas



Al comienzo y durante el descenso al Collado de Matasanos bien, el itinerario estaba marcado , pero posteriormente nos comenzamos a enmatojar entre arbustos y la progresión fué un poco penosa durante el bordeo a la zona rocosa de Matasanos. Aunque pronto divisamos unas pequeñas sendas de animales que tomamos para intentar subir a la cuerda ya sobre los 2.100 metros. Allí debido a la altitud la vegetación no era tan densa y algunos senderillos nos llevaron a salir al itinerario de la Cuerda Larga, un terreno bastante diferente a todo lo que llevábamos recorrido.


Ahora el tramo más lento y dificil de seguir el itinerario lo habíamos dejado atrás, la verdadera complicación que teníamos por delante era aguantar los kilómetros y comenzar a sumar y sumar de los mismos por la Cuerda Larga. Cosa que no nos supuso excesivo esfuerzo ya que seguíamos ingeriendo alimento cada hora aproximada. Además el viento se había confabulado con nosotros y soplaba leve de Norte no teniendo que soportar una sensación de agobio.

Cumbreamos por Asómate de Hoyos y descendimos al Collado de las Zorras, para posteriormente ascender por las Lomas de Pandasco y terminar el ascenso subiendo a la Cabeza de Hierro Mayor de las dos, allí habíamos establecido realizar una parada más extensa, y aprovechamos a sacar algo más contundente mientras Javi Cordeiro nos sorprendía con su maravillosa bota de vino.



Allí junto a otras personas de grupos que realizaban la cuerda larga y tras 8 horas de pateo nos pusimos en marcha por la cuerda, en busca de la siguiente de las Cabezas y posteriormente hacia el Cerro de Valdemartín, las rodillas ya comenzaban a quejarse y nos molestaban más los descensos, que las subidas aunque lleváramos casi 1700 de desnivel de ascenso.


Tras Cerro de Valdemartín y dejando Valdesquí a la derechas acometimos el penúltimo tramo de ascenso un poco por detrás de los últimos integrantes del Maratón Alpino Madrileño que recorría este tramo también,, justo en nuestra cara nos desmontaron el chiringuito de avituallamiento de Bola del Mundo y pasando junto a las antenas (las cuales nos explicó detalladamente Javi de que se trataba cada una), descendimos al Collado del Piornal, para ahora sí, iniciar la última subida de la jornada. Íbamos muy bien de ritmo, subíamos con 2.000 metros acumulados a 10 m/min. y sin parar llegamos a la Maliciosa. Las vistas increibles como siempre y tras la pertinente barrita y trago de agua iniciamos el empinado descenso hacial la Maliciosa Baja, ahora si petaban las rodillas y de puntillas por el Collado de las Vacas con 11 horas acumuladas, bordeamos por la izquierda la pequeña de las Maliciosa debatiendo sobre cual se trataba la Vía tal y la vía cual, de la Pared Sur-Sureste de la Maliciosa.



El descenso de la Cuerda de los Porrones es lo que terminó de machacarnos, descendimos unos 600 de desnivel y tras dejar a la derecha el Cancho Porrón, abandonamos la cuerda para descender por una sendilla que se introducía entre los -pinos del Jardín de Franco- (extracto sacado de la conversación mantenida mientras nos introducíamos en los mismos). Sobre los 1500 metros dicha senda nos llevó a una valla de piedra, por donde descendimos bruscamente entre pinos y que fué lo que definitivamente nos mató tras 12 horas y media de trayecto. Dicha senda nos llevó a la pista que lleva a la barrera, pero tras un descando tirados en medio de la pista y airear los pies que echaban fuego continuamos cruzando la pista y siguiendo la senda que se dirigía al Collado de Quebrantaherraduras.




Tras el Collado del Terrizo vimos la zona de bulder y llegamos a la plena carretera del collado, allí la cruzamos y continuamos por el otro lado de la carretera descendiendo por la Senda de Quebrantaherraduras y observando a los coches pasar por la carretera que cruzamos varias veces más. Había pasado decenas de veces por la carretera y siempre me preguntaba que quien coño caminába por esas sendas con la belleza que había más arriba y habiendo aparcamiento, pues sí, hoy me tocaba a mí., Ya sabes no escupas hacia arriba que te cae.


Paralelos al Arroyo de Quebrantaherraduras descendimos hasta que ya no tuvimos más remedio que salir a la carretera y pasar la barrera de control del parque, desde donde continuamos caminando por la misma hasta llegar a la población de Manzanares. Aún callejeamos más de un kilómetro para atravesar el Río Manzanares y llegar al coche con la suela de las botas fundida con el pie.

¡ QUÉ GRANDE ES LA PEDRA!


Al final salieron 39,6 kilómetros, 4.620 metros de desnivel acumulado y 14 horas y 15 min. de trayecto,,,, que animales, -¡para el año que viene que os parece la Supercuerdalarga!- (Navacerrada - Morcuera - Canencia - Cabrera) proponía alguno 10 minutos antes de llegar.



Cartel motivador para los compañeros





Para este domingo vamos a realizar la ruta circular más dura de todo Guadarrama. Se trata de la autodenominada Supercircular de la Pedriza.

Existe el G.R. M1 no, las zetas de la Pedriza tampoco y la Cuerda Larga ni mucho menos, hemos juntado estas tres circulares para realizar la "supercircular".

Se trata, partiendo de Manzanares el Real (900 metros) de recorrer toda la Hoya Natural que forma el Parque de la Cuenca Alta del Manzanares, ascenderemos por la Rinconada, Collado de la Dehesilla, Torres de Pedriza, Cuerda Larga, Cabezas de Hierro, Maliciosa Alta, descenso por la Cuerda de los Porrones, Collado de Quebrantaherraduras y vuelta a Manzanares el Real.


Son 36 kilómetros, con un desnivel acumulado de 4.600 metros y unas 16 horas aprox.


TE ATREVES!

3 comentarios:

  1. Caramba, que bien suena, iría con gusto Dani!

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  2. Que duros sois, y tambien "un poco locos". Hay que estar muy fuertes para realizar este tipo de rutas, y se deben contar con los dedos de una mano quien puedan y lleguen a realizarlas.
    Salud.
    hermini.

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  3. Muy buena ruta, algo así tengo pensado desde hacía tiempo, pero no saco el día para hacerla.
    Con esta ruta me ha vuelto a picar el gusanillo y trataré de hacerla alguna noche de estas.
    Enhorabuena y saludos.

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