sábado, 23 de febrero de 2013

"he vuelto a las andadas.........

he vuelto a enloquecer, lo vi escrito en la luna, luna creciente"......
Curiosamente como dice esta letra de Extremo yo he vuelto a las andadas, a enloquecer y también en luna creciente.  Casualidades o no aparte y pecando como dije a mi fisio el Viernes me estaba saliendo del pellejo si no pisaba terreno a más de 1.000 metros de altura.
Un 23 de Febrero enloquecí, como el país hace 32 años.

Esta vez la ya famosa borrasca que no se quita de la península nos ha obligado a post poner la salida del Club a Peña Ubiña y como alternativa nos vamos a dedicar un grupillo a practicar en hielo en la Sierra de Guadarrama, que nos vendrá bien a todos y así de paso pruebo como ando con el tobillo y la muñeca, tras el porrazo.

A las 8:00 y poco ya estábamos en el Puerto de Cotos, el tiempo malo, pero malo malo, viento de 50 Km/h y menos 11 gradientes en el termómetro del coche, sí vale -9º en el Dos Castillas del Puerto de Navacerrada.


Nos vestimos en los coches y nos preparamos para lo peor, yo con la ilusión del primer día 25 días después del accidente, los pinares estaban cubiertos de niebla o más bien nieve venteada que no cesaba de depositarse a sotavento, nuestra sierra espectacular.


El objetivo era la Pared de Zabala y para ello tomamos la pista principal del parque donde ya el viento no soplaba tanto y se podía caminar en condiciones,

 
Dejamos atrás el Mirador de la Gitana, el depósito y continuamos por la pista hacia Dos Hermanas, desviándonos en el primer cruce rumbo al collado desde donde se avista el Refugio de Zabala.
 
nuestra sierra espectacular
 En cuanto salimos del abrigo del pinar la cosa cambió, las ráfagas nos daban de frente y los 50 de viento nos daban de frente, el suelo lleno de placas de viento y la cara quemaba al golpear la nieve venteada.

 
Ocultando lo máximo de la cara tras las bragas y gores y a contra viento llegamos a las cercanías de la Pared de Zabala, nos tuvimos que poner los crampones en las palas anteriores al Zabala y mientras los últimos terminaban, ya estábamos montando nosotros la instalación de cuerda para subir la pared a top.


No era para estar mucho tiempo parado así que mientras unos subíamos, otros se metían al refugio para resguardarse del fuerte viento lleno de nieve que lo cubría todo.

 
montamos dos líneas y allí subiendo y bajando, probando los piolet técnicos, metiendo tornillos y viendo la calidad del hielo, que por cierto era mala, bastante blando para poder asegurar.
 
 

Lo que pensábamos que era una nueva ventolera de nieve, resultó ser una nube que lo cubrió todo y ya no volvimos a ver el azul del cielo., ya no cesó de nevar.




Cuando nos cansamos desmontamos todo el tinglado y nos dirigimos al corredor Gandalf, un corredorcito unos metros más a la derecha de la Pared de Zabala que con esta cantidad de innivación, pierde casi toda su gracia, eso sí casi, porque de igual manera nos metimos.

Lo que en otras ocasiones es el primer largo esta vez se trataba de una pala de nieve blanda por la rodilla de 40º-50º, por la que sudamos para llegar a la cueva donde está supuestamente la segunda reunión y primera para nosotros.


En la cueva montamos alguna reunión más para entrar todos "¡los ocho!" y tiramos hacia arriba por la parte más entretenida en tres cordadas independientes: 3, 2 y 3.

El resalte de IVº desaparecido en combate, la nieve blanda cubría todo el tubo y buscabas un poco de hielo para clavar y subir, la verdad que muy divertido para unos y tentador para los nuevos.

 
Con cuentagotas fuimos saliendo del tubo, con cuerdas de 60, 50 y 40, (para todos los gustos) y en lugar de asegurar en el clavo del tubo, metimos un friend, para cacharrear algo al igual que en la reunión de arriba que metimos algún otro más gordo. Tras ir saliendo allí no había quien parara, por lo que íbamos subiendo y nos metíamos al Refugio de Zabala, que esta vez estaba abierto por el personal del parque, que nos alertaron del riesgo de aludes por la zona de la Ceja.

Ya todos a cubierto, nos repartimos el material y comimos algo antes de bajar, decidimos hacerlo por el camino de la laguna y la Pared de la Presa y justo cuando pasábamos bajo la misma; -¡un alud!-, gritó el Peluka y un tramo de 20 metros de ancho de nieve comenzó a descender ladera abajo por la Canal Central de Zabala, con dos chicos flotando y volando por la nieve. Uno de ellos cayó por encima de una pared de 5 metros y el otro se ocultó bajo la nieve del alud. Subimos a toda prisa y ya habían salido de entre la nieve, el que había caído por la pared se quejaba del tobillo (esto me suena) y había perdido el piolet y el otro se encontraba mejor porque había ido medio flotando por encima de la nieve hasta ocultarse antes de parar.

zona de la avalancha
Les echamos una mano a guardar la cuerda y a buscar el piolet perdido, mientras recomendamos al de la caída el bajar antes de que se le enfriara el tobillo. Y así con el tema del día en la boca descendimos junto a otros compañeros que había visto también el accidente y se habían acercado a la zona.

 
Tras pasar el chozo alucinamos con la cantidad de nieve acumulada que llegaba a la barandilla del puente del Arroyo de Peñalara y enfilamos la senda del pinar hacia Cotos charlando con uno de los accidentados y recordando una vez más que no somos nada ante las fuerzas de la NATURALEZA.


Pero qué sería de nosotros sin ella, así que estaremos condenados a entendernos y respetarnos.
 

2 comentarios:

  1. Si señor!! Ha durado poco el parón.
    A darle caña y cuidate ese tobillo/muñeca!

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  2. Jodidos trepadores no parais así os despeñeies, cuidado que tan peligroso es Guadarrama como el Himalaya, cuando la bota del gigante te pisa da lo mismo ue mida 2000 que 8000 tu eres una hormiguita feliz que asciendes en tu locura permanente y crees que flotas en ese ambiente.
    Cuidaros, un fuerte abrazo valientes.

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