sábado, 28 de febrero de 2015

Aproximación a la Caldera. Objetivo Norte del Mulhacén. parte 1

Tocaba fin de semana activo, los washap se cruzan durante toda la semana, -alguien viene?, -no, -si, -nose.
El grupo se va seleccionando y tanto que me quedo solo, llamo al Gayu: 
-Oye te vienes a la Norte del Mulhacén? 
-Ante tal invitación por supuesto, pero tu crees que yo....? 
-Pues claro.


INTRO
Durante la semana vemos la meteo, parece que las grandes nevadas pasadas ya han asentado y llevamos 5 días de muy buen tiempo pero para el finde anda la cosa revuelta.
Meteoblue, web en la que confiamos varia sus predicciones por horas, al igual que eltiempo.com y mountainforecast.
-Pues ante la duda habrá que ir.
Preparamos toda la mochila y con la furgui de Gayu nos dirigimos rumbo al Sur, llegando a la Hoya de la Mora sobre las 21:30, buena hora para cenar y acostarnos después de una dura semana. 
Siempre que voy a Sierra Nevada me gusta dormir en altura, todas sus vías e itinerarios en altura rondan los 3.000 metros por lo que una primera noche sobre 2.500 siempre viene muy bien para ir acostumbrando al cuerpo a la falta de oxígeno.

Nuestros cuerpos agradecen los formidables colchones de la furgui y tras mirar la guía acordamos investigar la parte izquierda de la cara Norte, un par de resaltes que he visto en algunas fotos y tomando siempre como referencia la Baca-Pinilla.

JORNADA DE APROXIMACIÓN
Ya ha amanecido, han llegado algunos vehículos, suenan cacharros, miramos por las ventanas tintadas y hay gente con casco, arneses y crampones. -uff, va mucha gente va al Canuto del Veleta-.

Nosotros no tenemos prisa, hoy nos conformamos con llegar a la Hoya de la Mora, así que desayunamos tranquilamente. Cuando terminamos hacemos la mochila, esta vez nos toca salir al exterior a comprobar que hace bastante frío (-10º daban las previsiones). Observamos que meteoblue ha fallado, no en vano daba de 2 a 5 centímetros de nieve en el Mulhacén y no ha precipitado, eso sí sobre el Veleta se ciñe una boina nubosa, similar al Foehn del Mont Blanc.

Confiados en que el sol del sur apriete y deshaga la nubosidad terminamos las pesadas mochilas. Vamos con todo, full de material y doble cuerdas de 60. A las 9 partimos hacia el Veleta con los crampones puestos desde el coche.

Comenzamos con tranquilidad, somos conscientes de que la jornada va a ser larga y tenemos horas suficientes, así que ascendemos charlando. Llevamos varios grupos por delante; cursillistas, militares, mallorquines y algún que otro turista despistado con crampones de alquiler.

Tras dejar atrás la Virgen de las Nieves, vamos aprovechando los trazados de pista de esquí pisados por la nieve, aquí está mas dura y el caminar se hace más uniforme.



A pesar de llevar las mochilas más pesadas, vamos pasando grupos; los turistas, los cursillistas y llegamos a los mallorquines con los que charlamos un poco. Van al Refugio de Poqueira por lo que iremos un tramo juntos, aunque ellos se separaran para subir al Veleta, que desde nuestra posición se muestra un tanto esquivo lleno de nubes.


Hemos pasado los 3.000 metros, estamos cerca de las Posiciones del Veleta, aquí sopla el viento bastante fuerte y es que daban para hoy viento de 40 Km/h, del que damos fe. 
Queremos ir con los mallorquines pero se han parado un poco, finalmente tiramos, nos veremos durante el camino.



Comenzamos a trazar la diagonal por las faldas del Veleta, aquí ya hemos ganado el suficiente desnivel y hay que realizar un ascenso leve hacia el Collado de Carigüela por la pista del Águila, aunque esta vez con tanta nieve la pista que suelen trazar hacia el collado la han eliminado. Atravesamos dos pistas con remontes que van al remonte más alto de las pistas españolas y atrochamos en busca del collado, por el que vamos divisando que va entrando claridad y es que allí no hay nubes.

Descendemos un poco y nos asomamos a la vertiente sur, podemos ver el refugio y la jornada no pinta muy mal el sol quiere salir entre las nubes.



Caminamos hasta la puerta del refugio y allí nos sentamos para comer algo junto a otros dos mallorquines curiosamente. Hemos tardado 2 horas y 45 minutos no está mal. 
Paramos un rato, en esta vertiente se está más cómodo y el viento no sopla nada de nada.

Tras un pequeño descanso continuamos nuestro camino perdiendo altura por las laderas hacia el sur intentando ir por donde transcurre la pista. Pronto observamos que no hay ni una huella, nadie se ha dirigido a la Caldera y esto me parece muy extraño sobre todo sabiendo que no ha nevado desde hace unos días.

Pasamos bajo los Vasares del Veleta, la nieve está dura y los crampones no sobran para nada, nos dirigimos hacia el Paso de los Machos que con esta nieve, veremos a ver como está. En unos minutos hemos recorrido toda la hoya y el paso aparece ante nosotros, está fácil y no tiene mucha nieve, pero sacamos un piolet porque tiene hielo, al igual que la mitad del itinerario y es que los vientos y las bajas temperaturas han hecho de casi todo el recorrido un lugar peligroso combinando zonas con acumulación, con zonas de bastantes metros heladas por completo.



Tras el Paso de los Machos nos dirigimos al Collado del Lobo, el itinerario está inclinado siempre a derechas y los tobillos y pies se resienten. Por el collado entra bastante viento, intento asomarme a la Este de los Machos, pero mejor continúo hacia la Puerta de los Crestones de Ríoseco.



El último tramo está pesado, nos metemos unos 30 centímetros en la nieve y la progresión se hace lenta, menos mal que una fina capa de nubes nos tapa un poco los rayos del sol y por lo menos la temperatura es confortable para lo que son 3.000 metros en invierno.

Pasamos por la Puerta, los crestones nos muestran sus fabulosos corredores, hay más de la cuenta y es que está todo helado con formaciones de "goulottes" con hielo que no había visto antes.
Intento explicar a Gayu donde estaba el antiguo refugio Felix Méndez mientras comemos algo y decidimos si subir por Loma Pelá o ir hasta la curva del Pillavientos.

Sin tenerlo claro partimos de nuevo, vamos trazando la huella despacio, con tendencia ascendente y cuando hemos probado de la medicina de ganar altura, decidimos ir hacia el Pillavientos.



Giramos hacia el Sur de nuevo por las cercanías de la pista, es más por momentos vemos el borde pero está todo helado. Los pies me duelen, el juanete derecho me duele, y es que llevamos toda la ladera con inclinación hacia el mismo lado.

Si llegar a la curva del refugio se hace interminable, esta vez un poco más. Además toda la zona del Mulhacén y Caldera están cubiertas por una densa nubosidad, así que la visibilidad es mínima. En cuanto hacemos el giro y encaramos la Caldera rumbo al Norte el viento nos da de cara, es fuerte y las gafas se empañan, por no hablar de los problemas de visión del Gayu que trae de serie.

Llevamos casi otra hora de itinerario larga y deberíamos parar a comer, por lo menos yo noto que necesito comer algo, pero la llegada al refugio está próxima y decidimos continuar ante tales condiciones meteorológicas. Con el GPS vamos calculando la distancia y viendo si la pista va más arriba o más abajo, hasta que por fin la pista gira a derechas rumbo al Alto del Chorrito y nosotros nos salimos de la misma hacia el refugio entre la niebla por un terreno helado como jamás había visto antes.

La silueta circular del refugio aparece entre la niebla, nos dirigimos hacia allí y vemos que hay gente en la puerta, saludamos, nos saludan y tras quitarnos los crampones entramos. -¡ostiá!, si hay ya más de 10 personas. 
Son las 15:30 y no me esperaba que hubiera tanta gente, nos hacemos hueco en las tarimas para dormir y estiramos esterillas y sacos, después nos disponemos a derretir hielo, que no nieve, para hacer agua para beber y cocinar.
La tarde transcurre entretenida, hay un grupo de compañeros del Norte (vascos-santanderinos), otra sección de Almería, y van llegando más grupos; unos celebrando el 44 cumpleaños y que van a dormir en el suelo porque las tarimas están llenas, otros de comando que vienen de la Hoya de la Mora tras nuestros pasos y que dormirán en los bancos, un par de guiris que no falten,  pero sin duda la estrella de la tarde-noche es la "goretteeee". Como describirla?, pues no se, mejor os dejo a vuestra imaginación, pero se las apañó para colarse entre nosotros a dormir y sacó de la mochila dos latas de cerveza y una botella de vino para amenizar la noche. En total 31 personas dentro conté.




2 comentarios:

  1. soy la goretex... lo pasamos increible...encantadisima de haberos conocido

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  2. Hola "GORETEEE".
    jajaja. La verdad que lo pasamos bien, tirando a locura.

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