No voy a hablar de ese problema ya que es un tema que bien merece unas cuantas líneas aparte desde un punto de vista más crítico, pero sí lo voy a hacer del placer que uno siente cuanto palpa con los dedos la tranquilidad de la montaña de antaño, sin prisas, agobios, ni carreras.
Con la idea fija de disfrutar de momentos de esos, cada vez son más los días entre semana que me gusta salir. No me considero privilegiado por poder hacerlo, ya que simplemente es organización; el día son 24 horas (8 dormir, 8 trabajar y 8 actividad), así de simple. Mis horas de sufrimiento en el trabajo me cuestan y que conste que trabajo todas ellas de pie.
Predicando con esta religión nos dispusimos a salir un jueves cualquiera. Bueno, cualquiera no; un jueves de Febrero, con una gran nevada prácticamente asentada, y con previsiones meteorológicas inmejorables.
Estas condiciones son especiales, son pocos los días del año en donde se juntan estas características que al buen alpinista llenan los ojos de sangre. Simplemente porque puede haber raras formaciones de hielo.
Con esa fe que profesaba Anatoli Boukreev, nos dirigimos en busca de "líneas" a una zona un tanto inusual para nosotros, pero que en años de gran innivación puede tener algo, se trata del Peñotillo de la Maliciosa.
Nuestras referencias sobre le lugar eran escasas, dos breves explicaciones en infohielo de otros años y una parca explicación de una guía desnivel. De ahí sacamos la conclusión que podía haber una "sucesión de escalones helados". Por si no había nada formado, nuestra intención era continuar hacia la Sur de la Maliciosa al tubo de la Y o a la concurrida Toñi.
Los polizones del cayuco éramos tres; un viejo amigo fuera de forma, un nuevo amigo muy en forma y yo, (otro cóctel con aceite y agua). El zascandil se quedó en el camino debido a esperadas contracciones.
Me tocaba a mi llevar la barca y partimos del puerto muy pronto, a las 6:30 zarpamos y a las 7:30 estábamos atracando en la Barranca con la luces que abrían el día 19 de Febrero.
La primera mirada por encima de los pinos se dirigía hacia el Peñotillo, todo bastante pelado de nieve, esperaba algo más y es que las últimas lluvias habían asentado el manto en lugares de acumulación pero derretido la blanda en cotas bajas.
Aún así se divisaba una serie de escalones y líneas heladas que podían o no enlazarse, en eso estaba en nuestras manos, entre todas destacaba una estrecha línea helada situada más bien en la cara Suroeste, pero para meterse por allí nos temíamos que la parte baja no iba a estar formada. Por lo tanto había que verlo in situ.
A las 8 partimos del aparcamiento de la Barranca, cruzamos por la presa del embalse y nos introducimos en el pinar que puebla todo el Barranco del Arroyo de la Maliciosa.
Había bastante huella abierta (ya se encargaron 10 días atrás abrirla nuestros colegas Javi y Pelu), tratamos de seguirla y es que el manto de nieve permanecía mejor conservado que en la laderas de la Maliciosa debido al cobijo del pinar.
En unos 15 minutos salimos del bosque, Jacobo ya se había quedado un poco atrás y comenzamos a ascender la ladera de la Cuerda de los Almorchones, nieve poca pero hielo entre las rocas bastante más.
Desde la parte alta de la cuerda divisamos toda la pared y pusimos los ojos en la línea blanca casi perfecta que baja casi hasta la base de la pared por la vertiente SW, aunque intuíamos que ese iba a ser el problema la parte inicial de la formación.
De nuevo continuamos ascendiendo por la ladera bastante más pelada de nieve, entre arbustos de jaras y gayuba y siguiendo el sendero que se dirige hacia la misma base del Peñotillo.
Tras una breve subida el camino normal hacia la Canal del Peñotillo y Maliciosa se dirige a la derecha por la base de las paredes, nosotros paramos bajo los restos de hielo y observamos que era imposible ascender por allí, aquella línea comenzaba más arriba y para llegar allí había que hacer un largo en roca más a saber como se encontraba un primer resalte observado que colgaba de una manera muy frágil.
foto aérea con descripción orientativa. |
Largo 1: WI2+, 80º, 45 metros:
La componen una sucesión de resaltes de hielo de entre 60º a 80º, incluso a la derecha y pegado a la roca hay un tramo de poco más de 3 metros a 90º interesante pero con molestas estalactitas de hielo.
En la base de la cascada nos quitamos las mochilas y ponemos todo el material, le digo a Gayu si abre o abro y me dice que tira él, perfecto.
Nos dirigimos a la parte derecha de la roca donde una buena fisura hará de Reunión 0 y cuando está preparado parte hacia arriba.
La inicia por la parte derecha, un pequeño escalón de 2 metros a 80º es el primer problema, es jornada de disfrute y así lo entendemos.
Mas arriba intenta meterse a la derecha hacia el resalte gordo pero está el hielo muy mal y tras quitar un par de estalactitas de hielo que caen hacia donde estamos, decide descender un poco y tirar por la parte central, donde hay un tramo a 60º de media hasta llegar al estrecho tubo final de salida.
Son unos 4 metros de estrecho canalón de hielo regular, las rocas ayudan a poner algún pie estable y tiene unos 70º de inclinación.
Voy yo de segundo y llevo su mismo itinerario, se trata de lo más lógico y bonito. La verdad es que la sierra madrileña no nos dejará de sorprender.
Tras salir por arriba espero colgado a unos 5 metros de la reunión, voy a hacer algunas fotos a Jacobo que viene como último de cordada.
Ya estamos todos en la reunión y desde aquí parece que la nieve escasea, por arriba aparece algún resto de hielo al igual que entre las rocas.
Largo 2, 45º, IIº, 50 metros:
Este segundo largo tiende a montarse al espolón que baja de la cumbre a mano derecha. Si bien nosotros elegimos este itinerario por ir en busca de la fina línea que habíamos visto desde abajo. Con buenas condiciones hay de frente un par de zonas heladas para poder continuar por una línea más natural que la que vamos a realizar.
Debido a la poca inclinación y a la escasez de nieve, continuamos en ensamble. Es un caos de bloques recubiertos por fino hielo. No es difícil pero si hay que tener cuidado, un resbalón sería mortal.
Asciendo primero con tendencia a derechas hasta salir al espolón, busco con la mirada la línea que habíamos divisado desde abajo. No la veo y continúo un poco más arriba, mientras Jacobo viene por detrás.
Tras unos 50 metros asomo al espolón y puedo distinguir el inicio de la vía. Además en la base se forma una buena plataforma donde preparar nuevamente las cuerdas y montar la reunión cómodamente.
Para llegar hasta allí hay que destrepar el espolón hacia la plataforma, nos separan hasta allí unos 60 metros donde se puede hacer una nueva tirada o portear las cuerdas al hombre. Nosotros optamos por esta segunda opción, más bien por rapidez que por seguridad.
Largo 3º, 45º, IIº+ 60 metros:
Técnicamente se trata de un largo de mero trámite para acceder a la segunda parte de la vía. Y la única dificultad reseñable es un pequeño destrepe de IIº+ que con nieve o hielo puede presentar más dificultades.
Nosotros en escasos 5 minutos nos situamos a los pies del corredor. Tras una primera visión parece asequible y nos disponemos a escalarlo.
Largo 4º, WI2, 65º, 50 metros:
Se trata del primer largo de la estrecha canal de salida. Lo forman dos resaltes iniciales en hielo de una inclinación máxima de 60º/65º y posteriormente se va estrechando hasta la reunión por nieve dura a 50º.
En la parte derecha encontramos pronto ubicación para la reunión, un fisurero y un friend quedan muy bien para asegurar los resaltes del inicio.
Parto por el tramo helado inicial máximo a 65º, son dos corto tramos y el primero ni lo aseguro ya que está la reunión muy cerca.
Entre ambos resaltes meto un friend y escalo el segundo de igual manera que el primero.
La dificultad decrece y el hielo desaparece. El corredor se amplía un poco y por una pala de unos 40º, llego a un clavo a la izquierda de un nuevo tramo más estrecho, lo chapo y continúo sin caer en cuenta de que era la reunión del segundo largo del corredor.
Asciendo por el fácil corredor de nieve hasta que escucho el grito de gayu; -¡6 metros!-. Por arriba no voy a salir ya que me quedan mínimo 10-15, así que en una fisura a la izquierda monto una reunión de tres seguros.
Hasta allí aseguro a mis dos compañeros, que no tardan mucho en superar el tramo.
Largo 5º; 40º, 25 metros:
Se trata de la segunda parte del corredor estrecho, es la parte más fina y a la vez la menos inclinada. Se podría hacer perfectamente sin cuerda dependiendo de las condiciones del hielo o la nieve.
Desde la reunión me vuelven a asegurar, el tramo nos parece asequible para ir sin cuerda pero Jacobo no se fía y prefiere que le aseguremos.
Así que nuevamente vuelvo a tirar para arriba, mientras mis dos compañeros se quedan en la reunión.
Es estrecho a la par que fácil. Voy ascendiendo por el corredor hasta salir del mismo hasta llegar a una planicie de nieve que da a la vertiente opuesta.
Monto reunión en un bloque con una cinta y aseguro a mi compañero Jacobo, mientras Gayu asciende sin cuerda.
Cuando Jacobo termina de desmontar reunión comienza a subir, el día parece que se está estropeando con lo despejado que estaba durante la primera hora de la mañana.
Pronto asoma el casco blanco tras las rocas, está llegando a la planicie y allí desmontamos todo el tinglado.
Comemos algo y bebemos, la temperatura no es mala y no hace viento. Se está bien aquí arriba, pero a tenor del estado de la cumbre hoy ha debido ser un día especial.
Tras la pertinente foto bajamos por la vía normal hacia el Norte, está todo helado así que hay que tener cuidado con el hielo.
Llegamos al collado que separa el Peñotillo de la Maliciosa y dudamos hacia donde tirar. Podemos bajar hacia el Oeste de nuevo a la Barranca o bien hacia el Este por la Canal del Peñotillo, finalmente decidimos no complicarnos e ir en busca de la huella de subida.
Perdemos altura con rapidez por amplias palas de nieve dura que pronto nos dejan bajo la cara Este del Propio Peñotillo.
En cuanto hemos perdido altura ya podemos ver el Valle hacia Mataelpino y sobre todo nos llaman la atención las formaciones de hielo de la cara Este. Nos paramos por momentos y miramos el reloj, son las 13, así que no podemos alargar la jornada ya que toca currar por la tarde. Nos apuntamos los deberes para otro día.
Poco más abajo cogemos la huella que bordea el Peñotillo por el sur, es profunda y casi se camina mejor por fuera de la misma ya que está la nieve helada y dura, perfecta para progresar.
Pasamos bajo paredes rocosas, el Diedro Mogoteras (más deberes), el vivac y llegamos al lugar donde en la subida nos pusimos los crampones. Hemos cerrado el bucle, así que nos resta perder altura entre los matorrales esta vez sin crampones.
Se desciende bien, al poco tiempo desaparece la nieve y miramos hacia atrás en busca de la línea elegida. La verdad que es preciosa y lamentamos que no llegara hasta el suelo, posiblemente podíamos haber hecho un largo más antes de la canal estrecha pero los dos primeros no se ven en condiciones, lo que es seguro es que bien formada tiene que ser una pasada. La Cascada Suroeste del Peñotillo (más deberes aún).
Llegamos a la Cuerda de los Almorchones, desde allí las vistas son buenas, pero serán mejores desde más abajo. Tomamos una senda balizada con hitos diferente a la de la subida. Ésta nos lleva más arriba del pinar, pero antes de adentrarnos en él, tomamos una nueva foto de despedida y es que hemos descubierto una zona con bastantes posibilidades. Volveremos seguro.
Nos adentramos el pinar y seguimos unas marcas verdes y blancas, suponemos que irán al pequeño embalse de la Barranca. Por esta zona el pinar es más viejo y los pinos más altos, se progresa bastante mejor que durante la ida y nos lleva perfectamente a la valla metálica por donde se accede a la presa del Embalse superior.
Atravesamos el embalse y salimos a la pista por donde caminamos disfrutando de un día entre semana, con poca gente, meteorología estupenda y actividad novedosa.
Así da gusto.
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