sábado, 15 de enero de 2011

PEÑA TELERA "Vía Gran Diagonal" AD 600mts.

Llevaba tiempo con ganas de hacer esta vía, unos años por la mala meteorología, otros por la falta de tiempo y algunos por la falta de compañero me habían llevado a desear dicha escalada más de lo normal y quizás más de lo que realmente es y representa. En esta ocasión los planetas se alinearon para cumplir todos los factores; compañeros que no repetíamos desde hace más de 3 años, mega anticiclón peninsular en Enero de 15 días de duración y nieve más que estable en Enero sin riesgo de aludes.
Con estas condiciones nos dirigimos volando en el nuevo vehículo de Luis hacia el Pirineo, a pesar de salir tarde de Madrid y tener algunos errores de coordinación (normales hace tanto tiempo que…), llegamos a Piedrafita de Jaca sobre las 12:30, como el pueblo es peatonal y bastante pequeño, dejamos el vehículo en el aparcamiento habilitado y junto al mismo y en una especie de parada de bus nos tiramos con los sacos de plumas y con -2º en el termómetro, eso sí con un cielo despejadísimo.
Tras 4 horas y media de sueño nos levantamos, activados como una bomba de relojería, mentalizados y sin dar opción ni siquiera a pensar si estábamos cansados o no, desayunamos junto al coche mientras veíamos partir en varios vehículos a más gente que alojada en el pueblo se dirigía hacia el aparcamiento de Cuniacha (lugar de inicio de la aproximación a las paredes Norte de la Sierra de Partacua), - hoy va haber más gente en la Gran Diagonal- pensamos.
Tras hacer y cargar las mochilas abajo partimos hacia arriba por la carretera hasta llegar al citado aparcamiento, donde aún de noche y con más gente por allí cambiándose dejamos el coche para iniciar la marcha. Cargados como mulas y con la idea de dejar material en las cercanías del Ibón de Piedrafita para poder pasar la noche allí, partimos desde el aparcamiento caminando por una pista que asciende levemente hacia la base de las paredes y que con tramos de hielo fino suponía el primer peligro del día. Aunque con la luna casi completa y el cielo despejado podíamos ver ya la fantástica pared del Peña Telera, tras una hora de marcha comenzó a amanecer, habíamos seguido la pista demasiado y habíamos dejado atrás el desvío hacia el Ibón, no nos importaba mucho ya que desde cualquier punto nos podíamos dirigir hacia la base de la pared. Así en una pequeña curva, abandonamos la pista y caminando entre pinos y enebros rastreros paralelos a un arroyo divisamos una zona buena para dejar el depósito de material, se trataba de una acumulación de pinos, cercanos al ibón y a otras praderas bastante llanas y limpias de nieve, allí entre las ramas bajeras depositamos los sacos, tienda, comida, ropa de recambio e iniciamos la marcha hacia el evidente cono de deyección de entrada de la Gran Diagonal.
Mientras nos aproximábamos comenzábamos a ver los famosos tonos anaranjados de las paredes del Telera típicos de los amaneceres de invierno, mientras tratábamos de esquivar las zonas con hielo que eran bastantes en las praderas anteriores a la entrada de la canal. Cruzamos un pequeño arroyo y ya comenzamos definitivamente a ascender hacia la apertura en la canal, realmente era una gran cono de deyección repleto de sedimentos y cubiertos por encima de una nieve durísima que nos obligó a tener que ponernos los crampones antes incluso de llegar a entrar en la canal. Con los crampones puestos continuamos el ascenso, pronto pudimos divisar la Gran Diagonal en toda su totalidad, su primer tramo fácil y su segundo más empinado y técnico hacia donde se dirigían por delante de nosotros unas 15 personas.
Por rampas de 40º y con cambios de tipo de nieve (en tramos venteados duro, y en zonas de acumulación blanda) nos fuimos introduciendo entre los dos farallones de roca que dan la bienvenida a dicha ascensión y comenzamos a darnos cuenta de cuál iba a ser el verdadero problema del día, no era otro que la caída de trozos de hielo y nieve dura procedentes de las numerosas cordadas que llevábamos por delante. Continuamos ascendiendo trazando pequeñas zetas y con la vista puesta más bien hacia arriba que no a los pies, así uno de esos trozos de hielo que pasaban bufando pegó un salto antes de llegar a Jose y le golpeó bajo la nariz, tras un corto –“ahiiii”-, vio que no tenía sangre y continuamos hasta salir del primer estrechamiento para llegar una zona más ancha y con menos inclinación (35 grados) donde nos paramos para ponernos los cascos y sacar los piolets. A modo de combatientes en la Guerra Civil ya con el arma entre las manos y el casco continuamos esquivando las balas que nos lanzaba la montaña, intentando no tomar las depresiones normales por donde suelen caer dichos proyectiles que no tenían zona común de caída. Tras atravesar la zona con menos pendiente nos metimos en plena canal, ésta se estrechaba hasta los apenas 4 o 5 metros y siguiendo la huella por nieve ahora blanda llegamos a la base del primer punto complicado (el primer resalte) lugar donde la cordada anterior estaba asegurando el paso. Mientras se aseguraban tuvimos el tiempo justo para descansar y tomar un poco de aliento, pronto desaparecieron por encima del primer resalte, en este primero intentamos montar una reunión en la parte derecha de la roca, pero estaba muy limpia sin mínimas fisuras, así que nos decidimos a emplear la nieve, primero con dos estacas que tras probarlas vimos que no hacían la suficiente resistencia y posteriormente como el resalte era de 3-4 metros a 70º decidimos hacer un siempre rápido y dinámico pie-piolet. Así con herramientas en mano subí por el fácil resalte y tras cruzar una pequeña campa me dirigí a un pequeño techo donde monté la segunda reunión con dos friends.
Subieron hasta allí los dos compañeros y aunque el segundo resalte estaba cerca decidimos ascender hasta él sin cuerda por rampas de unos 55 grados. Había un escape más fácil por la derecha hacia el que se dirigía bastante huella, pero como la vía es la vía, nosotros nos ceñimos a la reseña intentando realizarla con la dificultad original y sin escapes y así nos plantamos bajo el segundo resalte., este se trataba de un corto muro de 2 -3 metros a 90º, además tenía una pequeña pared a la izquierda que servía de apoyo para parte del hombro y espalda, así que voy que pruebo, a ver si montamos reunión y cuando te quieres dar cuenta estaba ya arriba. Para proteger dicho paso como no había mucha roca decidí montar en mitad del corredor sobre nieve muy dura una reunión con los dos piolets y así aseguré a mis compañeros, segundo a Jose y primero a Luis, que ya se dirigió en el siguiente largo a montar la cuarta reunión por rampas de 50º.
Nos fue recuperando Luis hasta llegar a un buen punto asegurado con un bloque, a la izquierda en la roca y bajo unos 10 metros del tercer muro, zona en donde la cordada que iba delante tenía algunos problemas en pasar. Este punto también tenía un escape por la derecha de 60º, pero como es el muro que gradúa la vía, había que pasar por él, se trataba de un bloque empotrado en forma de cueva que había que pasar por la derecha, por un muro de roca limpia de 2 metros y para llegar a él había un par de metros de nieve-hielo a 70º, en teoría el paso en roca es un IV pero había instalado un cabo de cuerda con dos gazas para mosquetonear y ayudarse para su progresión. Esperamos 15 minutos a que lo superaran la cordada de delante y sobre la reunión en roca Luis se dispuso a pasar el tercer muro, con cuidado y lentitud fue progresando hasta el muro y una vez allí ayudado por la cuerda metimos un mosquetón en la baga de apoyo y salió por encima, teniendo que hacer un tramo mixto, de utilizar las manos y coger piolets, detalle que siempre es dificultoso, así le vimos desaparecer por encima del muro hasta que nos dijo que ya estaba libre para el siguiente. Jose fue el segundo y yo el tercero en pasarlo, observando que el cabo de cuerda que había instalado quitaba bastante dificultad en el paso.
Llegamos los tres a una pequeña arista de nieve que partía el corredor y desde allí tras recoger los archiperres nos dirigimos sin cuerdas corredor arriba por rampas de unos 50º con una nieve bastante estable, pronto llegamos a la cordada de delante que subía en ensamble y que estaba formada por 4 personas, tras observar su lenta progresión decidimos subir los tres por el medio del corredor, llegando tras los tramos más continuos hasta el fabuloso mirador del Peña Telera, una apertura lateral del mismo desde donde cae a pico una ladera de nieve hasta casi el Ibón de Piedrafita. Para progresar, el corredor se veía cortado por una pequeña arista procedente de una aguja finísima y por ella unos metros ascendimos, hasta tener que hacer una travesía ascendente horizontal a izquierdas para superar la caída de la canal del mirador, era un tramo expuesto (ya que siempre cuesta más progresar en horizontal que en ascenso) pero con cuidado y siguiendo la huella ya abierta pasamos esos 20 metros y llegamos a la continuación de la canal, que por rampas de 55º y durante unos 100 metros nos depositó sin más problemas en el collado, zona donde finaliza la Gran Grandísima Diagonal.
Realizamos una parada para guardar un piolet y el material, además de comer y beber, nos asomamos para ver cómo estaba el paso horizontal, que por cierto estaba bastante repleto de nieve, aunque había huella abierta y también divisamos la propia cumbre, de la que nos separaban menos de 200 metros de desnivel. Tras la ingesta al sol, salimos por una pequeña terraza de roca a las palas descendentes de la cumbre, zona muy fácil y sin tener que descender metros para bordear el tramo rocoso fuimos progresando con los calores de la muerte por nieve más blanda, a la que el sol llevaba calentando hacía ya algunas horas. Por rampas de 30º llegamos a una antecumbre, desde donde podíamos ver tres grandísimas cornisas de la propia cumbre y donde había una buena foto, desde allí y con un corto ascenso de 10 metros a 45º llegamos a la pala de la cumbre, de la que nos separaban 100 metros de leve ascenso para llegar al propio vértice geodésico..
Bíen!!!!!!!, estábamos felices, luego dicen que lo mejor es la vía no la cumbre, pues que quieres que te diga, a mi llegar a la cumbre me supone ponerle la guinda al pastel y allí junto a algunos compañeros maños de jornada y de vía estuvimos llenando el estómago de cara a lo que nos quedaba de jornada. Las vistas alucinantes,, no tendría pantalla para poner todos los picos que se divisaban desde allí, entre otros destacaban; Pala de Ip, Colladada, Midi d,Ossau, Arriel, Pallas, Balaitous, Infiernos, Garmo Negro, Astazous, Monte Perdido, Cilindro, Marbore,etc..ah y el Moncayo rodeado de brumas.

Los compañeros maños nos hicieron la foto de cumbre y como sabíamos que la jornada iba a ser larga continuamos despidiéndonos de ellos por las palas del Noroeste, dichas palas cada vez tomaron más inclinación y además la nieve estaba durísima debido a lo venteado de la zona, llegamos a un tramo mixto donde un pequeño farallón rocoso nos dificultaba el paso, intentamos seguir la huella por el filo de la arista, pero vimos una zona un poco expuesta de descenso y aprovechando un pitón y un mosquetón metido en la roca, montamos un rápel para superar los 20 metros más inclinados.

Desde allí continuamos el descenso por nieve muy muy dura y peligrosa donde las puntas laterales de los crampones hacían de ancla a la vida para llegar a la parte más llana donde la nieve estaba bastante más blanda, bordeamos por el Sur una zona rocosa de la cumbre del Capullo, y tras un leve ascenso pasamos el pico y llegamos a un pequeño cordado que nos impedía progresar. Desde allí divisé que había dos personas montando un rápel para descender y entendí que estábamos ya cerca de la Canal de la Y, para bordear la faja de roca, descendimos por un amplio canal hacia el Sur bordeando así la zona de rocas y caminando unos metros más llegamos justo a la salida del corredor de la Y. Para asegurarnos preguntamos a los compañeros que nos cercioraron del lugar y como no llevábamos una de 60 metros sino de 50 decidimos descender unos escasos 5 metros desde la cornisa para llegar a una reunión situada a la derecha un poco más baja que la de la izquierda.


Para ello me aseguró Luis y desde allí aseguré a mis compañeros hasta la propia reunión, lugar donde tiramos hacia abajo la cuerda en doble metiéndola por un maillón abandonado que cogía múltiples cordinos abandonados. Con la incertidumbre de si iba a llegar la de 50 metros comencé a rapelar con la estaca en la mochila a mano, por si no hiciera falta para montar algo en medio del corredor, pero sobradamente y tras pasar un pequeño estrechamiento de hielo, observé a la derecha según bajaba de espaldas la famosa cueva donde está situado el punto del segundo rápel, -y aún nos sobran 8 metros de cuerda-.

Con dos líneas de rápel; una para nosotros y otra para los compañeros maños fuimos llenando la mini cueva y como ellos eran más numerosos, nos tocó a nosotros iniciar las maniobras del segundo rápel, rapel que nos depositó en una zona del corredor donde la pendiente no superaba los 40º y por donde se podía descender ya más cómodamente, a veces a 4 patas y otra simplemente canteando crampones. Así y cada vez más contentos de la larga y entretenida jornada fuimos disfrutando el descenso ya con menos pendiente recorriendo la encajada canal de la Y, dejando a la derecha la entrada de la Maria Jose Aller, posteriormente las fajas nevadas del espolón del Telera y la luna a las 17:00 con cielo azul hicieron el deleite de nuestra vuelta.


Tras salir de la canal, comenzamos a dirigirnos hacia derechas en dirección al Ibón, pasando bajo la entrada de la Gran Diagonal, ¡que corredor!, y a continuación aproximadamente por el mismo itinerario que la ida nos dirigimos por el hielo que ya estaba más blando y luego por praderas hasta los pinos donde habíamos escondido el material sobrante, hasta la cocina con los crampones puestos. Allí nos desprendimos del material y buscamos una buena pradera que no tardamos en encontrar y donde montamos la tienda, para seguidamente cenar y con un cielo lleno de estrellas acostarnos esta vez sin hora para levantarnos.

2 comentarios:

  1. hey Pele!!!
    los lentos que iban delante éramos nosotros, bueno, más bien mis colegas, que mi cordada subimos por la variante derecha.
    muy buen relato, te lo montas bien
    un saludo
    Félix

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  2. Que pedazo de corredor macho!!!
    Una "Supercanaleta" como diríamos en ARgentina :)
    Si la haces alguna otra vez avísame que me apunto seguro!

    muy buen post, por cierto
    Gracias
    Facun

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