lunes, 30 de marzo de 2015

Pupurrí de Wimbor (6a, 120mts.)

Comienza la temporada de escalada clásica.
Si bien en nuestra comunidad se puede escalar durante todo el año y los más puros buscan microventanas de buen tiempo para hacerlo en invierno. Para nosotros no ocurre lo mismo, la nieve, el hielo y la temporada invernal nos tira mucho y las primeras semanas de la primavera las utilizamos para retomar sensaciones perdidas en la roca.

Mi compañero de cordada no las ha perdido mucho ya que su paternidad le ha limitado las salidas de fin de semana aprovechando este invierno para sacar más los gatos a pasear que los crampones, y sobre todo aquí en la Cabrera.

Después de unos cuantos meses sin escalar juntos volvemos al redil y proponemos un "lunes al sol" lejos de las aglomeraciones. En un principio nuestra idea es dirigirnos al Risco de la Pirámide pero tras llegar a la Cabrera observamos dos manchas blancas en la mitad de la pared. Se trata de la época de anidación del buitre leonado y este risco es uno de sus preferidos.
Sobre la marcha cambiamos de planes y nos dirigimos a la parte izquierda del Pico de la Miel, el sector Wimbor, zona que Juanjo conoce muy bien, no en vano Wimbor es su entrenador en el rocódromo y empezó a equipar estas vías desde hace ya unos años hasta la actualidad.


Se trata de una zona semiequipada, de formas variadas, muy bonita y poco conocida en la comunidad escaladora.


Mediante mi compañero de cordada me parece interesante conocer más acerca de la zona y su creador Jose Luis Arias, alias Wimbor, por ello contactamos y sale lo siguiente:

Jose Luis Arias nació en Madrid, Julio 1960, durante los años del colegio los profesores organizaban excursiones a la Pedriza y allí es donde por primera vez vio la figura del escalador y las fabulosas paredes graníticas de caprichosas formas.


En el 74 comenzó como buen adolescente a buscar su propia aventura con las chirucas  y poco más. Vivió de pleno la transición de los bávaros y la bota dura al pañuelo en la cabeza y pies de gato. 
-"En los años 80 estaba ya absorbido por la escalada en todos los sentidos"-. A partir de ahí siguió evolucionando hasta conseguir el titulo de Profesor de Escalada, actualmente técnico deportivo y guía de escalada AEGM.

Vinieron viajes y más viajes por paredes de toda  España, Alpes, Dolomitas, Yosemite…etc,
Aperturista y equipador de vías, asi fue como en 2005 se fija en la parte izquierda del Pico de la Miel, donde se encuentra con  algo nuevo,  un pequeño mundo con grandes  posibilidades.

-"Siempre miro las paredes con ojos de encontrar algo nuevo"-.

Wimbor y sus amigos, desde ese 2005 comenzaron a equipar vías, mientras abrían una línea ya se iban fijando en la próxima y así todo el zócalo, bien dividido en la parte superior e inferior. Ilusionados y alucinando con lo que iba saliendo.
Buenas vías, variadas, con libre y artificial, asequibles y algunas con pasos duros, equipadas al estilo cabrera, las fisuras limpias y las placas con chapas.

El proyecto sigue vivo en la actualidad, aunque queda poco por descubrir, tal vez alguna variante. Su gusto es que queden las vías bien definidas y se distingan bien.

-"Anécdotas hay unas cuantas, pero si tengo que hablar de algo es de la panzá a limpiar que nos hemos metido jajaja, eso sí, ha merecido la pena totalmente.
Tal vez cuando se conozcan más contribuirán a que se descongestionen un poco las vías de siempre, 
que falta las hace".  

wimbor1960.blogspot.com


CRÓNICA:
Cogemos los bártulos del coche y nos dirigimos como otras tantas veces a la zona central del pico acompañados por Nika, nuestra acompañante de cuatro patas.
Vamos charlando durante la subida, para salir casi a la base de la zona de la Altieri y sus diedros vecinos, desde allí tomamos la senda a la izquierda para llegar a este sector un tanto secundario, tanto por el color de su granito, como por su vegetación y su poca visión desde la gasolinera.

A priori y desde abajo no me parece que vayan a salir vías de más de 100 metros pero vaya que si las hay y además de bonitas líneas.
A la sombra de una encina y con el primer objetivo la línea de Pacto con el Diablo nos vamos equipando. Comenzará Juanjo la escalada, le tiene ganas a este primer largo que ya ha repetido pero de segundo.

Largo 1, (6a, 45 mts.):
El inicio es explosivo, se comienza por un paso de bloque protegido por una chapa (tónica que es la habitual de este sector con vías semi-equipadas.
Dos fisuras oblícuas ascendentes que desde abajo parecen fáciles te hacen encender pronto el corazón, es un paso más bien de colocar pies. Con un pequeño cuerno sales hacia una superposición de fisuras horizontales donde se encuentra la segunda de las chapas.



Una terraza grande te da el respiro para bajar las pulsaciones y continuar con tiento por terreno de Vº chapado, movimientos elegantes para llegar a una fisura ascendente a derechas.

Hacia la izquierda va la chupacabras, miras para allá, pero no, tu vía es la de la derecha y tienes que tirar por la fisura. Prepara los puños para empotrar (aquí vienen bastante bien unos guantes de fisura).
Los dos primeros pasos de la fisura encuentras garbancillos para pies lo suficientemente grandes como para proteger a gusto con friends grandes, después no, no hay pies.



Debes confiar en tus empotramientos con los puños y tus pies en adherencia, aún faltan dos o tres metros donde proteger se vuelve una tarea "realmente divertida".



La fisura termina y el último paso también es interesante, el granito se inclina para los pies y te subes en el labio de la propia fisura para con tacto y equilibrio comenzar a buscar los primero cantos buenos, que serán la tónica de este último tercio del largo.

Ya se han pasado los sudores y se sube hasta una terraza cómoda donde hay dos fabulosos párabolt. Un primer largo precioso para calentar.



Largo 2, (Vº+, 40 mts.):
Me toca a mí, ya han pasado muchos meses desde la última, así que voy para arriba con confianza. Es más el inicio parece una senda.
Se asciende por una fácil terraza ascendente a izquierdas, se ven las dos chapas que dan acceso a la derecha al siguiente zócalo granítico, la primera y más cercana de ellas es la nuestra "pacto con el diablo", la siguiente y situada en una zona más vertical la "chupacabras", vía que va transcurriendo paralela a la nuestra, y tan paralela que en este mismo largo lo termino por ella.

Me paro en la primera chapa, se queda alta, para subir hay que hacer un paso a derechas con buenos pies y
meter la primera cinta express, yo por si acaso he metido un friend justo debajo para proteger el paso a derechas.



Con la chapa por las rodillas viene el único paso de adherencia de toda la vía Vº, buscas manos y más manos y ahí no hay nada, cambias pies, por aquí, por allí y nada. La lógica te dice lo que no quieres creer; que para llegar a aquella regleta tienes que tirar de técnica de adherencia, bueno al fin y al cabo la chapa está cerca.

Con confianza se llega a la regleta y se continúa el camino por la parte alta de un espolon bastante fácil en donde no hace falta ni aseguramiento hasta llegar a dos chapas una de ellas con argolla.



Se puede montar aquí la reunión, pero prefiero continuar y montarla en la base del siguiente largo que realizaremos.
Lo lógico es pasar por un estrechamiento de roca, pero a la izquierda hay un bloque vertical con dos chapas como dos soles, el paso es atlético pero tiene muy buen canto, Vº+, así que nos cruzamos a la "Chupacabras".
Con unos pasos de bloque nos montamos en la roca y desde allí caminando a una gran terraza desde donde nacen los siguientes largos.



Largo 3, (Vº+/6a, 20 mts.):
Desde la gran terraza que separa la parte superior de la pared de la inferior, nos podemos cambiar de vía tranquilamente, Juanjo tiene los ojos puestos en la "placa maniaca" del tercer largo y tras cambiarnos de argollas cómodamente comienza a escalar.



Por terreno fácil asciende hasta los pies de la extraña placa, no es una placa como tal, sino un zócalo de 10 metros de alto por 3-4 de ancho con pequeños agarres que te obligan a mover el cuerpo cambiando de peso continuamente, precioso el largo!

Evitamos pisar el agua que cae en un canalizo de su base y por un buen canto se mete Juanjo de lleno en el ajo, chapando una primera chapa junto al inicio.



Va ganando altura, los cantos van apareciendo al igual que las chapas, perfectamente puestas. Hasta 6 de ellas en un terreno vertical y lleno de pequeños agarres para pies y manos.



Un largo corto pero bonito nos deposita en una nueva terraza hasta donde llego tras disfrutar de la "placa maniaca".

Largo 4, (Vº+, 15 mts.):
Me toca a mí, a la izquierda nos queda la Punta Lucifer, un pequeño bloque cimero donde finaliza alguna vía más y a la derecha parten los últimos largos de la "Embrujo y Chupacabras".
Juanjo me aconseja la "Embrujo", así que tiraré por allí, tienen un grado similar ambas.

Se trata de un pequeño espolón fisurado y bien protegido.
Comienzo el largo por la derecha de la reunión, pasando a un pequeño callejón por una encina. La primera chapa está un poco alta y empotrando manos y pies se llega a ella.



Van apareciendo manos y buenos apoyos por las fisuras hasta una segunda chapa que protege otro paso.
La última parte es más vertical, un último paso chapado y salimos por arriba al punto final de las vías.




Final y descenso:
Ahora empiezo a estar caliente y propongo a Juanjo hacer algún largo suelto, pero es día laboral y tenemos quehaceres en la ciudad, así que tras respirar el aire de norte de la sierra y contemplar el Valle de Lozoya iniciamos el descenso por el Callejón del Cancho Blanco rumbo a pie de vía.




En pocos minutos nos situamos a los pies, allí nos espera Nika impacientemente. Así que guardamos los aperos de escalada y bajamos a los coches tranquilamente.

Otro día más disfrutando de La Cabrera, paraje sin igual.






1 comentario:

  1. Hola.....muy buena la entrada, muy buena la combinacion de vias, gracias por la mencion y divulgar esta parte del Pico, que poco a poco va siendo mas conocida. un abrazo.

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