Tras los excesos de éstos días festivos organizamos una salida entre compañeros de Bajocero. Donde ir?, pues había un pequeño frente que iba a cruzar nuestra sierra y daban viento de Sur bastante fuerte. Elegimos la vertiente Norte y para inaugurar el casillero de cumbres elegimos ésta, Montón de Trigo a sabiendas que quizás nos llovería.
Así con los ponchos en la mochila, pasamos el Puerto de Navacerrada amaneciendo, con 2ºC en el termómetro del "Dos Castillas". Como vimos en el mapa, tras el kilómetro 131 había una pista que salía a izquierdas y allí aparcamos los coches para iniciar el itinerario.
Tras cambiarnos partimos por una pista asfaltada que descendía levemente entre Pinos de Valsaín, para llegar pronto al cauce del Río Eresma, desde allí la pista ascendía paralelamente por el río hasta llegar a cruzar por un puente el Arroyo del Telégrafo, y así fuimos ganando altura charlando por el pinar mientras caía alguna que otra gota de agua, procedente más bien de la niebla que de la propia lluvia.
Tras pasar el Arroyo del Telégrafo continuamos dejando el Eresma a la derecha, la pendiente comenzaba a coger un porcentaje mayor y el tiempo nos respetaba hasta que por un puente pasamos al otro margen del Arroyo Minguete, principal afluente del Eresma. Dejamos a la derecha una pista que se dirigía a la Carretera de la República y continuamos por la que llevábamos que al poco cambió de firme, siendo ahora tierra lo que pisábamos. Tras el cruce mantuvimos un poco la altura para llegar de nuevo al Arroyo Minguete que por esta zona pasaba algo crecido, para cruzarlo no nos valían algunas piedras y troncos que había en el paso principal y unos por arriba y otros más abajo lo vadeamos metiendo alguna que otra bota en el arroyo.
Tras vadear el río había varias pistas que partían del mismo, nosotros elegimos la del medio, más empinada y pisada por las máquinas de recogida de madera seguro, continuamos un poco por ella, aunque no venía ni en el mapa, ni el gps y llegamos a una nueva bifurcación. Esta vez tomamos la que nos salía a la izquierda y que ganaba mucho desnivel bruscamente a sabiendas que el camino de Lumbralejos no transcurría muy lejos, metros más arriba. Tras unos minutos de aumento de frecuencia cardiaca, llegamos al Camino de Lumbralejos, más concretamente a la Fuente de la Fuenfría donde hicimos una parada para descansar unos minutos.
Nos pusimos en marcha al poco tiempo y llegamos al Puerto de la Fuenfría, mítico lugar de Guadarrama por el que hacía algunos años que no danzaba, allí bajo uno de los pinos centenarios que lo habitan sacamos algo de comida y mientras más llovía nos parapetamos y nos preparamos con los gores para acometer la subida a Cerro Minguete, cerro curioso sobre todo para unos amigos míos, donde sus vidas dieron un giro de 180º.
Cómo pensábamos, el viento fuerte del Sur comenzaba a hacerse notar en el puerto y sin mucha dilación nos pusimos a caminar, pisando por los primeros neveros y rumbo al Oeste al Cerro Minguete. La niebla no tardó en echarse sobre nosotros, por la senda ganábamos altura en fila de a uno, esquivando los enebros rastreros y los últimos pinos situados a casi 1900 metros.
Ahora la nieve blanda, nos hacía dudar si ponernos los güetres o continuar sin ellos y siguiendo las calvas de la senda llegamos a la parte más rocosa, a sabiendas que la cumbre estaba ya ahí mismo. Así fué y en escasos minutos llegamos al acumulamiento de piedras de la cumbre en donde tan sólo había una placa de límite de Coto de Caza y un pequeño vivac.
Por un momento pensamos en hacernos una foto, pero con el molesto viento de Sur, decidimos continuar por la senda rumbo al Norte, pasando junto a algunas trincheras líneas de frente de la Guerra Civil Española.
La niebla por unos momentos nos dejó ver la ladera de Montón de Trigo, parecía no tener mucha nieve y descendimos hasta el collado para acometer la última subida del día. Desde un inicio tomamos una senda que se dirigía un poco hacia la izquierda, pero pronto entre algunos pinos nos dimos cuenta que subía hasta la cumbre una línea de hitos de piedras, que nos propusimos a seguir, ahora sí entre nieve blanda, por la que nos hundíamos un poco.
Intentamos saltar de piedra en piedra para evitar la nieve, pero casi estaba peor por lo resbaladizo de las mismas, así que abriendo huella o por momentos intentando seguir unos restos de huellas sobre nieve dura, fuimos ganando altura hasta llegar a una pequeña canal en donde el viento soplaba de lo lindo y que practicamente nos subió hasta un pequeño vivac que hay cercano a la propia cumbre, desde el vivac tan sólo nos quedaba el último tramo de ascenso por roca para llegar al hito de piedras de la cumbre, del que pasamos un poco, continuando unos metros más alla para evitar el fuerte viento. El grupo un poco alargado llegó hasta el sitio, y allí comimos algo antes de hacernos la típica foto de cumbre con los 0ºC rondando el termómetro y un viento de 50 Km/h.
Tras la foto iniciamos un descenso que en un primer momento se convirtió en problemático, debido a que ahora el viento y la lluvia de Sur nos daba de lleno en la cara y picaba bastante, en un corto descenso nos mojamos más que durante todo el día y además las rocas resbaladizas nos hicieron que algunos de nosotros diéramos con los huesos en el suelo, antes de llegar al tramo de senda, que ya nos depositó más cómodamente en el Collado entre Cerro Minguete y el Montón de Trigo. Desde el Collado en lugar de ascender nuevamente a Cerro Minguete, tomamos la senda que lo bordea por su ladera Oriental y salimos directamente a la ladera del propio Minguete pero camino del Puerto de la Fuenfría donde nos encontramos con más gente haciendo senderismo. En el puerto nos pensamos por momentos por donde descender, y conociendo el camino de ida, repetimos para aunque sólo sea volver a cruzar el Arroyo Minguete por su desbocado mini cauce.
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