sábado, 23 de mayo de 2015

Risco Moreno, Vía alaska y más, D+ (Vº+, 250 mts.)

Estoy cogiendo el ritmo en cuanto a escaladas se refiere, esta primavera/verano tengo algunos ambiciosos objetivos y el único entreno necesario es salir, salir y salir a escalar.

Uno de esos objetivos desde hace unos años era completar todos los picos del Circo de Gredos, el año pasado escalamos los Tres Hermanitos con un grupo del club y dentro de una actividad divertida. Para este año el objetivo era "el último del circo"; el Risco Moreno.

Mi compañero más activo de escaladas este año por motivos paternales se ha agarrado a otras cuerdas, pero una cordada sobresaliente del club, formada por Abel y Gayu, tíos muy diferentes pero complementarios, también están de baja por lesión del último. Así que abriendo lazos y unificando teorías además de proyectos futuros preparamos la actividad conjunta de cordada cruzada.
Abel y yo en este caso, el Txurrita team capta adeptos.

Tras analizar el objetivo, que es ascender a la cumbre del Risco Moreno, observamos que su pared Sur ofrece los mejores itinerarios para la escalada y entre ellos hay dos vías que sobresalen por su tipología clásica y trazado.
Ellas son la Vía Alaska y la Kenia, nos convence más la Alaska por su grado asequible a pesar de que no hay mucho donde buscar, croquis escasos; (uno de los hermanos Cano) y reseñas menos; (la del libro de Raul Lora de escaladas en el circo).
Con este material y a sabiendas de que la vía de escalada no nos iba a llevar al punto más alto y que habría que improvisar sobre el terreno por la arista nos propusimos además el objetivo de intentar alguna que otra vía en el cercano Ameal de Pablo.


JORNADA 1
Por motivos laboro/paternales salimos a primera hora de la tarde hacia Gredos. Tras un viaje tranquilo, paramos en la Galana a tomar un café y a las 18:45 estamos en la Plataforma. No quedan muchos coches a pesar de hacer buen tiempo y la barrera que controla ahora el acceso está abierta.

Cargados con material de escalada y de pernocta, a las 19 partimos rumbo al circo por el camino empedrado.
El cielo con nubes salpicadas y un viento leve de norte, eran nuestro perfecto aliado para no pasar calor durante la tarde.


Tras ganar altura paralelos al Arroyo del Prao Puerto, lo abandonamos para continuar nuestro camino hacia el Prado de las Pozas. Cruzamos el puente y pusimos rumbo a los Barrerones, el mayor escollo del primer día.
La temperatura perfecta y la subida progresiva mientras mantenemos conversación animada. Los olorosos piornos el flor nos hacen saber en todo momento que estamos en esta sierra tan peculiar.


Otra peculiaridad "gredensi" nos espera en la parte alta de los Barrerones, son sus cabras hispánicas victoriae. Extinguidas casi hacia 1950 y que con la creacción del Coto y posteriormente de la Reserva de caza han asegurado su prosperidad. Algo bueno tendrá la caza.

Hemos superado la parte con más altura del itinerario y la senda comienza a descender levemente entre más piornos. Llegamos al mirador desde donde podemos ver ya las alturas del circo con aún algo de nieve en la base de los cuchillares.


Han pasado las 20:00 horas y los rayos de sol nos van a dejar de calentar en breve. Paramos en la fuente a echar un trago de agua y continuamos por el camino de la laguna.
Tras varias zetas del camino pronto llegamos a la zona más rocosa. Las canales procedentes del Morezón van apareciendo a la izquierda y la laguna se aproxima.

En unos minutos y casi sin enterarnos estamos en el margen de la laguna, el refugio al otro lado y la bordeamos por la izquierda para en 1 hora y 50 minutos desde la Plataforma llegar al final del itinerario.


Allí están nuestros compañeros de club, terminando de cenar. Charlamos con ellos y mientras cenamos nosotros echamos un vistazo al libro de reseñas del refugio. Hay una vía en el Ameal que nos puede venir bien para enlazar itinerario el Espolón Sureste se trata.

Tras cenar en la puerta del refugio vemos como el sol da sus últimos coletazos.


La línea de cumbres que alberga Cerro de los Huertos, Risco Moreno y Ameal, parte de nuestros objetivos, ya se recorta con el cielo de fondo. Mañana será otro día. Día de los intensos.


JORNADA 2:
Nos levantamos y desayunamos en las instalaciones del refugio. Dejamos todo fuera porque previsiblemente cuando bajemos estará el refugio cerrado. No hemos madrugado en exceso pero es que aún por las mañanas hace frío y preferimos escalar con una temperatura más cálida.

Nuestros compañeros de club se van a tomar el día más relajado ya que están de vuelta, pero es el día principal para nosotros, de hecho son las 8 y comenzamos a caminar.

Por la parte trasera de refugio parte una senda con hitos en dirección a las tres cumbres; Ameal, Risco Moreno y Cerro de los Huertos. En los primeros metros es la misma que para el Almanzor, pero pronto se separan. Nuestra senda se abre hueco entre bloques de granito y en unos 15 minutos nos deposita en un pequeño llano bajo los picos mencionados.


Hacia allá arriba suben tres canales, de izquierda a derecha la dificultad aumenta y elegimos la del medio que parece que nos sube más directamente a los pies del Risco Moreno que ya podemos divisar con claridad e incluso identificar el itinerario de la vía que pretendemos.

La canal está encajonada y al principio es fácil pero en su tramo final se endurece, teniendo que echar las manos y realizando los primeros pasos anaeróbicos. Quizás habría sido la canal de la izquierda la más idónea para acceder a pie de vía.


Con una corta trepada salimos por la parte derecha de la canal y sólo nos quedan unos pocos metros para llegar a los pies de la pared Sur de Risco Moreno justo en unas verdosas placas. Por aquí anda la vía.



Tras examinar el trazado con la guía de desnivel de Raúl Lora, vemos que es evidente y los dos techos superiores nos marcan la continuación de la vía. Además la fisura ancha del primer largo está un tanto limpia de "verdín", eso es buena señal es una vía más hecha de lo que nos imaginábamos.

Mientras nos preparamos el material y estiramos las cuerdas, observamos lo precioso que está el circo desde estas alturas.

LARGO 1º: (IVº+, 30 mts.):
El primer largo discurre de inicio por una placa, o mejor dicho por el vértice de una placa a dos aguas. Por allí gana unos metros Abel hasta llegar a una fisura lateral tumbada, es ideal para proteger aunque la dificultad baja te hace no parar mucho a "cacharrear".


Una vez superada la placa, la siguiente decena de metros la fisura ancha acompaña nuestro ascenso, Abel para un par de veces para proteger, pero lo dicho, el terreno es fácil.



La reunión equipada de final de largo se encuentra bajo un pequeño diedro, consta de dos hermosos párabolt con argolla y para llegar a ellos el terreno se vuelve un tanto irregular. Lo más fácil es tras la fisura, escalar una sucesión de bloques por la derecha con forma de canal irregular y que dan acceso a la terraza de la reunió, pero Abel se mete hacia la izquierda.
Encuentra varias terrazas con placas intermedias y resaltes que hacen  la cosa un poco más divertida, tienen algo más de dificultad que por la derecha, pero a eso hemos venido, además no somos los primeros ni los últimos en subir por allí y hay marcas de anteriores trazados.


En breve tiempo está en la terraza de la R.1, un largo de inicio para calentar, preámbulo de lo que nos espera por arriba.

LARGO 2º (Vº/Vº+, 20mts.):
Inicio yo el segundo largo. Por la izquierda de la reunión sube un diedro estrecho, está tumbado y se sube bien, aunque roza un poco el material en las paredes.


Cuando se ganan los primeros metros, se asciende mejor por fuera por la parte aristada donde se puede proteger perfectamente.


Tras los primeros metros aparece una estrecha terraza a la izquierda que hay que tomar y que nos llevará a un diedro más vertical e irregular, donde está todo "el tomate" del largo.

Se protege bien pero no se asciende muy allá, van apareciendo algunos pies y algunas manos, no está muy limpio que digamos, pero poco a poco, primero un paso y luego otro que tira un poco hacia atrás, se va notando el vacío bajo nuestros pies.
Me planto bajo un pequeño techo, allí me apresuro a montar reunión, pero es un error, debería haber continuado por terreno más fácil por la izquierda del techo IVº y unos 10 metros más.
El techo me ha cegado y las fisuras hacia la derecha se parecen bastante a las del siguiente largo.
En cualquier caso la reunión está montada y compuesta por seguros flotantes.

Como mandan los cánones; ángulos de menos de 60º y  punto central elevado.

LARGO 3º (Vº, 20 metros):
Le toca a Abel tirar, en un inicio desconocemos que hemos hecho la segunda tirada demasiado corta y sale Abel por una placa fisurada a mano derecha. Se para en su parte final y comienza a sospechar de que nos hemos comido un largo tras ver un techo más grande un poco más arriba. De hecho nos jugamos un vino a que no es el lugar idóneo el elegido.


Las manos escasean y un paso lateral de tiento a derechas se propone como el punto álgido del mini largo. Desde allí una serie de lajas un tanto inestables y en travesía a izquierdas nos van dejando ganar metros y terreno.

serie de lajas huecas

Evidentemente el techo se ve más arriba y era el lugar idóneo para haber montado la R.2, pero ya estamos aquí por terreno fácil y esta vez Abel ha montado la R.3 con dos empotradores, en un par de metros bajo el techo.

LARGO 4º (Vº, 30 mts.):
Me tocaría a mi iniciar el largo pero va a repetir Abel, ya que me he zampado su Vº.
Una fisura de muy parecidas características a la anterior sale a mano derecha de nuevo, para acceder a ella hay que montarse en una fisura horizontal con buen canto y hacia allá se dirige Abel.

Realiza la travesía y la fisura de ascenso es buena, es más se asciende en bavaresa hasta llegar a un clavo.


El clavo es de los de los 70, oxidado plano y con argolla pero parece firme y seguro. Como se suele decir; --cuando hay clavo, hay algo-,  y así es, un pasito nuevamente a derechas con malas manos, pero con pies.
El largo parece el hermano mayor del anterior.


El terreno a partir de ese punto es más fácil, se escalan unos bloques hasta llegar a un diedro inclinado. Abel ha tirado de frente como buen vasco, pero por la derecha e incluso izquierda la cosa pinta más fácil.
-Habrá que tirar de frente no?-
Abel me comenta desde arriba que tiene pinta de 6a, la verdad es que está muy sucio, el liquen nace a su antojo y los pies no son nada buenos para encaramarse al diedro. Observo también que "el cabronazo" no ha metido nada en todo el diedro, jejeje.
Observando y con la tranquilidad que te da la cuerda por arriba, descubro una fisura de mano derecha, que va ascendiendo con muy buen canto. Y por ella suspiro ascendiendo los primeros metros hasta llegar a la mitad y ascender posteriormente por su parte central a la reunión formada por dos párabolt.
La fisura se ha comido el 6a y lo ha dejado en Vº.


Hemos terminado la Vía Alaska y hacia el otro lado podemos ver la vertiente Norte, sopla un poco el viento por aquí arriba y Abel está fresquito con sus mallas retro.
Observamos que para la cumbre de Risco Moreno aun queda tela que cortar, mínimo dos o tres largos e incluso se ven buenas brechas que cortan agujas. Parece más difícil de lo que esperaba.


Pronto nos ponemos "al lío" y tomo todo el material para iniciar el siguiente largo.

LARGO 5º (IVº, 20 mts.):
En un primer momento asciendo por la arista a un primer bloque y veo que dos metros después hay que destreparlo, error!!!
Así que desciendo nuevamente a la reunión, observo la vertiente Norte y por allí veo una terraza cómoda hacia dos grandes fisuras paralelas, -voy a probar-.
Nada más salir un pasito delicado con malos pies te hace llegar a la terraza. Por allí avanzo unos metros hasta llegar hasta las fisuras paralelas que tienen líquenes como cortezas de pino.

desde allí vengo
fisuras paralelas
Son bastante anchas, tanto que no entran friends de números habituales y protejo en un bloque empotrado en la misma para continuar hacia arriba.
Al final de las fisuras veo una ventana a la izquierda como posible salida, pero está todo tapizado de costras negras de liquen, es el mayor peligro por lo que lentamente voy cambiando pesos hacia la ventana y saliendo  nuevamente a la parte alta de la arista.
Allí busco lugar para la reunión y aparece pronto, hay buenos y grandes bloques. 

vista desde la R.5 de la terraza
Abel en plenas fisuras
Tras llegar Abel guardamos las cuerdas, parece que la arista se vuelve benévola por momentos, aunque ya se ve la cumbre y alguna sorpresa hay justo antes de la misma.
Caminamos por la parte alta y un gran bloque nos corta el paso para seguir por arriba, nuevamente miramos y por la vertiente Norte hay una serie de placas tumbadas que nos llevan a continuar progresando un corto tramo.


Las placas terminan y nos encontramos unos bloques por los que destrepar hacia una marcada brecha donde da el sol.


Allí hay un bloque en la misma brecha que contiene dos párabolt posiblemente para rapelar hacia el Sur.
Nosotros tenemos la vista puesta en la continuación y estamos bajo la cumbre de Risco Moreno y con una trepada importante por delante.

LARGO 6º (IVº/ IVº+, 30 mts.):
Sacamos la cuerda de nuevo y nos disponemos a hacer el 6º largo de la jornada.
Arriba vemos un cordino blanco justo bajo un bloque cimero y es nuestro objetivo. Abel comienza a ascender por una fisura, hay buena protección por la misma.


Gana metros y la fisura se ciega hasta dejarte en una placa con rugosidades por donde va ascendiendo.


Tras situarse bajo el bloque, en lugar de buscar el cordino, prefiere proteger con friend y continuar el mismo por la izquierda en corta travesía para encontrar buen terreno por bloques y tirar los 30 metros de cuerda, ya que esta vez sólo hemos sacado una y va en doble.

El largo nos ha dejado a escasos 5 metros de la cumbre, que terminamos de ascender caminando.
Estamos contentos hemos realizado el primer objetivo y más importante del viaje.


Desde allí las vistas hacia los tres hermanitos de Gredos es estupenda.


No lo es menos hacia el Almanzor y el Ameal de Pablo nuestro próximo objetivo.
Tratamos de apreciar el lugar por donde vamos a ascender pero no nos queda muy claro, pensamos que puede que la cara Sureste no la divisemos desde aquí arriba, lo que si divisamos es su irregular cumbre con la piedra que lo culmina, "el yunque", rara vez ascendida, pero posible, es más de hecho lo intentaremos.


Son las 13:30 el cielo no esta muy "católico" y vamos a comenzar a descender de cumbre. Para ello hacemos un primer corto rápel hacia una brecha de la cresta de unos 8 metros. Nos colgamos de un cable con mosquetón oxidado. -De aquí habrán rapelado grandes de la escalada del centro penínsular-, pensamos.



Desde la brecha ahora nos orientamos hacia el Norte. Hay varios cordinos lazando un bloque con sus respectivos maillones y volvemos a rapelar casi los 60 metros de cuerda que nos depositan en unas terrazas cercanas a las pedreras procedentes de la Portilla del Ameal.


Tras "liar" y guardar las cuerdas nos las echamos a la espalda y destrepamos un corto tramo hasta llegar a las pedreras. Desde allí observamos que esa cara del Ameal no nos coincide con lo estudiado el día anterior en el croquis del refugio, y ascendemos a la portilla entre un nevero y grandes bloques.

Desde la portilla tampoco nos suena la visión, es más, el croquis no pertenece a lo divisado, así que continuamos bordeando la pared del Ameal hacia izquierdas. 
Por fin llegamos a la cara sureste, efectivamente esta sí es la que estamos buscando, la comparamos con el croquis y allí está la misma.



Nuestra intención es ascender por la Vía del Espolón SE. En teoría son tres largos de escalada asequible, por lo menos pone de Vº+, como máximo grado y sólo una de las variantes, la otra es Vº-.

LARGO 1º (Vº+, 40 mts.):
Tiro yo de primero esta vez. Asciendo por unas fáciles fisuras y el objetivo es llegar a un diedro tumbado que veíamos desde abajo. Voy ganando altura y ahora giro un poco a izquierdas en busca del diedro.


Llego a la base del mismo, allí debería de montar la reunión pero son las 15:00 horas y no vamos muy bien de tiempo. Así que decido continuar por el diedro tumbado.
En su inicio hay un enebro rastrero bien robusto que no me permite tocar la roca, así que los agarres naturales también valen. Con mano en su tronco asciendo el primer paso y me coloco bajo el segundo tramo con un buen patio hacia atrás.


El siguiente paso también es bueno, el diedro no tiene manos para subir y me subo en el mismo tronco que había aprovechado con la mano para ganar unos centímetros. Desde allí al menos puedo proteger con un micro en la fisura pero las manos nada de nada.
Para ascender al diedro tumbado voy ganando altura en X hasta que me puedo ayudar de un saliente alto de tríceps, que me ayuda a empujarme hacia la placa del diedro.
El pasito se las trae, no es Vº ni de lejos y Vº+ lo dudo también, pero yo soy el menos indicado para re-graduar ésto.
Por la placa voy ascendiendo y chapo un clavo alto a derechas que me extraña su existencia. Por momentos pienso que la vía puede salirse por la derecha para salir de nuevo al espolón, pero me quedan escasos tres metros para llegar a un párabolt reluciente con chapa y me llama más.

Mientras aseguro a Abel, veo que efectivamente la vía sale por la derecha hacia el espolón, no se ve muy mal el paso y ese clavo delata la dirección. Desde éste párabolt que estamos asegurados continúa otra vía. Pasa una gran canal y hay un clavo oxidado también para progresar por ella, pero el muro se las trae; sólo hay una fisura en la canal para poner los pies, de ahí hasta arriba unos, dos metros y medio de placa inclinada sin manos.

Llega Abel a la reunión, y mira anonadado la situación. En un primer momento me sorprende y dice que le pega, pero es bastante expuesto, sobre todo porque dependemos a 100% del clavo oxidado y no se puede meter nada más para continuar. Colgarte del clavo ya tiene un buen viaje, pero si este saltara, desde el párabolt caerte, sería más que expectacular "el ostiazo".


A simple vista, el paso pasa de 6b (tendremos que mirar de que grado se trata, aunque aún a día de hoy no hemos encontrado reseña alguna de dicha canal). Quizás sepan algo los veteranos del lugar.

Paso curioso, protegido con clavo, quizás 6b.


Por momentos se nos pasa por la cabeza rapelar hasta el clavo y continuar la escalada por el espolón, pero la hora y la ética montañera nos dice que volveremos otro día. Esta vez el Ameal pudo con nosotros, disfrutemos del Risco Moreno, que no es poco.

Rapelamos por el diedro abajo hasta la base del largo y allí recogimos las armas, hasta otra.


Por grandes pedreras perdemos altura hacia las canales de bajada, algunas nos invitan a destrepar, otras a virar hacia otra dirección en busca de paso, todo ello siempre ante la atenta mirada de nuestro amigo; el Risco Moreno. Esta vez más amable que su vecino Ameal.


A las 17:00 horas llegamos a la zona del refugio, nos han caído algunas gotas de agua, el cielo está negro y comemos algo mientras las cabras esperan que sobre algo de comida.
Cosa que no va a suceder. Hemos bajado con hambre y disfrutamos de la tarde con los deberes hechos y con cada vez mejor sabor de boca por el itinerario realizado.


Ya tenemos deberes en el circo; esa cara Sureste del Ameal, aunque aquella placa del Perro que fuma tiene buena pinta!!!








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