domingo, 25 de mayo de 2014

Travesía Puerto del Pico - Hoyos del Espino.

Este año el tiempo nos sigue dando la espalda, si hemos tenido que suspender en dos ocasiones nuestras incursiones pirenaicas. Ahora durante la preparación de la transguadarrama ( un itinerario desde el Puerto de Somosierra a Cotos de algo más de 60 kms.), la nieve de hace tres días nos ha dejado manto blanco a partir de los 2.000 metros en nuestra sierra.
Por si fuera poco el tiempo tampoco es estable para el domingo y dan incluso probabilidad de lluvias por la linde Madrid - Segovia durante el día.

Ante tal panorama y con la preparación previa realizada nos decidimos a dirigirnos hacia la Sierra de Gredos, estaba claro que ya algo lineal con esa distancia y a dos días vista no podía ser factible por lo que planeamos una marcha de ida y vuelta desde el Puerto del Pico.

A las 8 en punto desde el aparcamiento del Puerto del Pico partimos hacia el Oeste en busca de la  parte alta de la sierra de Gredos con el objetivo de llegar al Peñón del Mediodía situado a casi 15 kilómetros de distancia. No seguimos ninguna marca especial de camino y tan sólo cruzamos los prados del puerto y comenzamos a ganar altura entre matorrales, rocas y restos de ramas quemadas hace ya algunas temporadas.


Podíamos ver algunos hitos de piedra colocados para indicar el camino, pero en bastantes ocasiones el mismo estaba difuso, por lo tanto no nos preocupaba mucho perderlo y seguíamos lo que considerábamos el itinerario lógico.
En 45 minutos llegamos a zona rocosa, situada en la vertiente Sur y comenzamos una trepada entre bloques para salir a la parte alta de la sierra.


Ésto nos iba a entretener por momentos pero iba a hacer de la ruta algo más amena. Sobre los 1850 metros y tras 450 de ascenso desde el puerto llegamos a la parte alta de la serranía. Desde allí podíamos divisar parte de la cuerda y la cercana cumbre de la Fría, hasta allí un amplio cortafuegos que tomamos para ir más cómodos y rápido.

Por el camino a "la Fría" el primer y único rebaño de cabras que vimos, eso sí cerca de 100 ejemplares pudimos contar, que huyeron vertiente Sur abajo ante nuestra presencia.


Justo antes de llegar a la cumbre de "la Fría" abandonamos el cortafuegos que bordeaba la zona rocosa por la derecha y ascendimos por rocas hasta la parte alta de este pico granítico situado a casi 2.000 metros de altitud y primera altura prominente desde el puerto.

Subimos a la cumbre y tomamos algo antes de continuar tras la primera hora y media y 5 kilómetros. Desde su parte alta avistamos parte del resto del itinerario y no parecía ser muy benevolente con nosotros; mucho piorno y mucha roca nos esperaba.


Continuamos el camino y tomamos una pequeña senda marcada con hitos, ésta superaba una zona rocosa por la derecha. Varias torres de granito nos obstaculizaban el camino, bordeándolas por la vertiente Norte y continuando rumbo al Oeste como casi todo el camino.

Las zonas rocosas terminaron y ante nosotros se presentó un mar de piornos. En esta ocasión no tenían gran tamaño y aún perduraban algunas sendas trazadas por las cabras que buscábamos con ahínco para poder progresar. Además al fondo podíamos ver las cercanías del Peñón del Mediodía donde se estaba formando una gran nube evolutiva.


Tras los primeros giros entre piornos, encontramos un trazado bastante limpio para progresar, transcurría por el mismo filo de la linde y dejando a la izquierda algunas caídas más bruscas hacia la vertiente de "El Arenal", pueblo que podíamos ver metros más abajo.

Por momentos la niebla procedente del Sur se nos echó encima y nos engulló, no podíamos ver el resto de cuerda pero el itinerario estaba claro, siempre al Oeste y además llevábamos el track en el GPS.


Tras los primeros 10 kilómetros de marcha el camino volvió a ascender con brusquedad, habíamos superado ya los 2.000 metros de altura y las rocas volvían a aparecer por el camino, la niebla no nos dejaba ojear el paisaje y el viento que acompañaba a las nubes nos hacía pasar algo de fresco incluso.
Rezábamos para que las nubes no tuvieran mucha carga húmeda.


Superamos los 2.150 metros de altitud y la nieve comenzaba a hacer acto de presencia pero no de forma continua, por lo que podíamos esquivar los pequeños neveros. Mantuvimos la altura durante algún kilómetro una primera antecumbre y después una segunda, hasta que dejamos atrás las nubes y apareció ante nosotros  la rocosa cumbre del Peñón del Mediodía.


Fue un visto y no visto, tan pronto nos engulló la niebla como ésta se disipó por completo y comenzó a irradiar el sol. Bordeamos la caída hacia vertiente Sur y sobre neveros más continuos fuimos aproximándonos a la parte alta del pico.


Donde llegamos poco después, cumpliendo los 14 kilómetros y 5 horas de recorrido. Mucho tiempo invertido en pocos kilómetros pero era la velocidad que nos dejaba la vegetación.
Comimos en la cumbre del Mediodía algo mientras comenzamos a valorar la nueva idea que estaba surgiendo, se trataba de en lugar de volver por la misma línea de cumbres y sus piornos, descender a uno de los pueblos más cercanos, ya sea Hoyos del Espino en la vertiente Norte o El Hornillo por la Sur y coger desde dicho pueblo un taxi que nos llevara al Puerto del Pico de nuevo.


La verdad que no lo pensamos mucho y nos apetecía improvisar un poco en busca de aventura, mientras divisábamos la zona del Circo de Gredos y la Mira con bastante nieve para ser prácticamente Junio.


Finalmente nos decantamos por Hoyos del Espino, pensando en los bocadillos de la Bodeguilla y el itinerario lo encontramos muy fácilmente; por allí bajamos, subimos, bordeamos los pinos y ahí está el pueblo.
Parecía todo muy fácil mientras teníamos por delante 8 kilómetros lineales desde el pico, -"vamos hacia allá".

Iniciamos la marcha rumbo hacia el Norte, en dirección Hoyos del Espino, tarde o temprano en línea recta llegaremos. La primera sorpresa que nos llevamos fue la nieve acumulada en la vertiente Norte. No nos habíamos metido aún entre los piornos y ya teníamos en zonas la nieve por la rodilla.


Menudo panorama, en pocos minutos de descenso rumbo hacia el Norte las zapatillas caladas, pero caladas, no humedecidas un poco. No había otra manera de bajar y para evitar las grandes masas de piornos, buscábamos partes con nieve.


Tras pasar la cota de los 2000 metros de altura, la nieve desapareció y debido a la cantidad de matorral decidimos cambiar de rumbo hacia la izquierda, hacia la Garganta del Jabalí, donde había más prados.


Dejamos atrás un fuerte desnivel, llegando a la claridad y prados de la Garganta del Jabalí, allí paramos un rato para quitarnos las zapatillas y calcetines y escurrirlos intentando quitar algo de agua. Nuestro próximo objetivo era un pequeño cortafuegos ascendente al otro lado del barranco.
Por lo que al continuar el camino cruzamos el arroyo de la Garganta del Jabalí y progresamos manteniendo la altura hasta dicho cortafuegos.


Comenzamos a ascender por el cortafuegos un corto tramo hasta una curva y desde allí vimos que éste se dirigía hacia la izquierda a una edificación rural para pastoreo más bien y dicha dirección no nos convenía muy bien, por lo tanto preferimos atrochar en línea recta hacia otro cortafuegos situado junto a un pinar, que entendimos que nos podía llevar a los pinares cercanos al Puente del Duque cerca de Hoyos del Espino.

Pronto descartamos la idea, cuando nos vimos incapaces de pasar entre los piornos siguiendo el itinerario pensado. Nos costó pelear un poco con las ramas pero es que nos engulleron literalmente.


Retrocedimos nuestros pasos y por el Arroyo de las Pilas descendimos hacia el Noreste en busca de seguir por lo menos los arroyos, zonas húmedas pero libres de matorral. El primer arroyo nos llevó a una zona extensa de prados y al Arroyo procedente de Garganta de la Cañada de los Pastores. 

Tras atravesar el húmedo prado nos saltamos a una finca vallada de piedra y repleta de florecillas amarillas, al otro lado de la misma estaba el cortafuegos que buscábamos, por lo tanto la atravesamos hacia los pinos, saliendo por el lado opuesto, zona donde comenzaba el cortafuegos.


Resultó que más que un cortafuegos se trataba de un camino de acceso a la finca, por lo que dicha pista nos debería llevar a zona habitada. La tomamos y no abandonamos hasta el final, primero nos llevó a ascender por terreno con poco desnivel un pequeño páramo de matorral y posteriormente a descender ya más bruscamente y mediante zetas a la zona de pinares cercana a Hoyos del Espino.

Tras el descenso, la pista nos introdujo en unos bonitos pinares alóctonos salpicados de verdes prados, unos paisajes más propios de américa que del sistema central.


Pronto reconocí la zona, donde estuve recolectando setas el otoño pasado y por la pista atravesamos los pinares para salir a la carretera que sube de Hoyos a la Plataforma de Gredos en las cercanías del Puente del Duque. Allí realizamos una parada para observar las claras aguas del Tormes.


Y proseguir ahora en ascenso por la carretera rumbo al Bar la Galana, lugar donde solemos parar cuando andamos por la zona, para dar por finalizado el itinerario con 21 kilómetros y 1300 metros de desnivel.

Mientras nos tomamos unos bocadillos y bebimos cervezas, llamamos al servicio de taxis que opera habitualmente por Hoyos que nos llevó por 15 euros al Puerto de Pico. Una buena forma de realizar itinerarios lineales por la Sierra de Gredos.



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