miércoles, 8 de febrero de 2012

Nieve en Guadarrama, por fin!


El invierno en Guadarrama está siendo extraño, no ha precipitado casi nada y lo que ha caído las temperaturas altas se han encargado de deshacerlo o que sea en forma de lluvia. De ésta manera da pena ver nuestra sierra en Enero o Febrero en tales condiciones.

A mal tiempo buena cara y por lo menos las últimas semanas la temperatura ha sido baja con lo que el hielo a aflorado más de la cuenta. Tras mi vuelta de Argentina me llegaron noticias que la Cascada de Cabezas estaba en condiciones aceptables por lo que era un dulce bastante apetecible para dejarlo pasar y no aprovecharlo. Debido a que dicha cascada los fines de semana está muy concurrida decidimos quedar un Lunes esta vez Yeyo y yo y probar suerte.

Una vez puesta la fecha, "el famoso frente siberiano" que azota la península nos dejó un fin de semana con bastante nieve y frío, lo pasé de casa rural en Segovia y a mi vuelta por el túnel de Guadarrama las condiciones en la carretera y en vertiente Norte no podían ser peores; varios accidentes en directo coches salidos en la zona del Espinar y a punto de poner cadenas antes del túnel, eso sí la vertiente madrileña totalmente sin nieve. Así que mantuvimos la cita del día siguiente.

El lunes quedamos y partimos hacia Cotos, daban algo de nieve pero no pensamos en ningún momento que la nieve pasara durante la noche a la vertiente madrileña y nos depositara tales grosores en nuestra sierra: 10 centímetros en Cotos, 20 a 2.000 metros y 40 a 2.200 metros.

Llegamos a Navacerrada puerto aún de noche con -4º y nevando, el tramo hasta Cotos nos lo tomamos con tranquilidad casi abriendo huella por la carretera y dejando que la veterana xsara picasso nos llevara como otras veces por el manto blanco (cuantas nevadas tendrá ya en el lomo la pobre).

Llegamos a Cotos, aparcamos los segundos en el aparcamiento y nos pusimos la ropa antes de partir mientras amanecía. El cielo encapotado, hacía un viento moderado de Norte y nevaba a ráfagas. En ese momento fuímos conscientes que el objetivo de hacer la cascada pasaba a segundo plano y el de dar un paseo por nieve fresca al primero.


Partimos caminando por la carretera de Valdesquí, alguna rodada de todo terreno pero la nieve sin quitar de la carretera y practicamente intransitable, a la altura del desvío del Pingarrón dejamos el asfalto y comenzamos a abrir huella entre pinos por la senda que desciende al Río de las Guarramillas, todo muy bonito los pinos hasta arriba de nieve fresca y cayendo más aun.


Cruzamos el Río Guarramillas por el puente de madera y fuímos ascendiendo el primer repecho del día en busca de bordear la loma que desciende del Cerro del Valdemartín, nos turnamos para abrir huella y en algunos minutos estábamos en la parte alta de la loma donde el viento Norte daba de lo lindo y había limpiado la zona de nieve.
Iniciamos el descenso al Arroyo de Cerradillas por lo que intuíamos era la senda y tras caminar algunos minutos recordé que teníamos que tomar un desvío hacia la izquierda que no habíamos visto aún. Para evitar problemas de encontrar la senda o no ( luego a la vuelta vimos que estaba muy bien indicado incluso con un poste), nos tiramos pinar abajo atrochando en línea recta hacia el arroyo de las Navas de Cabezas, tirando de GPS.


No tardamos mucho en llegar al Arroyo de Cerradillas, que cruzamos y pronto encontramos los hitos que ascienden por el Barranco de las Navas de Cabezas. Este tramo fue bastante pesado; la nieve ya se acumulaba en 30 centímetros y la cantidad de piedras que estaban ocultas bajo la misma nos suponía un problema a la hora de progresar.

Poco a poco fuimos ganando altura por el barranco, pasamos las dos horas de marcha que en otras ocasiones te permiten llegar a la cascada, pero esta vez estábamos bastante abajo, nevando y sin poder ver nada por arriba. Por momentos pensamos en dar la vuelta ya que por el horario que llevábamos íbamos a llegar a la cascada y volver hacia abajo sin prácticamente tiempo para disfrutarla. Pero bueno, por esas cosas que uno no sabe porque ocurren, te lías, te lías y quieres llegar a toda costa.


El barranco se comenzó a abrir de pinos, los pinares de los lados comenzaron a desaparecer y el viento era mayor cuanto más altura ganábamos, nos salimos del torrente por la derecha y por allí continuamos abriendo huella hasta en un pequeño claro poder divisar "los pulmones rocosos" que delimitan todo el corredor Norte de Cabeza de Hierro, la cascada se podía ver tambien pero su calidad ya era otra cosa.


Llegamos a unas pequeñas cascadas situadas más abajo, bastante tumbadas y muy aptas para una primera práctica, allí pensamos si quedarnos a aprovechar el tiempo o subir a las de arriba y optamos por la segunda opción. Finalmente vimos que había bastante hielo en la parte baja y pensamos que las de arriba estarían mejor aún así que para arriba de nuevo a abrir huella entre bloques y rocas.

Tras unos minutos ya podíamos verlas entre la niebla y llegamos allí en un último apretón, habíamos tardado casi 3 horas en llegar cuando se hace en dos.

Allí pinchamos de primeras la parte baja, el hielo estaba sorprendentemente en bastante buenas condiciones, ni estalladizo, ni hueco y sacamos toda la cacharrería para abrir la línea principal situada a la izquierda y en donde hay un clavo en su base como primer seguro, también estaba en condiciones la situada más a la derecha que cuenta con un parabolt al final de su línea.


Como no tiene mucha dificultad y pretendíamos bajar por el corredor situado a la izquierda, tiramos con cuerda simple y metimos 3 tornillos y un puente de hielo muy bien instalado con dos cordinos seguramente dejado allí del fin de semana anterior.


Debido al poco tiempo que teníamos subimos para abrirla y Yeyo subió en top hasta la reunión tras 40 metros que montamos en unas rocas un poco a la derecha. Desde allí huída por el corredor a la base de las mismas hacer la mochila y salir pitando hacia abajo empapados por la nieve, el viento y el frío que hacía de la zona un lugar un poco aconsejable para estar.


Durante el descenso aprovechamos para comer un par de veces algo ligero y con cuidado de no meter la pierna en ningún lugar entre rocas fuímos retornando al Puerto de Cotos tras unas cuantas horas de dura actividad por las condiciones, pero que ya apetecía sentir en nuestra sierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario