Quizás ésta sea una de las crónicas que más me cuesten escribir de este blog, no por la dificultad de los hechos acaecidos, ni por la del itinerario, ni porque haya ocurrido hace mucho tiempo y ya no recuerde perfectamente los hechos, más bien es por como terminaron los mismos. En urgencias.
Una crónica es una obra literaria consistente en la recopilación de hechos narrados en orden cronológico, pues voy a contar los míos del pasado fin de semana que al poco acaban como el libro de García Márquez "crónica de una muerte anunciada".
La verdad es que fue un fin de semana un tanto errático, nuestro objetivo principal era el espolón central del Puig Campana en Alicante, una vía de escalada de 400 metros que no supera el Vº de clásica. Nos dirigimos hasta allí durante la jornada del viernes, cenamos un bocadillo en la bonita villa de Finestrat y subimos a dormir a la Font del Molí, ya en las faldas de la montaña. El cansancio acumulado de la semana (ya inicié la penitencia de horas extras en pos del viaje a Nepal de Octubre) me pasó factura y muy a gusto como siempre entre plumas, me quedé dormido mientras Juanjo aún cerraba la cremallera de su saco.
A las 5:00 de la mañana algo me despertó de mi letargo, era un fuerte viento que agitaba las copas de los pinos carrascos, tampoco le di mucha importancia pero no paró de soplar hasta la hora del alba. Mientras desayunábamos metidos en el coche, ya veíamos chungo el tema de la escalada, pero no desistimos y nos propusimos con las mochilas llenas de cacharros subir a la base del espolón por si dejaba de soplar o simplemente esa zona estaba resguardada.
Como Telma y Louise en aquella película de los ´90 sentados en el coche nos miramos a la cara y nos dijimos playa o montaña, la idea de bajar a Benidorm 10 kilómetros más allá y tomarnos unas cervezas en el paseo marítimo tentaba pero somos montañeros "joder", que será de nuestra reputación cuando contemos ésto y nos dirigimos en busca de la zona de escalada de Sella, situada a otros 10 kilómetros pero en dirección contraria, a las montañas.
Nos quedamos sorprendidos, en 15 minutos estábamos en la población de Sella, preguntando por las zonas de escalada y sorprendentemente el viento no azotaba tanto como en la zona del Puig Campana, así que tras seguir un camino a las afueras del pueblo llegamos a un chiringuito rodeado de paredones verticales, -"aquí debe ser"- y tras preguntar al habitante del chiringo, este muy amablemente nos prestó una guía con todos los sectores, vías y grados de todas las paredes, cerca de 300 vías escalables, eso sí de niveles considerables.
Al final lo que parecía ser un día para tirar a la basura, resultó ser una jornada de escalada deportiva sin parar hasta que los brazos nos dijeron basta en una bonita escuela caliza, eso sí al estilo rústico con dos cuerdas de clásica y asegurando con ATC.
Ya con los estómagos llenos no vimos otra posibilidad que volver al centro peninsular y recomponer un poco el fin de semana, así que el mismo sábado a las 23:00 estábamos ya en casa como si no hubiera pasado nada en las últimas horas.
El Domingo lo aproveché bien, comida familiar y por la tarde fútbol en directo desde Vallekas, nueva goleada en casa.
Tras un finde un tanto ajetreado, la verdad como todos, aún me quedaba la última bala en la recámara, el Lunes trabajaba de noche y un anticiclón se estaba instalando en la península, la Sierra de Guadarrama estaba como pocas veces así que casi sin darme cuenta estaba conduciendo aún de noche rumbo a Cotos con la mochila cargada, ésta vez yo sólo ya que tras preguntar a varios compañeros todos tenían quehaceres laborales.
Mi idea era subir al Circo de Peñalara y hacer algunos corredores con resaltes interesantes, así que partí a las 8 desde el Puerto de Cotos por la pista principal rumbo a la zona de Zabala, me chocó bastante ya que la nieve estaba muy endurecida y el hielo brillaba por todos lados, incluso me puse los crampones antes de llegar a Zabala. Mucha gente pensó como yo y cuando llegué a la Pared de Zabala ya había allí unos chicos montando una instalación para escalar la pared a top.
Saqué los piolets o vi que había olvidado los pequeños cabos recién comprados para asegurar los piolets, así que primero por la parte izquierda, luego por el centro un par de veces y una cuarta por la parte más inclinada de la derecha ascendí la pared helada de 70º-80º que a esta hora de la mañana aún aguantaba sin chorrear.
Recorrí la pared de Zabala hacia la laguna y vi que estaba formada la cascada Mayte bajo el refugio así que comencé a subir por ella, hasta que cuando se termina la parte de nieve y comienza el hielo vi un estrecho corredor que salía a izquierdas, eso sí la entrada era un resalte de un par de metros verticales, ayudado por el hielo de la Mayte superé el resalte y me metí en el estético y estrecho corredor.
No venía en la guía que llevaba pero daba gusto ir ascendiendo y la nieve dura estaba perfecta para progresar, tras 10 metros este corredor termina en una terraza un tanto colgada y por encima un par de metros de roca para salir a las proximidades del refugio, un paso en mixto y ya estaba fuera del bonito corredor "anónimo" y nunca antes visto.
El sol ya había salido hacía un rato y la temperatura era ideal para hacer actividad, aunque las mejores zonas iban a ser las de umbría, bajé de nuevo bordeando la Pared de Zabala a la base de los corredores y me dirigí al famoso "gandalf", que tan repleto de nieve parecía perder las dificultades sobre todo en el inicio, en su mitad el paso de IVº en paradero desconocido bajo tal paquetón y el segundo tramo bonito con resaltes fáciles de hielo hasta su salida.
Tan espectacular como siempre.
Nuevamente salí a las cercanías del Refugio de Zabala y esta vez decidí cambiar de zona para dirigirme a la de la Laguna de Peñalara,
descendí a la laguna espectacular con nieve dura y observé la ansiada Pared Negra (que iba a haber sido el objetivo de hoy si hubiera venido con cordada), había metida una en el tramo más vertical y con tanta nieve estaba toda la parte superior formada, ni cueva ni nada, además tanta acumulación acortaba el tramo vertical a unos 4 metros, siendo un tanto más asequible para los menos avezados.
Con unas décimas de envidia por no poder realizarla el día de hoy me dirigí por el tubo principal de la laguna hacia el "tubo del Robot", otro de los clásicos de la zona.
croquis de itinerario seguido desde el tubo del robot
El resalte situado en medio normalmente por un bloque empotrado desaparecido en combate y en su mitad a derechas una pequeña cascada de hielo apetecible de buen grosor.
Me metí por la cascada de la derecha del tubo, unos 3 metros a 70º, saliendo a una terraza de poca inclinación que me llevó a la loma que separa dicha zona con el tubo de la ceja.
Allí realicé un pequeño descanso y divisé cargada de nieve como toda la sierra los tubos de Dos Hermanas, en especial tenía buena pinta y en umbría el Diedro Central, así que hacia allí me dirigí.
El inicio ancho y a 30º, luego se va estrechando y se torna a 40º, mientras aparece el primer tramo helado, para qué bordearlo, por encima para ir calentando y hacia arriba, hasta donde el corredor se va cerrando hasta topar casi con un bloque que se bordea por encima y a derechas sale un diedro precioso que no puede faltar en la agenda de todos los inviernos.
Varios resaltes sucesivos van inclinando el corredor hasta ponerlo a unos 60º y repleto de hielo por todos lados, un bello rincón de Peñalara que merece la pena.
Tras salir del diedro helado ascendí a la menor de dos hermanas, desde allí las vistas hacia la Sierra de La Mujer Muerta y el resto de sierra increíbles.
Por momentos pensé que hacer más por allí, vi que por las partes altas soplaba viento del Oeste un poco molesto, así que bordeé las cornisas y volví a descender por el corredor de las cornisas hacia la salida de la Cascada de la Pared Negra, para preguntar a la cordada que ya había salido las condiciones de la misma. Me confirmaron que había buen grosor y que duraría toda la semana, eso sí a primera hora, y tras despedirme continué hacia la zona de los Bordillos de Peñalara.
Antes de llegar a la zona de los bordillos y a unos 80 metros de la Pared Negra vi una serie de resaltes de unos 4 metros verticales donde se fraguó uno de los "talegazos de mi vida", sin quitarme la mochila me dispuse a escalar el que más grosor tenía, desde abajo piqué un poco hielo y tenía buen tacto, así que inicié la subida, las puntas de los crampones clavaban perfectamente y con no mucho esfuerzo salí de los 4 metros verticales, ahora aún quedaban unos 2 o 3 metros más a 35º fáciles.
Tras clavar el piolet derecho bien, me dispuse a clavar el izquierdo cuando de repente los dos pies se me resbalaron hacia abajo sin saber por qué, me intenté agarrar a mí único punto de apoyo que era el piolet derecho (que tenía muy bien clavado) y por momento vi que me podía amarrar a él, cual película de ficción mi mano y el guante de polartec resbalaban por el mango del piolet a cámara lenta hasta perder su contacto, aún tenía el piolet izquierdo en la mano e intenté golpear el hielo pero ya era tarde estaba en la vertical de 4 metros de caída, mi mente dio al stop y dejé de grabar y memorizar..............................................................................................................................................
....................................................hasta que ¡plof!, sin ver nada aún noté un golpe bastante acolchado dentro de lo que cabe, en mi parte izquierda del cuerpo, había caído con el brazo y pierna izquierda bastante bien al suelo, pero en un posterior revolcón ya si toqué con la cara y con diferentes partes del cuerpo y nuevamente dejé de memorizar....................................... abrí los ojos pensando encontrar a San Pedro y me encontré descendiendo por una pendiente de 20º con los pies por delante, lo primero que pensé fue no dirigirme hacia una piedra que ya iba a ser el remate y afortunadamente aquello que se iba acercando por momentos era un pino, al que me agarré fuertemente y me paré por fin.
Siendo consciente de la ostia que me había dado, lo primero que pensé fue en levantarme por si alguien me había visto que no se asustara demasiado y que viera que estaba bien poniéndome de pie.
Tras ponerme de pie, analicé parte a parte de mi cuerpo moviéndolas y observando que todas estaban en condiciones aceptables, tan sólo un pequeño dolor en el tobillo izquierdo al caminar, al escupir al suelo vi que había sangre y con el guante me fui tocando los dientes, la nariz y los pómulos, viendo que iba guapo de sangre, en un primer momento pensé en quitarme las gafas y ver en su cristal mi rostro pero preferí no hacerlo por miedo a ver algo que no quería. Entonces desde unos 50 metros los chicos de la Pared Negra me gritaron -"estás bien"-, les dije que sí y vinieron hacia mí. Tras acercarse note que me miraban mucho a la cara y esta vez sí busqué el reflejo de sus gafas para ver mi rostro que tenía algo de sangre, me dijeron que era un pequeño corte en la nariz y me quité el gorro y las gafas para limpiarme con la nieve y ver que el cortecillo era mínimo en la ceja, que quizás la sangre había salido del labio que me lo había mordido un poco.
Estuve charlando con ellos un buen rato, sobre el accidente, me dijeron que habían escuchado el golpe de la caída y al mirar hacia la cascada habían visto el piolet clavado en lo alto, por lo cual deducieron que alguien había caído y por eso se asomaron. La verdad que asombrosamente me encontraba bien no me dolía nada, tan sólo un poco levemente el tobillo izquierdo e incluso me dejaron un piolet para poder subir a por el mío clavado en el lugar desde donde caí, una vez allí intenté analizar porque se me habían ido los pies y no encontré respuesta, así que volví a descender hasta los compañeros para darles las gracias y devolverle su piolet.
Cómo ya había tenido bastante, me despedí de los compañeros y me dirigí hacia la cercana Laguna de Peñalara, me dolía un poco el tobillo pero me permitía poder caminar para llegar al camino de la laguna e ir descendiendo sin parar hasta el aparcamiento de Cotos donde tenía el coche. Allí me quité el calcetín y no lo tenía inflamado aún, así que para asegurarme de que sólo era un esguince y no había rotura, llamé a la mutua de la federación madrileña, zurich y di parte de mi accidente, me enviaron al hospital de Torrelodones donde me hicieron unas placas y me diagnosticaron un esguince de grado III, la verdad que todo bastante rápido. Tras llegar a casa y relajarme noté también un pequeño dolor en el otro pie y en la muñeca y volví a ir a una clínica a Aranjuez para que me trataran la muñeca siendo también un esguince de la misma.
Así que tras mi experiencia accidental he aprendido que como siempre en la montaña una cadena de errores se paga; el salir solo es el primer error, el realizar este tipo de actividad sin cuerda es el segundo y el olvidar parte del equipo el tercero, ya que quizás el cabo de anclaje del piolet me hubiera sujetado en la caída, ya que tiene la extensión máxima como la de mi brazo y en el momento de soltarme casi había frenado por mi propia fuerza.
Son cosas que pasan, ¿suerte o no?. En 7 años que llevo con los charlet-moser aztar toda la vida he llevado la dragonera (que quizás me hubiera impedido soltarme del piolet), hace un mes compré la goma de sujección para piolets usándola en la última salida y ésta vez la olvidé en casa.
joder
ResponderEliminaranimo con la rcuperacion
e visto el video y digo este un makina que sube volai sin poner seguros, pero claro, el riesgo esta ahi, el cansancio, el azar, lo importante es que a sido leve y en breves se puede estar dando caña
ya me gustaria a mi darle ese uso a los aztar jajaj
Hola Dani, si no recuerdo mal! estaba dando una vuelta por la Web haber que encontraba y me topo con un articulo que según lo iba leyendo me parecía mas familiar, hasta que leo a parte en la que unos compañeros te dejan un piolet para recuperar el tuyo, y me he dicho, yo le conozco!!! Soy David, el que te dejo el piolo.
ResponderEliminarComo estas? al final fue algo mas de lo que parecía, bueno recuperate, dejo mi mail por si quieres contarme algo y para que si vuelves a subir solo me des un toque. ( birraclimber@hotmail.com )
Un saludo, David.
Hombre David! muchas gracias tío.
ResponderEliminarEstoy bien, ya recuperado casi del todo, camino perfectamene y voy al fisio desde el segundo día después del talegazo. Para este finde ya empiezo a correr en llano y para el siguiente voy a Peña Ubiña, a ver qué tal?.
La verdad que para lo que podía haber sido no fue nada.
Te quería hacer una pregunta: cúal era el accesorio que le habías acoplado a tu piolet aztar? puede ser este:
http://www.barrabes.com/tienda/material-alpinismo/p-31998-d-1252-v-125635/petzl_charlet/griprest-quark-2011.html
Estoy viendo para pillármelo y por supuesto ya le he puesto la dragonera a los piolets, jeje
Bueno, lo dicho muchas gracias por acercaros tan rápido que aunque no necesité ayuda médica, pues se agradece que estuviérais por allí.
un saludo.
Recupérate pronto Pelegrina, eres un tío duro. Y cuidaín con descuidar la seguridad. ;)
ResponderEliminarGracias Fran!!
EliminarA ver si quedamos algún día que sé que le estás dando duro.
un saludo.
ahora me he enterado, vaya, espero que te recuperes rápido y bien. lo importante que veo de este accidente es que tú mismo has determinado bien causas indirectas que luego se confabulan para hacernos daño. es lo difícil, mirarnos a nosotros mismos y pensar: ¿qué hice mal? no sólo fue mala suerte....
ResponderEliminarun abrazo desde zaragoza, y a recuperarse con paciencia y talento.
Félix
Eres un incosciente tio , procura guardar tus ansias de escalar y usalas cuando vallas con un compañero , para q son las las tecnicas de aseguramiento? As tenido suerte , no vuelvas ha hacerlo. Solo
ResponderEliminar