sábado, 21 de mayo de 2011

Norte de la Alcazaba, AD 55º 750mts.

Llevaba tiempo detrás de realizar el ascenso a la Alcazaba por la Cara Norte, ya había realizado las Nortes del Mulhacén y del Veleta y me faltaba ésta para "la trilogía nevadense".
Por los croquis la vía tenía que ser estupenda con una dificultad media y aunque la época era muy tardía sabía que la nieve de este año había sido excepcional en Sierra Nevada y comparando los ascensos de otros compañeros en cuanto a fechas, la nieve tenía que estar en condiciones y aunque el hielo no existiera la cara dispone de múltiples trazas, desvíos y rutas para poderla hacerla íntegramente por nieve.

Con éstas, el tìpico día de asuntos propios en el curro y nos dirigimos hacia allá los Danis un Jueves dispuestos a darlo todo por el Sur. Dormimos el mismo Jueves por los alrededores de Güejar Sierra donde pudimos y el Viernes tras tomar unas tostaditas con tomate y aceite en un bar de Güejar que ya nos había visto el pelo en otras ocasiones y cuando los niños entraban al cole en el pueblo,, nosotros iniciábamos la marcha con unas mochilas bastante diferentes hacia las fauces de nuestra escuela particular.

Tomamos la vereda de la estrella, !qué recuerdos por aquí!, un año con Juankar, otro con Kiko, más solo que la una otro año. Ésta vez estaba bastante más verde todo, había llovido bien y la nieve había sido copiosa. Las primeras paradas para hacer fotos a las florecillas, la alergia a tope con el moquillo colgando por la verea., llegamos al Castaño abuelo !que maravilla de la naturaleza!



Tras pasar esta zona más umbría fuimos llaneando por la vereda, arreglada en algunos trozos y llena de carteles raros de evacuación, helicópteros y otras flautas





Hasta llegar a la curva del !coño!,, ya sabemos todos porque del nombre con sólo levantar la cabeza, las vistas de la vía que pretendíamos realizar increibles. Entre tanto por nuestra espalda llegó una chica del Parque Nacional que nos alertó de que el riesgo de aludes era elevado, (valorar vosotros mismos la nieve que había). Yo traté de preguntar de que tipo de aludes, por que laderas, de que si habían subido ellos arriba para verlo "in situ", y nada sólo me dijo que riesgo de aludes. También nos facilitó un número de teléfono del parque para indicar la ruta que vamos a hacer y alguna otra información, a este número llamé durante el invierno para informarme si el Refugio de la Caldera estaba cubierto de nieve y por la mañana no me lo cogían ni de coña y por la tarde libraban los funcionarios,, eso sí pero me cogió el teléfono el segurata que estaría aburrido por la tarde y se dedica a cogerlo para no informar de nada. En fin.




Con la vista puesta en la Norte, pasamos el desvío del Refugio de Vadillo y la Cuesta de los Presidiarios mientras las nubes de evolución crecían y crecían sobre nuestras cabezas.



Continuamos la marcha por la vereda sin más accidentes geográficos que los vistos en el inicio para llegar en casi una hora más a la Mina de la Probadora, se estremece el cuerpo sólo con pasar por las antiguas edificaciones para el mineral, parece un pueblo abandonado del Oeste aquello.




Tras las minas, el camino desciende un poco y se adentra algunos metros en el Barranco del Guarnón, por donde afinando la vista se pueden ver las crestas que rodean la zona del Pico de los Machos y el Veleta. Por un puente de madera cruzamos el cauce del Río y continuamos por la ladera del otro lado ascendiendo esta vez.



De nuevo la Alcazaba aparecía ante nosotros, las nubes cubrían y descubrían su parte alta y cuando era posible nos hacía dibujar en su pared Norte el itinerario adecuado para el ascenso por su tubo clásico, mientra la ladera estaba salpicada de genista florecida de tonos amarillos ¡qué maravilla!


Ya teníamos a vista el cruce de Barrancos donde terminaba la vereda de la estrella, a la izquierda la cascada del Aceral con un cauce descomunal y al frente un poco más adelante un nuevo salto de agua sobre el Río Real, afluente del Genil.


Tras una fuerte subida llegamos a unos nuevos restos de minería y al entronque de barrancos, donde años atrás las nieves se habían llevado el puente de madera de la Vereda de la Estrella y que hoy aún no había sido arreglado. En esta zona confluyen los Barrancos del Rincón, de Valdeinfierno,de Valdecasillas y de Lucía. Nosotros girando a la derecha y siguiendo una pequeña senda continuamos el cauce del Valdeinfierno que nos adentró en una zona con bastante vegetación espinosa y nos llevó a toparnos con Cueva Secreta, refugio Natural bastante utilizado.


Desde cueva secreta cruzamos el Arroyo de Valdeinfierno y ascendimos la Loma de las Casillas en dirección a un collado visible desde abajo.




Llegar al colladito nos costó la vida, una senda serpenteante nos llevó a lo alto de la loma desde donde descendiendo unos metros ya vimos el Refugio del Prado de las Vívoras cerca.




Llegamos al refugio, estaba construído algo más alto, que la última vez que pasé por aquí, además tenía botellas de agua, unas pequeñas sillas, cartuchos de gas, le habían puesto una ventana de cristal y unas pequeñas vigas de madera. ¡Vaya sorpresa y que lujo para esta zona!. Aunque estaba en el interior lleno de agua y el viento y las nieves habían levantado todo el tejado, nos pusimos manos a la obra a secar las esterillas que había en el interior y a colocar todas las lonas del tejado para sujetarlas con piedras y dejarlo preparado para la tormenta inminente.




Tras deshacer la mochila y comer algo, esperamos como dos tontos la tormenta de la tarde y ésta no llegaba, incluso a veces parecía abrir algo y salía el sol entre las nubes. Ante la tardanza de la tormenta decidimos subir con el material a una paredes cercanas y practicar montando algún largo, utilizando todo lo disponible.




Un largo por aquí, un rápel por alla, otro larguito,...



pillame que voy, quito esto, meto lo otro,...




Tras un largo y mientras aseguraba a Dani, observe que la Norte de la Alcazaba había abierto y aproveché para hacer alguna foto a una mano,, en donde podía encuadrar el refugio y la pared.



Como suele suceder las primeras gotas nos pillaron en la pa red, a desmontar corriendo y para abajo.



qué llueve, corre corre a cubierto.




Corriendo bajo gotas de agua descendimos con todo el material colgando "ching, ching, ching", hasta la cabaña y bajo los plásticos esperamos a que la nube descargara un poco de agua, para parar 5 minutos después. Después volvió a salir el sol un poco y comenzamos a hacer hambre para iniciar la cena a las 20:00 y tras una buena ingesta meternos en los sacos a las 21:00 mientras el sol iluminaba con sus últimos rayos la ladera de Vacares. Aprovechándonos de las esterillas que habían dejado otros grupos (creo yo que la gente de "pisapraos"), y de los plásticos dormimos comodísimamente para levantarnos a las 5:00 con la luna casi llena y con las Nortes iluminadas por la misma luna.





Tras el desayuno en marcha. Tomamos una difusa senda que descendía al Barranco de Valdecasillas con los frontales encendidos y nos topamos con el primer problema, bajaba mucho agua por el Río y el pasarlo sin mojarse era tentar a la suerte y a nuestra capacidad de salto. Decidimos asegurar y nos quitamos las zapatillas para vadearlo, tarea también un poco complicada debido al cauce del mismo.



Lo conseguimos, pero el agua helada nos dejó los pies doloridos durante algún minuto en la otra orilla, intentando buscar pisar piedras calentadas por el sol del día anterior,,,,ufff,,,!qué dolor!.
Tras ponernos de nuevo los calcetines, ganando altura tomamos una senda de cabras dirección Norte, intentando bordear la Loma del Raspón del Peñón Gordo, para una vez situarnos en una pequeña depresión de la loma que se bifurca, ganar altura por la misma hasta unas rocas superiores. Desde allí divisamos las entradas para los diferente corredores y elegimos la entrada. En el primero la nieve llegaba más abajo, pero decidirmos ir a la segunda entrada debido a que en éste primero en el primer resalte había una pequeña cascada que cerraba el paso por varios puntos.






Ascendimos un poco por el primer valle en diagonal a izquierdas por donde por un hombro sin llegar a pisar la nieve, salimos al principal barranco de la cara Norte del Veleta. -Este sí es-.


Poco más arriba del hombro comenzaba la nieve, eran las 9:20 y tras sacar todo el equipo co menzamos a ascender por el primer nevero de 30º, la nieve estaba de lujo, bastante dura y por un amplio nevero nos dirigimos al primer estrechamiento.



Sin llegar a tener hielo, pero sí helado superamos el estrechamiento a 60º en dos cortos metros (se puede evitar por la derecha).



Salimos a una nueva pala a 40º y por ella ascendimos en busca del paso del primer vasar, se trataba de un estrecho corredor bien visible, que evita la primera franja de rocas, fuimos hasta su base y allí una rimaya abría una grieta en su base. Además la nieve estaba blanda con lo que la entrada al corredor se complicaba un poco, decidimos montar una reunión en la roca de la derecha para superar el primer metro bastante inclinado.



Posteriormente el corredor mantenía los 50º, y preferimos tras montar el primer largo continuar en ensamble siempre dejando 3 seguros intermedios y los cambios de material asegurárlos con reuniones. Quizás no era necesaria la progresion con seguros debido a que la nieve estaba muy bien y la inclinación no era muy fuerte, pero aprovechamos para practicar y probar las nuevas "chutas" que nos había dejado Paco.



Tras dos horas de vía y sobre los 3.100 metros comenzó a darnos el sol, ya eran las 11:00 de la mañana y la nieve no iba a tardar en ponerse pesada, así que aceleramos un poco la cosa para llegar arriba.


Los corredores con una pendiente media de 55º, eran disfrutones, la belleza increible, no nos artábamos de montar seguros y no había pérdidal alguna, ya que estábamos en el corredor principal de la vía y por donde había subido hace algunos años en la integral de Sierra Nevada sin nieve.



Un poco más arriba la vía perdió pendiente, rampas de 40º eran la máxima pendiente que nos encontrábamos y sobre los 3.200 metros la nieve estaba muy blanda para su progresión, metiéndonos por la espinilla, justo con el sol en todo lo alto a las 13:00 del medio día.



Sobre los 3.200 metros la vía da un claro cambio, el corredor en lugar de subir directo, comienza a girar a la derecha, en dirección a unas palas más llanas y más soleadas, nos dirigimos a una pequeña loma para guardar todos los cacharros y tras comer decidimos continuar sin montar seguros con la lengua fuera, aunque con la cuerda por medio casi más por no recogerla que por necesitarla.



La cumbre estaba cercana, nos quedaban unos pocos metros, hasta que escuchamos voces, provenían de la cumbre de otros compañeros "granaínos" que había ascendido por la vertiente de Trévelez y a los que asustamos al llegar.
Charlamos con ellos un rato disfrutando de la cumbre y viendo que por el Sur de la sierra las nubes estaban creciendo con rapidez. Comimos un poco, llamamos a casa y nos hicimos algunas fotos hacia todas las vertientes, incluso Dani colgo "online" una foto en el facebook,,-!esta tecnología que nos invade! .




Posteriormente y para descender, a pesar de que los amigos "granainos" nos aconsejaron descender a la Laguna de la Mosca por el collado situado a la derecha del Peñón del Globo, yo había visto en algún foro de Sierra Nevada que se descendía por un pequeño collado situado antes del Puntal de Siete lagunas y hacia allí nos dirigimos.



Observamos el hueco antes del Puntal y por unos neveros de inclinación moderada nos lanzamos hacia abajo, ¡ojo con estos neveros!, debido al estado de la nieve se podía bajar por ellos más o menos bien, pero en invierno con todo duro habrá que echarle narices para bajar por aquí.




Unos neveros nos llevaron a otros y siempre en diagonal a izquierdas hacia la Laguna de la Mosca fuimos perdiendo altura con la Norte del Mulhacén como espectadora.



Dani tardó un poco en llegar a las palas de la laguna, le esperé en algunos instantes tirado sobre unas piedras y apareció por el corredor de descenso. El problema ahora era descender los Vasares de la Mosca, en teoría el descenso normal se realiza desce la parte opuesta de la preveníamos y caminar hasta el otro lado de los vasares la verdad que no apetecía mucho. Así descendimos unas palas en busca de algún punto débil y lo encontramos. un corredor de 40º nos depositó bajo las Chorreras de la Mosca y por palas fáciles de nieve blanda descendimos hasta quitarnos los crampones sobre los 2600 metros. Fué un error ya que un nuevo Tajo por la zona de la Trancada nos lo puso algo dificil, teniendo que bajar un nuevo nevero con culetada sobre nieve y 4 o 5 metros de pedrera abajo.




Los dos ya a salvo continuamos el descenso con la idea en la cabeza de llegar al Refugio para desmontar y bajar a Güejar, una buena cena lo valía todo y descendimos a tumba abierta. Primero tuvimos que buscarle el punto débil al Río Valdecasillas para poder vadearlo y después quitarnos las botas gordas para continuar por la buena senda hasta nuestra cabaña de los amores.



La decisión estaba tomada y tras llegar nos dimos una hora para iniciar el descenso, llevábamos 12 horas de jornada y un poco de pasta nos iba a servir para recuperar algo, mientras recogíamos toda la cabaña y rehacíamos el puzzle de 20 kilos.



Tras abandonar el refugio, los primeros metros fueron de muerte, eran los de más pendiente y el llegar a la zona de Cueva Secreta nos lo recriminaron los meniscos.




Después todo fué más llevadero, salimos a la vereda de la estrella y dejando atrás la Alcazaba la senda plana la agradecíamos, observando que la tormenta de hoy no iba a llegar a formarse.



Los 12 kilómetros de Vereda se nos hicieron los más largos de la vida, bebíamos agua cuando podíamos y el agradecido "sol andalusí" nos acompañó hasta que cayó rendido sobre las 21:30. Como nosotros vamos, terminamos la vereda de noche, (no era la primera vez, ni será la última) y tan siquiera paramos a sacar los frontales, las últimas dos horas simplemente fueron; primero un pie y luego otro.



Tras 16 horas de jornada llegamos al coche, donde nos esperaba nuestro gato "porculero" y desde donde nos dirigimos a Güejar llegando pasadas las 23:00 para rezar que nos sirvieran algo de cenar en algún lado.




¡Se nos olvidaba, es Andalucía!, bocadillos y cervezas aquí son cultura.


1 comentario:

  1. Pele ha sido un verdadero placer subir contigo.
    Repetiremos muchas más, no lo dudes.
    Un abrazo.

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